viernes, 31 de agosto de 2012

LAS VILLAS ROMANAS EN LA COSTA AMALFITANA


Las fuentes antiguas, de Homero a  Estrabón, no citan directamente la Costa, sino que la llaman la Costa de las Sirenas. Aparte de hacer turismo gastronómico o pura antropología (el sur de Italia da para eso y mucho más), se puede disfrutar del rastreo de joyas arqueológicas que en los últimos años han estado recibiendo bastante atención por parte de las autoridades italianas.

La zona que comienza en Nápoles, dibuja hacia el sur del país una inmensa colección de yacimientos históricos de distintas épocas, que dan un color diferente a la visita y a la capacidad de descubrimiento del rastreador de vivencias históricas y artísticas desconocidas en este ámbito, gracias a la recuperación de un pasado lleno de belleza.
El promontorio Minervae, sede del templo homónimo, entre Sorrento, Positano y el archipiélago de Li Galli (unas islas donde Rudolf Nureyev llegó a tener una residencia de lujo), eran un lugar de tránsito obligado hasta el periodo neolítico por las rutas del comercio de obsidiana hacia el centro y el norte de Italia y para el comercio toscano/sardo marítimo, desde y hacia los Campos Flégreos.

La costa entre Positano y Vietri sul Mare es bastante alta, con profundos cortes y muestra entre el siglo I a.C. y el I siglo d.C. la presencia de unas villas marítimas, verdaderas escenografías de una particular tipología extraurbana, inequívoco símbolo del rango y el status de los personajes ricos que vivían en ellas.
Ya en la antigüedad, daban la impresión de ser uno de los paisajes más sugerentes del Mediterráneo. Sin embargo, la erupción pliniana del 79 d.C. modificó sustancialmente la apariencia del litoral, que sufrió la violencia extrema de las manifestaciones volcánicas.

Las villas de Positano y Amalfi fueron sepultadas durante la erupción. Actualmente en restauración, se ha podido individualizar de esa constelación arquitectónica de Amalfi, el triclinio-ninfeo de verano, que en sus comienzos estaba animado con pintorescos juegos de agua que convergían hacia un gran estanque central de forma rectangular, mientras que la zona social se refrescaba gracias a un ingenioso sistema de canalizaciones. En estas  villas, como en la de Positano, la decoración de los frescos era soberbia, a pesar de la destrucción provocada por la actividad volcánica. Una gama cromática concentrada en el rojo “pompeyano”, el azul y el amarillo ocre, dan cuenta del refinamiento de los  acomodados moradores del lugar.


 Las residencias de Positano, Amalfi, Minori y Marina de Vietri sul Mare son las más conocidas, pero no todas están abiertas al público. En algunos casos, como en el de Minori, la continuidad de la ocupación hasta casi el siglo VII, demuestra la posición privilegiada de este conglomerado de costa en relación con las rutas comerciales africanas.
Estos complejos arqueológicos, verdaderos locus amoenus de su tiempo, fueron excavados sobre todo  en el siglo XX y ponen de manifiesto el ejemplo mejor conservado de la arquitectura residencial de lujo que los representantes de las clases medias y altas romanas (senadores, comerciantes adinerados) construyeron, entre la época de augusto y la julia-claudia, a lo largo de la costa amalfitana.


Es el caso de Vietri sul Mare, de la que se conserva una estructura con el cuerpo central articulado en dos niveles. Ninfeos, piscinas de verano, a la vez que apodyterium,  tepidarium y caldarium, comedores ricamente adornados con frescos, profusión de mármoles, demuestran la excelencia y el buen gusto de sus habitantes de otros tiempos.
Por su parte, la villa romana de Minori data del siglo I d. C., y su propietario nos es desconocido (desde luego alguien de notables posibilidades financieras y con un alto nivel cultural, que podía permitirse el lujo de transportar el material de construcción solo por mar). Está en la actualidad abierta al público, con guía, y en razonables buenas condiciones de musealización  y conservación, un espacio que abarcaba casi 2500 metros cuadrados.


La villa fue construida expuesta al Sur y se encontraba en unas condiciones medioambientales muy favorables. En la actualidad solo se conserva por completo la parte marítima, que consta de un espacio descubierto y lo que puede contemplarse todavía, sugiere que fue saqueada antes del redescubrimiento  oficial y vuelta a enterrar sumiéndose por mucho tiempo en un oscuro silencio.
En origen los ambientes de la morada de Minori debían estar cubiertos de estructuras de madera y  tener terrazas con una vista sorprendente sobre la costa, donde se abre la planta inferior con un jardín cultivado, circundado en tres de sus lados, por un pórtico que encuadra rítmicamente las arcadas, posiblemente de dos plantas, con juegos y artefactos de conducción de agua.


Quien pudiera llegar hasta Minori y no sería fácil antes como no es sencillo ahora sobre todo por tierra, encontraría una fachada decorada profusamente con una técnica llamada “espuma de mar”, fabricada con material de lava o travertino, para dar la impresión de una gruta y con mosaicos de pasta vítrea de varios colores (opus musivum) en los que se reflejaba la luz volátil del agua en movimiento.
Todo semejaba la scenae frons de un teatro. Ya en 1800, los descubridores estatales le habían dado el nombre de “Grutas”.


 En 1954 se produjo un aluvión, el complejo fue sepultado una vez más y cuando fue devuelto a la luz, se descubrió  una zona amplia que había sido utilizada como locales o cantinas. Cuando terminaron las obras, la villa recuperó el aspecto con que la contemplamos hoy en día.
El marco de estos descubrimientos arqueológicos es delicioso tanto para el viajero como para el experto. Música, como la estela dejada por Richard Wagner en Ravello, literatura, con famosos escritores visitando estos alrededores, Amalfi y su maravilloso papel hecho a mano, Capri y Anacapri y sus anécdotas y recuerdos de viajes, emperadores y otium, a pesar de la marea de turistas que desgastan las calles de la región, merecen una visita entregada.



 Una luz que encandila y enciende las pupilas, la montaña todavía salvaje y casi intacta imprimen a estos parajes el dulce ritmo del litoral que un día albergó la Magna Grecia, un escenario onírico, a mitad de camino entre la realidad y la historia, vividos de verdad y soñados e imaginados, siempre. Eterno retorno de un Ulises enamorado sin remedio de la nostalgia.

Alicia Perris
Fotos:  Julio Serrano

jueves, 30 de agosto de 2012

SEPTIEMBRE EN LA SALLE PLEYEL


Le St Louis Symphony 

ouvre la saison

David Robertson, direction
Christian Tetzlaff, violon


Vendredi 7 septembre, 20h

Pour ouvrir brillamment la saison 2012-2013, la Salle Pleyel a le grand plaisir d’accueillir, dans le cadre de sa première tournée européenne depuis quinze ans, le St. Louis Symphony et son chef passionné David Robertson pour leur unique escale française. Accompagnée du violonisteChristian Tetzlaff, soliste associé à l’événement, la phalange originaire du Missouri propose de confronter de grands classiques du répertoire symphonique, Brahms et Beethoven, à des œuvres américaines plus contemporaines d’Elliott Carteret George Gershwin.

 Roberto Alagna
La Navarraise – Le dernier jour d’un condamné
Samedi 29 septembre, 20h
Deux (re)découvertes seront au programme de ce concert autour du ténor Roberto AlagnaLa Navarraise de Jules Massenet et Le Dernier jour d’un condamné de David Alagna, créé avec succès en 2007 et enregistré par Deutsche Grammophon.
Ce diptyque sera l’occasion pour Roberto Alagna de retrouver deux rôles magnifiques qu’il a déjà chantés. Il partagera la scène avec une éblouissante palette de chanteurs, dont la mezzo-soprano Karine Deshayes, l’Orchestre National de France et Les Cris de Paris sous la direction de Frédéric Chaslin.

Lucerne Festival Academy Orchestra,
le XXe à l’honneur
Pierre Boulez, direction
Deborah Polaski, soprano
Dimanche 9 septembre, 16h
Entouré des jeunes musiciens de la prestigieuse académie de Lucerne, Pierre Boulez, son fondateur et directeur artistique, aborde pour ce concert le répertoire le plus emblématique et le plus cher à son cœur. Inspirée par Faulkner et Shakespeare, Sound & Fury (1999) de Philippe Manoury requiert un effectif fourni.
L’œuvre oppose deux blocs spatialisés de cuivres et de cordes. Conçue pour ensemble orchestral et dispositif électronique (ingénieurs de l’IRCAM aux commandes),Speakings de Jonathan Harvey (2008) interroge la relation entre musique et parole. Enfin, la grande Deborah Polaski interprète le monodrame Erwartung de Schönberg (1909) : 426 mesures sans réitération, disant « l’angoisse d’une femme qui attend son amant au cœur d’une forêt sombre »

www.sallepleyel.fr/ 

miércoles, 29 de agosto de 2012

69 BIENNALE CINEMATOGRAFICA DE VENECIA


Enzo Avitabile Music Life del premio Oscar Jonathan Demme gratuito per i veneziani
E il secondo film della serata di apertura, mercoledì 29 agosto ore 22.30

Proiezione in Sala Grande del Palazzo del Cinema al Lido



La Biennale di Venezia, attraverso la collaborazione con i quotidiani “Il Gazzettino”“La Nuova di Venezia e Mestre” e il “Corriere del Veneto”, invita il pubblico veneziano al secondo film della serata di apertura della 69. Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica, l’atteso documentario Enzo Avitabile Music Life del premio Oscar Jonathan Demme (Il silenzio degli innocentiPhiladelphia).
 
 
Enzo Avitabile Music Life sarà presentato Fuori Concorso mercoledì 29 agosto alle 22.30, in Sala Grande (Palazzo del Cinema al Lido), a seguire il film d’apertura.

 Questo documentario di Jonathan Demme su Enzo Avitabile, la sua musica e Napoli, nasce dalla stima reciproca tra i due artisti. La musica ha sempre svolto un ruolo fondamentale nelle opere di Demme. Lo sguardo di un grande regista racconta la musica di un artista unico come Avitabile e di una città piena di ricchezze e contraddizioni come Napoli.

 

 
Jonathan Demme, classe ’44, statunitense, è uno dei più importanti registi statunitensi. È anche produttore, sceneggiatore e critico cinematografico. Allievo di Roger Corman, debutta alla regia nel ’74 con Femmine in gabbia (Caged Heat), pellicola prodotta da Corman e oggi considerato un cult movie. Jonathan Demme vanta più di trenta film da regista tra cui Qualcosa di travolgente (1986) e i pluripremiati agli Oscar Il silenzio degli innocenti (1991) e Philadelphia (1993). La Mostra di Venezia ha visto partecipare diverse sue pellicole, tra cui Melvin e Howard nel 1980,The Manchurian Candidate nel 2004 (Fuori Concorso), Man From Plains (sezione Orizzonti Doc) nel 2007, Rachel Getting Married (Concorso) nel 2008 eI’m Caroline Parker: the Good, the Bad and the Beautiful (sezione Orizzonti) nel 2011.
 

 La 69. Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica di Venezia avrà luogo al Lido dal 29 agosto all’8 settembre 2012, diretta da Alberto Barberae organizzata dalla Biennale presieduta da Paolo Baratta.

www.labiennale.org/en/

 

martes, 28 de agosto de 2012

EL CIRCULO DE ARTE MODERNO EN EL PALACIO DE LUXEMBURGO, PARIS

Musée du Luxembourg

 Le Cercle de l’art moderne Collectionneurs d’avant-garde au Havre
 
19 septembre 2012 - 6 janvier 2013
 Le 29 janvier 1906, un groupe de collectionneurs et d’artistes crée au Havre le Cercle de l’art moderne. Parmi eux : Georges Braque, Raoul Dufy, Emile Othon Friesz et quelques-uns des plus importants amateurs d’art havrais de ce début de siècle : Olivier Senn, Charles-Auguste Marande, Pieter van der Velde, Georges Dussueil, Oscar Schmitz, Edouard Lüthy…L’association se fixe comme objectif de promouvoir l’art moderne au Havre.


De 1906 à 1910, le Cercle organise des expositions, des cycles de conférences, des soirées poésie et des concerts. Frantz Jourdain, Guillaume Apollinaire, Claude Debussy apportent leur parrainage à l’association, qui affiche d’emblée sa filiation avec le jeune Salon d’Automne.
 A l’instigation du Cercle, les oeuvres des plus grands artistes du moment sont présentées au Havre, notamment lors des quatre expositions annuelles : les « vieux » impressionnistes tels Monet, Renoir…, les néo-impressionnistes mais surtout les jeunes fauves, entraînés par leurs amis Braque, Dufy, Friesz, qui trouvent tous dans cette ville assez proche de Paris, un accueil favorable et un débouché possible à leur production récente, celle-là même qui provoque le scandale de la « cage aux fauves ».

Qui sont ces hommes ? Qu’est-ce qui les lie ? En quoi le contexte historique, économique et culturel havrais semble-t-il favoriser l’émergence de ce phénomène ?
 
Dès le milieu du XIXe siècle, Le Havre, ville de création récente (1517) et ville industrielle, voit son port se développer rapidement et devenir une place de toute première importance pour l’importation de produits exotiques. Les acteurs économiques et les édiles locaux n’ont de cesse de vouloir donner une « âme » à la cité. La création du musée (1845) sur les quais de l’avant-port, la tenue régulière d’expositions organisées par la Société des amis des arts et l’invitation à des artistes de renom (Manet en 1868 est récompensé pour son Torero mort, refusé cinq ans plus tôt au Salon de Paris) participent de ce projet. Les négociants qui y trouvent leur intérêt s’impliquent activement dans cette vie culturelle et le succès de leurs affaires influence très directement le sort des artistes. Eugène Boudin résumera l’équation en une formule lapidaire : « Pas de coton, pas de tableaux ».
 

A la fin du XIXe siècle, une nouvelle génération de collectionneurs apparaît. Tous issus de la Société des amis des arts, mais plus ouverts à la jeune création, fréquentant à Paris les expositions du Salon d’Automne et des Indépendants, les galeries de Druet, Bernheim, Vollard…, les ateliers d’artiste, les salles des ventes, ils s’investissent aux côtés de Dufy, Friesz et Braque dans cette aventure singulière. Les collections de deux d’entre eux, Olivier Senn et Charles-Auguste Marande, sont désormais conservées au musée d’Art moderne André Malraux au Havre, grâce à leur propre générosité ou à celle de leurs descendants. Dispersées, celles des autres - Van der Velde, Dussueil, Schmitz, Lüthy…- sont bien connues.
 
Chacune révèle la personnalité de son auteur. Si elles présentent certaines similitudes, dues à des communautés de goût (pour Boudin, Pissarro, Marquet…), elles trahissent également des singularités et des audaces propres à chacun. Senn ouvre par exemple sa collection avec deux oeuvres majeures de Delacroix et Courbet des années 1850 et la poursuit avec des pièces impressionnistes et post-impressionnistes, alors que Dussueil et Van der Velde portent d’emblée leur attention sur la création toute récente, achetant Matisse au même moment que les Stein, et avant les Morozov ou Chtchoukine. Degas et Cross sont largement représentés dans la collection Senn, alors que Van Dongen se voit préférer par Van der Velde ou Dussueil. Les connivences comme l’émulation sont évidentes et il n’est pas rare de voir les oeuvres circuler et changer parfois de propriétaires.
 

L’exposition présente environ 90 oeuvres et invite à pénétrer l’univers intime des collectionneurs, qui au-delà de leur intérêt privé, se sont retrouvés au sein du Cercle pour défendre une certaine conception de leur engagement au service de l’art moderne, des artistes, mais aussi celui de la cité. Elle évoque en écho le cheminement personnel des artistes « du Cercle », unis dans la défense du fauvisme dans un premier temps et que leurs recherches propres conduiront peu après à se séparer. Dès lors, le Cercle de l’art moderne apparaît comme la manifestation d’un phénomène unique en province, éphémère, sorte de moment de grâce porté par des acteurs convaincus de la nécessité de défendre la modernité, et qui attachera à la ville et au territoire qui l’a vu naître son image d’avant-garde.
 
www.museeduluxembourg.fr

EXPOSICION FOTOGRAFICA INSTANTES ROBADOS, DE MARIO MUCHNIK


Aunque más conocido por su faceta como editor, Mario Muchnik goza de una magnífica reputación como fotógrafo. El Palacio de Cañete albergará durante varias semanas una selección de fotografías de Muchnik, con dos temáticas diferentes: algunas recrean retratos de escritores, otras escenas de viajes. Entre las primeras reconocemos los rostros de García Marquez, Francisco Ayala, Julio Cortázar, Jean Daniel,…, entre las segundas nos detenemos en las calles de Marrakech, Sao Paolo, o Jerusalén.

En palabras de Muchnik, “Los autores…tienen buena cara. En su enorme mayoría son gente simpática y hasta fotogénica. Los he retratado más o menos impromptu a lo largo de muchos años sin ninguna iluminación especial, ningún decorado que no fuera a lo sumo escogido por ellos mismos, ningún encuadre que no surgiera de una apreciación geométrica; nunca psicológica.” “Las Crónicas viajeras de la segunda parte son fotos tomadas con el deliberado propósito de evitar lo típico. Escenas, momentos, paisajes, composiciones insólitas, casi siempre sin vínculo alguno con el lugar, válidas no por mostrar un lugar sino por sí mismas”.

Mario Muchnik nació en Buenos Aires en 1931. Licenciado en Física en la Universidad de Columbia (Nueva York), llegó a España en los años 70 para convertirse en uno de los editores más importantes de nuestro país.
 
Hasta septiembre
Horario exposiciones:
L-J: 10:30 14:30 y 15:30 a 20:00
V: 10:30-15:00


Palacio de Cañete (c/ Mayor 69). Entrada libre

lunes, 27 de agosto de 2012

CICLO MUSICAL DEL SIGLO XVIII, EN EL REAL COLISEO CARLOS III DEL ESCORIAL

La Comunidad organiza un ciclo de grandes solistas
instrumentales en el Real Coliseo de Carlos III
 
· Bajo el cálido sol de septiembre” es el título de este
ciclo, cuyo un recorrido musical se centra en el siglo XVIII
· Se celebrarán siete conciertos a lo largo de todos los
fines de semana de septiembre.
Los protagonistas serán: Mara Galassi, Rafael Bonavita,
Fahmi Alqhai, Tony Millán, Iagoba Fanlo y Stefano Montanari
 
www.madrid.org/agenda-cultural.

 
 
 
 

domingo, 26 de agosto de 2012

KERKYRA (CORFÚ) QUE ENAMORÓ A ULISES



El avión se posa con suavidad en la pista de un aeropuerto escaso, espejo del Jónico entre turquesa, esmeralda y mágico. Milagros de la tecnología y de la pericia del piloto con su viejo Macdonnell Douglas. Julio y yo estamos en Corfú, la isla mítica donde Ulises se encontró con Nausicaa, antes de poner proa definitiva para Ítaca.


Casi más italiana que griega, la antigua Kerkyra estuvo bajo el poder de bizantinos, venecianos e ingleses, que le dejaron un estilo propio y una idiosincrasia que nunca hizo concesiones al Imperio Turco. El Hotel Corfú Imperial, en Kommeno, es un anfitrión burbujeante, poblado de chiquillería, turistas experimentados y jubilados de categoría. Lo dionisíaco se impone a lo apolíneo en los veranos en Grecia, que son calurosos, novelescos y pasionales.



Muy cálidos. Seguimos la ruta de muchos escritores que, como los hermanos Gerald y Lawrence Durrell y más recientemente John Waller, contaron sus aventuras reales o fantaseadas sobre la isla. Tal vez por esa razón, en Kerkyra, como le gusta llamarla a los corfiotas, hay también una Sociedad Literaria.




El Palacio del Achilleion, en Gasturi, rememora las visitas de la emperatriz Elizabeth de Baviera, Sissi, que se acercó hasta estos confines para buscar sosiego y correr en libertad detrás de las criaturas de Homero. El Museo Arqueológico, el Bizantino y el Asiático, el mejor de Grecia, adornan el ocio de los despreocupados viandantes, que se dejan caer en los cafés de las arcadas del Liston, mitad rue de Rivoli en París, mitad Recova de Buenos Aires. 



Corfú es un jardín, la isla más fértil y húmeda del país, perfumada, discreta y exclusiva pero a la vez exuberante. En Makrades se pueden oler las mejores especias del archipiélago jónico y en Paleokastritsa, aunque no sean creyentes, los viajeros piden una gracia a la Virgen ortodoxa. El viaje a Paxos y Antipaxos nos reconcilia con  el mar.

 El barco escora peligrosamente hacia babor, porque los turistas se vuelcan con despreocupación, sobre el lado del barco donde no da el sol, como lagartos perezosos. Camino de Albania, visitamos el sitio arqueológico de Butrinti. Algunos visitantes se quejan de la falta de estética y de limpieza quirúrgica, olvidando tal vez la España de los 50 o los 60. Pero los albaneses están esperanzados y son amables.


 Por las noches en el hotel, la música y la danza griegas nos devuelven a nuestro pasado mediterráneo de semidioses. La música de Theodorakis, cuando festejan su 80 cumpleaños, se escucha en todas partes y por un momento, todos nos volvemos a sentir tan desbordados y enloquecidos como Zorba.


Alicia Perris 
Fotos: Julio Serrano

LAS SEDUCCIONES DE PALACIO EN EL MUSEO DE QUAI BRANLY




Les Séductions du palais présente les traditions de table chinoises à travers une centaine d’objets provenant majoritairement du Musée national de Chine, partenaire de l’exposition, et complétés par une sélection d’oeuvres issue du musée des arts asiatiques Guimet.




Processus civilisateur en marche depuis quelques 7 000 ans, cuisiner et manger en Chine ne peut se limiter à la simple chronique d’un comportement quotidien étayé par un lot d’objets, car au-delà du miroir du temps transparaît une chaîne impressionnante de découvertes, d’implications, d’approfondissements… Il suffit pour s’en rendre compte d’évoquer la vaisselle au fil des âges : vaisselle en poterie néolithique, bientôt métamorphosée en bronze sous les trois premières dynasties royales (2e et 1er millénaires avant notre ère), convertie en laque (à partir du 3e siècle av. J.-C.), puis en vaisselle d’or et d’argent sur les tables des palais des Tang (618-907) avant que ne triomphe définitivement la délicate porcelaine sous les Song (960-1278).






L’exposition se développe en 2 temps principaux : une première séquence, à dominante historique, plante le décor tout en saisissant le phénomène dans les principales étapes de son développement chronologique à travers les différents types de vaisselle, les diverses inventions (dont celle des pâtes alimentaires et l’introduction du thé), les nombreux aliments et préparations, etc. ; un second mouvement livre une approche différente de la cuisine chinoise, dans son déploiement géographique.


HOPPER HASTA EL 16 DE SEPTIEMBRE EN EL MUSEO THYSSEN



La exposición reúne la más amplia y ambiciosa selección de la obra del artista estadounidense que se haya mostrado hasta ahora en Europa, con préstamos procedentes de grandes museos e instituciones como el MoMA y el Metropolitan Museum de Nueva York, el Museum of Fine Arts de Boston, la Addison Gallery of American Art de Andover o la Pennsylvania Academy of Fine Arts de Filadelfia, además de algunos coleccionistas privados, y con mención especial al Whitney Museum of American Art de Nueva York, que ha cedido 14 obras del legado de Josephine N. Hopper, esposa del pintor.





Edward Hopper  Habitación de hotel.
Año 1931.
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.










Organizada por el Museo Thyssen-Bornemisza, que alberga la colección más importante de su obra fuera de Estados Unidos, y por la Réunion des musées nationaux de Francia, esta exposición, que se presenta primero en Madrid y más tarde en París, permite al público disfrutar de cuadros que sólo se han expuesto en contadas ocasiones en Europa.

La muestra en Madrid presenta una selección de 73 obras y analiza la evolución de Hopper en dos grandes capítulos. El primero de ellos arranca con su paso por el estudio de Robert Henri en la New York School of Art y recorre el periodo de formación del artista, con óleos, dibujos, grabados y acuarelas que, de 1902 a 1924 aproximadamente, ya empiezan a reflejar su estilo propio. Se exponen así mismo algunas piezas de otros artistas que influyen en su obra, como el propio Henri, George Bellows, Félix Valloton, Walter Sickert, Albert Marquet o Edgar Degas.








Edward Hopper  El Cat Boat.
Año 1922.
National Gallery of Art, Washington, Rosenwald.








La segunda parte se centra en la producción de su etapa de madurez y repasa su trayectoria artística de manera temática, destacando los motivos y asuntos más recurrentes de su trabajo, aunque siguiendo un hilo cronológico.




Edward Hopper  Árbol seco y vista lateral de la Casa Lombard.
Año 1931.
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.


ww.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2012/hopper/