lunes, 18 de noviembre de 2013

EL TANGO CONTAGIA INTIMIDAD. MOMENTOS TANGUEROS


El espectáculo ‘Momentos tangueros’ despliega en un escenario reducido la teatralidad de este baile
PATRICIA R. BLANCO Madrid 



Un momento de los ensayos del espectáculo 'Momentos tangueros'. / SANTI BURGOS

Tango y pasión parecen asociarse como un binomio indisoluble, donde el sentimiento de arrebato salta, a modo de resorte automático, con tan solo mencionar a Astor Piazzola. “Pero el tango es mucho más que la pasión, son también los olores, el hablar de la gente o las calles por las que pasas”, explica la bailarina, actriz, coreógrafa y directora argentina Claudia Bedacarratz, que este sábado presenta en Madrid Momentos tangueros, un espectáculo donde el universo del tango es el hilo conductor que teje música, danza, teatro y literatura en un mismo espacio.
En un escenario reducido, un estudio de la calle Luna, en la primera planta del número 19, Bedacarratz busca establecer entre el público y el espectáculo la misma relación de intimidad que une a dos bailarines de tango. “En los espacios pequeños la gente te siente, vibra y se involucra contigo”, explica la coreógrafa, que dirige su cuarta representación en este edificio antiguo del centro de Madrid.
Ganadora del premio del Instituto de Teatro y del Fondo Nacional de las Artes de Argentina, Claudia Bedacarratz es la pionera del concepto teatro-tango en Buenos Aires. “El tango es show y cabaret, con cantantes y bailarines, pero al mismo tiempo son también actores, juglares tangueros que unen cada actuación”, continúa la coreógrafa, que alude a las escenas de amor de Carlos Gardel y a las películas argentinas antiguas, “aquellas producciones sobreactuadas, como culebrones de ahora pero en versión tango”, para ilustrar la relación entre la teatralidad y el baile rioplatense.
En Momentos tangueros, una pareja de baile, integrada por la propia Bedacarratz y Martín Soisa, el músico Aníbal Abeiro, la cantante Valeria Hernández y la actriz Silvina Rodríguez recrean “momentos exclusivos” del cosmos del tango, capaces de trascender el tiempo, al integrar en un mismo espectáculo a los clásicos, como Osvaldo Pugliese, y a las propuestas más innovadoras, como el tango electrónico de Gotan Project.
Pero esos “momentos exclusivos” aspiran a ser inmortales y a convertirse en la “región en que el ayer pudiera ser el hoy, el aún y el todavía”, tal y como planteó el escritor argentino Jorge Luis Borges en el poema Tango, que la actriz Silvia Rodríguez interpreta en el Cuarto Momento.
El espectáculo se integra en el ciclo de “encuentros” organizados por Arte y Fantasía, la asociación cultural fundada por Bedacarratz y Rodríguez. “Cada encuentro es único, con el objetivo de aunar todas las mejores energías en la misma función para que ardan en un sola representación”, explica la coreógrafa, que pretende abrir un espacio alternativo a los circuitos tradicionales teatrales para propiciar “los intercambios entre artistas” de distintas disciplinas. Es por eso que Bedacarratz aprovecha cada rincón del estudio para tocarlo con arte y organiza en cada sesión una exposición de pintura.
Y ese intercambio, también se produce con los espectadores. “En Madrid pervive la cultura del tablao, hay una participación del público con el artista que yo no he encontrado en Argentina, ni siquiera en espectáculos donde eliminábamos la cuarta pared para interactuar con el público”, añade la bailarina, afincada en la capital española desde el año 2001. Como parte de ese intercambio, surge el concepto de “pasar la gorra”. Arte y Fantasía no cobra entrada, “intercambia espectáculo por un donativo”.


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