martes, 14 de octubre de 2014

NOCHE MUSICAL DE DIÁLOGO. CONCIERTO DE LA AMISTAD HISPANO-FRANCESA


Orquesta y Coro Nacionales de España. Miguel Ángel Gómez Martínez, dirección. Gautier Capuçon, violonchelo. Auditorio Nacional de Música de Madrid. Sala Sinfónica. Jueves  9 de octubre de 2014.
Programa
Maurice Ravel (1875-1937): Alborada del Gracioso
Camille Saint- Saëns (1835-1921): Concierto para violonchelo y orquesta número 1, en la menor, opus 33.
Jesús Guridi (1886-1961): Diez Melodías Vascas
Manuel de Falla (1876-1946): El Sombrero de tres picos. Suites número 1 y 2.
Fue una noche deliciosa, redonda, la que se eligió para conmemorar este deseo y este proyecto que relata ahora las influencias musicales entre España y Francia, completando así los vínculos que nos unen con la cultura, la historia y las tradiciones del país de Molière.
La Asociación de Diálogo, de Amistad Hispano-Francesa que convoca y patrocina entre otros sponsors  esta velada, tiene como objetivo acercar las realidades de España y Francia, para lo que promueve actividades empresariales, culturales, universitarias, científicas e informativas.
En el ámbito artístico, ya desde el siglo XVI y especialmente durante el XVII,  los matrimonios reales provocan una simetría en la música de ambos países, que, desde el siglo XIX  y comienzos del XX, se encuentra con compositores franceses que han recibido influencias de la música española (Bizet, Lalo, Ravel, Debussy, entre otros) y con artistas españoles que las han incorporado ya.
Compositores como Falla, Albéniz o Turina tienen mucho que agradecer al apoyo  de los grandes músicos franceses y sus mecenas.
En la elección de la Alborada del gracioso de Ravel, se pone de manifiesto la influencia que ejerce la tradición musical hispánica, aunque el Concierto para violonchelo que bordó Gautier Capuçon con la orquesta dirigida por el maestro Miguel Ángel Gómez Martínez, posee unos ribetes galos, con la pátina de la música francesa del siglo XIX, destacando el virtuosismo ejercido para el instrumento solista y la magnificencia de una espléndida orquesta como acompañante.
Las Diez melodías vascas de Guridi evocan una tradición fronteriza, la del País vasco español y francés, con una preponderancia del folklore que el compositor sabe exaltar a la perfección. Se trata de partituras fogosas, brillantes, llenas de energía.
Las Suites del Sombrero de tres picos de Manuel de Falla son obras poderosamente difundidas y muy estudiadas.” La primera está construida con madera a dos, solo dos trompas y dos trompetas y una pequeña percusión. Los dos primeros números de la segunda ya tienen cuatro trompas y un corno inglés añadido a la madera que conducen hacia una apoteosis final de gran brillantez sonora”, como destaca el propio director Gómez Martínez con sus propias palabras  en un cuidado programa de mano.

La Orquesta y Coro Nacionales de España, tiene más de setenta años de historia y comienza una nueva andadura con el nombramiento del maestro David Afkham. Habiendo colaborado con los mejores directores de orquesta y solistas del siglo XX y continúa, esta institución trabaja de forma activa en la creación y desarrollo de nuevos públicos, a través de un planteamiento innovador que promueve el acercamiento a potenciales aficionados a la música al derribar las barreras que impiden el disfrute de nuevas experiencias musicales.
No solo director de orquesta, sino también compositor, Miguel Ángel Gómez Martínez tiene una trayectoria pletórica de éxitos y logros. Ha dirigido a las figuras más emblemáticas de la lírica española e internacional y habría que destacar que es una verdadera lástima que no dirija más a menudo en nuestro país y en Madrid.
Tiene una musicalidad, un gusto y una profesionalidad  para hacerse cargo de la orquesta, que hace que ésta perciba una autoridad y un conocimiento que se trasfunde por las obras con mano de seda. Y alegría sobre todo. La constelación del maestro Miguel Ángel Gómez Martínez parece entrelazarse con el “savoir faire” secular  y una enorme cuota disponible de entusiasmo.
¡Qué se puede decir de Gautier Capuçon, de ilustre familia de músicos! Toca un violonchelo Matteo Goffriler de 1701 al que le saca un sonido fantástico.
Concentrado pero relajado, pendiente de los músicos del entorno y las indicaciones del director, su ejecución en el Concierto de Saint-Saëns es pulcra y apasionada, con la contención necesaria cuando la partitura lo requiere. Nos dejó como propina El canto de los pájaros, nostálgica y emocionante.
Hermano de otro grande de las cuerdas, Renaud, es un entusiasta también de la música de cámara y colabora con directores de la talla de Gergiev, Dudamel o Bychkov y solistas como Marta Argerich, Nicholas Angelich o su propio hermano. Viaja por todo el mundo con un repertorio amplio y rico y le encantó recibir al público del Auditorio la noche del concierto para intercambiar unas palabras y firmar autógrafos después del concierto. ¡Una delicia!
Es de esperar que ocasiones y propuestas como ésta de hermanamiento, de cultura y visión geopolítica, en estas circunstancias utilizando a la música como traductora universal de emociones e historias, puedan repetirse con el éxito que alcanzó la noche del jueves 9 de octubre. Un logro y un éxito merecido para agradecer y recordar.


Alicia Perris

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