martes, 3 de mayo de 2016

ARTE Y PODER EN LA POSGUERRA ESPAÑOLA. 1939-1953

 27 abril - 26 septiembre, 2016

En abril de 1939, con la entrada en Madrid del ejército sublevado al mando del general Franco, comienza en España una larga dictadura. En septiembre de 1939 se inicia en Europa la Segunda Guerra Mundial, que concluye en 1945 con la derrota de los países del Eje, políticamente afines a Franco. Sobre un país asolado y aislado internacionalmente desde 1945, el régimen franquista impone una campaña de (re)construcción nacional, literal y metafórica, que afecta decisivamente a la cultura. Es un tiempo de contrastes en el que conviven, no sin violencia, el deseo solemnizador y la pobreza, la retórica de un pasado glorioso y la dureza del presente, las continuidades y las rupturas, el afán de supervivencia en el interior y el exilio en el exterior. Esta situación altera, endurece y enturbia las relaciones entre el poder y el arte, y describe todos los matices posibles entre la eficacia (tanto coactiva como represiva) del poder oficial y la capacidad de resiliencia de la cultura y de sus autores.


Quintanilla, Luis. Ruinas, 1943. Grafito, acuarela, tinta negra a plumilla, ceras sobre papel. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Depósito temporal-comodato de Paul Quintanilla, Nueva York, 2008)

Invocando el espíritu crítico de Campo cerrado (Ciudad de México, 1943), la novela de Max Aub centrada en los años previos a la Guerra Civil, así como las connotaciones de su título, esta exposición revisa la posguerra española a partir de un trabajo de investigación que combina panorámicas generales con casos de estudio, obras conocidas con otras rescatadas del olvido, e incluye piezas de naturalezas muy diversas, en ocasiones inéditas para la historia del arte. El resultado cuestiona tópicos como la escasez e irrelevancia de la actividad cultural o artística durante la década de los cuarenta y esboza una imagen de la época que se resiste a las esquematizaciones.
La muestra propone un mapa con varios caminos posibles, que tienen en cuenta las cronologías pero no se someten a la linealidad temporal. Al contrario, el relato se articula en bloques temáticos relacionados con aspectos clave de la época, que funcionan como capítulos autónomos, aunque entre ellos existan conexiones y encadenamientos. Estos epígrafes son: Una nueva era; Retornos y academias; Campo y ciudad; La irrupción de lo irracional. El postismo; Intervalo teatral; Exilios; Arquitecturas; Primitivo, mágico, oscuro y Apropiación oficial de lo moderno. 

http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/campo-cerrado

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