viernes, 30 de septiembre de 2016

ACTUAR O PERECER. GUSTAV METZGER – UNA RETROSPECTIVA

17 de septiembre, 2016 - 8 de enero, 2017
Comisariado: Dobrila Denegri, Pontus Kyander 
Coordinación: Carlos Ordás 
Actuar o perecer. Gustav Metzger – Una retrospectiva es la primera gran revisión del que hoy es considerado uno de los más importantes referentes artísticos del siglo XX, y recorre un extenso período desde la década de los cuarenta hasta la actualidad. Asimismo, se acomete por primera vez con este proyecto una sistemática reflexión sobre los primeros años de Gustav Metzger en el contexto del activismo político y de su formación artística. Haciendo especial hincapié en la influencia de su compromiso medioambiental y político en la radicalización artística de su trabajo, la muestra incluye también gran cantidad de material documental, proveniente de los recientemente redescubiertos archivos del propio artista.
Esta es la primera muestra retrospectiva de Gustav Mezger que se celebra en España.
Es durante la década de los cincuenta cuando el interés del artista se desplaza rápidamente desde los estudios de pintura y escultura hacia lo que se acabaría convirtiendo en uno de los temas centrales del trabajo de Gustav Metzger, el “Arte Auto-Destructivo y Auto-Creativo” [Auto-Destructive and Auto-Creative Art], conceptos que conectan directamente con el activismo político del artista, especialmente comprometido con todos los movimientos antinucleares y de concienciación medioambiental. El título de la exposición, Actuar o perecer [Act or Perish] está tomado de una frase acuñada por El Comité de los 100, organización contra las armas nucleares formada bajo la tutela de Lord Bertrand Russell, de la que Metzger fue su primer secretario informal.Actuar o perecer apunta directamente al compromiso político y el activísimo de Gustav Metzger contra el capitalismo y la comercialización del arte a lo largo de su vida —faceta en la que es considerado pionero—, pero también alude a la evolución de esos conceptos en trabajos posteriores, como su serie Historic Photographs [Fotografías históricas], realizada desde mediados de los noventa hasta la actualidad, o las instalaciones de gran escala, como la obra In memoriam, incluida también en esta exposición.

Gustav Metzger nació en Núremberg (Alemania) en 1926, dentro de una familia de judíos polacos. Creció bajo la sombra de la creciente propaganda nazi y sus despliegues de poder: cabe destacar en este sentido los “Reichsparteitäge”, impresionantes puestas en escena del poder nazi celebrados cada año en su ciudad natal entre 1933 y 1938. En 1939, Metzger y uno de sus hermanos son incluidos en los autobuses del Movimiento de Niños Refugiados, logrando así huir de la muerte como víctimas del Holocausto; una suerte que, en cambio, sí corrieron sus padres y su otro hermano. Esta circunstancia ha marcado la perspectiva ética de su obra desde sus comienzos, así como su filiación a las ideas de la extrema izquierda y las vanguardias de principios de siglo. Desde los años cuarenta, la obra de Metzger siempre ha abodago por la responsabilidad moral del artista, luchando contra la amnesia política y la pérdida de la memoria histórica, así como denunciando el proceso de extinción de las especies o el empobrecimiento de la diversidad cultural ante los que nos encontramos.
Actuar o perecer sigue a Gustav Metzger a lo largo de toda su carrera artística. Un papel importante de su trabajo es el que juegan los manifiestos para un “Arte Auto-Destructivo” [Auto Destructive-Art], el primero de los cuales fue publicado en 1959. En esta exposición se reivindican por primera vez estos movimientos radicales como una evolución lógica de sus primeros experimentos con la pintura, y cómo su trabajo como pintor continuó desarrollándose incluso en los primeros años de su trabajo sobre el Arte Auto-Destructivo. En este sentido, cabe destacar su experimentación con las pinturas al ácido [acid paintings], así como su trabajo con materiales industriales como acero y plástico, que se relacionan directamente con los manifiestos para un Arte Auto-Destructivo.
De forma paralela, y a su vez funcionando como contrapunto, Metzger escribió un Manifiesto del Arte Auto-Creativo, y trabajó en proyectos relacionados en los que permitía el desarrollo de procesos autónomos para dar lugar a formas y movimientos que escapasen al control del artista, lo que emparenta su trabajo directamente con los procesos propios de la ciencia y la tecnología. A este conjunto pertenecen obras comoDrop on a Hot Plate, presente en la exposición, o su famosa instalación Liquid Chrystal Projections: en esta última, los cambiantes patrones de color creados espontáneamente con estas proyecciones fueron popularizados a través de la estética de la psicodelia, desarrollada por bandas como Cream o Pink Floyd. De forma paralela, las charlas de Metzger sobre Arte Auto-Destructivo inspirarían a Pete Townsend, de la banda The Who, en la puesta en escena final de sus actuaciones, en las que destrozaban instrumentos y equipos encima del escenario ante los ojos del público. Por otro lado, su trabajo sobre Arte Auto-Creativo acercaría a Metzger a procesos cibernéticos y a la experimentación con medios computerizados y digitales.
Inspirado tanto por el activismo politico como por las estrategias de los movimientos de vanguardia de principios del siglo XX —especialmente el Dadaísmo y el Futurismo—, Metzger se alineó con algunos de los movimientos artísticos surgidos tras la Segunda Guerra Mundial. Así, fue invitado a la primera manifestación Fluxus en Inglaterra, el Festival of Misfits de 1964, si bien su propuesta para la exposición de la Gallery One de Londres fue rechazado: su propuesta era la de pegar diariamente las páginas del periódico Evening Standard en las paredes de la galería; este acto, por otro lado, hubiera coincidido con la llamada crisis de los misiles de Cuba. En 1966, Metzger inició el Destruction in Art Symposium - DIAS [Simposio sobre la Destrucción en el Arte], que reuniría a artistas y activistas relacionados con moviminetos radicales como Fluxus (Wolf Vostell, Yoko Ono, Al Hansen) o el Accionismo Vienés (Günter Bruss, Otto Mühl, Hermann Nitsch ), y otros como John Latham, Barbara Gladstone o Peter Weibel. Este acontecimiento es considerado como seminal para el proceso de concienciación artística surgido a finales de los años sesenta, y testifica la necesidad de una postura crítica en el arte contra el potencial destructivo del capitalismo
El trabajo de Gustav Metzger siempre se ha venido desarrollando de forma paralela y conectando con el progreso artístico y social de cada época en la que se ha producido. Siempre un paso por delante de su entorno, y con una capacidad visionaria para concebir proyectos cada vez más arriesgados y radicales, continuamente se ha visto su obra abocada al rechazo. Así, en 1961 es invitado —si bien ninguna de sus obras sería incluida— a la legendaria exposición Bewegen Bewogen en el Moderna Museet de Estocolmo, en 1961. En 1965 también aparecería en el catálogo de la Documenta 5, si bien su obra —un cubo de plástico en cuyo interior se vertían contínuamente gases y humos de distintos automóviles— no sería finalmente realizada. Ese mismo año propone un proyecto para la Conferencia Medioambiental de las Naciones Unidas, en Estocolmo, consistente en la quema de ciento veinte coches: nuevamente, los organizadores rechazaron la realización de la obra.
Entre 1977 y 1980, Gustav Metzger propondría una huelga de artistas, reivindicando el cese de la comercialización del arte. Este acto, intencionadamente o no, abriría un período de más de una década en la que Metzger estuvo relativamente ausente de la escena artística. Durante ese tiempo, Metzger se centraría en sus estudios académicos, especialmente sobre la obra de Vermeer van Delft, así como en la organización de la primera charla sobre el arte alemán durante el periodo Nazi.
A lo largo de las década de los noventa se produce un resurgimiento de la obra de Gustav Metzger en el panorama internacional. En 1995, una exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Oxford recogía obras antiguas del artista, así como un conjunto de obras completamente nuevas, sus conocidas Historic Photographs. En estas obras, Metzger utiliza fotografías de algunos momentos característicos del siglo XX, representando violaciones de los derechos humanos, violencia política y abusos mediambientales. A veces, estas obras se presentaban ocultas, bloqueadas o inaccesibles de diversas formas. A partir de estas piezas Metzger comienza también a desarrollar instalaciones de gran escala, centradas igualmente en la representación de los desastres de nuestro tiempo, siendo el Holocausto uno de sus temas más recurrentes.

Todos los aspectos de la obra de Metzger son mostrados en esta exposición, concebida para ser presentada en el Centro de Arte Contemporándeo de Torun (Polonia) en 2015. De forma paralela a este proyecto, ese mismo año se acometió la reconstrucción de sus obras Extreme Touch en la Kunsthall de Oslo, y la presentación de sus Liquid Crystals en la Kunstnernes Hus de Osloa. La realización de estas propuestas ha sido posible gracias a la colaboración del Ministerio de Cultura y Patrimonio de la República de Polonia y al programa de becas de la EEA para la Promoción de la Cultura y Arte del Patrimonio Cultural Europeo.
Con motivo de estas exposiciones, la editorial NERO ha publicado un catálogo sobre el artista, en el que se incluyen varias contribuciones teóricas, como la conversación entre Dobirla Denegri (co-comisaria de la exposición) con algunos de los participantes en el DIAS [Simposio sobre la Destrucción en el Arte], como Yoko Ono, Hermann Nitsch, Ivor Davies o el  organizador del DIAS de Nueva York, Jon Hendricks. Se incluyen también textos del propio Metzger y otras contribuciones a cargo de Pontus Kyander (co-comisario de la exposición), Andrew Wilson, Mathieu Copeland, Leanne Dmyterko, Hans Ulrich Obrist o Manuel Olveira (Director del MUSAC), que abordan distintos aspectos de la obra del artista, desde sus comienzos en el activismo politico y la experimentación pictórica hasta los manifiestos de “Arte Auto-Destructivo”.
Con la colaboración de: CoCA (Torun, Polonia), Kunshall (Oslo, Noruega), Kunstnernes Hus (Oslo, Noruega)
Agradecimientos: Leanne Dmyterko y Ula Dajerling, asistentes del artista. Kunsthall Oslo y Øyvind Mellbye por el asesoramiento técnico.


http://musac.es/#exposiciones/expo/?id=6276&from=actuales

FRANCIS BACON EN EL GUGGENHEIM


La exposición "Francis Bacon: De Picasso a Velázquez" permanecerá en el Guggenheim de Bilbao del 30 de septiembre al 8 de enero del 2017

El Guggenheim de Bilbao enfrenta en una gran exposición 50 cuadros del pintor irlandés, algunos nunca vistos en España, y 30 de grandes artistas que le influyeron


Ni florecillas bonitas, ni arbolitos, ni escenas bucólicas. Nada de eso hay. Hay carne: mórbida, ensangrentada, deseada, desasosegante, descuartizada. Tampoco engañaba sobre sus propósitos Francis Bacon: “Cuando veo un trozo de carne en la carnicería siempre pienso que debería estar yo”, afirmó en una ocasión el artista irlandés y recordó esta mañana Martin Harrison junto a un violento e impresionante tríptico, en el que algunos apuntan la figura del autorretrato del pintor. Esta obra, Tres estudios para una Crucifixion (1962), forma parte de la extraordinaria exposición que el Museo Guggenheim de Bilbao le dedica a Francis Bacon y a la influencia que ejercieron sobre él algunos artistas españoles como Velázquez, Picasso, Goya, El Greco, Zurbarán o Ribera. Harrison es el comisario de la muestra y editor del catálogo razonado de reciente publicación del pintor nacido en Dublín en 1909 y fallecido en Madrid en 1992.
No en vano, junto a ese tríptico se exhibe Cristo crucificado con un donante(1640), de Zurbarán. Y enfrente una de las cincuenta variaciones que Bacon hizo del retrato del Papa Inocencio X, de Velázquez, incorporando ese grito de horror y pánico que tomó prestado de la película de El acorazado Potemkin, de Eisenstein, de la reacción de la mujer cuando ve caer el carrito de su bebé en la famosa escena de las escaleras. No está el original porque esa obra de Velázquez no sale de la Galería Doria Pamphili de Roma. Al parecer, Bacon se negó a verla directamente y basó su serie en fotografías, en reproducciones.

“Era un tipo raro”, repitió Martín Harrison con ironía en alusión a Bacon, mientras mostraba las 50 obras del pintor y las 30 de otros grandes artistas, especialmente españoles, pero también franceses o asimilados, que conforman la exposición Francis Bacon. De Picasso a Velázquez,patrocinada por Iberdrola y abierta hasta el 8 de enero. Harrison insistió en que tampoco hay que hacer mucho caso a lo que decía Bacon, porque era “muy camp”, le gustaba exagerar y epatar a la gente. Porque no es verdad, por ejemplo, que no le gustara el Guernica, de Picasso, explicó el comisario, aunque sí es cierto que el periodo que más apreciaba del pintor malagueño era el comprendido entre 1927 y 1933.
Picasso fue uno de sus grandes maestros. Proveniente de una familia de clase media-alta sin ninguna formación ni vinculación con el arte, Bacon decidió ser pintor cuando, con 17 años, vio la obra del malagueño en la galería Paul Rosenberg. En sus primeros cuadros se deja notar notablemente. El propio Bacon reconoció el magisterio de un pequeño cuadro, expuesto en Bilbao, Figura femenina en una playa, de 1927, que es, en realidad, una llave fálica entrando en una cerradura.
Tampoco se ha salvado mucha documentación de Bacon, como cartas o escritos donde hable de su pintura y de su obra. Solía destruir toda su correspondencia. Y en las cartas salvadas por sus amigos, el artista sólo se refería a deudas que había saldado o debía saldar por su afición al juego o pedía disculpas por su comportamiento en una noche de borrachera. "Ese es el privilegio del artista: ser intemporal. La pasión te mantiene joven, ¡y la pasión y la libertad son tan seductoras!, Cuando pinto, no tengo edad. Sólo siento el placer o la dificultad de pintar", decía Bacon. Hasta la década de los setenta, no logra un gran reconocimiento internacional. Y fue clave su gran exposición en París de 1971. Fue el primer artista vivo, después de Picasso, al que el Grand Palais le dedicó una retrospectiva.
“No encontrarán florecillas, ni arbolitos”, reiteró Harrison haciendo de cicerone en el paseo por las amplias salas del museo diseñado por Frank Gehry, donde los enormes lienzos de Harrison no solo respiran estupendamente, como dicen los expertos, sino que incluso pueden hiperventilar. E incidió en que, a pesar de lo que se pueda pensar del cuadro de la violación anal (Figura tumbada en un espejo, de 1971, préstamo del Museo de Bellas Artes de Bilbao), la obra de Bacon no es especialmente violenta.


Sí existencialista, agregó, como se puede comprobar en buena parte de sus obras o en las afinidades electivas de este irlandés, británico de adaptación y afrancesado de formación y cultura (era un ávido lector de Baudelaire y Proust y un apasionado de Degas, Manet o Seurat), que vivió en Londres, París y Mónaco y pasaba temporadas en España. Sentía también verdadera admiración por los dibujos y pinturas de Giacometti, del que se exhiben dos obras en la muestra, pero no por sus más conocidas esculturas.
Una parte importante de la exposición se vio el pasado verano en Mónaco (la Fundación Grimaldi colabora en la organización), si bien esta selección se centraba más en la influencia francesa. El director gerente del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, saludaron la exposición como una oportunidad única para conocer algunas pinturas nunca vistas en España del creador.
Con préstamos de diversos museos, entre ellos el Prado o el Pompidou, y de colecciones privadas la muestra de Bilbao incluye también algunas rarezas en la trayectoria del pintor. Es el caso de una pintura prácticamente abstracta. Se trata de uno de los escasos paisajes de Bacon, Mar, de 1953, un espléndido lienzo con reminiscencias a Rothko. “Pero él odiaba que alguien le pudiera definir como expresionista”, apostilló el comisario.
Harrison rechazó de plano la opinión de que Bacon hacía arte abstracto desde su figuración. “No es verdad, tiene toda una iconografía, y los pájaros forman parte de ella", además de sus amantes y los hombres de su vida. "El pinta figuras”, remachó. “Bacon es un pintor figurativo, pero sus cuadros están impregnados de ideas abstractas”, ha declarado, por el contrario, David Lynch, confeso admirador de Bacon, como otros muchos cineastas, pintores y artistas en general, cuyas obras son deudoras de la visión existencialista y descarnada del ser humano de un pintor cuya influencia no deja de crecer, al igual que la cotización de su obra.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/09/28/actualidad/1475085104_550737.html

MARCEL BROODTHAERS UNA RETROSPECTIVA


Marcel Broodthaers. Section publicité du Musée d’Art Moderne. Département des Aigles (Sección de Publicidad del Museo de Arte Moderno. Departamento de las Águilas). 1972 Instalación. Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen © The Estate of Marcel Broodthaers c/o SABAM Belgium – VEGAP 2016

El Museum of Modern Art de Nueva York y el Museo Reina Sofía han organizado una de las retrospectivas más completas dedicadas al artista belga Marcel Broodthaers (1924-1976). Su extraordinaria producción artística durante las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX, lo situó como uno de los artistas más importantes del panorama internacional, ejerciendo desde ese momento hasta la actualidad una gran influencia en muchos artistas contemporáneos. Tras un trabajo inicial dedicado a la poesía, la crítica periodística y la fotografía, Marcel Broodthaers decide en 1964 convertirse en artista visual. A partir de entonces, se percibe en toda su obra una preocupación por dar respuesta a las preguntas básicas de las artes plásticas, cuestionándose la idea de representación y la producción de significado a través del uso de sistemas de conocimiento existentes.
A lo largo de su carrera, desde sus tempranos objetos formados por mejillones y huevos hasta su posterior museo ficticio, el Musée d’Art Moderne.Département des Aigles, o la retrospectivaDécor. A Conquest by Marcel Broodthaers que inauguró en 1975 en el Institute of Contemporary Arts de Londres, Broodthaers mantuvo siempre una posición única dentro del mundo del arte. A través de un planteamiento radical de los enfoques tradicionales de la poesía, el cine, los libros o la propia exposición, el artista encontró su propia vía para desarrollar un trabajo con el que dar un personal punto de vista a los por aquellos años nacientes arte pop y conceptual, así como a crear toda una estructura centrada en la crítica institucional.
La exposición, que plantea un recorrido por las múltiples facetas de este artista mediante la selección de un conjunto de aproximadamente 300 obras representativas de su práctica artística, está acompañada por la publicación de un extenso catálogo, con ediciones en castellano e inglés, con textos de los propios comisarios junto a historiadores del arte como Jean-François Chevrier, Thierry de Duve y Benjamin H. D. Buchloh, así como de una selección de capítulos dedicados a diferentes apartados de la producción del artista belga.

http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/marcel-broodthaers-0

UN DÎNER AVEC JACQUES OPÉRA BOUFFE D'APRÈS JACQUES OFFENBACH



Theodor AmanJacques Offenbach© RMN-Grand Palais (domaine de Compiègne) / image Compiègne
Au cours d'un souper dans un salon de la haute société du Second Empire, où tout n’est que paraître, des convives exaltés par la sensualité de la bonne chère abandonnent progressivement leurs masques pour laisser libre cours à leurs fantasmes, au rythme jubilatoire de la musique d'Offenbach. Au menu : Geneviève de Brabant, Madame l'Archiduc, La rose de Saint-Flour, La Princesse de Trébizonde et autres morceaux choisis du grand Jacques.



http://www.musee-orsay.fr/fr/evenements/spectacles/presentation-generale/article/un-diner-avec-jacques-44832.html

BEYOND CARAVAGGIO


Explore the influence of one of art’s most infamous and revolutionary figures
‘Beyond Caravaggio’ is the first major exhibition in the UK to explore the influence of Caravaggio on the art of his contemporaries and followers.

After the unveiling of Caravaggio’s first public commission in 1600, artists from across Europe flocked to Rome to see his work. Seduced by the pictorial and narrative power of his paintings, many went on to imitate their naturalism and dramatic lighting effects.

Paintings by Caravaggio and his followers were highly sought after in the decades following his untimely death at the age of just 39. By the mid-17th century, however, the Caravaggesque style had fallen out of favour and it would take almost three hundred years for Caravaggio’s reputation to be restored and for his artistic accomplishments to be fully recognised.

Bringing together exceptional works by Caravaggio and the Italian, French, Flemish, Dutch, and Spanish artists he inspired, ‘Beyond Caravaggio’ examines the international artistic phenomenon known as Caravaggism.

This exhibition is a collaboration between the National Gallery, London, the National Gallery of Ireland, and the National Galleries of Scotland.


https://www.nationalgallery.org.uk/whats-on/exhibitions/beyond-caravaggio

miércoles, 28 de septiembre de 2016

A PROKOFIEV MARATHON IN LONDON


From 26 to 28 September at the Cadogan Hall in London the Mariinsky Orchestra under Valery Gergiev will be performing all of Sergei Prokofiev's symphonies. The concerts in the British capital continue a series of performances commemorating one hundred and twenty-five years since the composer's birth.

On 26 September the cycle opens with the Classical First Symphony, the Second and Third Symphonies and Violin Concerto No 1. On 27 September there will be a performance of the Fourth and Fifth Symphonies and Violin Concerto No 2. On both evenings the soloist will be the Hungarian violinist Kristóf Baráti, who performs the unique "Lady Harmsworth" violin crafted by Antonio Stradivari (1703).
On 28 September the Mariinsky Orchestra will perform the Sixth and Seventh Symphonies and the Sinfonia Concertante for cello and orchestra. The soloist will be Alexander Ramm, a prize-winner at the XV International Tchaikovsky Competition.
The tour to Great Britain continues the celebration of the Year of Sergei Prokofiev. The one hundred and twenty-fifth anniversary of the composer's birth has seen projects dedicated to him by Valery Gergiev in Russia, Italy, Sweden, China, the USA, Chile, Mexico, France, Belgium, Luxembourg, Germany, Austria, Finland, The Netherlands and Cuba.


https://www.mariinsky.ru/en/news1/news2/24_233sept/

L’HISTOIRE DE PAUL ROSENBERG, GRAND-PÈRE D’ANNE SINCLAIR

 Marchand d’art éclairé et ami des plus grands artistes de son temps, l’histoire du grand-père maternel d’Anne Sinclair est intimement liée aux bouleversements artistiques du 20e siècle.


C’est une exposition aux multiples facettes qui ouvre ses portes à La Boverie cet automne. Un jeu de poupées russes dont le coeur se déplace sans cesse. On y parle du destin d’un homme et, à travers le filtre de la biographie, apparaissent ses passions, ses amitiés, ses prises de position face au nazisme puis son exil vers l’Amérique et la nécessité de reprendre là-bas ce qu’il avait construit à Paris, en ouvrant une nouvelle galerie. Il en ressort ce par quoi on aurait pu commencer mais qui se dessine avec d’autant plus de netteté grâce à la mine et au pinceau des artistes qui exposèrent chez lui : que Paul Rosenberg (1881-1959) fut sans conteste l’un des grands marchands d’art de la première moitié du 20e siècle. Une figure sans laquelle l’art de son temps ne serait pas ce qu’il est.
Après avoir repris la galerie de leur père avec son frère aîné Léonce – qui deviendra à son tour marchand des cubistes et dont la galerie L’Effort Moderne fera également office de précurseur -, Rosenberg ouvre sa propre galerie en 1910 au 21 rue La Boétie. A cheval entre tradition et modernité, il expose aussi bien ses artistes de prédilection que les maîtres français du 19e siècle. Il met ainsi en place une double stratégie, esthétique et marchande, vendant les « classiques » pour acheter et promouvoir les modernes, tout en inscrivant ceux-ci dans une continuité avec le passé. Au-delà de la carrière de cet homme d’affaires avisé, c’est aussi l’émergence de la figure du marchand d’art au 20e siècle qui se dessine à travers l’exposition. Tout comme Paul Durand-Ruel, Ambroise Vollard ou Daniel-Henri Kahnweiler, Paul Rosenberg a joué un rôle déterminant dans l’art de son époque, et les archives rassemblées pour l’occasion aident à comprendre comment s’est construit le marché de l’art aux prémices de la modernité. Ami et agent de Picasso, Matisse, Braque, Léger, Marie Laurencin, il est le témoin emblématique du déplacement géographique du centre de gravité artistique, de Paris à New York, suite aux bouleversements de la Seconde Guerre mondiale. Une traversée de l’Atlantique, aller simple.


http://www.tribunejuive.info/expositions/lhistoire-de-paul-rosenberg-grand-pere-danne-sinclair

LOS MÁGICOS NIÑOS CANTORES DE VIENA

El coro infantil más famoso del mundo inicia hoy en Madrid, en el ciclo Ibermúsica, una gira por España
El Palais Augarten de los Niños Cantores de Viena tiene algo del colegio Hogwarts. Lo señala Tina Breckwoldt en su libro Wiener Sängerknaben. En este chateaubarroco vienés hay cuatro coros, como cuatro son las casas del mundo académico ideado por J. K. Rowling. Sus nombres proceden también de ilustres antecesores. La rivalidad entre coros se dirime en una liguilla deportiva, aunque de fútbol. Y el equivalente al maestro Albus Dumbledore se llama Gerald Wirth, director artístico y, desde 2013, presidente del coro infantil más famoso del mundo. Lo vimos por televisión en el último Concierto de Año Nuevo bajo la dirección de Mariss Jansons. Y lo podremos ver en directo en una gira de Ibermúsica que arranca hoy, miércoles, en el Auditorio Nacional. Desvelamos las particularidades de estos pequeños cantores y también un poco de su magia.
Los Niños Cantores de Viena es un coro infantil con una gran tradición e historia, pero es ante todo una institución educativa”, recalca Wirth mientras recibe a EL PAÍS en su espacioso despacho rococó. Aclara su origen, que se remonta a 1498, cuando fue establecido un grupo de seis niños dentro del coro imperial de Maximiliano I. Durante los siglos siguientes cantaron aquí Haydn o Schubert o colaboraron con Mozart y Bruckner; de ellos han tomado su nombre los cuatro coros actuales. Breckwoldt, que actuó como lujosa cicerone durante la visita, comenta que todo desapareció en 1918 con la caída del Imperio austrohúngaro, pero renació en 1924 y, dos años después, empezaron las actuaciones fuera de la capilla imperial. Su primera gira por España la realizaron en 1929.
La institución consta de una escuela general mixta para varias edades, donde existe además formación de canto coral. A ello se suma el internado para más de 100 niños de entre 10 y 14 años con los integrantes del famoso coro infantil. Su estructura se divide en cuatro grupos de entre 22 y 26 niños que están de tournée una parte del año. “Normalmente, mantenemos dos grupos de gira y dos en Viena. Ahora mismo, por ejemplo, tenemos un coro en China y otro por Europa, que ahora está por España. Y dos aquí que participan en los conciertos cada viernes en nuestro auditorio, en las misas dominicales del palacio imperial o en colaboraciones con la Ópera Estatal o la Filarmónica de Viena”, informa Wirth. La selección de los niños se guía por criterios vocales y no tanto académicos. “Somos una institución sin ánimo de lucro, completamente autosuficiente, que cubre más del 70% de su coste con los trescientos conciertos al año de los cuatro coros tanto en Viena como en el resto del mundo”.

Aparece entonces uno de los niños cantores, un mexicano de 13 años llamado Iván. Forma parte del coro Mozart y viene para una clase especial. “Estudié hasta los nueve años en el Conservatorio Nacional, destaqué cantando y me propusieron presentarme a las pruebas en Viena”, explica. Vino con su madre, pues no le resultaba fácil separarse del entorno familiar. Entre los niños no hay españoles, pero suman más de una veintena de nacionalidades. Diariamente tienen clases por la mañana y por la tarde en la escuela, y además dos horas de ensayos y formación coral.

Iván tiene clara su recompensa: “He dado muchos conciertos en varios países del mundo y cantado en salas emblemáticas como el Carnegie Hall de Nueva York”. Podemos verle trabajar en clase con Wirth la arietta Voi che sapete, de Las bodas de Fígaro, de Mozart. Y enseguida comprendemos el secreto del sonido de este coro. Cada niño se entrena como solista para convertir su cuerpo en un instrumento. El resultado es un canto vibrante y operístico muy diferente del de coros infantiles ingleses o franceses. Un sonido lírico y transparente que ha inspirado a compositores como Benjamin Britten (el vodevil The Golden Vanity) y a directores como Nikolaus Harnoncourt (su concepción de las voces agudas en Bach).

Pudimos comprobar ese sonido en dos actuaciones en directo. El pasado viernes, por la tarde, en MuTh, la moderna sala de conciertos de los Niños Cantores ubicada cerca del Augarten. El coro Mozart ofreció un variado recital junto a la Camerata Schulz con obras desde el Renacimiento hasta el siglo XX. Y el domingo, en la capilla del palacio imperial, los niños cantores se unieron a integrantes del coro de la Ópera Estatal y a la Filarmónica de Viena en la Misa de la coronación, de Albrechtsberger, bajo la dirección del actual maestro de la capilla imperial vienesa, Erwin Ortner.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/09/27/actualidad/1474991597_855785.html

martes, 27 de septiembre de 2016

LA PASIÓN EPISTOLAR DE VIRGINIA WOOLF: "AMO COMO MUJER Y TE AMO PORQUE ERES MUJER"

 
Fue el cuñado de Virginia Woolf, Clive Bell, quien la avisó de que una aristócrata bien conocida en todo Londres por sus sonadas aventuras homosexuales, Vita Sackville-West -escritora también, había puesto los ojos en ella y quería conocerla, para lo cual se organizó una cena de ringorrango. "Vita es una lesbiana declarada, ten cuidado", le dijo Clive, a lo que la mordaz Virginia repuso: "Pues con lo esnob que soy, no sabré resistirme".
Pese a los displicentes comentarios iniciales de la novelista, parece que el encuentro surtió el efecto deseado por Vita: despertar el interés, primero, y el deseo luego de la gran Virginia Woolf. En algún punto intermedio hizo acto de presencia además el amor, cuyo testimonio ha quedado por escrito a través de lasmuchas cartas que se cruzaron las dos protagonistas. A partir de ese intercambio epistolar, la periodista y escritora Pilar Bellver ha creado la novela de lo que también se pudieron haber dicho, A Virginia le gustaba Vita, publicada por la editorial Dos Bigotes.


Virginia Woolf no tenía problema alguno en plantearse una relación homosexual. Se había criado en un ambiente de absoluta libertad, a su alrededor eran comunes tanto los escarceos extramatrimoniales como las relaciones entre personas del mismo sexo -a pesar de la rígida moral victoriana que parecía imperar-, y el grupo de Bloomsbury en el que reinaban ella y su hermana Vanessa venía a ser una saturnal continua donde todos se acostaban con todos. Oficialmente, era una mujer frígida, incapaz de sentir deseo sexual por su marido, Leonard, con quien por lo demás formaba un matrimonio muy bien avenido.En cuanto a Vita, su conducta en cuestión de amor rayaba en la promiscuidad, y estaba igualmente casada. Su esposo, Harold Nicolson, era abiertamente homosexual y aceptaba de buen grado las andanzas de ella por mucho escándalo que causaran. No todo el mundo era igual de tolerante. El marido de una de sus amantes, el poeta sudafricano Roy Campbell, persiguió a Vita por medio Londres con una pistola cuando se enteró de la infidelidad de que era víctima.
Como señala Pilar Bellver, había sintonía y complicidad no sólo en el seno de ambas parejas sino también entre los matrimonios mismos, que mantuvieron su amistad hasta el final. "No había celos entre los Woolf y los Nicolson, pues habían llegado, independientemente, a la misma definición de confianza", escribe. Quizá Leonard fuera el menos contento con la situación, pero no por miedo a que Virginia se alejara de él sino a que las emociones en juego "pudieran volver a perturbarle la mente". La escritora padecía depresiones (trastorno bipolar según el diagnóstico de hoy) desde los 13 años, cuando murió su madre, y -como es sabido- acabaría suicidándose en el río Ouse.
Vita y ella, a pesar de estar separadas por 10 años, inician una relación de alta intensidad. Se acuestan por primera vez la noche del 17 al 18 de diciembre de 1925, según sabemos por una carta de Vita a su marido y por su diario. Virginia se recata un poco en el suyo, sabedora de que Leonard tiene la costumbre de leerlo, mientras que su libérrima amante ni se molesta en poner sordina a sus aventuras.
Muy pronto se convencen las amantes de que lo ideal es continuar con su statu quo como hasta entonces. Nada de pensar en cambios de vida: "El amor nos basta para querernos, no necesitamos añadirle la rutina de una convivencia que bien podría ser desastrosa", imagina Bellver que dice Vita.













Si a la aristócrata y escritora -que por cierto goza de mucho mayor éxito en el momento que su amiga- le molesta algo de Virginia es que parece no entregarse por completo, como si su naturaleza de narradora le hiciera estar siempre, de algún modo, tomando nota de lo vivido, la autora de Una habitación propiano puede digerir bien los constantes affaires de su amante.
De camino a Teherán, donde su marido es encargado de negocios de la embajada inglesa, Vita siente tal deseo de estar con Virginia que fantasea con raptarla. "Ella no estaba acostumbrada a desear sin conseguir", tercia aquí Pilar Bellver. A su vuelta de Persia, afloran sin embargo los primeros indicios de alejamiento entre la pareja. Virginia Woolf anota en su diario: "Iba más descuidada [Vita], pues había venido directamente con su ropa de viaje; y no tan bella como otras veces (...). Así que las dos sufrimos cierta desilusión (...). Es muy posible que esto sea más duradero que la primera rapsodia".
A pesar de todo, las amantes se las arreglan para, pasado lo más bullente del amor, construir lo que Vita define como "una amistad respetable, cierta, durable, casta y tibia". Algo menos intenso pero más duradero que aquellos primeros encuentros ardientes en la gran mansión de Vita, Knole, tan grande que nadie podía precisar cuántas habitaciones tenía.
La inmensa hacienda de los Sackville-West, que sigue siendo una de las cinco mayores de Inglaterra -más grande que Buckingham Palace, por ejemplo-, desempeña un papel importante en la presente historia. Después de haber escrito La señora Dalloway y Al faro, Virginia Woolf pide permiso a Vita, que se halla en plena vorágine de traiciones, para escribir sobre ella, y Vita acepta. El resultado es otra obra superlativa, Orlando, que trata sobre un personaje que vive cinco siglos, primero como hombre y luego como mujer.
Orlando comienza con una famosa escena en la que el protagonista observa desde lo alto de una colina los movimientos de personas a las puertas y dentro de una casa gigantesca, como Knole, ante la llegada de la reina y de su cortejo.Tiene que bajar a la carrera al valle, vestirse de forma adecuada, recorrer incontables corredores y tomar varios atajos para llegar a tiempo de recibir al visitante.
Pilar Bellver sostiene que, más allá de las consecuencias emocionales, la relación tempestuosa de Virginia Woolf con Vita, "todo ese caldo de seducción primero y luego de amor, de deseo, de alegría y de frustración al mismo tiempo, dieron como resultado el entusiasmo y la intensidad con que Virginia escribió en esos años sus mejores novelas: La señora Dalloway, Orlando y Las olas. Las mejores con diferencia".
Irene Chikiar, en su biografía de la autora inglesa, sentenció algo que no deja lugar a dudas: "Si bien Virginia sentía que en un plano pasional o sexual no podía competir con esas otras mujeres que atraían a Vita, era evidente que ninguna de ella podía escribir Orlando". No sabemos si ser consciente de esto habría servido de consuelo a Virginia Woolf.


http://www.elmundo.es/cultura/2016/09/27/57e95f7ee2704e577d8b4659.html

IMPERIAL WAR MUSEUM LONDON: REAL TO REEL: A CENTURY OF WAR MOVIES



Go behind the scenes of some of the most iconic war films which have captured the imagination of cinema-going audiences for generations.

Go behind the scenes of some of the most iconic war films which have captured the imagination of cinema-going audiences for generations.

This major exhibition explores how film-makers have found inspiration in compelling personal stories and gripping real events from wars of the past century. See how film-makers have used war's inherent drama to translate stories of love and loss, fear and courage, triumph and tragedy into blockbusters for the big screen.
For the first time, Real to Reel: A Century of War Movies brings together a unique combination of film clips, costumes, props, scripts, sketches and designs, alongside original archival material and artefacts from IWM's Collections.
Spanning decades and featuring over 200 objects, the exhibition includes items from films such as The Dam Busters, Where Eagles Dare, Apocalypse Now, Battle of Britain, Das Boot, Casablanca, Jarhead, Atonement and War Horse.
Delve into the historic events and experiences that have inspired the movies. Look at the man behind the myth in Lawrence of Arabia, through to the real events of D-Day which were vividly recreated in Saving Private Ryan.


http://www.iwm.org.uk/exhibitions/iwm-london/real-to-reel-a-century-of-war-movies