viernes, 30 de septiembre de 2016

ACTUAR O PERECER. GUSTAV METZGER – UNA RETROSPECTIVA

17 de septiembre, 2016 - 8 de enero, 2017
Comisariado: Dobrila Denegri, Pontus Kyander 
Coordinación: Carlos Ordás 
Actuar o perecer. Gustav Metzger – Una retrospectiva es la primera gran revisión del que hoy es considerado uno de los más importantes referentes artísticos del siglo XX, y recorre un extenso período desde la década de los cuarenta hasta la actualidad. Asimismo, se acomete por primera vez con este proyecto una sistemática reflexión sobre los primeros años de Gustav Metzger en el contexto del activismo político y de su formación artística. Haciendo especial hincapié en la influencia de su compromiso medioambiental y político en la radicalización artística de su trabajo, la muestra incluye también gran cantidad de material documental, proveniente de los recientemente redescubiertos archivos del propio artista.
Esta es la primera muestra retrospectiva de Gustav Mezger que se celebra en España.
Es durante la década de los cincuenta cuando el interés del artista se desplaza rápidamente desde los estudios de pintura y escultura hacia lo que se acabaría convirtiendo en uno de los temas centrales del trabajo de Gustav Metzger, el “Arte Auto-Destructivo y Auto-Creativo” [Auto-Destructive and Auto-Creative Art], conceptos que conectan directamente con el activismo político del artista, especialmente comprometido con todos los movimientos antinucleares y de concienciación medioambiental. El título de la exposición, Actuar o perecer [Act or Perish] está tomado de una frase acuñada por El Comité de los 100, organización contra las armas nucleares formada bajo la tutela de Lord Bertrand Russell, de la que Metzger fue su primer secretario informal.Actuar o perecer apunta directamente al compromiso político y el activísimo de Gustav Metzger contra el capitalismo y la comercialización del arte a lo largo de su vida —faceta en la que es considerado pionero—, pero también alude a la evolución de esos conceptos en trabajos posteriores, como su serie Historic Photographs [Fotografías históricas], realizada desde mediados de los noventa hasta la actualidad, o las instalaciones de gran escala, como la obra In memoriam, incluida también en esta exposición.

Gustav Metzger nació en Núremberg (Alemania) en 1926, dentro de una familia de judíos polacos. Creció bajo la sombra de la creciente propaganda nazi y sus despliegues de poder: cabe destacar en este sentido los “Reichsparteitäge”, impresionantes puestas en escena del poder nazi celebrados cada año en su ciudad natal entre 1933 y 1938. En 1939, Metzger y uno de sus hermanos son incluidos en los autobuses del Movimiento de Niños Refugiados, logrando así huir de la muerte como víctimas del Holocausto; una suerte que, en cambio, sí corrieron sus padres y su otro hermano. Esta circunstancia ha marcado la perspectiva ética de su obra desde sus comienzos, así como su filiación a las ideas de la extrema izquierda y las vanguardias de principios de siglo. Desde los años cuarenta, la obra de Metzger siempre ha abodago por la responsabilidad moral del artista, luchando contra la amnesia política y la pérdida de la memoria histórica, así como denunciando el proceso de extinción de las especies o el empobrecimiento de la diversidad cultural ante los que nos encontramos.
Actuar o perecer sigue a Gustav Metzger a lo largo de toda su carrera artística. Un papel importante de su trabajo es el que juegan los manifiestos para un “Arte Auto-Destructivo” [Auto Destructive-Art], el primero de los cuales fue publicado en 1959. En esta exposición se reivindican por primera vez estos movimientos radicales como una evolución lógica de sus primeros experimentos con la pintura, y cómo su trabajo como pintor continuó desarrollándose incluso en los primeros años de su trabajo sobre el Arte Auto-Destructivo. En este sentido, cabe destacar su experimentación con las pinturas al ácido [acid paintings], así como su trabajo con materiales industriales como acero y plástico, que se relacionan directamente con los manifiestos para un Arte Auto-Destructivo.
De forma paralela, y a su vez funcionando como contrapunto, Metzger escribió un Manifiesto del Arte Auto-Creativo, y trabajó en proyectos relacionados en los que permitía el desarrollo de procesos autónomos para dar lugar a formas y movimientos que escapasen al control del artista, lo que emparenta su trabajo directamente con los procesos propios de la ciencia y la tecnología. A este conjunto pertenecen obras comoDrop on a Hot Plate, presente en la exposición, o su famosa instalación Liquid Chrystal Projections: en esta última, los cambiantes patrones de color creados espontáneamente con estas proyecciones fueron popularizados a través de la estética de la psicodelia, desarrollada por bandas como Cream o Pink Floyd. De forma paralela, las charlas de Metzger sobre Arte Auto-Destructivo inspirarían a Pete Townsend, de la banda The Who, en la puesta en escena final de sus actuaciones, en las que destrozaban instrumentos y equipos encima del escenario ante los ojos del público. Por otro lado, su trabajo sobre Arte Auto-Creativo acercaría a Metzger a procesos cibernéticos y a la experimentación con medios computerizados y digitales.
Inspirado tanto por el activismo politico como por las estrategias de los movimientos de vanguardia de principios del siglo XX —especialmente el Dadaísmo y el Futurismo—, Metzger se alineó con algunos de los movimientos artísticos surgidos tras la Segunda Guerra Mundial. Así, fue invitado a la primera manifestación Fluxus en Inglaterra, el Festival of Misfits de 1964, si bien su propuesta para la exposición de la Gallery One de Londres fue rechazado: su propuesta era la de pegar diariamente las páginas del periódico Evening Standard en las paredes de la galería; este acto, por otro lado, hubiera coincidido con la llamada crisis de los misiles de Cuba. En 1966, Metzger inició el Destruction in Art Symposium - DIAS [Simposio sobre la Destrucción en el Arte], que reuniría a artistas y activistas relacionados con moviminetos radicales como Fluxus (Wolf Vostell, Yoko Ono, Al Hansen) o el Accionismo Vienés (Günter Bruss, Otto Mühl, Hermann Nitsch ), y otros como John Latham, Barbara Gladstone o Peter Weibel. Este acontecimiento es considerado como seminal para el proceso de concienciación artística surgido a finales de los años sesenta, y testifica la necesidad de una postura crítica en el arte contra el potencial destructivo del capitalismo
El trabajo de Gustav Metzger siempre se ha venido desarrollando de forma paralela y conectando con el progreso artístico y social de cada época en la que se ha producido. Siempre un paso por delante de su entorno, y con una capacidad visionaria para concebir proyectos cada vez más arriesgados y radicales, continuamente se ha visto su obra abocada al rechazo. Así, en 1961 es invitado —si bien ninguna de sus obras sería incluida— a la legendaria exposición Bewegen Bewogen en el Moderna Museet de Estocolmo, en 1961. En 1965 también aparecería en el catálogo de la Documenta 5, si bien su obra —un cubo de plástico en cuyo interior se vertían contínuamente gases y humos de distintos automóviles— no sería finalmente realizada. Ese mismo año propone un proyecto para la Conferencia Medioambiental de las Naciones Unidas, en Estocolmo, consistente en la quema de ciento veinte coches: nuevamente, los organizadores rechazaron la realización de la obra.
Entre 1977 y 1980, Gustav Metzger propondría una huelga de artistas, reivindicando el cese de la comercialización del arte. Este acto, intencionadamente o no, abriría un período de más de una década en la que Metzger estuvo relativamente ausente de la escena artística. Durante ese tiempo, Metzger se centraría en sus estudios académicos, especialmente sobre la obra de Vermeer van Delft, así como en la organización de la primera charla sobre el arte alemán durante el periodo Nazi.
A lo largo de las década de los noventa se produce un resurgimiento de la obra de Gustav Metzger en el panorama internacional. En 1995, una exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Oxford recogía obras antiguas del artista, así como un conjunto de obras completamente nuevas, sus conocidas Historic Photographs. En estas obras, Metzger utiliza fotografías de algunos momentos característicos del siglo XX, representando violaciones de los derechos humanos, violencia política y abusos mediambientales. A veces, estas obras se presentaban ocultas, bloqueadas o inaccesibles de diversas formas. A partir de estas piezas Metzger comienza también a desarrollar instalaciones de gran escala, centradas igualmente en la representación de los desastres de nuestro tiempo, siendo el Holocausto uno de sus temas más recurrentes.

Todos los aspectos de la obra de Metzger son mostrados en esta exposición, concebida para ser presentada en el Centro de Arte Contemporándeo de Torun (Polonia) en 2015. De forma paralela a este proyecto, ese mismo año se acometió la reconstrucción de sus obras Extreme Touch en la Kunsthall de Oslo, y la presentación de sus Liquid Crystals en la Kunstnernes Hus de Osloa. La realización de estas propuestas ha sido posible gracias a la colaboración del Ministerio de Cultura y Patrimonio de la República de Polonia y al programa de becas de la EEA para la Promoción de la Cultura y Arte del Patrimonio Cultural Europeo.
Con motivo de estas exposiciones, la editorial NERO ha publicado un catálogo sobre el artista, en el que se incluyen varias contribuciones teóricas, como la conversación entre Dobirla Denegri (co-comisaria de la exposición) con algunos de los participantes en el DIAS [Simposio sobre la Destrucción en el Arte], como Yoko Ono, Hermann Nitsch, Ivor Davies o el  organizador del DIAS de Nueva York, Jon Hendricks. Se incluyen también textos del propio Metzger y otras contribuciones a cargo de Pontus Kyander (co-comisario de la exposición), Andrew Wilson, Mathieu Copeland, Leanne Dmyterko, Hans Ulrich Obrist o Manuel Olveira (Director del MUSAC), que abordan distintos aspectos de la obra del artista, desde sus comienzos en el activismo politico y la experimentación pictórica hasta los manifiestos de “Arte Auto-Destructivo”.
Con la colaboración de: CoCA (Torun, Polonia), Kunshall (Oslo, Noruega), Kunstnernes Hus (Oslo, Noruega)
Agradecimientos: Leanne Dmyterko y Ula Dajerling, asistentes del artista. Kunsthall Oslo y Øyvind Mellbye por el asesoramiento técnico.


http://musac.es/#exposiciones/expo/?id=6276&from=actuales

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