viernes, 12 de mayo de 2017

CÓMO LES LUTHIERS ARRUINARON MI VIDA JOHAN SEBASTIAN MASTROPIERO

JOHAN SEBASTIAN MASTROPIERO.

El músico «ficticio» salda cuentas con los ganadores del Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades




El grupo Les Luthiers, que tanto daño han hecho a Johan Sebastian Mastropiero - AFP

No, no tienen ninguna gracia, estos juglarcillos argentinos, estos titiriteros musicales de los que ustedes, españoles traidores, anuncian intenciones de darles premios, homenajes y hasta hacerles una estatua ecuestre (ecuestre lo que cuestre), no tienen la más pequeña de las gracias. Yo era un gran compositor, más famoso que nadie, más millonario que todos, Mastropiero que nunca, cuando estos buitres, armados con bidets convertidos en armas de hacer música y risas, estaban buscando una nueva víctima tras destrozar la vida de grandes personas como Esther Píscore. Al parecer en ese momento, una obra mía sonó de fondo y en su cabeza la gallina dijo «Eureka»…

Yo me acababa de separar de mi amada Condesa Shortshot y dirigía el Centro de Altos Estudios Musicales «Manuela» y trataba de olvidarme de las acusaciones de plagio por parte de mi rival Günther Frager escribiendo mi biografía mientras copiaba, párrafo a párrafo cuando estos desalmados comenzaron a utilizarme en sus espectáculos.

Al principio traté de tomármelo con calma, en mis tardes de oración elevaba mis brazos al cielo y gritaba «Señor, dame paciencia… ¡Pero dámela ya!»

Pensaba que se cansarían, que encontrarían a un Rodrigo El Adelantado que les despistara, pero vi que no había manera, traté de envenenarles con Nopol (un antipolillas que las mantiene a raya). Les envié a Jack el Forastero, un asesino misterioso, traté de exiliarme en la Universidad de Wildstone, refugiarme entre los generosos pechos de Miss Chichi Higggins.

Nada me ha consolado de la destrucción de mi buen nombre ejercida por este grupo de titiriteros que han dedicado su carrera a la exaltación de mi desprestigio. Por eso me atrevo a dirigirme a los miembros del jurado del premio Princesa de Asturias para rogarles que les sea retirado el mismo y me sea otorgado a mí. Todos ganamos: El buen gusto, su prestigio y la música. Sean valientes y háganme caso, al fin y al cabo, como dije alguna vez:

-Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: Tire y Empuje.

(Una frase que me hizo célebre a pesar de ser de Günther Frager).
Atentamente:
J. S. Mastropiero

(Por la transcripción: JUAN GÓMEZ-JURADO)


http://www.abc.es/cultura/musica/abci-como-luthiers-arruinaron-vida-201705110116_noticia.html

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