sábado, 24 de junio de 2017

RICARDO DARÍN, PREMIO DONOSTIA DE LA 65 EDICIÓN DEL FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN EL ACTOR ARGENTINO PRESENTARÁ 'LA CORDILLERA', LA PELÍCULA DIRIGIDA POR SANTIAGO MITRE QUE SE ESTRENÓ EN EL FESTIVAL DE CANNES

Ricardo Darín (Buenos Aires, 1957), uno de los actores más prestigiosos de la cinematografía latinoamericana y mundial, recibirá el próximo 26 de septiembre un Premio Donostia de la 65 edición del Festival de San Sebastián, en el marco de la presentación de la película La cordillera. El galardón honorífico más importante del Festival reconoce la trayectoria del intérprete argentino, que ha trabajado con cineastas como Adolfo Aristarain, Juan José Campanella, Fabián Bielinsky, Fernando Trueba, Pablo Trapero, Cesc Gay o Santiago Mitre.



La cordillera, dirigida y escrita por Mitre, es una coproducción entre K&S Films y La Unión de los Ríos (Argentina), MOD Producciones (España) y Maneki Films (Francia), cuya historia transcurre en una cumbre de presidentes latinoamericanos en Chile. Junto a Darín integran el reparto Dolores Fonzi, Érica Rivas, Elena Anaya, Daniel Giménez Cacho, Alfredo Castro, Paulina García y Christian Slater. Estrenada en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, se proyectará el martes 26 en el Auditorio Kursaal. Warner Bros Pictures estrenará la película en salas el 29 de septiembre.
Darín, que obtuvo la Concha de Plata en 2015 por Truman, debutó en la interpretación con cinco años en series televisivas. Inició su carrera cinematográfica en 1979 de la mano de Julio Porter (La carpa del amor) y Adolfo Aristarain (La playa del amor), medio que alternó con trabajos premiados en la pequeña pantalla, como Nosotros y los miedos, Compromiso o Mi cuñado. En los años 80 y 90 trabajó de nuevo con Aristarain (The Stranger, 1987), Alberto Lecchi (Perdido por perdido, 1993) o Eduardo Mignogna (El faro, 1998) y Juan José Campanella (El mismo amor, la misma lluvia, 1999), pero es, sobre todo, con Nueve reinas (2000), la ópera prima de Fabián Bielinsky, cuando empezó a ser reconocido internacionalmente.

Después enlazó títulos esenciales de la cinematografía latinoamericana y española como El hijo de la novia (2001, nominada al Oscar a la mejor película extranjera), Luna de Avellaneda (2004) y El secreto de sus ojos (2009, Oscar a la mejor película extranjera), las tres dirigidas por Juan José Campanella. El año 2007 debutó como director de cine con la película La señal junto a Martín Hodara, con el que volvió a trabajar este año en Nieve negra.

Ha sido un inventor de juguetes en La educación de las hadas (José Luis Cuerda, 2006); padre  de una adolescente intersexual en XXY, (Lucía Puenzo, 2007); un ladrón legendario en El baile de la Victoria (Fernando Trueba, 2009); dueño de una ferretería en Un cuento chino (2011) y piloto en Capitán Kóblic (2016), ambas de Sebastián Borenzstein; abogado sin licencia en Carancho (2010) y cura en Elefante Blanco (2012), las dos dirigidas por Pablo Trapero. También ha trabajado en dos ocasiones con Cesc Gay: tras interpretar a un hombre engañado en Una pistola en cada mano (2012), encarnó a un actor al que diagnostican un cáncer terminal en Truman (2015).
En su filmografía figuran asimismo el rol de profesor de Derecho Penal en Tesis sobre un homicidio (Hernán Goldfrid, 2012), el padre desesperado de Séptimo (Patxi Amezcua, 2013),  el ingeniero experto en explosivos de Relatos Salvajes (Damián Szifron, 2014), que compitió en Cannes y fue candidata al Oscar a la mejor película extranjera, y su papel como presidente de Argentina en La cordillera. Además, forma parte del reparto de la nueva película del director iraní Asghar Farhadi, todavía sin título, en la que compartirá títulos de crédito con Penélope Cruz y Javier Bardem.

Como señala el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón, "todos los personajes que interpreta parece que hubieran sido escritos especialmente para él y solo para su interpretación. Pasada la visión de la película, y repasada en el recuerdo, no admitiríamos que otro que no fuera Darín pudiera haber hecho de verdad aquel personaje. Hemos dicho que el cine transparenta la realidad. Darín transparenta al personaje que encarna. Le sentimos, nos emociona, a través de algo que no vemos: el actor. Solo vemos su personaje. Por eso no nos cansamos de sus películas."


https://www.sansebastianfestival.com/2017/noticias/1/6550/es

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