lunes, 24 de julio de 2017

¿PUEDEN 10 MILLONES DE DÓLARES RESOLVER EL MAYOR ROBO DE ARTE DE LA HISTORIA?

El museo Isabella Stewart Gardner de Boston ofrece una suculenta recompensa a cambio de información fiable sobre las trece obras que se robaron en 199
LARA GÓMEZ RUIZ
La coleccionista estadounidense Isabella Stewart Gardner inauguró su museo en Boston en 1903, sin imaginar que, unas décadas después, en 1990, su centro sería el escenario del mayor robo de arte de la historia. Ocurrió la noche del 18 de marzo de 1990, el día después de San Patricio, cuando dos ladrones se llevaron trece obras de Degas, Rembrandt y Vermeer, acumulando así un botín de casi 500 millones de dólares. Poco importaron las medidas de seguridad: las burlaron todas.
Veintisiete años después, el museo quiere respuestas y todavía mantiene la esperanza de recuperar lo que un día fue suyo, por eso ofrece 10 millones de dólares a cambio de información fiable. La oferta, que estará vigente hasta finales de año, es la más abultada hasta la fecha, pues hasta ahora el centro ofrecía cinco millones. El centro ha asegurado en un comunicado que hará lo posible por recuperar las obras en su totalidad, entre las que destaca El concierto (1665), de Johannes Vermeer, y La tormenta del mar de Galilea (1633), la única marina de Rembrandt.
La oferta, que estará vigente hasta finales de año, es la más abultada hasta la fecha, pues hasta ahora el centro ofrecía cinco millones de dólares
El golpe fue simple e increíblemente eficaz ya que los cacos, disfrazados de policías, accedieron al recinto cuando ya estaba cerrado, asegurando que venían por una llamada de emergencia. Una vez allí, redujeron a los guardias de seguridad, asegurando que estaban detenidos, y les encerraron en el sótano sin que lograran pulsar la alarma.
Todo estaba planeado al milímetro. Tanto, que los cacos tuvieron tiempo de recorrer las galerías del museo a su antojo durante 81 minutos, sin que nadie les molestara lo más mínimo. Su destino final sería la Sala de los Maestros Holandeses para llevarse un Rembrandt y un Vermeer, valores seguros en el mercado. Cortaron las teles y dejaron como recuerdo los marcos colgados en la pared, que permanece allí desde entonces. No se puede negar que el plan supera el guión de cualquier película de Hollywood.



Los ladrones dejaron los marcos vacíos como ‘recuerdo del robo’ en el museo Isabella Stewart Gardner (Universidad de Boston)

Imagen del museo Isabella Stewart Gardner de Boston (AP)
A la mañana siguiente, el relevo encontró a los guardias maniatados, pero para entonces las obras estaban muy lejos de su expositor. Los ladrones hurtaron el vídeo del robo, pero dejaron el de los días anteriores. Un detalle de la grabación llamó la atención a la Policía: un desconocido pidió entrar al museo la medianoche del 17 de marzo, festividad de San Patricio y patrón de Irlanda. Pese a que el museo estaba cerrado, le dejaron entrar.
“Una quiebra del protocolo. Los dos guardas eran unos jóvenes e inexpertos licenciados en Arte”, declaró en su día Anthony Amore, jefe de seguridad del museo. Ya en la madrugada del 18, acudieron dos policías diciendo que habían recibido una llamada. “Eran los ladrones, claro”, asegura. En 2015 la fiscalía pidió ayuda a la ciudadanía y liberó las imágenes del primer intruso. Sin éxito.
“El FBI tiró del hilo de Robert Gentile, un mafioso octogenario encarcelado por tráfico de drogas y venta de armas”, relata Amore, “sin embargo lo que nunca ha tenido claro ha sido el paradero de las obras”. La oficina estadounidense de investigación criminal cree que los cuadros siguen en el país, mientras que el holandés Arthur Brand, rescatador de arte, apunta al Ejército Republicano Irlandés (IRA), algo que el FBI descarta tras “seguir la pista exhaustivamente”

http://www.lavanguardia.com/cultura/20170723/4343758518/recompensa-robo-arte-museo-isabella-stewart-garner.html

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