viernes, 21 de julio de 2017

SERGIO BERNAL, EL "CISNE" DEL BALLET NACIONAL DE ESPAÑA

CRISTINA MARINERO
El primer bailarín protagoniza 'El sombrero de tres picos', en el Homenaje a Antonio Ruiz Soler, mientras es invitado a galas internacionales de estrellas de ballet en Georgia, Atenas y Nueva York.
Desde el Renacimiento, la danza en España tenía artistas anunciados como "bailarines de todo rango": lo mismo interpretaban una coreografía de ballet, que otra de baile español. Así sucedía con los del Teatro Real, en las óperas y en sus primeras coreografías independientes antes del cierre del coliseo en los años 20, o con los miembros del Ballet del Teatro del Liceo de Barcelona, que bordaban Las sílfides o El lago de los cisnes, y ballets españoles como El amor brujo y El sombrero de tres picos.Mariemma, de quien celebramos su centenario, estructuró los estudios oficiales de Danza Española, con el ballet clásico como disciplina indispensable y diaria. Por eso, hay bailarines especializados en lo nuestro, con tan buena técnica de ballet, que podrían integrarse en cualquier compañía internacional.Ese es el caso de la primera figura del Ballet Nacional de España (BNE) Sergio Bernal (Madrid, 1990).


Es el perfecto ejemplo de "bailarín de todo rango" y triunfa por el mundo con el solo del Molinero de El sombrero de tres picos, su famosa farruca, así como con la coreografía de base clásica El cisne, de Ricardo Cue, sobre la célebre partitura de Saint-Saëns. "Sí, he roto la barrera entre ser intérprete de ballet clásico y de baile español, y lo vi cuando tomé clase con el Royal Ballet. Por fin, porque Ricardo quería que bailase El cisne desde hace mucho tiempo, pero he de confesar que me daba mucho respeto y lo bailo gracias a su confianza en mí", asegura sobre este solo que ofrecerá en los próximos meses en Georgia, Atenas y Nueva York.El cisne impacta donde se baila y el público detiene el curso de la gala, dedicándole varios minutos de aplausos y ovaciones. "Es que es una coreografía bellísima, muestra el cuerpo como una estatua griega y su virtuosismo está en la parte espiritual" explica Bernal. "He trabajado mucho con Ricardo Cue la extensión de brazos, que son como las alas y deben moverse desde la espalda. Bailarlo, además, ha tenido un efecto especial y me ha hecho encontrarme conmigo mismo", señala sobre la coreografía en la que ningún movimiento se esconde porque su cuerpo está desnudo y sólo lleva puesto un slip.La lista de galas donde ha intervenido Sergio Bernal es jugosa. Tras haber recibido en 2012 el prestigioso Premio Positano, en Italia, ha compartido escenario con Sergei Polunin, Vladimir Vassiliev, Marianela Núñez, Aurélie Dupont o Tamara Rojo, entre muchos otros. Y en acontecimientos como la Gala de Estrellas del Palacio del Kremlin, en Moscú, este año; en la ofrecida, el pasado, en el Castillo de Windsor o en la estelar Ave Maya. Russian Ballet Icons, en el Coliseum de Londres, también en 2016. Bernal es uno de los pocos españoles, además, que han compartido escenario con Maya Plisetskaya. Con ella actuó en la Acrópolis de Atenas o en la Gran Noche de Danza del Festival de Cap Roig (Gerona). También ha intervenido en la Gala Classical Ballet de Miami, en la ofrecida el verano pasado en el Palacio de Festivales de Cannes y en la celebrada en la Ópera de Zurich, ambas también en honor a la diva fallecida en 2015.
En nuestro país, se podrá admirar a Sergio Bernal durante los próximos días con su baile español. Será en Madrid, donde protagoniza Eritaña, Fantasía galaica y esa obra maestra que es El sombrero de tres picos, en las actuaciones del Ballet Nacional de España, que dirige Antonio Najarro, en los Teatros del Canal, entre el 21 y el 30 de julio. Protagoniza, junto a los primeros bailarines Francisco Velasco, Esther Jurado o Inmaculada Salomón, el programa Homenaje a Antonio Ruiz Soler, dedicado a las coreografías maestras del genial artista por el 20º aniversario de su fallecimiento."Eritaña es un bombón porque contiene la brillantez y la elegancia de la escuela bolera, y te hace sentir como un príncipe", asegura sobre esta pieza que Antonio creó en los sesenta como parte de su Suite Iberia, sobre la composición de Albéniz. Cuenta que "se nota que era más bajo que yo por el baile veloz que creó. No paraba, ¡era un polvorilla!", exclama divertido el bailarín, para quien, por su parte, Fantasía galaica "contiene toda la riqueza escénica que absorbió en Estados Unidos. Es maravillosa", añade.En 2018, el Ballet Nacional de España celebrará su 40º aniversario y también se cumplirán 60 años del estreno de El sombrero de tres picos en versión de nuestro mítico coreógrafo. Fue en el VII Festival Internacional de Música y Danza de Granada y, desde entonces, lleva impreso el sello de obra maestra. "Es una gran responsabilidad que te den este papel protagonista, porque el Molinero lo han bailado todos los grandes de la danza española, desde el propio Antonio a José Antonio, Juan Mata, Antonio Alonso o Antonio Márquez", confiesa. "Tengo, por eso, el listón bastante alto, con el gran reto que supone la parte actoral y la comedia del personaje en algunas escenas. Pienso que los jóvenes bailarines de hoy debemos aportar nuestra parte a estos clásicos y que el público nos empiece a conocer por nuestra personalidad", puntualiza Sergio Bernal, para quien también, desde finales de 2018 se iniciará un camino paralelo, pues trabaja junto a Ricardo Cue en una coreografía sobre la vida de un famoso creador, que estrenará con su futura compañía.

http://www.elmundo.es/cultura/2017/07/20/596e171d268e3e475d8b466d.html

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