jueves, 31 de agosto de 2017

UN HOTEL PARA RECIBIR A LOS INMIGRANTES CON LOS BRAZOS ABIERTOS

Conservado intacto como un museo, este edificio público en el puerto de Buenos Aires acogió hasta 1953 a un millón de recién llegados al sueño americano
CARLOS E. CUÉ


Una de las salas del Museo de Inmigración, en Buenos Aires. SILVINA FRYDLEWSKY

El nombre lo dice casi todo. Un hotel para inmigrantes. Hubo un tiempo, no tan lejano, en que los extranjeros eran recibidos con entusiasmo y un Estado entero se volcaba para tratarlos bien, para convencerlos de que se quedaran a poblar unas tierras ricas y necesitadas de mano de obra. Ese Estado era el argentino, y el lugar de la escena que impresiona vista en la era de Trump es el puerto de Buenos Aires. Ahí, a pocos metros del muelle donde atracaban los barcos que venían de Europa repletos de campesinos italianos y españoles, se conserva intacto un inmenso edificio construido expresamente en 1911 como hotel de inmigrantes y utilizado hasta 1953 para "recibir, orientar, cuidar y alojar" a las decenas de miles de personas hambrientas y desarrapadas que llegaban atraídas por el sueño americano.


La fachada del Hotel de inmigrantes, hoy Museo de la Inmigración. SILVINA FRYDLEWSKY

Un paseo por el hotel, hoy un enorme y luminoso museo gratuito poco conocido, que está al lado de los ferrys que llevan a Uruguay, traslada rápidamente a esa época de maletas de cartón y pasajes en tercera clase que sacó a media Europa del hambre. Al final de la visita, los hijos, nietos o biznietos de inmigrantes –casi todos en este país, tanto que se usa mucho la broma "¿de quién descienden los argentinos? De los barcos"- podrán buscar su apellido en una lista informatizada de millones de fichas para encontrar a su padre, a su abuelo, su bisabuelo, saber qué día llegó, en qué barco, cómo se registró.

Los extranjeros vivían allí hasta que encontraban trabajo o alguien que los ayudara. Aprendían oficios, descansaban del durísimo viaje en barco durante casi un mes, se curaban enfermedades. Todo era gratis. Un servicio público para atraer más inmigrantes a estas "tierras abiertas", como dice un locutor entusiasta en un vídeo de propaganda de la época en el que se ve como es recibida con pañuelos la entrada de un barco italiano en el puerto. El narrador cuenta orgulloso a los argentinos que el Estado financió el viaje. Entonces era lo normal, hoy parece inimaginable.En otro vídeo se ve al general Perón participando en fiestas regionales españolas e italianas en Buenos Aires.
La idea de país abierto, que aún hoy persiste en Argentina pese a que sufre un 30% de pobreza y ya no atrae como antes, está en el preámbulo de su Constitución, de 1853: "para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino".

Entre 1881 y 1914, el momento de la explosión migratoria, el país recibió más de cuatro millones de extranjeros, entre ellos dos millones de italianos y 1,4 de españoles. Entonces había otros hoteles de inmigrantes, menos lujosos que el inaugurado en 1911, cuando Argentina era el sexto país más rico del mundo. Las sucesivas guerras, persecuciones religiosas y hambrunas convirtieron al país austral en el destino de todos los que huían de algo. Allí todos se mezclaban en categorías muy generales, que aún resisten: los españoles son "gallegos", los italianos "tanos", los musulmanes "turcos", los judíos "rusos".



Inmigrantes holandeses menonitas, en 1930. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN

Las fotos de la época, que se exhiben en el museo dependiente de la Universidad Nacional Tres de Febrero, muestran el contraste de la miseria de los recién llegados, vestidos casi con harapos, y el lujo del hotel, un edificio entonces muy moderno, con enormes ventanales, mesas de mármol en las que comían por turnos los recién llegados, grandes pasillos y paredes de azulejo.

Todo, hasta las amplias escaleras por donde bajaba el agua, estaba pensado para mantener la higiene, al estilo de un gran hospital. "Yo tenía cinco años cuando llegué, en 1950", recuerda Mercè Quixal, hoy bibliotecaria del casal de Catalunya en La Plata. "En el barco, que salió de Génova e hizo escala en Sicilia, vimos mucha miseria. Nos llenaron de piojos. Cuando llegamos fuimos directos al hotel de Inmigrantes porque nosotros no teníamos familia ni nadie que nos esperase. Volví hace 10 años y fue una emoción enorme, me temblaron las piernas, sobre todo cuando vi las escaleras de mármol, que están igual, y en las que nos pasamos horas y horas jugando con otros niños. Estuvimos tres días en el hotel de Inmigrantes y no salimos de ahí. Nos atendían bien, nos daban de comer por turnos en un comedor gigante y dormíamos en unas camas sin colchones ni almohadas", recuerda.


El comedor del Hotel de inmigrantes. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN

Los niños también jugaban en los jardines de alrededor mientras los padres vagaban por la ciudad a la búsqueda de un empleo para poder empezar. En el patio les ponían caballos, un animal básico en las enormes extensiones argentinas con el que muchos de los que vivían en las ciudades europeas no habían trabajado nunca. La idea era que se familiarizaran con el nuevo mundo.

También les enseñaban a usar maquinaria para campos grandes. Muchos eran campesinos, pero no habían salido de la azada de los minifundios gallegos o italianos. En los libros de registro que se exhiben en la muestra, escritos a mano, se ve que la mayoría entraba como "contadino" (campesino) y "católico". Pero muchos mentían, pensando que así les tratarían mejor. Por las noches les ponían películas instructivas del campo argentino, del país, trataban de motivarlos con propaganda.
No era un lugar de encierro, ni de cuarentena como la isla de Ellis en Nueva York. Podían entrar y salir libremente cuando quisieran y deambular por la ciudad.


Una inmigrante frente a la zona portuaria, en 1950. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN

El hotel podía albergar hasta 3.000 personas que dormían en enormes salas para 250 camastros. Hombres en un piso, mujeres y niños en otro. Comían en turnos de 1.000. En teoría, solo podían estar cinco días, el tiempo para encontrar un trabajo en un país entonces llena de oportunidades, sobre todo en los inmensos campos de la pampa, una de las tierras más fértiles del mundo. Pero Marcelo Huernos, el historiador que se encarga del museo, asegura que había mucha flexibilidad, y hay casos de personas que estuvieron meses porque no encontraban trabajo o tenían algún problema.

Por mucho que los trataran bien al llegar, emigrar era muy duro, y según Huernos casi un 50% de las personas regresaban pasado un tiempo porque nunca consiguieron adaptarse o porque ya habían acumulado el capital que fueron a buscar. Castelao, el escritor, por ejemplo, viajó siendo un bebé y volvió con 14 años, en 1900, cuando sus padres decidieron regresar a Galicia. En 1940, exiliado, emprendió el viaje de vuelta. La dureza de la emigración no ha cambiado mucho desde entonces. Pero sí el modo en que se la recibe.

https://elpais.com/internacional/2017/08/25/argentina/1503684125_097231.html

ILS ONT CÔTOYÉ LA PRINCESSE DIANA ET VIVENT DE SES SECRETS DANS LES MÉDIAS DEPUIS 20 ANS

Depuis 20 ans, ces proches de Lady Di racontent leurs secrets et alimentent le mythe d'une princesse tantôt modèle, tantôt tourmentée.



REUTERS/WIREIMAGE/INSIDE EDITION/GETTY IMAGES
Paul Burrell, Mary Robertson, Ken Wharfe, Patrick Jephson et Richard Kay.

PRINCESSE DIANA - Ils avaient tous leur histoire à raconter. Celle qu'ils croyaient être la vérité. A la mort de Lady Diana il y a vingt ans jour pour jour ce jeudi 31 août, de nombreuses personnes de son entourage ont pris la plume, témoigné à la télévision ou dans les journaux pour raconter qui elle était et livrer ses derniers secrets, si tant est qu'elle en ait eu encore.

Assistants personnels, proches de la famille royale ou amis, nombreux sont ceux qui ont pensé pouvoir rendre justice à la princesse de Galles après son décès en la dépeignant telle qu'ils l'avaient connue. Ils distillent, depuis ce tragique jour d'août 1997, des anecdotes étoffant toujours plus le portrait de Lady Di. De manière plus ou moins désintéressée.


Paul Burrell, ancien majordome et confident de Diana, dédicace des exemplaires de son livre, "A Royal Duty", à Skokie dans l'Illinois, en 2003.

Il est le plus médiatique mais aussi le plus polémique des proches de Diana. Paul Burrell, aujourd'hui âgé de 59 ans, a été le majordome de la princesse de 1987 à sa mort en 1997. C'est lui qui a récupéré ses habits ensanglantés après l'accident sous le pont de l'Alma, et qui l'a habillée pour ses funérailles. S'il se présente comme le "roc" de Diana, l'entourage de la princesse le décrit comme un opportuniste.

"Sa célébrité a grimpé comme le phœnix sortant des cendres de Diana", écrit le Telegraph à son sujet en 2002. Auteur de trois livres sur son expérience auprès de Diana, il a été accusé en 2008 de mentir aux autorités dans l'enquête criminelle sur la mort de la princesse, d'avoir volé pas moins de 310 vêtements de la famille royale, et été critiqué pour avoir recopié des lettres personnelles de Diana.

Depuis 2004, il participe à plusieurs émissions de télé-réalité comme "Je suis une célébrité, sortez-moi de là!" ou "Australian princess", qui transforme des jeunes femmes en princesses. En avril 2016, il est cité dans les "Panama Papers", une masse de documents à l'origine d'un retentissant scandale mondial d'évasion fiscale……….


http://www.huffingtonpost.fr/2017/08/30/ils-ont-cotoye-la-princesse-diana-et-vivent-de-ses-secrets-dans-les-medias-depuis-20-ans_a_23189075/

GAME OF THRONES STAR CHARLES DANCE SOBS ON SCREEN AS HE LEARNS OF TWO SECRET SISTERS BORN 50 YEARS BEFORE HIM

The revelation came to light on BBC's Who Do You Think You Are?
BYJAMES DRAPER
He is one of the UK's most enduring actors.


But Charles Dance couldn't hide his emotions when he took part in a recent episode of BBC's Who Do You Think You Are? - where he learned some shocking family secrets.
Specifically, the critically acclaimed Game Of Thrones star was informed he had two secret sisters who were born almost 50 years before him.
In addition, he learnt that his father, Walter, was a Boer War hero aged more than two decades older than he originally thought.

Charles Dance is the latest celebrity to appear on Who Do You Think You Are? (Image: Splash)
Clare Balding in "no doubt" her MP great-grandad was gay when male homosexuality was illegal after TV documentary

Dance, 70, could be seen getting teary in a preview clip of the lineage show, which researches celebrity heritage.
Previously, Dance knew very little of his father, who died in 1949 when he was just a boy.
Records showed that Walter, known as WD, was 25 when he volunteered for military service in 1900 – making him 26 years older than Dance had believed, and aged 72 when the star was born.
Walter served with the Royal Fusiliers in the Boer War, which saw him awarded a medal of honour.
"It's rather extraordinary to know that here in my seventieth year, I am only finding out about all of this now. There is something about this that I do find quite moving," Dance told military historian Peter Donaldson.
Actor Charles Dance attends the "Game Of Thrones" Season 4 New York premiere at Avery Fisher Hall, Lincoln Center on March 18, 2014 in New York City
The acclaimed star was moved to tears after learning of his family's secret past (Image: Getty)
From Byker Grove to OBEs: Ant and Dec and the friendship which has spanned nearly three decades
His next of kin was listed as wife Louie and daughter Norah, who was born on December 11, 1898, making her Dance's half-sibling and 48 years his senior.


"I have a sister, I see, right. I have to say this is quite moving, because I know so little," he said in response, choking up.
He was then informed of a second half-sister, Mary, born in 1903, who tragically died aged five in a building site accident.
Visiting the West London home where she died, he said: "It is overwhelmingly sad and I don't think, as a parent, that one would ever get over something like that."

Pictured in The Imitation Game, which told the story of Alan Turing (Image: Black Bear Pictures)
Starring in 2014's Dracula: The Untold
A veteran actor of stage and screen, Dance - who typically plays assertive bureaucrats or villains - began his career in 1974's The Inheritors before hitting the big time 10 years later with The Jewel In The Crown.
Since then he has starred in a host of Shakespeare's works for the RSC, while also appearing in movies ranging from The Imitation Game to sci-fi franchise instalment Alien 3.
He also plays Tywin Lannister in HBO's fantasy epic Game of Thrones.
His next projects include Euphoria opposite Alicia Vikander and Godzilla: King of the Monsters with Millie Bobby Brown, both of which are expected to be released in 2019.
Dance's episode of Who Do You Think You Are? will be screened on BBC1 at 9pm on July 6.


http://www.mirror.co.uk/tv/tv-news/actor-charles-dance-reduced-tears-10684300

ARQUEOLOGÍA. BAYAS, LA CIUDAD DEL VICIO DE LOS ROMANOS

LORENA PACHO

Fotografías: BAIA SOMMERSA


Viaje submarino a los restos de la Las Vegas de la antigüedad
Mary Beard: Roma, el lujo y las clases sociales
Si en el imaginario popular, la Atlántida evocada por Platón es el emblema de la ciudad perdida y sepultada por las olas con todos sus enigmas, en el mundo terrenal la ciudad romana de Bayas, ahora bajo las aguas del golfo de Nápoles, es la prueba tangible de la historia más mundana de la Roma imperial. Hoy, sus restos, que en otro tiempo dieron mucho que hablar, reposan en total silencio en el fondo del mar, convertidos en un singular museo sumergido a siete metros de profundidad.Para adentrarse en la historia de la ciudad perdida de Bayas, lugar de recreo veraniego en la época imperial por antonomasia, es necesario tomar un barco con el suelo de cristal y visión submarina o equiparse con el traje de buceo y las aletas y zambullirse entre mosaicos, esculturas clásicas de ninfas, restos de jardines y pilares de antiguas termas, que ofrecen un espectáculo único en las cristalinas y calmas aguas del Tirreno.Sus orígenes se sitúan en el siglo III a. C., cuando era un lugar fundamentalmente religioso. En el siglo I a. C., Pompeyo limpió las costas de piratas y los patricios romanos comenzaron a construir allí sus residencias de verano. Sus aguas termales naturales eran ricas en azufre, la climatología era perfecta y sus parajes de ensueño atrajeron a más y más familias, hasta que Julio César construyó allí su villa de veraneo. El lugar se empezó a transformar en el gran complejo hotelero del mundo antiguo. Más tarde se convirtió en el emplazamiento predilecto de los futuros emperadores para tomar un respiro lejos de la política de Roma, desde Augusto hasta el excéntrico Calígula, pasando por el oscuro Nerón o Adriano, que murió allí.Poco a poco se fue llenando de balnearios y pompa. La casa de la playa que pasó a ser la gran ostentación de la nueva riqueza de la flamante élite romana de la época. Tenía dos complejos termales, sólo superados en tamaño y prestigio por las termas de Roma, acuarios, piscifactorías rudimentarias para asegurar el pescado y marisco fresco todos los días, villas y edificios opulentos decorados con mosaicos, frescos extraordinarios, mármoles y réplicas de esculturas griegas, un muelle privado, fastuosos jardines y la Piscina Mirabilis, con capacidad para cerca de 13.000 metros cúbicos que asegurasen el suministro de agua dulce.Era la cisterna más grande del Imperio, lo que da una idea de la importancia de este enclave.


Fotografías: BAIA SOMMERSA

Viaje submarino a los restos de la Las Vegas de la antigüedad
Mary Beard: Roma, el lujo y las clases sociales
Si en el imaginario popular, la Atlántida evocada por Platón es el emblema de la ciudad perdida y sepultada por las olas con todos sus enigmas, en el mundo terrenal la ciudad romana de Bayas, ahora bajo las aguas del golfo de Nápoles, es la prueba tangible de la historia más mundana de la Roma imperial. Hoy, sus restos, que en otro tiempo dieron mucho que hablar, reposan en total silencio en el fondo del mar, convertidos en un singular museo sumergido a siete metros de profundidad.Para adentrarse en la historia de la ciudad perdida de Bayas, lugar de recreo veraniego en la época imperial por antonomasia, es necesario tomar un barco con el suelo de cristal y visión submarina o equiparse con el traje de buceo y las aletas y zambullirse entre mosaicos, esculturas clásicas de ninfas, restos de jardines y pilares de antiguas termas, que ofrecen un espectáculo único en las cristalinas y calmas aguas del Tirreno.Sus orígenes se sitúan en el siglo III a. C., cuando era un lugar fundamentalmente religioso. En el siglo I a. C., Pompeyo limpió las costas de piratas y los patricios romanos comenzaron a construir allí sus residencias de verano. Sus aguas termales naturales eran ricas en azufre, la climatología era perfecta y sus parajes de ensueño atrajeron a más y más familias, hasta que Julio César construyó allí su villa de veraneo. El lugar se empezó a transformar en el gran complejo hotelero del mundo antiguo. Más tarde se convirtió en el emplazamiento predilecto de los futuros emperadores para tomar un respiro lejos de la política de Roma, desde Augusto hasta el excéntrico Calígula, pasando por el oscuro Nerón o Adriano, que murió allí.Poco a poco se fue llenando de balnearios y pompa. La casa de la playa que pasó a ser la gran ostentación de la nueva riqueza de la flamante élite romana de la época. Tenía dos complejos termales, sólo superados en tamaño y prestigio por las termas de Roma, acuarios, piscifactorías rudimentarias para asegurar el pescado y marisco fresco todos los días, villas y edificios opulentos decorados con mosaicos, frescos extraordinarios, mármoles y réplicas de esculturas griegas, un muelle privado, fastuosos jardines y la Piscina Mirabilis, con capacidad para cerca de 13.000 metros cúbicos que asegurasen el suministro de agua dulce.Era la cisterna más grande del Imperio, lo que da una idea de la importancia de este enclave.


Fotografías: BAIA SOMMERSA
«Quién quería ser considerado importante en la época, tenía que tener una propiedad en Bayas y, a ser posible fastuosa. Al mismo tiempo era el lugar de deleite y perversión por excelencia», explica a EL MUNDO el responsable del museo arqueológico de Bayas, Pierfrancesco Talamo.Mucho después de la caída del Imperio Romano, en torno al siglo XVI la ciudad de Bayas desapareció de los mapas. La intensa actividad volcánica de la zona - está rodeada por 24 volcanes, entre ellos el Vesubio - hizo que el mar se la tragara, pero para entonces su nombre ya había corrido como la pólvora. Sus fiestas desenfrenadas y legendarias, donde corría a raudales el vino, sus numerosos burdeles, los banquetes opulentos con toda clase de vicios y sus largas veladas nocturnas entre excesos, lujos, vanaglorias y hedonismo le valieron el epíteto de «ciudad del pecado» y conmovieron a historiadores, poetas y escritores.Para Cicerón, Bayas era sinónimo de «desorden moral y perversión». El poeta romano Ovidio la definió como «el lugar más apropiado para hacer el amor» y escribió que la gente «iba a Bayas para curar sus cuerpos con las termas y volvía con heridas en el corazón». Varrón contó en sus sátiras que allí «los viejos jugaban a ser jóvenes y los jovencitos jugaban a ser doncellas». El poeta Marcial contó la historia de la casta Levina: «En Bayas cayó en el fuego del amor, abandonó a su marido y huyó tras un joven; llegó como Penélope y se fue como Helena». Propercio, en sus elegías, advertía: «Márchate lo antes posible de Bayas, la pervertida. Ojalá sus baños, insulto hecho al amor, desaparezcan para siempre». Horacio plasmó que «ningún lugar en el mundo resplandece más que la amena Bayas».Séneca, que le puso el sobrenombre de «pueblo del vicio», escribió que por el puerto de Bayas sólo se encontraba a borrachos que a duras penas se mantenían en pie, que había fiestas allá donde uno fuera, también en los barcos, y que la música sonaba por todas partes.A pesar de que a Bayas se le llamaba ciudad, carecía de tal estatus propio y en ella no había ni rastro de foros, templos ni mercados propios de las urbes; solamente enormes villas de lujo engalanadas con todas las comodidades. Era el lugar ideal para huír de la política de Roma, 250 kilómetros al norte, y dejar atrás la máscara de contención que debía acompañar en la vida pública, para abandonarse al ocio y al hedonismo.
Muchos emperadores llegaron a establecerse allí durante períodos más largos. «La ciudad llegó a convertirse en una especie de sucursal de la corte imperial de Roma», apunta Talamo.Pero Bayas no siempre fue un lugar de reposo lejos del ajetreo de la capital. La política no descansaba ni en verano y la ciudad costera tenía su crónica de poder: allí la élite de Roma también iba a conspirar, con y contra el emperador. Entre sus muros, Pisón tramó su conjura para acabar con Nerón pero, en el último momento, decidió cambiar de escenario para llevar a cabo el plan.Sus dudas le costaron caro. El emperador descubrió sus intenciones y le obligó a suicidarse. El mismo Nerón urdió también al cobijo de Bayas el asesinato de su propia madre, Agripina, que, como él, tenía una inmensa villa propia en la ciudad. Después de varios intentos fallidos en otros lugares, decidió dejar de disimular y mandarla matar allí mismo. La ciudad de Bayas, «Las Vegas de la antigüedad», «la Beverly Hills de la Roma antigua», «la Pompeya sumergida» o «la pequeña Atlántida romana», con su turbulenta historia, permaneció olvidada bajo el mar hasta que un buzo la descubrió en los 60. Este tesoro olvidado ahora es un importante lugar de referencia de la arqueología subacuática y parque arqueológico submarino que atrae a miles de visitantes.


http://www.elmundo.es/cultura/2017/08/20/59987fad268e3e9e628b4681.html

miércoles, 30 de agosto de 2017

MORT DE MIREILLE DARC : LA DISPARITION D'UNE ICÔNE DISPARITION

- L'actrice populaire et réalisatrice engagée Mireille Darc est morte cette nuit à l'âge de 79 ans. L'icône du cinéma français dans les années 70 était très affaiblie après avoir subi plusieurs attaques cérébrales.
Romain LE VERN
Pendant plus de cinquante ans, Mireille Darc (Mireille Aigroz, de son vrai nom) a été une figure marquante du cinéma français. Un sex symbol qui a marqué les esprits des cinéphiles et qui a vécu une relation fusionnelle et passionnelle avec Alain Delon. L'actrice est décédée dans la nuit de dimanche, a annoncé RTL ce lundi matin. "Mireille Darc est partie cette nuit, chez elle à Paris. Elle a été très entourée jusqu'au bout par ses proches dont son époux et aussi Alain Delon, présent jusqu'à la fin", a  ensuite dit lundi à l'AFP Annabel Karouby, son agent. Les personnalités sont nombreuses à lui rendre hommage sur Twitter.

http://www.lci.fr/cinema/disparition-l-actrice-mireille-darc-est-morte-a-l-age-de-79-ans-2062572.html
blob:http://www.lci.fr/9dc8b6b8-ef3d-4120-a94d-bf2552bf7bbf



https://youtu.be/Czo3eWFs5hU

VENICE FILM FESTIVAL OPENING STARS MATT DAMON AND KRISTEN WIIG

By NICOLAS RAPOLD


Kristen Wiig and Matt Damon in “Downsizing,” playing a couple who join a project to miniaturize humans and as a result take up less space on the planet. Credit 2017 Paramount Pictures

Here are a few of the much-anticipated highlights of the 74th Venice International Film Festival — a mix of big and small films, beginning with the one that will be shown on opening night.
Alexander Payne, the director of “Nebraska” and “Sideways,” takes on a science fiction premise about the problem of overpopulation. Matt Damon and Kristen Wiig star as a couple who join a project to miniaturize humans and as a result take up less space on the planet. Mr. Payne’s pedigree promises a dramatic focus on the characters rather than on novelty computer-generated imagery (or C.G.I.) — though micro-Damons do appear likely.

Argentina’s Lucrecia Martel emerged as a leading auteur in the 2000s with “The Holy Girl” and “The Headless Woman,” but cinephiles have had to wait nearly a decade for her next feature. Set in colonial-era South America, Ms. Martel’s first historical drama adapts the beguiling 1956 novel “Zama” by the Argentine author Antonio di Benedetto. The story centers on a frustrated official of the Spanish empire who is marooned in a dead-end post — a scenario ripe for Ms. Martel’s visually innovative brand of psychodrama.


Sally Hawkins as a mute worker who bonds with a creature in “The Shape of Water.” Credit 2017 Twentieth Century Fox Film. Photo by Kerry Hayes.

Mother!
Most movies directed by Darren Aronofsky (“Black Swan”) build to a hallucinogenic sense of reality, and his latest pulls no punches: It’s explicitly billed as a psychological thriller. The story may suggest a standard horror concept — a peaceful home is troubled by menacing visitors. But Mr. Aronofsky is not a filmmaker who lacks ambitious vision (see: “Noah”). Jennifer Lawrence stars alongside the readily unnerving Javier Bardem, Ed Harris and Michelle Pfeiffer.
The new film from Abdellatif Kechiche, director of the succès de scandale “Blue Is the Warmest Color,” made headlines in trade publications before it was even finished. According to a Hollywood Reporter account, for example, Mr. Kechiche clashed with a financier after delivering not one film as agreed, but two. After parting ways, the director put up the Palme d’Or he won at Cannes for “Blue” to raise funds. Venice is showing the first of Mr. Kechiche’s two films, featuring a cast of first-timers. The chronicle of a young man visiting his hometown in southern France begins what the director views as “a broader family saga.
Completing a troika of high-profile genre experiments at Venice is the latest darkly fantastical yarn from Guillermo del Toro (“Pan’s Labyrinth”). In a Cold War government laboratory, a fish-man creature is being kept under wraps. Sally Hawkins turns on her ray-of-sunshine warmth to play a mute worker who communicates and bonds with the creature. Not everyone is O.K. with that.

Caniba
 One of the most dazzling and formally adventuresome documentaries of the past decade was “Leviathan,” directed by Lucien Castaing-Taylor and Véréna Paravel. Their new nonfiction endeavor focuses on the Japanese cannibal Issei Sagawa, who was arrested on charges of murdering and eating a Dutch classmate in Paris in 1981. In France, he was found to be insane; deported to Japan, he has been free. Mr. Sagawa made a living writing novels and Japanese-style comics. Here he appears with his caretaker, his brother, in what the directors call “a fresco about flesh and desire.”


https://www.nytimes.com/2017/08/28/movies/venice-film-festival-opening-stars-matt-damon-kristen-wiig.html?mcubz=3

THE TRICKSTER ARTIST BEHIND THE I SPY BOOKS

At the Lowe Art Museum, a retrospective dives into the mirrored mazes and optical illusions of Walter Wick, a photographer, illustrator, and children’s book author.
Monica Uszerowicz


Walter Wick, model for “Entertaining the Guest” from Can You See What I See? Out of This World (2013) (all works part of the Collection of New Britain Museum of American Art, all photos by the author for Hyperallergic unless otherwise noted)

MIAMI — When I was young, I thought the famous I Spy books were designed purely for entertainment. Each book in the series, authored by Jean Marzollo and published by Scholastic Press, features photographs by Walter Wick of elaborately arranged objects, accompanied by instructions to locate specific items in the colorful morass. The images have a preternatural warmth, exquisitely lit and glowing. Every book has a theme — I Spy Christmas, I Spy School Days — and the first book (simply titled I Spy) contains several, with chapters like “Toys in the Attic” and “Make Believe.” Unaware that their purpose was ultimately educational, I treated them like contraband during classroom “reading time,” trying to find books large enough to cover them and pretend I was reading those instead.


Walter Wick: Games, Gizmos, and Toys in the Attic installation view at the Lowe Art Museum

Walter Wick: Games, Gizmos, and Toys in the Attic, on view at the Lowe Art Museum (operated by the University of Miami), is a traveling retrospective of Wick’s career as a photographer, illustrator, and children’s book author. The show takes viewers from his early work as a student at the Paier College of Art and a puzzle-maker for Games Magazine, to his photos for I Spy and other books, including A Drop of Water: A Book of Science and Wonder and the Can You See What I See? series. Painted in ketchup and mustard colors, the exhibit also doubles as an educational space for kids, with placards directing young viewers to compare particular images or count the number of, say, real marbles in a mirrored maze of toys.
Wick still makes books for children, and it’s comforting to see that while he now shoots digitally (rather than on film), his approach remains largely unaltered, setting up intricate tableaux vivants of toys. Wick grew up in Connecticut, where he cultivated an early resourcefulness, repairing broken hand-me-down toys from his siblings and building skateboards for neighborhood children. He’s maintained this sense of play throughout his career — two early black-and-white photographs, “Goal Posts” and “Flooded Soccer Field” (1974), work like optical illusions, with the identical objects in the former appearing drastically different in size, and the water in the latter creating reflective images.
Wick would continue to create more tricks of the eye, at once fantastical and cerebral and totally mesmerizing. “Mirror Maze,” an image from I Spy Fun House, depicts several toy animals in a mirrored room, some emerging from archways that seemingly lead to nowhere. In “Crazy Columns,” a triumphal arch appears to have three columns, but only two actually emerge from the top. “The Amazing Mirror Maze” (sensing a theme?), which Wick submitted to Games before working for the publication full-time, features dolls in a mirrored labyrinth. It’s difficult to know which are real.


Walter Wick: Games, Gizmos, and Toys in the Attic, installation view at the Lowe Art Museum

Even when illusions aren’t part of the image, there’s a fun novelty to each photograph. In “Balancing Act,” created for the Kids Gallery of the Connecticut Science Center, Wick balanced 117 objects on a Lego block without any adhesive (stepping on a Lego is excruciating, so I’ve never doubted their strength). And the models used for his Can You See What I See? books are the exhibition’s most delightful components, with detailed dioramas of fairy-tale castles, haunted houses, and beach shacks presented alongside their accompanying photographs. Wick photographed and zoomed in on these models until everything tiny became massive, a child’s eye-view of a microcosmic world. In “Entertaining the Guest,” from Can You See What I See? Out of This World, jesters juggle and dance for seated royals. The accompanying model allows viewers to see details omitted from the photo; there’s even a button to switch on the dining hall lights.
What is it about very small versions of regular-sized objects that feels so charming? Though I was drawn to Christmas dioramas and Polly Pocket’s crumb-sized accessories as a kid, it’s not simply the whimsy of childhood that makes tiny things so attractive. Consider the Tiny Kitchen video series, this hamster eating a penny-sized burrito, or the work of miniature artists: there’s an explicable appeal, even for adults. Though it’s been attributed to creating the feeling of control — it’s easy to imagine oneself as the ruler of a pint-sized, self-contained kingdom — I don’t buy it.
While Wick’s photographs aren’t presented to scale — a plastic elephant grows to the size of a real one; a cardboard android, knee-high in reality, becomes a skyscraper in a robot city — the brain understands them as toys, diminutive pretend worlds presented up-close. To complicate them with illusion and games enables full, meditative immersion into these mini-universes. The desire for this sort of magical escape isn’t just confined to childhood. Indeed, at this exhibition, I lamented that “touching the art” was prohibited, mostly because I wished to jump inside it.
Walter Wick: Games, Gizmos and Toys in The Attic continues at University of Miami’s Lowe Art Museum (1301 Stanford Dr, Miami) through September 24.


https://hyperallergic.com/389262/the-trickster-artist-behind-the-i-spy-books/?utm_medium=email&utm_campaign=Letting%20Go%20of%20Our%20Obsession%20with%20Memorials&utm_content=Letting%20Go%20of%20Our%20Obsession%20with%20Memorials+CID_ac01250c3589ab9dc0f9e862cca1faec&utm_source=HyperallergicNewsletter

martes, 29 de agosto de 2017

20 OTTOBRE DEBUT AL TEATRO REAL. MASSIMO CAVALLETTI AGGIORNATO, UN BARÍTONO ITALIANO MUY REAL (Y DEL TEATRO REAL)

TROVATE PIÙ D´INFORMAZIONE SULA iv GALA LÍRICA ENDESA AL TEATRO REAL DI MADRID SU QUESTO LINK:

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Massimo Cavalletti, Max, como lo llaman sus amigos, tiene una imponente presencia escénica, es fotogénico y de una voz potente y fresca, que cuida e intenta siempre mejorar, con el trabajo cotidiano y el cuidadoso estudio de los roles que se le van presentando. Rezuma simpatía y conserva en algún hueco de su personalidad, un toque aniñado que no hace sino amplificar aún más su empatía a la hora de entrevistarlo.
El clima es propicio para las confidencias, pero no todas las preguntas se pueden formular ni tampoco se puede responder siempre a ellas. Mucho queda en el aire, en las fronteras de lo dicho y expresado, guardado, en algún lugar del cosmos, para siempre. Es sobre todo importante, no volver sobre lo que siempre se le pregunta, sobre lo gastado ya en otras ocasiones.
Originario de Lucca, hace 38 años, una ciudad toscana rebosante de historia, que también vio nacer al maestro Puccini , ha conquistado los más prestigiosos teatros de ópera y los festivales internacionales, como el Metropolitan de Nueva York, la Scala de Milán, la Royal Opera House, de Londres, la Staatsoper de Viena, el Festival de Salzburgo o la Opernhaus de Zurich.
En la temporada 2016-2017 estuvo en: La Bohème (Marcello) en el Met y en el Teatro Regio di Torino, Falstaff (Ford) en el Teatro alla Scala Il barbiere di Siviglia (Figaro) para  la inauguración del nuevo teatro de ópera de Dubai, Don Carlo (Rodrigo) en la conmemoración del 80° Maggio Musicale Fiorentino y en la Berliner Staatsoper. Sus pasadas actuaciones comienzan a ser incontables pero aquí nos interesa traerlo al día de hoy.
Comenzó sus estudios de canto en su ciudad natal con Graziano Polidori, antes de ser alumno de la Accademia di Perfezionamento del Teatro alla Scala, donde estudia con Luciana Serra. Hay que destacar sus colaboraciones musicales con directores de orquesta como Daniel Barenboim, Zubin Mehta, Riccardo Chailly, Nello Santi, Fabio Luisi, Daniele Gatti o Daniel Harding. Su discografía comprende las ediciones DVD/Blu-Ray de las producciones de La bohème de Salzburgo y Valencia, Falstaff de Zurich y Sallzburgo y Simon Boccanegra del Teatro alla Scala de Milán.
Hay que incluir también sus representaciones en el Noé del Arca de Noé de Benjamin Britten, Lord Rochefort de la Anna Bolena de Donizetti, el Don Pasquale de Malatesta, el Ruggiero de La judía de Halévy, o el rey, en el Cid de Jules Massenet, entre otras destacadas.

Un verano éste, de trabajo.

En este mismo mes de agosto, Massimo Cavalletti hizo su debut como Riccardo en I Puritani, en el Festival de Ópera de Savonlinna, los días 1 y 4, en una producción invitada del Teatro Real de Madrid, de Emilio Sagi, con la dirección musical del Maestro Evelino Pidò y escenografía de Daniel Bianco. Cantó junto a María José Moreno, que interpretó el rol de Elvira, Francesco Demuro el de Arturo y Fernando Radó el de Sir Giorgio. El Teatro Real y todo su equipo artístico y de apoyo volaron a Savonlinna y hay que decir que esta vez, también en el extranjero, dieron “el do de pecho”, como suelen hacerlo en casa.

El barítono de Lucca, nos explica que “esta es mi segunda creación de Sir Riccardo Forth, después de mi debut en ese rol en Florencia en 2015. Me agrada confesar que esta vez me siento mucho más cómodo dentro de la piel de Forth, gracias al Maestro Evelino Pidò, que me ayudó en la consecución de este pináculo del belcanto.
Riccardo para mí es un carácter positivo, un hombre de grandes principios, víctima de un amor desdichado. Lo más destacado de su papel se encuentra en el aria del primer acto, cuando puede desvelar su alma gracias a la conmovedora partitura de Bellini, y al final del segundo acto, en su dúo con Sir Giorgio, un pasaje ampliamente conocido y popular, que subraya su enorme fuerza interpretativa y moral.
Además, Emilio Sagi otorga un sentido y una motivación a lo que sucede en el escenario pero esta producción es además fantástica y especial por llevarse a cabo en el espacio natural que ofrece el Castillo de Savonlinna, que es tanto un teatro en la realidad como la realidad en el teatro.”
Después de algunos días de vacaciones, cuyas fotos compartió con sus amigos y seguidores, en el mar, ha retomado los ensayos y la localización de su próxima representación, como el Ford de Falstaff en la Ópera de Astana, los días 1,4,6 y 8 de septiembre. El mando de la nave, a cargo del Maestro Zubin Mehta, con quien ha colaborado tantas veces por el mundo y la regia de Damiano Michieletto. Juntos en el proyecto, otros cantantes como Ambrogio Maestri, en el papel de Falsftaff, y el Fenton de Francesco Demuro. También participan Carmen Giannattasio y Annalisa Stroppa para esta magnífica producción viajera, cuya responsabilidad es esta vez del Teatro alla Scala (on tour).


 Entrevista

A.P.: Has estado en todas partes, en Japón, en Tokio…
M.C.: En Japón he visitado muchas ciudades…tres veces, dos con el Teatro la Scala, en Masumoto, en China en 2011 con Elisir d´amore.
A.P: En Europa también, en los dos teatros Reggio, el de Parma y el de Torino, en Dublín, Amsterdam, Bruselas, Valencia en España…
M.C: Valencia, Sevilla y Barcelona en España y Valencia fue la primera, con Bohème y la dirección de Chailly. Hicimos también un DVD, fue una experiencia increíble. Me gustó muchísimo trabajar en el Palau, donde me he encontrado muy bien y también en Sevilla. El teatro es bellísimo. Allí hicimos L´elisir, una hermosa producción italiana, y trabajé en Barcelona con Carmen de Calixto, en 2015.
A.P: El día que estuve en la rueda de prensa de Plácido Domingo comentaba la tiranía de los directores de escena y decía que en Munich, había una ópera horrible desde hacía 20 años que continuaba y defendía esta ópera semiescinificada que han hecho, el Macbeth. Esta forma simple pero honesta de cantar ópera, sin tener una partitura delante cuatro horas. La ópera es también teatro pero no solo eso. Carlo Colombara, el bajo que tú conoces, decía en una entrevista que le hice detrás del Teatro Real, también, “No es posible decir, “te mato con este cuchillo…y disparar una pistola”.
M.C.: Yo trabajo con los directores de escena modernos y también con los clásicos. He tenido la suerte de haber participado en las producciones más antiguas que pueden encontrarse en los grandes teatros del mundo, son fantásticas, la Carmen de Viena o la Bohème de La Scala.
A.P.: Y el mundo de la voz…
M.C.: Y de la voz, justamente. Al final,  La voz vence siempre, porque esta y la música están siempre “al top”, pero hay muchos “registas” que toman ideas del texto, porque no es posible para todas las óperas, hacer transposiciones a otras épocas, otras ideas, no se puede aplicar Freud a todas las óperas del planeta.
A.P.: Soy psicóloga, comprendo perfectamente lo que me dices. No siempre la ópera es tan complicada.
M.C.: Con todo el mundo de hoy pero respetando los climas. Mimí muere de un cáncer, pero se aprecia el final de la juventud  en la sociedad de hoy. Los sentimientos, creo, son siempre los mismos: el amor, los celos, el perdón, el pecado, en todos los lugares del mundo, todos entienden el amor, o los celos, pero hay que ponerlos de manifiesto.
A.P.: Es esto lo que permite continuar a la ópera a través de los siglos.
M.C.: Claro. Por ejemplo, si se quieren ver siempre los aspectos malsanos, por ejemplo, el sexo, en escena, creo que hoy es inútil.
A.P.: En los montajes del Teatro Real hemos tenido muchos desnudos, sexo, en las óperas…
M.C.: Pero el desnudo en la ópera no tiene sentido, porque puedes abrir  Internet o mirar la televisión y encuentras pornografía en cualquier parte, ya no hay secreto, ni en esto  ni en el tratamiento de la homosexualidad. Entonces, yo pienso, tal vez podemos regresar a un neoclasicismo más respetuoso.
A.P.: En esta sociedad y rastreando el origen de la partitura.
M.C.: .Sí, porque el público busca en el teatro olvidar los problemas que tiene y también los que le muestran en la televisión, no quiere encontrarse con lo mismo. Quiere relajarse, soñar, pensar que hay un futuro.
A.P.: Jugar al juego de la propuesta teatral y musical. Haber nacido en Lucca, la tierra de Puccini, ¿es algo especial para ti?, porque se habla mucho siempre de la impronta que tiene en los seres humanos el lugar donde se nace
M.C.: Yo he cantado muchísimo Puccini. Me siento muy cercano a su lenguaje. El habla y describe como alguien de Lucca.
A.P.: ¡Ah! No sé cómo sienten los de Lucca. Sin embargo conozco bastante a los italianos porque mi abuelo era italiano.
M.C.: Somos un pueblo bastante cerrado en sí mismo que se abre sin embargo cuando está fuera de su ciudad.
A.P.: Sois un poco etruscos…
M.C.: Hice un poco como Puccini. Me fui de Lucca y todavía no volví. Lucca es muy católica, luego sales fuera y tienes otra información y otras ideas. Lo percibo en su amor por la vida, por las mujeres bellas. Yo también siento eso. Las palabras que Puccini utiliza en sus óperas a menudo son dialectales. Y también la música es de mi tierra. Puedo cerrar los ojos y ver mi tierra.
A.P.: Sin embargo suena muy contemporánea y universal su música.
M.C.: Es cierto, pero algunos momentos me resultan muy familiares, de mi lugar. El color, esos marrones, verdes, esa zona nuestra, entiendes, del lago, donde vivió. Me siento muy cercano a él.
A.P.: Pero sabes que si un día vuelves, tu ciudad ya no será la misma y tú también serás alguien diferente. Yo dejé mi ciudad hace muchos años y cada que vuelvo veo que no soy la misma, ni el lugar, ni la gente.
M.C.: Pero esta idea está en mí, es un poco romántica, pero te aseguro, me siento muy cerca de Puccini y cuando vuelvo a Lucca lo siento. Es extraño, Lucca, te repito, es muy cerrada. Cuando no sales no tienes la necesidad de irte, pero cuando te vas, te abres, como le sucedió a Puccini. Entonces ya no sientes más deseos de estar encerrado y esta gran apertura, en busca de vitalidad, esta necesidad del amor, de la vida, se siente en sus óperas.
M.C.: Sí, lo es. Creo que después de tantos años continuamos discutiendo sobre Puccini, que creó la posibilidad de pensar, de intentar comprender qué hay detrás de sus personajes, que son todos  muy reales.
A.P.: Hay una clave, un secreto para cada personaje. No quiero hablar de Turandot. Bohème parece muy fácil …
M.C.: Bohème quiere enseñar que en un momento de la vida la juventud termina y que hay que entender que no se trata de buscar la felicidad efímera, de perder el tiempo. Y que hay que, alguna vez,  ser adultos, mayores. Cuando Mimí muere, sus amigos se hacen adultos, se han convertido en hombres. Mimí es el final de la juventud y el comienzo de la vida real.
A.P.: ¿Y la conciencia de la no inmortalidad?
M.C.: Y de la existencia de la verdadera vida.
A.P.: ¿Cómo nace tu interés por la música?
M.C.: A los seis años comencé a estudiar piano, órgano, cantaba en la iglesia, sin pensar en convertirme en cantante lírico. Eso comenzó con 20 años. Encontré un sacerdote que me dijo que podía dedicarme a eso. Pero yo no quería, quería ser ingeniero y después sucedió que cuando me hice consciente del “canto canto”, “lírico lírico”, poco a poco, empecé a creer que lo podía realizar. Y ahora, ¿qué te puedo decir? A partir de ahí ha comenzado el amor, no es algo que nació cuando era pequeño. No solía escuchar música lírica ni veía ópera. Ya trabajaba un poco. Creía que la ópera no era para mí. Cuando hice ejercicios por primera vez no me gustó.
A.P.: ¿Y ahora?
M.C: Ahora no puedo vivir sin esto. Pero quiero decirte algo: no quiero hacerme mayor como Plácido o Leo (Nucci). De aquí a 12 o 15 años, quisiera tener seguridad económica, pero luego me gustaría tener una familia. Y dejarlo. El cantante lírico no tiene una verdadera vida. Está casado con el canto. Me gustaría en cambio, tal vez, enseñar, cantar conciertos, pero no quiero ser esclavo de mi voz, ¿entiendes? Porque no es justo ser esclavo de la voz, hay otras cosas aparte del teatro, ¿no? Mi sueño es cantar los grandes roles verdianos, para descubrir la bondad de los personajes y su psicología.
A.P.: Y respetar los papeles en función de la edad?
M.C.: Sí y cuando llegue a un determinado punto… no quiero continuar eternamente.
A.P.: Justamente quería comentarte que Leo Nucci se ha vuelto inmortal con su rol de Rigoletto. ¿Cuándo es el momento ideal para cantarlo?
M.C.: En mi caso, a los 42, 43, pero Nucci es un grandísimo artista que ha sabido utilizar su voz para hacer todos los roles de padre verdiano. Es músico, toca varios instrumentos de fiato, es regista, escenógrafo, compone también. Hace de todo. Es lo que se considera un músico de verdad. En una reciente entrevista ha dicho que después de Plácido y él no hay barítonos en el mundo de hoy. Creo que para nosotros, jóvenes, es difícil ser artistas líricos, porque faltan los maestros. No hay muchos maestros, la relación entre los directores, los registas y los cantantes no existe. Nucci y Plácido han tenido enormes directores que les han enseñado mucho, el trabajo de cada día, con Mehta, con Maazel, con todos y registas como Zeffirelli y han crecido con su música, el teatro era entonces de los grandes. Hoy cada uno debe salvarse solo y tampoco la vida del cantante hoy no tiene esos grandes cachés ni esos privilegios…

A.P.: Para vivir como príncipes…
M.C.: Ni el trato. Hoy ser un cantante lírico es muy distinto, no solo debe preocuparse de la voz.
A.P.: También cambió el público.
M.C.: Sí, el público también está un poco perdido. Antes se trabajaba para tener un gran resultado, hoy para vender entradas. Es importante tener el teatro siempre lleno. El público se habitúa a esto. Es como si fueras a comer a un gran restaurante y la comida que te dan es cada vez peor, pero como es famoso piensas que sigue siendo excelente.
A.P.: Todo se vende como un producto.
M.C.: Si el patrocinador quiere tanto público… hay que procurar conseguirlo, pero estimo muchísimo a Nucci, a Domingo, que han conseguido llegar  a una cierta edad y llegar bien. A los sesenta o setenta no es fácil mantenerse. En la lírica se trata de quién llega el último, no el primero. Es una carrera.
A.P.: De fondistas.
M.C.: Hemos visto tantos cantantes brillantes que luego se han perdido por el camino, porque han escogido un personaje demasiado pronto, porque querían ser los mejores a los 30 y eso es imposible.
A.P.: Porque se han expuesto demasiado. ¿Cuáles son tus modelos como cantantes? Hemos hablado de Nucci, de Domingo.
M.C. Para mí Bastianini junto con Cappuccilli. Ellos dos son columnas.
A.P. :  Cappuccilli tenía una voz maravillosa.
M.C.: El barítono es una cuerda particular, porque es la verdadera voz del hombre sin forzar No hay extremos. Existen, pero en los barítonos de hoy hay voces óptimas, aunque debemos dar la posibilidad a los jóvenes de hacer la experiencia. No se me puede comparar, con casi 39 años,  con Nucci o Domingo. Se recuerda a los cantantes de veteranos, habría que recordarlos de jóvenes.
A.P.: Esto es más fácil hoy en día con Youtube.
M.C.: Pero no siempre encontrarás las grabaciones de hace años. Te repito, en mi generación, hay muchos barítonos jóvenes que pueden ser grandes en el futuro, pero debe dárseles la posibilidad de crecer. Hay dos generaciones de barítonos que se han perdido, porque han escogido mal el repertorio. Han quedado los consagrados y los más jóvenes. En el medio ya no hay nada. Hay que dejar a la voz el tiempo de crecer.
A.P.: Y también al ser humano, porque la voz no es algo separado de la persona. ¿Tienes otros proyectos con el Teatro Real? ¿Cómo te sientes con el rol de Puritani, de Riccardo?
M.C: Es un papel magnífico y de los mejores del bel canto, que requiere capacidad vocal y una atención a la técnica. Es la primera vez que trabajo con el Teatro Real, que es una sala preciosa y tiene una organización excelente.
A.P.: Creo que está pasando una buena época…
M.C.: Espero poder volver a colaborar y venir a cantar al Real porque me parece increíble. No hay proyectos seguros pero estamos hablando y espero regresar pronto a actuar en España, un lugar donde la ópera  se aprecia y el público tiene una conciencia del arte elevada.
A.P.: Entre tus compañeros de viaje están Nucci, Mehta, ¿son importantes estas figuras como modelos? Acabas de cantar esta primavera con Mehta en el Maggio Fiorentino, el Rodrigo del Don Carlo…
M.C.: Con el maestro Mehta tengo una excelente relación, porque con él debuté en todas las óperas verdianas que he cantado y tenemos siempre buen rapport para hacer ópera juntos, en el Maggio, en La Scala y con los otros con quienes he trabajado, siempre han aportado algo más al artista. Transmiten una experiencia, un conocimiento que mira a la vez, al pasado y al futuro.
A.P. Han recogido toda la historia anterior y la pasan.
M.C. Este es el rol de un maestro. No hacer ver que es un maestro, sino enseñar como tal. Esto es importantísimo.
A.P. ¿Qué me puedes decir de tu técnica que no sea un secreto?
M.C: La técnica es algo que te salva cuando estás mal. El cantante que funciona bien canta con su naturaleza. La técnica te ayuda a engrasar todo y te sirve para cambiar la voz en los diferentes repertorios, para adaptar, para ahorrar energías en una ópera larga y lo más importante: para conseguir utilizar el sentimiento, la voz y el cuerpo de una vez. No es solo respirar, cantar, sino utilizar el cuerpo y forjar el sonido y la palabra, lo más importante de la ópera, la dicción, el lenguaje de la ópera lírica, es una palabra que pasa dentro del sonido que la sostiene. Es un mensaje triple hacia el público: ver, sentir y escuchar. Esto aporta la técnica.
A.P.: ¿Cómo se construye el personaje?
M.C.: Se construye con la lectura histórica y la atención profunda buscando la correspondencia entre personaje y personaje. Considerando las palabras escritas, cómo son de fuertes, la música, si de tensión, relajante, dulce, intensa, todas las notas tienen un color y el cantante es como un pintor con una paleta llena de colores y pone a cada palabra un color y la misma palabra puede tener dos colores. Negro, rosa, depende cómo lo sientes. Puedes cantar una frase con gran depresión o gran felicidad.
A.P.: Esto debes buscarlo en las ideas del compositor y el libretista.
A.P.: Amo al marqués de Posa del Don Carlo de Verdi, un personaje muy especial para mí. Por eso he ido hasta Florencia, al Maggio, a verlo. ¿Qué significa? ¿Es alguien evanescente? ¿Describe  la falta del sentido de la realidad, la fuerza, la valentía, la honradez?
M.C.: Mira, es un político que cree en el ideal de la libertad, la igualdad de los hombres. El personaje que Schiller coloca como apertura de la revolución Francesa.
A.P.: Y puede aportar una respuesta a sus preguntas…
M.C.: El sabe que morirá, después del cuarteto sabe que su vida terminó pero no le importa. Como Jesús, que muere para salvar todos los hombres como Rodrigo. Ha dejado la espada para tomar el ideal. La revolución francesa. La igualdad. No es posible, pero es el ideal. Sin esto, estaríamos en las cavernas, no en el espacio. Pero estos parámetros  están en la base de nuestra sociedad: la guerra, la destrucción de todo. El espíritu es otra cosa.
A.P: ¿Cómo haces para aprender tantas cosas mientras cantas?
M.C.: Intento estudiar la mentalidad humana y trabajar conmigo mismo.
A.P.: ¿Solo? Es una pregunta un poco indiscreta.
M.C.: También tengo maestros, el hombre es un poco…, sabes, hay que darle una forma.


A.P.: Cada vez, cada día, recomenzar otra vez.
M.C.: Es la vida que tenemos. Nos equivocamos y aprendemos a entender. Los jóvenes vendrán, por ejemplo al teatro, cuando le demos lo que necesitan. Hoy es muy difícil gestionar los problemas, pero si un estado no aporta la enseñanza en el cine, el teatro, los media, no dice qué es importante, las personas tomarán lo más fácil, el camino más breve que no es el mejor. El largo sí. Nuestros jóvenes ven la televisión y piensan que lo que ven es real. Por eso en el teatro debería existir la cultura de la verdad. Pero es difícil de digerir esto. Si los gobiernos venden la verdad, se desmoronan. Mejor vivir en un mundo de cosas con las que perdemos el tiempo sin saber qué hacemos realmente. El teatro vende una parte de verdad y el artista debe agregar las cosas como son.
A.P.: Hemos construido un universo que no funciona.
M.C.: Sí, de miedos, tenemos miedo de hacer, pero debemos hacerlo. Hay que recuperar la confianza en el hombre, en nosotros y ofrecerla, la confianza. Si no la das, nunca la tendrás.
A.P.: Porque si esperas que comience el otro… Muchísimas gracias, Massimo y muchos roles.
M.C.: Gracias a ti. Ha sido un verdadero placer. 
A.P.: Y también, “in bocca al lupo” per Astana. Nos vemos.

Alicia Perris