martes, 28 de agosto de 2018

ANTONIO MANZINI: "LA NOVELA NEGRA ES EL MEJOR MODO DE NARRAR ITALIA" IRENE HDEZ. VELASCO





El escritor italiano Antonio Manzini, fotografiado en Roma. GIANNI CIPRIANO

Andrea Camilleri le señaló como sucesor en el trono del rey italiano del género negro, ha creado al policía corrupto Rocco Schiavone y odia Roma
Hace tiempo que muchos consideran a Antonio Manzini (Roma, 1964) como el sucesor natural de Andrea Camilleri, como su heredero al trono de rey italiano de la novela negra. Pero ha sido el propio escritor siciliano, en la actualidad nonagenario y ciego, quien más ha contribuido a agigantar esa idea. Al fin y al cabo en una de sus últimas novelas Camilleri obliga a su gran creación literaria, el inspector Salvo Montalbano, a realizar afectuosas referencias al subcomisario de policía Rocco Schiavone, la criatura obra de Manzini. "Se trata de un regalo maravilloso que me ha hecho mi amigo Camilleri y que me ha emocionado. Pero Camilleri no tiene sucesores, Camilleri es Camilleri, basta", zanja el escritor romano.Montalbano y Schiavone son muy distintos, pero tienen algunas similitudes: ambos son tipos de carácter hosco, bastante cínicos pero con una enorme humanidad y un sentido propio de la justicia que no siempre se ajusta al de la estricta legalidad. Pero Schiavone es mucho más canalla -fuma porros, se queda con alijos de marihuana, tiene amigos delincuentes y redondea sus ingresos metiéndose en el bolsillo las mordidas que pilla a los corruptos- y, sobre todo, vive en perpetuo cabreo contra el mundo. En 7-7-2008, la fecha que da título a la quinta entrega de aventuras de ese policía romano desterrado en una fría localidad alpina y que ahora publica en España la editorial Salamandra, entendemos algunos de los motivos de su enfado profundo.
Rocco Schiavone, el subcomisario que protagoniza sus novelas, es un tipo enfadado, profundamente desencantado. ¿Representa a la Italia de hoy?
Nunca lo había pensado, pero probablemente así sea. Schiavone forma parte de esa Italia desilusionada, que está hasta las narices, que no soporta ver cómo todas esas cosas que deberían de ser elementales cada vez están peor... Efectivamente, es un tipo desencantado, que apenas cree en las instituciones de las que él mismo forma parte. Sólo cree en las cosas que le han enseñado a ser mejor persona: el amor, la amistad...
En toda Europa, incluida Italia, asistimos a un auge de los populismos...
No son populistas, son fascistas, fascistas travestidos de populistas. Son reaccionarios, idiotas, gente no preparada, ignorantes. Italia se está volviendo un país fascista, aunque en realidad siempre lo ha sido. Hicimos leyes raciales, mandamos a judíos a campos de concentración... Pero hacemos como si no hubiera ocurrido. Total, uno va el domingo a la iglesia, se confiesa y ya está. El gran problema de Italia es que es un país de irresponsables, de personas que siempre echan la culpa de lo que sucede a los demás, y eso tiene mucho que ver con el catolicismo. El catolicismo siempre te absuelve.
¿Quizás por eso Schiavone es tan distinto de los detectives de los países nórdicos, de los países protestantes?
Seguramente. Siempre he pensado que nuestra moral, y digo nuestra porque me refiero a España e Italia, es distinta. Los del norte cuando se equivocan lo hacen de manera catastrófica, sólo hay que pensar en Ingmar Bergman y su sentido del destino, de la culpa continua. Nosotros nos equivocamos y sin embargo nos vamos a la playa, porque oye, qué se le va a hacer; lo hecho, hecho está y no se puede cambiar. Puede que la nuestra sea una buena filosofía de vida, porque a nivel individual nos permite vivir de un modo más sonriente, más sereno. Pero como país civil, como sociedad, estamos muy atrás, faltan los cimientos morales fundamentales. No sé si ha visto el lío que hay ahora en Roma con la construcción del nuevo estadio de fútbol, ha salido a la luz una vez más la historia de un empresario que se ha dedicado a repartir mordidas... Pero es que en este país si un empresario no unta y va repartiendo dinero se queda sin trabajar. En Italia sólo trabajas si corrompes, si no, no trabajas. Aquí todo está corrupto, todo está podrido.
También Rocco Schiavone es corrupto...
Por supuesto que lo es, cómo no va a ser corrupto si vive en Italia. Pero al menos él admite que es una persona horrible, que nadie debe de tomarle como ejemplo.
Su subcomisario también fuma porros...
Sí, eso es lo que más escandaliza de él, que fume marihuana. El que robe no escandaliza, pero que fume marihuana sí. Es terrible. Es algo muy hipócrita, muy italiano.
Schiavone es romano pero vive en el Val d'Aosta. Usted también es romano pero vive fuera de Roma...
Es que ya no me gusta esta ciudad, ya no es mi ciudad. Roma se ha convertido en una ciudad de bárbaros, sucia, enfadada. La degradación de Roma es monstruosa, cada vez que vengo me dan ganas de llorar. Como dice mi mujer, es como ver a la gente caminando sobre la Gioconda, es la misma sensación. Es así de terrible, pero es así como tratan a Roma. Pero ojo, que los primeros en comportarte así son los propios romanos, que no aman su ciudad. Basta con ver cómo ensucian su ciudad, cómo la tratan, cómo la detestan. Y a eso se añade que Roma soporta desde hace años un mal gobierno. No, no puedo vivir en esta ciudad.
Italia es un país con una gran tradición de escritores de novela negra. ¿A qué cree que se debe?
Quizás la novela negra sea el mejor modo de narrar Italia, un país que tiene muchos delitos y crímenes. Por otro lado muchas de las grandes novelas, de los grandes clásicos, tienen como trasfondo un crimen, sólo hay que ver Crimen y castigo. Creo que es en el crimen donde se tiene el valor de revelar el alma de las personas.

http://www.elmundo.es/cultura/literatura/2018/08/26/5b82efe9268e3e18798b45ad.html

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