jueves, 20 de agosto de 2020

VERSIÓN CINEMATOGRÁFICA DE LA TRAVIATA DE PIZZI, DEL TEATRO REAL (2003) EXHIBIDA AL AIRE LIBRE EN ROZAS DE PUERTO REAL

Rozas de Puerto Real, es una de las únicas 5 localidades madrileñas que pudo disfrutar este verano de este espectáculo tan especial, ópera al aire libre en cine.


Recinto de Rozas de Puerto Real, multiuso, donde tuvo lugar la proyección de La Traviata del Real

Es una forma de encontrar alternativas a las actividades más tradicionales, para que este lugar, donde acuden turistas todos los veranos, amplíe su espacio cultural y de convivencia entre vecinos de diferentes intereses. Una iniciativa excelente y a aprovechar.

Única función, 20 de agosto, 22.30 horas, en el recinto de la piscina municipal, gratuito pero con aforo limitado. Dentro del programa de la Comunidad de Madrid: JUNTOS 2020, una ópera  que la compañía La Barraca Cinematográfica ofrece una ópera cedida por el Teatro Real

La versión que se ofreció no fue la última de julio de este año, con seguridad especial por el coronavirus, reseñada en su día en este blog**,  sino la producción de 2003, con una propuesta escénica ambientada en el París ocupado de los años 40 del siglo XX, siendo la marca inefable de  la época, la cruz gamada nazi que un miembro del coro, uniformado, llevaba en el brazo. El elenco y los colaboradores fueron entonces, estos:

La Traviata. Música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco Maria Piave basado en "La dama de las camelias" de Alejandro Dumas hijo. Probablemente, una historia casi autobiográfica del autor o de su entorno.


Reparto

Norah Amselem (Violetta), reemplazó a Angela Gheorghiu, que canceló sus actuaciones.
Itxaro Mentxaka (Flora),
María Espada (Annina),
José Bros (Alfredo),
Renato Bruson (Giorgio Germont),
Ángel Rodríguez (Gastone),
Juan Tomás Martínez (Douphol),
Marco Moncloa (D'Obigny), Lorenzo Muzzi (Grenvil).
Coro y Orquesta Titular del Teatro Real. Director musical: Jesús López Cobos.
Director de escena, escenógrafo y figurinista: Pier Luigi Pizzi.





Nueva producción del Teatro Real en colaboración con la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera y el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Teatro Real, 1 al 15 de octubre de 2003.


La soprano francesa Norah Anselem* especialista en música francesa e italiana, estaba en el momento de la grabación en una plenitud actoral y vocal casi inmejorables: de una voz con amplio registro, agudos sorprendentes, bajos bien anclados y una sensibilidad a flor de piel, de bella presencia escénica, creó a su alrededor un efecto de halo que iluminó los distintos actos de una de las obras más escuchadas y seguidas de Giuseppe Verdi.


*Estudió arpa y piano antes de pertenecer al coro de Radio France. Participó en programa Merola de la Ópera de San Francisco. Recibió su Bachillerato en artes en la Universidad de Princeton con perfeccionamiento en el Programa Lindemann del Met, en la Juilliard School de Nueva York, y con Lorraine Nubar y Renata Scotto. Se destaca por sus interpretaciones en los roles de Violetta en La Traviata de Verdi, Mimí y Musseta en La Boheme de Puccini, Gilda en Rigoletto, Liu en TurandotManon de Massenet, Norina en Don Pasquale, Adina en L'elisir d'amore, Julieta en Romeo y Julieta de Gounod, Leila en Los pescadores de perlas, y Micaela en Carmen de Bizet con la que saltó al estrellato internacional.
Ha actuado en el Metropolitan Opera de Nueva York, La Scala, la Ópera de San FranciscoCovent GardenWiener Staatsoper, Múnich, Berlín, París, el Liceo de Barcelona, Teatro Real de Madrid, en Buenos Aires (Teatro Colón), Génova, Bolonia, Florencia, Santiago de Chile, Seattle, Palm Beach y otras plazas líricas.
 
Buen acompañante de la protagonista el tenor José Bros, entregado y con una bella voz, reconocido con francos aplausos por los asistentes de la velada, aunque uno de los más vitoreados de la noche fue sin duda el barítono Renato Bruson, de papel antipático, patriarcal pero agradecido, con una actuación y un instrumento cálido, profundo, amaderado, siempre a tono con las necesidades de las circunstancias dramáticas de su rol.

Excelentes los acompañantes de los primeros papeles, Angel Rodríguez como Gastón, un Douphol  muy acertado por Juan Tomás Martínez y muy adecuados Marco Moncloa y Lorenzo Muzzi como D´Obigny y Grenvil, respectivamente.

La orquesta dirigida por Jesús López Cobos alcanzó en esta ocasión unos tintes bonitos, luminosos, equilibrados en la sonoridad, donde cada sección de la orquesta aportaba frescura o solidez narrativa, según fuera necesario. Excelente conexión también con el coro, ajustado y sobrado.

Preciosos los figurines y los escenarios, muy Bauhaus por momentos, de Pier Luigi Pizzi, que crearon un clima que no chocaba con el tiempo novelesco del siglo XIX original, sino que, una vez acostumbrada la mirada, lo definía dramáticamente con claridad. Parece - se comentó en su día- que fueron la causa del abandono precipitado de la soprano Gheorghiu de su prestación en el Teatro Real.

El interés del regidor de Rozas de Puerto Real, zona ganadera y cazadora, amante de los toros, siempre pendiente de las ofertas culturales, además gratuitas para sus ciudadanos, y el público que acudió al pase cinematográfico de esta versión de Traviata del Teatro Real de 2003, resucitaron una producción del coliseo de la capital que, entonces, contrataba más cantantes españoles, como siguen reclamando todavía en la actualidad los críticos de música más veteranos.

El túnel del tiempo nos permitió evadirnos temporalmente de esa sensación de encierro psicológico y a veces físico que produce la amenaza real de una pandemia que viene azotando el planeta desde finales de 2019. Este viaje, esta vez nos devolvió la alegría y la satisfacción de comprobar, con alivio, que seguimos vivos y con la capacidad intacta de poder continuar disfrutando de la Belleza. Desde luego, una "Traviata", ben "trovata"


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https://aliciaperris.blogspot.com/2020/07/el-teatro-real-de-madrid-consiguio-el.html

Alicia Perris
Fotos de la velada de ópera en cine y espacios, Julio Serrano















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