domingo, 25 de mayo de 2025

CANAL ACADÉMIE: SEBASTIAO SALGADO. MILER LAGOS. GETSEMANÍ. PRENSA DE OLIVO. GALERÍA MAX ESTRELLA

 


Mar 27/05/2025 16:40


GALERÍA MAX ESTRELLA. MILER LAGOS

24 Abr - 1 Jun, 2025

Max Estrella presenta la segunda exposición individual de Miler Lagos en la galería. El artista colombiano muestra una serie de grabados realizados con la técnica del intaglio a partir de troncos cortados horizontalmente. 

Lagos ha logrado incluir en la exposición una sección de tronco de un olivo calabrés de 1800 años de antigüedad, que tras sufrir deterioro durante un traslado fue localizado y recuperado por el artista. Símbolo y testigo del paso de los siglos en el Mediterráneo, la sección de olivo representa un fragmento de historia que el artista incorpora a su obra. 

Utilizando una prensa que deja impresa la huella del árbol, las obras se convierten huellas tangibles del tiempo, explorando la relación entre el hombre y el mundo natural.

 

Lo más poderoso de estas obras es que fueron soñadas antes del encuentro. El papel, hecho a mano con algodón puro, fue producido en talleres de la sabana de Bogotá sin que el artista hubiera visto aún el árbol de olivo. Todo se pensó desde la distancia. 

Cada hoja fue un acto de espera. En ese mismo lugar se imprimieron los nombres de los territorios donde el olivo ha echado raíces a lo largo del tiempo, lugares antiguos, memorias que habitan la geografía de este sin que estuviera presente. Solo al llegar a Madrid se dio el encuentro. 

El olivo milenario recibió por fin la prensa, una prensa que imprime pero también acuña. Cada grabado lleva el nombre de una antigua moneda fenicia, como si en ellos también se imprimiera un valor, una historia, un símbolo de intercambio entre mundos. El olivo también ha sido eso, moneda de cambio, reserva sagrada, símbolo de riqueza y paz. Como en los antiguos tesoros la serie La Reserva guarda esta memoria. Cada impresión es única, como si cada hoja de papel reconociera el cuerpo que durante tanto tiempo había imaginado. Así se dio este cruce entre dos mundos. – Miler Lagos

Para Miler Lagos (n. 1973, Bogotá, Colombia) el árbol es el “testigo silencioso del paso del tiempo. Es el registrador de los cambios y los acontecimientos. Es la sabiduría, la perseverancia, la resistencia y la fluidez.” Los árboles son archivos vivos, fuerza y arraigo, cuerpos que sostienen la memoria del mundo sin imponerse sobre él. Sin embargo, el hombre, se ha concedido el derecho de interrumpir ese registro.

Getsemaní es el nombre de esta exposición, parte del proyecto La Reserva, una serie de grabados realizados con intaglio a partir de troncos cortados horizontalmente. La prensa imprime la huella del árbol y las obras capturan el vestigio del tiempo atravesado por la violencia de la máquina, permitiendo que la memoria continúe de otra manera. En cada impresión sobreviven la cicatriz de la motosierra y el óxido de la placa, y con ellos nace una nueva historia que el árbol comparte con la humanidad.

Miler Lagos expone la marca de la fractura, la cicatriz que interrumpe la memoria natural, un gesto de dominación que intenta controlar aquello que lo precede y lo sobrevivirá. La serie evoca agonía y resistencia, pero también la oportunidad de vivir nuevamente. Getsemaní significa prensa de aceite, el lugar donde las aceitunas eran trituradas para extraer su esencia. Aquí la prensa es metáfora de la violencia sobre la naturaleza y del acto de imprimir como herida, permanencia y contemplación.

Como un sudario, cada obra es testimonio de lo que ha sido tocado, marcado para siempre. El árbol, que antes acumulaba historia en silencio, ahora se convierte en el testimonio visible de su propia extinción. Si el aceite de oliva fue símbolo de lo sagrado, ungüento de reyes y sacerdotes, la huella se vuelve marca de destrucción y a la vez posibilidad de reflexión.

En Madrid la serie presenta un caso particular: la impresión de un olivo milenario que murió en su traslado de Italia a España. Un árbol que resistió siglos de historia, pero que no sobrevivió al deseo humano de poseerlo. Impreso, su historia encuentra otra forma de vivir.

El olivo es raíz y frontera del Mediterráneo, patrimonio biológico e histórico protegido por leyes y por el saber campesino. Ha sido saqueado y venerado, desarraigado y resguardado. Acompañó imperios, rutas comerciales y rituales sagrados, cruzó mares y unió culturas. Sirvió de alimento, moneda y emblema de paz y resistencia. Esa tensión entre violencia y cuidado, pérdida y permanencia, habita estas obras.

Esta exposición es el vestigio de esa relación tóxica entre el hombre y la naturaleza. Como la prensa de aceite que desgarra el fruto para extraer su esencia, cada impresión registra el tiempo detenido, una herida que no cierra. La obra recuerda la paradoja: la humanidad protege lo que destruye y celebra lo que aniquila.

Pero lo que parecía el final se transforma en la insistencia de una presencia, en una forma de continuidad. En esa imagen impresa sobrevive no solo el árbol, sino el recorrido de una especie que acompañó el nacimiento de las civilizaciones mediterráneas. 

Desde las costas fenicias hasta el extremo occidental del Mare Nostrum, el olivo delineó el mapa cultural del mundo antiguo. La obra no solo recuerda lo que fue, sino abre un espacio para lo que aún perdura. Y es en esa permanencia donde el arte se vuelve espacio de resguardo, continuidad, posibilidad, celebración y archivo.

https://maxestrella.com/es/exhibition/getsemani-prensa-de-olivo/

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