jueves, 11 de abril de 2019

VIVICA GENAUX Y LES MUSICIENS DU LOUVRE HOMENAJEAN A FARINELLI EN EL TEATRO DE LA ZARZUELA DE MADRID

VIVICA GENAUX, Mezzosoprano y THIBAULT NOALLY, dirección musical y violín de Les Musiciens du Louvre. Obras de Nicola Porpora, Riccardo Broschi, Geminiano Giacomelli, Johann Adolph Hasse, Pietro Torri y Antonio Vivaldi. Martes, 9 de abril de 2019, 20:00 horas

Programa, en dos partes con pausa
NICOLA PORPORA
Sinfonía de Agrippina
PIETRO TORRI
Aria de Nicomedes: «Vo' che in mezzo del furore», de Nicomede
N. PORPORA
«Oh volesser gli Dei… Dolci, fresche aurette grate» de Polifemo
ANTONIO VIVALDI
Concierto para 2 violas y violonchelo en sol menor, RV 578a
N. PORPORA
«Il piè s’allontana», de Angelica e Medoro
RICCARDO BROSCHI
«Qual guerriero in campo armato», de Idaspe
GEMINIANO GIACOMELLI
«Sposa… non mi conosci», de Merope
N. PORPORA
«Come nave in ria tempesta», de Semiramide, regina dell’Assiria
JOHANN ADOLPH HASSE
Fuga y Grave en sol menor
N. PORPORA
«Alto Giove», de Polifemo
R. BROSCHI
«Son qual nave ch’agitata», de Artaserse

La petite histoire
Según cuentan las crónicas al uso, Farinelli, el famoso castrato, a quien se conmemora con el concierto de Les Musiciens du Louvre y Vivica Genaux,  en el teatro de La Zarzuela de Madrid, partió para España en 1737, pasando por Francia, donde cantó ante el rey Luis XV. En España, donde sólo tenía planeado quedarse unos meses, se instaló casi 25 años.

La reina utilizaba su canto en sentido terapéutico, para curar al Rey Felipe V, el primer Borbón y descendiente de Luis XIV de su depresión melancólica y sus famosas jaquecas. A cambio, el monarca no sólo acabaría dándole poder, sino el cargo de primer ministro. Farinelli era un hombre de mundo y sabio, como para usar esos privilegios con discreción. Enamorado de una aristócrata de la cual no se sabe el nombre completo, solo sus iniciales: S.I.L. residió en un palacio que mandó construir en Aranjuez.

Durante veinte años o más, cada noche, cantaba las mismas canciones al rey. Farinelli fue nombrado director del Coliseo del Buen Retiro, en Madrid, y Aranjuez, y la mayoría de las obras que montó tenían textos de Pietro Metastasio. Obtuvo el rango de caballero en 1750 y fue condecorado con la Cruz de Calatrava. Utilizó su poder en la corte para persuadir a Fernando VI para que instaurara la ópera italiana. También dirigió el Colegio Real de Santa Bárbara de Niños Músicos, popularmente conocido como «Casa de los Capones», en la calle de Leganitos de Madrid, donde también vivía Domenico Scarlatti, otro músico italiano instalado en España.

Con la llegada de Carlos III a Madrid para ser rey, Farinelli se retiró en 1760 a Bolonia con la fortuna que amasó y allí pasó el resto de sus días con Metastasio hasta su fallecimiento, pocos meses después que él. Se podría decir que terminó rico, acumulando  obsequios de la realeza y valiosos instrumentos musicales, como un violín Stradivarius y un clave, construido por Diego Fernández, que le regaló Bárbara de Braganza, la consorte real y al que le dio el nombre de “Correggio”.

No sólo cantó Farinelli, sino que también tocó instrumentos musicales con teclado y la viola d'amore. En ocasiones compuso, escribió el texto y la música de un adiós a Londres y un aria para Fernando VI, así como sonatas para órganos.
Una película ya legendaria, puso de moda a los castrati e incluso al repertorio barroco, algo abandonado por entonces. Fue dirigida por el artista belga Gérard Corbiau, conocido por sus dramas musicales, la melancólica y deliciosa Le maître de musique (1987) (un tratado sobre la adolescencia y el aprendizaje del canto y sobre todo, la relación discípulo-maestro y Le roi danse (2000). Por Farinelli, recibió varias nominaciones a los Oscar como mejor película de habla no inglesa. Actualmente vive en Bruselas, inmerso en varios proyectos.

Farinelli es una película biográfica interpretada con libertad sobre la vida y la carrera del cantante de ópera italiano Carlo Broschi, conocido como Farinelli, considerado uno de los cantantes castrato más famoso de todos los tiempos. Está protagonizada por Stefano Dionisi, La voz de Dionisi interpretando a Farinelli, se consiguió gracias a la mezcla digital de las voces de Ewa Malas-Godlewska, una soprano de origen polaco, y Derek Lee Ragin un contratenor estadounidense, con el objetivo de recrear una voz auténtica de castrato.

El director musical de la cinta fue el clavecinista francés Christophe Rousset. La grabación musical fue en hecha en la sala de conciertos de El Arsenal en Metz, con la orquesta Les Talens Lyriques. Entre los actores principales de esta cinta, Stefano Dionisi como Carlo María Broschi (Farinelli), el siciliano Enrico Lo Verso como ---Riccardo Broschi---y Elsa Zylberstein como Alexandra Harris (Esposa de Farinelli).

Como bien explica el especialista José María Domínguez, “Las arias (estas que se escucharon en La Zarzuela también) desde el punto de vista musical, presentan una paradoja. Todas son iguales en su forma, el famoso da capo y suelen tener el mismo principio formal: basadas en un breve poema de dos estrofas, la música de la primera parte, se repite después de haberse cantado la segunda, dando lugar así a una estructura musical tripartita. De esta forma, existe la posibilidad de que el cantante improvise ornamentos vocales durante la repetición del comienzo”.



El concierto en La Zarzuela: Memoria de Farinelli
Vivica Genaux (Fairbanks, Alaska, 10 de julio de 1969) es una mezzosoprano norteamericana.. Ha cantado en óperas como El Barbero de Sevilla en la Ópera Metropolitana de Nueva York, La Italiana en Argel en la Ópera Nacional de París y La Cenerentola en la Ópera de Dallas y en la Bayerische Staatsoper.
Empezó sus estudios vocales de joven con la soprano dramática norteamericana Dorothy Dow. Después estudió con Nicola Rossi-Lemeni y con Virginia Zeani en la Universidad de Indiana en Bloomington y, más tarde, estudió con Claudia Pinza (hija del bajo Ezio Pinza). Su mentor, es el director René Jacobs, aunque también recuerda con afecto a Gustavo Tambascio, colaborador habitual en el teatro de La Zarzuela.

Patricia Godes dice de su forma de cantar: "Su vitalidad y su técnica le permiten enfrentarse a los trinos y florituras más complicados y difíciles de la tradición más extrema del bel canto como si fueran un mero pasatiempo para su garganta de mezzosoprano superdotada. El placer de escucharle subir y bajar escalas, repiquetear, trinar y gorjear es casi físico."

El repertorio escogido por Genaux es un auténtico desafío, que ella gestualizó con honradez al final de algunas de las arias más exigentes y conocidas del repertorio de “Farina”. Está claro que tiene escuela, una excelente técnica y fiato, aunque a veces el vibrato sobresalga demasiado y el trabajo de la máscara, someta a sus prestaciones a un esfuerzo descomunal.

La dicción italiana es mejorable, excelente en la rueda de prensa, pero evidentemente supeditada durante el recital, al esfuerzo ímprobo de la coloratura y las agilidades, que no dejan tiempo ni para pensar.

Nada parece sin embargo arredrarla y surfea con solidez en unas partituras que transitaron o revisitan monumentos musicales como Philippe Jaroussky (contratenor) o Cecilia Bartoli  (también mezzo), por citar a dos casos muy excepcionales de potencia y saber hacer y cantar, dos estudiosos además de la música del tiempo de los castrati y otras épocas.

Sin embargo, la mezzo norteamericana es muy musical y conoce lo que canta. El vínculo con el director y violinista de Les Musiciens de la noche, se deslizó con fluidez, menos con los músicos del conjunto fundado por Marc Minkowski en 1982, dedicado en exclusiva a la tradición barroca, que tocaron por momentos con falta de pasión y un compromiso mayor. Vinieron doce para la velada de La Zarzuela, pero el conjunto sonó más que digno. Y tocaron muy bien las obras instrumentales que dieron un respiro a la cantante.



Éxito de público, entregado y feliz, aforo atestado, el director musical de La Zarzuela, Daniel Bianco, habitó con elegancia y galanura su palco, invistiendo a la velada con más peso y reconocimiento si cabe.

Finalmente la mezzo estadounidense regaló dos encore: «Giusti Cieli», un aria de la ópera L’innocenza giustificata, del compositor italiano Giuseppe Maria Orlandini (1676-1760) de gran fuste y exigencia y la muy frecuentada y conocida «Agitata da due venti», de la ópera Griselda de Vivaldi, para un amiga presente en el teatro, que (dijo Genaux aproximadamente),  “piensa que si no canta esa pieza, no hay concierto”. Un disfrute.

Alicia Perris
Foto del concierto: Julio Serrano

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