Un estudio refuta las suposiciones anteriores y revela el origen cosmopolita de los habitantes de Pompeya
Investigadores de la Universidad de Florencia, la Universidad de Harvard y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig han utilizado ADN antiguo para desafiar las interpretaciones de larga data de la gente de Pompeya. Contrariamente a las apariencias físicas, las pruebas de ADN revelaron variaciones inesperadas en el género y el parentesco, revisando la historia tal como fue escrita desde 1748. Los datos genéticos también subrayaron la naturaleza cosmopolita del Imperio Romano, mostrando que los pompeyanos descendían principalmente de inmigrantes del Mediterráneo oriental.
En el año 79 d.C., el Monte Vesubio experimentó una de sus erupciones más significativas, enterrando la ciudad romana de Pompeya y sus habitantes bajo una gruesa capa de pequeñas piedras y cenizas conocidas como lapilli. Muchos de los habitantes de Pompeya perdieron la vida cuando sus hogares se derrumbaron bajo el peso del lapilli que caía desde muchos kilómetros de altura.
Los que sobrevivieron a la fase inicial de la erupción acabaron sucumbiendo a los peligrosos flujos piroclásticos. Esta corriente de gas caliente y materia volcánica envolvió instantáneamente sus cuerpos en una capa sólida de ceniza, preservando efectivamente sus cuerpos, incluidas sus características.
Desde la década de 1800, los moldes se habían hecho vertiendo yeso en los vacíos dejados por estos cuerpos después de su descomposición. El equipo de investigación extrajo ADN de los restos óseos muy fragmentados incrustados en 14 de los 86 moldes famosos que se están restaurando. Este proceso de extracción les permitió establecer con precisión las relaciones genéticas, determinar el sexo y rastrear la ascendencia. Curiosamente, sus hallazgos contradijeron en gran medida las suposiciones anteriores basadas únicamente en la apariencia física y la posición de los elencos.
Revisión de las relaciones genéticas de las víctimas
"Esta investigación muestra cómo el análisis genético puede aumentar significativamente las historias construidas a partir de datos arqueológicos", dice el profesor David Caramelli, del Departamento de Antropología de la Universidad de Florencia.
"Los hallazgos desafían nociones perdurables como la asociación de la joyería con la feminidad o la interpretación de la proximidad física como evidencia de relaciones familiares". "Además", añade Caramelli, "la evidencia genética añade una capa de complejidad a las simples narrativas de parentesco. Por ejemplo, en la Casa del Brazalete de Oro, el único sitio donde tenemos información genética de múltiples individuos, las cuatro personas que tradicionalmente se pensaba que eran los dos padres y sus hijos en realidad no tienen vínculos genéticos entre sí".
"Los datos científicos que proporcionamos no siempre se alinean con las suposiciones comunes", dice David Reich, de la Universidad de Harvard. "Por ejemplo, un ejemplo notable es el descubrimiento de que un adulto que llevaba un brazalete de oro y sostenía a un niño, tradicionalmente interpretado como una madre y un hijo, eran un hombre adulto y un niño no emparentados. De manera similar, se encontró que un par de individuos que se pensaba que eran hermanas, o madre e hija, incluían al menos un hombre genético. Estos hallazgos desafían las suposiciones tradicionales de género y familiares".
Carácter cosmopolita del Imperio Romano
Los datos genéticos también proporcionaron información sobre la ascendencia de los pompeyanos, que tenían diferentes antecedentes genómicos. El hallazgo de que descendían principalmente de inmigrantes recientes del Mediterráneo oriental pone de relieve la naturaleza cosmopolita del Imperio Romano.
"Nuestros hallazgos tienen implicaciones significativas para la interpretación de los datos arqueológicos y la comprensión de las sociedades antiguas", dice Alissa Mittnik, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. "Destacan la importancia de integrar los datos genéticos con la información arqueológica e histórica para evitar interpretaciones erróneas basadas en suposiciones modernas. Este estudio también subraya la naturaleza diversa y cosmopolita de la población de Pompeya, lo que refleja patrones más amplios de movilidad e intercambio cultural en el Imperio Romano".
"También es probable que el uso de estos moldes con fines narrativos haya llevado a los restauradores del pasado a modificar sus posturas y colocaciones", añade David Caramelli. "El uso combinado de datos genéticos y otros métodos bioarqueológicos nos brinda la oportunidad de comprender mejor las vidas y los hábitos de las víctimas de la erupción del Vesubio".
Gabriel Zuchtriegel, director del Parque de Pompeya, dice: "El Parque de Pompeya ha estado incluyendo el análisis de ADN antiguo en sus protocolos de estudio durante años, no solo para víctimas humanas, sino también para víctimas animales". Explica que el Parque gestiona una variedad de proyectos de investigación a través de su propio laboratorio.
Entre ellas se encuentran el análisis isotópico, el diagnóstico, la geología, la vulcanología y, en particular, la ingeniería inversa. Subraya que "todos estos elementos en su conjunto contribuyen a una interpretación integral y actualizada de los hallazgos arqueológicos. Estos esfuerzos están convirtiendo a Pompeya en una verdadera incubadora para el desarrollo de nuevos métodos, recursos y comparaciones científicas". Zuchtriegel concluye: "Desde este punto de vista, este estudio marca un verdadero cambio de perspectiva, en el que el propio yacimiento desempeña un papel central en el avance de la arqueología y la investigación".
https://www.mpg.de/23699890/1106-evan-dna-evidence-rewrites-story-of-people-buried-in-pompeii-eruption-150495-x
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