Philippe Jaroussky, contratenor y Jérôme Ducros, pianista. Obras de Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Hahn, Fauré, Chaminade y Debussy. 4 de noviembre, 2024. Auditorio Nacional de Madrid.
PROGRAMA VIENA PARÍS
Primera parte
Joseph
Haydn(1732-1809)
Das Leben ist ein Traum (¡La vida es un sueño!)
Wolfgang
Amadeus Mozart(1756-1791)
Abendempfindung
(Sensación vespertina) K. 523
An Chloe (A Chloe) K. 524
Ludwig van
Beethoven (1770-1827)
Sehnsucht (Anhelo)
Adelaide op. 46
Franz
Schubert(1797-1828)
Klavierstück n°
2 en mi bemol mayor D. 946I
Im Frühling (En
primavera) D. 882
Die Götter
Griechenlands (Los dioses de Grecia) D. 677
An Silvia (A Silvia) D. 891
Litanei auf das
Fest Allerseelen (Letanía para la festividad
los Santos) D. 343
Herbst (Otoño) D.
945
Nachtstück (Nocturno) D. 672
Segunda parte
Gabriel
Fauré(1845-1924), Cinq Mélodies de Venise, poemas de Paul Verlaine op. 58.
1.Mandoline (extracto
de Fêtes galantes)
2.En sourdine (extracto
de Fêtes galantes)
3.Green (extracto
de Romances sans paroles)
4.A Clymène (extracto
de Fêtes galantes)
5.C’est l’extase (extracto de Romances sans paroles)
Chaminade, Étude de concert n°2 op35 «Automne»
Reynaldo
Hahn (1874-1947)
A Chloris
Offrande
Fêtes galantes
D’une prison
Claude
Debussy (1862-1918)
Les Fêtes
galantes, sobre los poemas de Paul Verlaine, libro II
1.Les Ingénus. 2. Le Faune. 3. Colloque sentimental
Philippe
Jaroussky, contratenor
Jérôme Ducros, piano
IMPACTA, liderado por Enrique Subiela y Enrique
Rubio, en una andadura que ahora se estrena en el Auditorio Nacional, busca
ofrecer experiencias musicales de alta calidad y atraer nuevas audiencias. Esta
propuesta propone artistas muy reconocidos como una primera actuación anterior
de Sonya Yoncheva en Dido y Aeneas, Lang Lang, William Christie y ahora
Philippe Jaroussky, entre otros, que ofreció un recital con un repertorio,
especialmente la sección de compositores franceses, que ya antes había
explorado en sus grabaciones de Green Y Opium y los respectivos conciertos en
sala y compositores alemanes, sobre todo, lieder de Schubert.
No cabe duda de que Philippe Jaroussky es uno de los
principales contratenores del panorama internacional. Este recital se conforma
además a partir de piezas de su nueva publicación discográfica, Schubert Lieder,
ofrecidos en la primera parte. Así lo confirman algunos de los prestigiosos premios
que ha recibido: Victoires de la Musique (Artista Lírico Revelación en 2004; Artista
Lírico en 2007 y 2010) por ejemplo.
Con una maestría técnica que le ha permitido los más audaces
matices y espectaculares pirotecnias, sobre todo en tiempos de su inclinación
por el Barroco (todavía rastreable en grabaciones legendarias con Cecilia
Bartoli (en Mezzo) en Versalles, el artista francés exploró partituras y
compositores como Monteverdi, Sances o Rossi, Haendel o Vivaldi y ha
contribuido activamente al descubrimiento –o redescubrimiento– de compositores
como Caldara, Porpora, Steffani, Telemann o Johann Christian Bach. En la
música contemporánea, se recuerda su estreno la ópera Only the Sound remains de
la recientemente desaparecida Kaija Saariaho, escrita específicamente
para su voz, presentada también en Madrid.
En 2002 fundó l’Ensemble Artaserse, con quien actúa por toda
Europa con regularidad y en marzo de 2021, y con esta misma formación, debutó
como director. En 2017 además la Academia Philippe Jaroussky, para apoyar a
jóvenes músicos que sufren de aislamiento cultural, a través de una enseñanza
original, extensa y exigente. En 2019 fue nombrado Caballero de las Artes y las
Letras por el gobierno francés.
En cuanto a su acompañante, el pianista, compositor y
arreglista, Jérôme Ducros, se trata de un artista polifacético, que acompaña
muy a menudo al contratenor. Cuenta con un vasto repertorio que abarca desde la
música contemporánea hasta su propia obra. Es un músico de cámara muy
solicitado, y se produce en los escenarios más destacados: Théâtre des Champs-Elysées,
Philharmonie de Berlín, Musikverein de Viena, Wigmore Hall, entre otros. Su
interpretación en la velada en solitario, acompañando cada sección ad hoc, de Klavierstück
n° 2 en mi bemol mayor D. 946 de Schubert y de Chaminade, el Étude
de concert n°2 op35 «Automne», sonaron muy bien, especialmente la segunda, con
gran despliegue técnico, y excelente uso de ambas manos y del pedal.
Philippe Jaroussky, es tal vez, una de las voces más bellas
en el firmamento vocal internacional. Ahora, su técnica depurada y exquisita le
prestan una extensión, una expresividad y una musicalidad poco frecuentes en el
panorama actual, por lo que ha decidió hacer realidad un viejo sueño: cantar
lieder de Schubert y abordar en lengua alemana, Haydn, Mozart y Beethoven
también.
Su prestación no puede equipararse con los liederistas que
cantan ese repertorio al uso como su gran especialidad pero consiguió dotar a
esas obras de refinamiento y sensibilidad, de otro aroma.
Optó en la segunda parte también por centrarse en
melodías francesas junto
al pianista Jérôme
Ducros y textos de Paul Verlaine, mucho más en su terreno. Son
composiciones evanescentes, lánguidas y melancólicas de Gabriel Fauré,
Reynaldo Han y Claude Debussy. Verlaine, es volcánico, enloquecido, fogoso,
famoso por sus escándalos cercanos a los de Rimbaud o Baudelaire,
míticos poetas simbolistas de universos perdidos, los únicos verdaderos como
diría Marcel Proust. Verlaine sigue siendo un poeta fundacional que compartimos
en las geografías de nuestra adolescencia francófona. Los discos Opium y Green,
llevados a los escenarios por Jaroussky, crearon en su momento una atmósfera
onírica e irreal, mágica con estas producciones, que no se habían conocido en
el mundo del canto y menos en su tesitura, la del proceloso universo de los
castrati, de los que se ha dicho y escrito, casi todo desde hace décadas.
Vestido con una sobriedad de oscuro, como Ducros, el bello
rostro siempre luminoso y angélico, tiene una espléndida línea de canto. Y una
musicalidad sorprendente y trabajada. Lo suyo es el estudio, el esfuerzo y vive
imbuido actuando, de cierto distanciamiento medido, de una clara contención
aquí.
Las traducciones del francés del programa, que no tiene notas críticas, son poco académicas y tienen bastantes errores de interpretación y traducción, pero siempre se recuerdan estos versos originales, llenos de nostalgia de Verlaine: “Qu´as-tu fait, ô toi que voilà, pleurant sans cesse, dis, qu´as-tu fait, toi que voilà, de ta jeunesse?” (“¿Qué has hecho, tú que estás aquí, llorando sin cesar, dime, que has hecho tú que estás aquí, de tu juventud?” (en el programa de mano falta por cierto la traducción del último verso, “De tu juventud”) y los responsables de las traducciones del alemán y el francés.
Muchos aplausos a los dos artistas, que brindaron una
especie de picardía, de Georges Brassens, Colombine, anunciada en
español por el propio cantante. Silbada y transportada a un registro grave
luego de la primera parte, muy aguda y refrescante, porque el repertorio galo
interpretado en este concierto entronca a la perfección con la creatividad de
la “chanson française”, que representaron tan bien compositores y cantantes
como Charles Trenet o el propio Brassens, con su casi escuela vital de
despreocupación y ciertas veleidades anarquizantes con su inenarrable, “La
mauvaise réputation” (La mala reputación”) y muchas más. Un clásico.
Alicia Perris