El
Ayuntamiento de Madrid exhibe, a partir del próximo viernes, 64 de las cerca de
1.500 obras que atesora el legado artístico de esta familia asturiana, una de
las grandes fortunas de España
Es una de las colecciones
privadas más importantes de España. Forma parte de ese selecto club de la élite
del coleccionismo en nuestro país, junto a nombres como Abelló, Várez
Fisa, Arango, Koplowitz, Thyssen o la Casa de Alba. Pero también es una
de las menos conocidas, pues apenas se ha visto en público. Hablamos de laColección Masaveu, cuyo núcleo fundacional
gestó el empresario asturiano Pedro Masaveu Masaveu (1886-1968),
asesorado por Lafuente Ferrari, y que continuaron sus herederos. El grueso de
la misma se encuentra en el Palacio de Hevia, a las afueras de Oviedo.
Es frecuente que hagan préstamos
para exposiciones nacionales e internacionales, pero en conjunto sólo
se ha visto en una ocasión. Fue en 1988, cuando el entonces
presidente de la corporación, Pedro Masaveu Peterson –que
triplicó la colección atesorada por su padre y la abrió al arte moderno y
contemporáneo–, decidió hacer una exposición con parte de esos fondos con
motivo del VI centenario del Principado de Asturias. Fue uno de los
impulsores de la Fundación
Príncipe de Asturias y su primer presidente, entre 1980 y 1987.
Una selección de 55 obras recaló en el Museo de Bellas Artes de Asturias y, en 1989, en el Prado. Su entonces director, Alfonso E. Pérez Sánchez, fue
el comisario de aquella muestra. Desde entonces no había vuelto a salir de
Asturias.
Un acuerdo
decisivo
Tras la muerte, sin descendencia,
de Pedro Masaveu Peterson en 1993, quedó al frente de la corporación su
hermana María Cristina que, pocos meses antes de morir, en 2006,
creó una fundación con su nombre. El pasado mes de marzo la
Colección Masaveu firmó unacuerdo de colaboración con dicha
fundación gracias al cual esta entidad se encarga de la gestión de
explotación artística de la colección, lo que permitirá la difusión y mejor
conocimiento de este patrimonio y poder financiar con ello su conservación y
restauración.
El primer proyecto de esta nueva
etapa es la exposición «Colección Masaveu: del Románico a la
Ilustración. Imagen y materia», que reúne en el Ayuntamiento de Madrid (CentroCentro Cibeles de
Cultura y Ciudadanía)64 pinturas y esculturas, que abarcan de
los siglos XII al XIX. Se inaugurará el próximo jueves y
permanecerá abierta hasta el 25 de mayo de 2014. El Ayuntamiento de
la capital continúa así su proyecto de sacar a la luz las mejores colecciones
privadas: ya han pasado por estas salas el Legado de
la Casa de Alba y laColección
Helga de Alvear. La Fundación María Cristina Masaveu Peterson y
CentroCentro Cibeles, que coproducen la muestra,dividirán al 50% los costes
e ingresos por venta de entradas.
Grandes
obras maestras
En sus últimos días de montaje, visitamos
la exposición acompañados por el comisario, Ángel Aterido. Son muchas lasobras
maestras que han viajado a Madrid: «Las tentaciones de San Antonio»,
de El Bosco; «Campamento de Holofernes», de Mathias Gerung (más que un cuadro
parece una película por todas las historias que narra); «El expolio de Cristo»,
de El Greco (cuelga junto a una «María Magdalena» del mismo artista); «Santa
Catalina», de Zurbarán (uno de los emblemas de la colección, estuvo presente en
la exposición «Las Santas de Zurbarán» en Sevilla) o «Virgen con el Niño», de
Murillo. Hay tres obras de este artista en la muestra. Pero son muchos los tesoros
por descubrir. Como la pequeña pieza con la que comienza el recorrido: un «Descendimiento»
en marfil del siglo XII, que forma parte de una obra que se dispersó: el resto
de las piezas se hallan en el Hermitage de San Petersburgo y el Metropolitan de
Nueva York. Es uno de los tres «Calvarios» que reciben al
visitante.
Nuevas atribuciones
El estudio e investigación de la
colección ha permitido hacer nuevas atribuciones. Es el caso de «La
liberación de San Pedro», que pierde la autoría de Zurbarán y pasa a ser obra
de Bartolomeo Cavarozzi. Asimismo, la escultura «San Pedro de Alcalá»,
atribuida a Alonso Cano, pasa a ser de Pedro de Mena. «San Bernardino de Siena
con un donante» recupera la autoría de Jacomart que había perdido (durante un
tiempo se creyó que era de Reixac) y «El profeta Daniel», atribuido a Diego de
la Cruz, pasa a ser del Maestro de San Nicolás.
La Colección Masaveu atesora unas
1.500 obras. Entre las que no han viajado a Madrid destacan
cuatro Goyas, un Rubens, un Stradivarius, un Libro de Horas de Carlos V, un
códice de Lope de Vega... Tampoco hay tapices, artes decorativas, ni arte
moderno y contemporáneo: atesora obras de Sorolla, Picasso, Braque, Gris, Dalí,
Chillida, Antonio López, Warhol, Henry Moore, Tàpies, Barceló... Sí están, en
cambio, obras maestras que se exhiben por vez primera: «San
Francisco», de Ribera; la «Virgen con el Niño», de Murillo, o «El expolio», de
El Greco, que Pedro Masaveu Peterson adquirió en subasta en Londres. Se trata
de una versión posterior y mucho más reducida del cuadro del mismo título,
propiedad de la catedral de Toledo y que, tras restaurarse, se exhibe en el
Prado.
Obras con
pedigrí real
Algunas de las piezas expuestas
tienen pedigrí real. Así, una «Inmaculada Concepción», de Zurbarán,
perteneció a Luis Felipe de Orleáns y colgó en el Louvre; la «Virgen con el
Niño», de Murillo, fue propiedad del Infante Sebastián Gabriel de Borbón y
Braganza... También hay obras que vuelven a reencontrarse con Madrid,
donde estuvieron originalmente: «San José y el Niño», de Alonso Cano, que
procede de la iglesia de San Ginés; y «La Virgen de los desamparados acogiendo
a los pobres», que Vicente López hizo para el oratorio de la Reina María
Cristina en su finca de Carabanchel.
La pintura española protagoniza
la exposición, salvo contadas excepciones. Hay estupendos ejemplos de la
escuela flamenca, como el «Tríptico del Descendimiento», de Joos van Cleve el
Viejo, o el ya citado cuadro de El Bosco. También hay un predominio casi
absoluto de latemática religiosa (salvo unas escenas florales de
Arellano). Las obras cuelgan a una altura más baja de lo habitual. Se ha hecho
a propósito para que no haya barreras de accesibilidad.
Cinco
generaciones de empresarios asturianos
Fernando Masaveu Herrero (Oviedo, 1966) está hoy al frente de la
Corporación Masaveu, grupo empresarial con sede en Oviedo, fundado en 1840.
Pertenece a la quinta generación de una saga familiar asturiana que se halla
entre las grandes fortunas de este país. Tiene negocios en numerosos sectores:
financiero, cementos, inmobiliaria, instalaciones portuarias, aparcamientos
urbanos, sanidad e investigación, bodegas, arte...
Cuando en 1993 muere, sin descendencia, Pedro Masaveu Peterson, su heredera
fue su hermana María Cristina, que pagó el Impuesto de Sucesiones con 410 obras
de arte de la colección atesorada por su hermano, quedando así intacto el
legado artístico de su padre. El Principado de Asturias recibió en dación
tributaria esas obras, que se hallan depositadas en el Museo de Bellas Artes de
Asturias.