martes, 30 de junio de 2015

BONAPARTE Y WELLINGTON, ENFRENTADOS EN LA GUERRA Y UNIDOS EN EL AMOR

Una exposición repasa las vidas paralelas del emperador y el duque de hierro con motivo de los 200 años de la batalla de Waterloo
TEREIXA CONSTENLA Waterloo 

El abogado francés Franck Samson, uniformado como Napoleon Bonaparte, este jueves en Waterloo, en el bicentario de la batalla. / EMMANUEL DUNAND (AFP) (AFP)

Cuando midieron sus fuerzas por última vez, Bonaparte y Wellingtontenían 46 años y muchos tiros dados. Dos arrogancias frente a frente. El rival que cada uno necesitaba. Enemigos íntimos. Algo tendría que decir Freud de sus compartidas aventuras eróticas. Uno después del otro, claro está. Mademoiselle Georges, la actriz más popular de la comedia francesa, disfrutó de los encantos napoleónicos, antes de descubrir los del duque de Wellington. Y también la cantante de ópera Giuseppina Grassini, los despachó en el mismo orden. Tal vez se detestasen pero compartían dos aficiones: el amor y la guerra.
Hay más episodios comunes en la vida de ambos, que se evocan a través de 250 piezas en la exposición Napoleón-Wellington: destinos cruzados, que se puede visitar en el Museo Wellington, en Waterloo (Bélgica). Otra más de las actividades organizadas con motivo del bicentenario de la batalla que el 18 de junio de 1815 enterró definitivamente el liderazgo napoleónico. Hasta el museo acudió Carlos Bonaparte, representante del linaje que hace dos siglos dominó buena parte de Europa, para sumarse a un simbólico manifiesto a favor de la paz, que irán rubricando descendientes de todas las partes en liza.
Waterloo fue la única oportunidad que tuvieron el Duque de Hierro y el Emperador de enfrentarse directamente. En la campaña ibérica sobre la que cimentó su prestigio, Wellington se había batido con tropas napoleónicas, cuyo mando supremo andaba en otros frentes. Y fue su triunfo sobre “el dios de la guerra” el que le abrió las puertas del cielo (las calles de Londres se colapsaron en 1852 al paso delcortejo fúnebre del duque y se generó un pícaro negocio de venta de lugares de observación en primera línea y de mechones del hombre que había sido mejor en la guerra que en la paz en sus dos etapas como primer ministro).
Si sorprende encontrar en la exposición un fular de Hermès a mayor gloria de Napoleón, donde él ocupa un pedestal flanqueado por los nombres de Moscú, Berlín, Madrid y otras conquistas, más impactante resulta observar a pocos metros un pañuelo de seda dedicado a las victorias del duque de Wellington, en el que no faltan los nombres de Talavera o Duero.
Hay numerosos guiños de su paso por Portugal y España en la muestra del museo, instalado en la casa donde Wellington pernoctó en 1815 antes de la batalla que enfrentó a 163.000 hombres (69.000 de Napoleón, 69.000 de Wellington y 25.000 de Von Blücher). Entre los objetos personales se exponen neceseres, utensilios de campaña, un samovar del emperador o una capa de su adversario. El repaso biográfico se detiene en coincidencias como la edad (nacieron en 1769), las pasiones o el escaso lustre académico: a Arthur Wellesley le rechazaron en Eton en dos ocasiones, mientras que se recuerda el mediocre expediente de Bonaparte antes de acceder a la carrera militar.
La guerra acabó de hermanarles. Y dado que lideraban ejércitos rivales, sólo uno pudo pasar a la historia como victorioso. La noche antes del enfrentamiento, Napoleón resumió el quid de la cuestión: “¡Hay imperios, reinos, el mundo o la nada, entre una batalla ganada y una batalla perdida!”.


http://cultura.elpais.com/cultura/2015/06/18/actualidad/1434651429_254473.html

LA ÚLTIMA CONFESIÓN DE OLIVER SACKS: SU TORTURA POR SER HOMOSEXUAL

Ha publicado 'On the Move' una sincera autobiografía en la que habla de su vida íntima
Durante 35 años se mantuvo célibe. Cumplidos los 70 años, conoció al escritor Billy Hayes
Fue culturista y consumió drogas de forma regular. Su madre le traumatizó


Retrato de Oliver Sacks, que en la actualidad tiene 81 años. CORDON

"He sido un ser sensible, un animal pensante en este hermoso planeta, y eso, por sí solo, ha sido un enorme privilegio y una aventura". Con estas emotivas palabras, Oliver Sacks terminaba un artículo en el que anunciaba que le quedaban pocas semanas de vida. Un tumor poco frecuente, un melanoma ocular, había desembocado en un cáncer de hígado y, a sus 81 años, el hombre que revolucionó la literatura clínica vendiendo millones de ejemplares de sus libros se disponía a encarar sus últimos meses.
El neurólogo firmó este artículo el pasado mes de febrero. Sus propósitos eran sencillos. "Estrechar mis amistades, despedirme de las personas a las que quiero, escribir más, viajar si tengo fuerza suficiente...". El resultado de esas ganas de escribir ya está en las librerías norteamericanas. Se titula 'On the Move' y es la sincera autobiografía del autor de 'Despertares' (Robin Williams le interpretaría en la cinta homónima). En su portada, un imponente Sacks posa con una ceñida chupa de cuero a lomos de una Harley Davidson. La fotografía parece más propia de uno de los libros homoeróticos de Tom of Finland que de la biografía de un neurólogo humanista y 'best seller'. Y algo de eso hay.
En estas memorias, por primera vez, Sacks habla sin censura sobre su homosexualidad. Algo que le ha atormentado la mayor parte de su vida. Durante mucho tiempo se definió como célibe -de hecho, pasó 35 años sin mantener ninguna relación sexual- pero en su aquí, Sacks cuenta incluso cómo perdió la virginidad. Fue en los años 50, en Amsterdam. Él estaba tirado en la calle borracho y un hombre le recogió y le llevó a su casa.
Por entonces, aún existían leyes contra la homosexualidad en la mayoría de los países y, lo que es peor, su adorada madre creía que ser gay era "una abominación". Esas palabras se le quedaron grabadas a fuego.


Portada del libro de Sacks

Adicto a las anfetaminas, Sacks montaba en moto a gran velocidad por las colinas de Santa Mónica
El escritor Lawrence Weschler, buen amigo de Sacks, ha revelado 'Vanity Fair' uno de los episodios más duros de Sacks. "Tenía 21 años y estaba en la universidad. Había regresado a casa y acompañé a mi padre en coche. Él me preguntó qué tal me iban las y cosas y si tenía alguna novia. 'No'. '¿Por qué no sales con chicas?'. 'No sé, quizás porque no me gustan'. Hubo un momento de silencio. '¿Eso significa que te gustan los chicos'. 'Sí, soy homosexual'. Le pedí que no se lo dijera a mi madre bajo ninguna circunstancia, le rompería el corazón, no lo iba a entender. A la mañana siguiente, ella bajó las escaleras llorando, me gritaba y me hacía terribles acusaciones... Esto duró una hora. Después se calló y se mantuvo en silencio durante los tres días siguientes. Tras aquello, volvió a la normalidad. Nunca habló de este episodio a lo largo de su vida".
Su liberación en USA
Una vez terminada la universidad, Sacks, que vivió los bombardeos nazis siendo un niño, abandonó Inglaterra. En su opinión ya había bastantes doctores Sacks en Londres (sus propios padres y sus primos). Ollie, como le llamaban, emigró a San Francisco y Los Ángeles, donde conoció los placeres del culto al cuerpo. Aficionado a la natación, el científico exhibía orgulloso su musculatura. En la playa de VeniceBeach llegaron a bautizarle Mr. Sentadillas. Tal era su poderío que hacía ejercicios con pesas de más de 270 kilos sobre sus hombros.
Eran los tiempos en los que comenzaba a experimentar con fármacos durante su estancia en UCLA. Las drogas le ayudaban a sobrellevar sus demonios interiores. Por entonces, era prácticamente adicto a las anfetaminas. Fue un período autodestructivo , casi suicida. Experimentaba con LSD y a diario tomaba alguna sustancia. Tenía breves y apasionados encuentros sexuales con desconocidos. Se escapaba a conducir en moto a gran velocidad por las montañas de Santa Mónica... Según confesó a Weschler: "Un día me miré al espejo. Tenía los pómulos hundidos, se marcaba mi calavera, y me dije: 'Ollie, si sigues así no estarás aquí otro año más'".
Nunca abandonó su afición a la química, pero sí relajó su modus vivendi. Desde que cumplió 40 años hasta que conoció al escritor Billy Hayes, su pareja, siendo ya un septuagenario se mantuvo célibe. Descubrir los recovecos del cerebro fue su mayor inquietud en ese tiempo. A diferencia de otros neurólogos, para él, los diagnósticos eran sólo el principio de su aventura junto a los pacientes. Según sus palabras, la medicina debía centrarse en el paciente y no en la enfermedad. Quizás ese fuera el secreto para que su escritura científica se haya convertido en super ventas. Su vida está a la altura de su obra.


http://www.elmundo.es/loc/2015/06/20/558435bf268e3e302e8b4590.html

VOGUE LIKE A PAINTING






El Museo Thyssen-Bornemisza presenta la exposición fotográfica Vogue like a painting,una muestra con sesenta y dos imágenes de inspiración pictórica, procedentes de los archivos de la revista Vogue y realizadas por algunos de los fotógrafos más destacados de las últimas tres décadas como Irving Penn, Annie Leibovitz, Tim Walker, Paolo Roversi, Steven Klein, David Sims, Erwin Olaf, Michael Thompson o Mario Testino, entre muchos otros.  

Las fotografías de esta muestra se han seleccionado por tener las características que tradicionalmente se atribuyen a la pintura. En algunas se utiliza el relieve escultórico y en otras la luz tiene una factura pictórica. 

Algunas ilustran de manera literal la idea central de la exposición con la presencia de la pintura en las modelos o reproduciendo texturas pictóricas, como en las impresiones artesanales de Nick Knight; pero también hay referencias directas a piezas icónicas de la historia del arte, como Girl with the pearl earing de Erwin Blumenfeld, versionando la famosa Joven de la perla de Vermeer, los bodegones de Grant Cornett o las instantáneas de Peter Lindbergh, inspiradas en cuadros de Paul Gauguin. 

GUILERMO TELL, DE ROSSINI, EN DIRECTO EN CINES DE TODA ESPAÑA


PAOLO PINAMONTI DEJA EL TEATRO DE LA ZARZUELA POR EL SAN CARLO DE NÁPOLES

La marcha del gestor italiano sorprende al INAEM, que contaba con él hasta 2016


Paolo Pinamonti y la directora del INAEM, Montserrat Iglesias, durante la presentación de la temporada 2015/16. / CHEMA MOYA (EFE)
Una escueta nota oficial lo anunciaba ayer. El director del Teatro de la Zarzuela, Paolo Pinamonti, en Madrid, Paolo Pinamonti (Venecia, 1958), dejará su cargo en otoño para recalar como responsable artístico en el San Carlo, de Nápoles. Será una transición ordenada, según Montserrat Iglesias, directora general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), organismo del que depende la Zarzuela. “Nos alegramos por él y le damos la enhorabuena por el nuevo nombramiento. Con nosotros ha hecho un gran trabajo y entendemos que el salto a Nápoles representa toda una oportunidad para su futuro”, comentaba Iglesias.
La suya ha sido una labor muy complicada. El Teatro de la Zarzuela, al margen de los conflictos laborales internos y desajustes provocados por la lentitud que imponen últimamente los procesos burocráticos dentro de un INAEM necesitado de su más que urgente reforma, ha buscado insistentemente una nueva identidad desde que dejara de ser el centro de la ópera en Madrid a raíz de la reapertura en 1997 del Teatro Real.
Pinamonti, que accedió al cargo en 2011 —estaba previsto que lo dejara en 2016—, le ha tratado de dar un carácter moderno y novedoso, esbozando diálogos artísticos arriesgados entre un género difícil de revitalizar, como la zarzuela, con otros como el musical, la ópera cómica o el barroco, por medio de creadores al margen de dicho ámbito. No siempre las ideas cuajaban sobre la intención, pero se lleva a Italia el empeño de haberlo intentado y haber roto algunas barreras.
Con la nueva temporada diseñada, Pinamonti, cuya salida no era en absoluto esperada dentro ni fuera del teatro, tendrá un sustituto nombrado por concurso y según el código de buenas prácticas, aseguraba ayer José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura. Vuelve a Italia, donde nació y creció como gestor cultural. El veneciano Pinamonti estudió filosofía y composición, dos armas que después le sirvieron como agitador en el panorama de la ópera. Desarrolló su primera labor en la bienal de su ciudad, como responsable de música contemporánea. De ahí pasó a dirigir La Fenice y más tarde el San Carlos de Lisboa. En España, antes de recalar en Madrid, estuvo al frente del Festival Mozart de A Coruña.
Guiños a Broadway
En la Zarzuela ha pretendido revitalizar el género chico y apoyar sus temporadas con un variado programa de danza sin dejar de meterse en experimentos con otras formas de expresión como el cine. Incorporó al teatro musical a directores de escena como Andrés Lima, que se atrevió con un título barroco como Viento (Es la dicha de amor), de José Nebra, al que aplicó una dramaturgia propia. Tentó a consagrados creadores del mundo operístico como Graham Vick para que se atrevieran con obras de Ruperto Chapí, caso deCurro Vargas, y esta temporada propuso el mestizaje de Broadway con la zarzuela en un espectáculo que creó división de opiniones, como fue la mezcla de Lady be good, de George Gershwin, con Luna de miel en El Cairo, de Francisco Alonso.


http://cultura.elpais.com/cultura/2015/06/20/actualidad/1434800296_793052.html

" DIOR, THE NEW LOOK REVOLUTION" SPRING-SUMMER EXHIBITION CHRISTIAN DIOR MUSEUM, GRANVILLE

From June 6th until November 1st, 2015
  
After having depicted the links Dior is weaving with the arts, the Christian Dior museum presents the revolution of the New Look and how exceptional it is to the history of fashion.
On February 12th, 1947, Christian Dior reveals his first haute couture collection in his newly founded House located 30, avenue Montaigne in Paris.  An event unprecedented in the fashion realm, Christian Dior - totally unknown the day before – rises to fame the day after his show. The New Look collection imposes itself as the founding manifesto of the Dior style. This collection revolutionizes the fashion aesthetics of the 1940’s and heralds the revival of elegance and refinement of the 1950’s.
The drastic change implemented by Dior echoes women s desire of metamorphosis from their second world war look. Within this era of reconstruction, Christian Dior creates a new aesthetics heading toward the future. He imposes the reinstatement of an exultant femininity.
To the straight and masculine silhouette, he opposes the revival of the beauty of the curve, charm and splendor.
Within this legendary collection, one design is closely watched, the notorious “Bar” outfit. This afternoon suit, with its pure and architectural cut, summarizes the spirit of Christian Dior’s message. This genuine New Look icon finds itself among the artistic lineage of the House of Dior for the upcoming decades. Artistic directors who will come after the founding father of the House would regularly pay tribute to this original manifesto, while rewriting according to their own skills, a powerful style, always in harmony with the present.
The exhibition “Dior, the Revolution of the New Look” offers a journey throughout the Dior universe and its creation from 1947 to 2015, based upon the original momentum of both the "Bar" suit and the New Look
The themed pathway highlights with a new perspective this seminal event assessing the style of the House, from a genealogy of tributes to the “Bar” suit up to its historical and stylistic inspirations, its technical constructions and its plastic hallmark in praise of the curve. 
The exhibition revolves around eighty Haute Couture garments from Christian Dior to Raf Simons, about thirty photographs, around fifty documents, New Look memories, manuscripts, original sketches, Miss Dior perfume bottles, mini-replica of the “Bar” suit, New Look dolls, “suit” patterns and toiles.


http://musee-dior-granville.com/en/les-expositions/dior-images-de-legende-2/

LA HERMANDAD JUDÍO-ÁRABE DE DORSAF HAMDANI

La cantante tunecina ha unido las figuras de la libanesa Fairouz y de la francesa Barbara en un encuentro que de entrada parecía frágil o imposible


La cantante tunecina Dorsaf Hamdani ha unido las figuras de la libanesa Fairouz y de la francesa Barbara en un encuentro que de entrada parecía frágil o imposible. Del Mediterráneo más lírico y encendido a las brumas de ‘Nantes’ o ‘Göttingen’ o las orillas del Sena, Dorsaf Hamdini escribe un bellísimo diálogo entre dos grandes damas y divas de la música. Fairouz, leyenda viva de la música árabe, pone voz a Hamdani y a esa dame brune, como fue bautizada Barbara en su día por Moustaki. Ambas se suceden unidas y aliadas en el amor y las heridas de la vida.
Como preludio de esa hermandad judío-árabe, la canción ‘La Solitude’ de Barbara anunciada por un tema en árabe de Fairouz. Dos artistas que jamás se reencontraron sobre ningún escenario o estudio, ahora lo hacen a través de Hamdani, que logra reunir dos mundos lejanos y que nos iluminan con la misma belleza.


http://cultura.elpais.com/cultura/2015/06/26/babelia/1435333081_643528.html

miércoles, 24 de junio de 2015

OPERA TANGO PRESENTATO DA I MUSICI PATAVINI.TEATRO PIETRO D’ABANO – ABANO TERME 18 GIUGNO 2015

Rodrigo Trosino                             tenore
Mirko Satto                         bandoneon
Matteo Mignolli                              flauto traverso
Maddalena Murari             pianoforte
Claudio Gasparoni              contrabbasso

Il concerto di stasera ad Abano terme è stato un rincorrersi di note che come nel gioco infantile del ‘nascondino’ si nascondono e  si rincorrono,  per ritrovarsi poi in un’ esaltazione sempre nuova, fatta di sorrisi e luccichii negli occhi senza rimpianti per la lacrima scesa poco fa. La ben nota malinconica passionalità delle musiche  di Astor Piazzolla, di Carlos Gardel o Gerardo Matos ha aleggiato tra gli spettatori sopraffatti dall’inquietante attesa liberatoria che certamente arriverà, ma che da sempre tiene gli animi in sospeso alla ricerca di una impalpabile fatalità.
I solisti di provata bravura hanno saputo ricreare le atmosfere del sogno argentino e dei ricordi di un tempo che fu, di locali fumosi e di danzatori posseduti dal ritmo incalzante del tango.

Mirko Satto al badoneon  si è visibilmente divertito, ammaliando il pubblico con le variazioni ed i tecnicismi virtuosistici che partendo da pennellate dai colori quasi organistici, giunge poi ad espressioni composite intrise di dolce malinconia o prorompente vivacità alla ricerca di vibrazioni emozionali.
Al pianoforte la brava Maddalena Murari che dà voce e ritmo arrivando ad usare il legno del pianoforte quale percussione a ritmare una milonga languida, ma passionale.
Claudio Gasparoni in ensemble con il contrabbasso ha segnato il ritmo con la sobria eleganza dei professionisti.
Al flauto traverso Matteo Mignolli ha ingentilito la forza del tango senza ridurne l’efficacia, esaltandone invece la voce interiore con sfumature di passione riflessiva e vissuta intimamente.
La voce solista che ha interpretato alcuni celebri brani quali “El dia que me quieras” o “solamente una vez”
è stata quella del tenore italo messicano Rodrigo Trosino: timbro particolare e forza espressiva hanno spaziato sul rigo dalle tonalità quasi baritonali ai ben noti acuti richiesti ad esempio da ‘O sole mio’ cantato al finale quale bis; buona presenza scenica e vocalità interessante utilizza un chiaro fraseggio e dei gradevoli arrotondamenti che arrivano piacevolmente al pubblico. Ha interpretato i brani con il calore e la signorilità tipici delle ambientazioni oniriche di riferimento.
Il viaggio si è svolto tra mondi conosciuti soltanto attraverso una letteratura musicale, ma pressoché inesplorati nella ‘vecchia Europa’!  A suggellare degnamente il finale di ‘Opera Tango’ l’eclettico ensemble ha proposto la colonna sonora –composta da Astor Piaszzolla- dal film di Bellocchio “Enrico IV”. 
La Musica vince sempre.

Renzo Bellardone  

domingo, 21 de junio de 2015

PLÁCIDO DOMINGO, SOBRE EL IVA CULTURAL: "NO PODEMOS VER LOS TEATROS VACÍOS Y ESO SUCEDE"

Plácido Domingo ha insistido en la necesidad de modificar el "exagerado" IVA cultural porque no se pueden tener "los teatros vacíos y eso es lo que sucede cuando los impuestos son muy altos".
   "Cuando los impuestos son muy altos la gente deja de ir al teatro, especialmente con todo lo que hoy en día hay en televisión. Hay que ayudar al espectáculo,", ha afirmado el tenor, en declaraciones a los periodistas tras ser galardonado en los Premios Sociales 2014 de la Fundación Mapfre que reconocen a personas e instituciones que han realizado actuaciones destacadas en beneficio de la sociedad en los ámbitos científico, cultural y social.
   A su juicio, en 21% de IVA cultural es "demasiado alto" y "exagerado". "No quiero criticar nada, pero ojalá se pudiera arreglar. No podemos ver los teatros vacíos y eso es lo que sucede", ha subrayado.

Actuará en el Teatro Real
   Por otra parte, el tenor se ha referido a su decisión de no interpretar en las próximas funciones a Gianni Schicchi en la ópera homónima de Giacomo Puccini que se representa en el Teatro Real de Madrid, afectado tras el reciente fallecimiento de su hermana.
   En este sentido, Domingo ha explicado que, dado que el público de Madrid es "especial" para él, tendrá en los próximos días una reunión con el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, para buscar "alguna solución".
   "El tipo de obra es una comedia y es un poco una burla de la muerte", ha argumentado el artista, para después añadir: "La verdad es que no siento que pueda concentrarme en hacer eso. No creo que le diera lo mejor al público".
   El tenor ha insistido en que, en primer lugar, tiene que recuperarse de esto porque ha estado "20 días en el hospital, al lado de ella". "Pero yo creo que tendremos noticias en un par de días o tres de qué es lo que vamos a hacer", ha subrayado.
   Asimismo, el intérprete ha destacado que continúa cantando "como si fuera el primer día" y ha señalado que no puede precisar hasta cuándo estará cantando y dirigiendo. "De momento seguimos adelante", ha enfatizado.
   Por último, Plácido Domingo ha asegurado que "sobra talento" entre los jóvenes artistas españoles y ha apuntado que el público "cada día requiere más y sabe más también". "La cantidad de cantantes que surgen hoy es tremenda", ha asegurado, al tiempo que ha agregado que hay "un nivel, donde a veces hay que escoger cantantes que no sean de primera".

http://www.universocanario.com/cultura/placido-domingo/-sobre-el-iva-cultural/no-podemos-ver/-teatros-vacios-sucede/348626

viernes, 19 de junio de 2015

ADIÓS A SERGIO RENÁN Z”L, CON ALICIA PERRIS


EL TELÓN Y LA ESTRELLA – Samuel Kohan, ésto es Sergio Renán, nos ha dejado legándonos -como apunta nuestra experta Alicia Perris- “un mandato de excelencia, de exigencia” algo que empieza a ser inusual en el mundo de la cultura vendida a la mediocridad, a lo comercial.

Con Perris hablamos del hombre -un judío porteño nacido en Entre Ríos- y del artista -director de la mítica La Tregua, responsable del Teatro Colón entre tantas otras cosas-, intercalando así lo personal con lo profesional tan unido e inseparable siempre en Sergio Renán.
Nos cuenta Alicia Perris que su padre, judío inmigrante ruso, le dijo cuando era muy joven que además de ser bueno en lo que hagas hay que lograr que el mundo se entere. Renán lo consiguió.


jueves, 18 de junio de 2015

“FIDELIO” EN EL TEATRO REAL DE MADRID

Ópera en tres actos de Ludwig van Beethoven (1770-1827).
Libreto de Joseph von Sonnleithner, revisado por Stephan von Breuning y Georg Friedrich Treitschke, basado en el libreto de Léonore, ou L’Amour conjugal (1798) de Jean-Nicolas Bouilly.
Jueves 11 de junio de 2015.
La Junta de Amigos, a través de las donaciones de sus miembros, patrocina la producción de "Fidelio"
 Ficha Artística

Dirección musical: Hartmut Haenchen
Dirección de escena, escenografía, figurines e iluminación: Pier'Alli
Coreografía: Simona Chiesa
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Coro Intermezzo/Orquesta Sinfónica de Madrid
Dirección del coro: Andrés Máspero

Florestan: Michael König
Leonore: Adrianne Pieczonka
Rocco: Franz-Josef Selig
Marzelline: Anett Fritsch
Jaquino: Ed Lyon
Don Fernando: Goran Jurić
Don Pizarro: Alan Held


Fidelio fue estrenada en el Theater an der Wien, el 20 de noviembre de 1805 (primera versión), el 29 de marzo de 1806 (segunda versión) y en Kärntnertortheater, en su versión definitiva, el 23 de mayo de 1814.

La producción de Fidelio, de Ludwig van Beethoven, con dirección de escena, escenografía, figurines e iluminación de Pier'Alli, producida por el Palau de les Arts "Reina Sofía" en 2006, en el coliseo madrileño, sustituirá la nueva producción inicialmente prevista.

Esta iniciativa es fruto de un acuerdo entre el Palau de les Arts "Reina Sofía" y el Teatro Real por el cual, el coliseo valenciano acogerá la producción de Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba, dirigida por Emilio Sagi, estrenada en el Real en julio de 2006.

“La ley moral en nosotros y el cielo estrellado sobre nosotros”. Nadie más indicado que el propio Beethoven para expresar sus sentimientos respecto a su única ópera, Fidelio, nacida a mitad de camino entre las comedias domésticas del siglo XVIII y las grandes pasiones románticas que dominaron el resto del siglo XIX.
En esta obra, que el compositor de Bonn consideraba “el hijo que me ha costado los peores dolores, el que me ha causado más penas; pero por ello también el más querido”, quintaesencia de su genio musical, la redención de un prisionero por la fidelidad y el valor de su esposa se transforma progresivamente, en lo dramático y musical, en un canto colectivo a la libertad y la esperanza del ser humano que recoge el ideario ilustrado de su autor.
Esta ópera única en todos los sentidos se convierte, hoy más que nunca, tras un siglo XX destrozado por dos guerras mundiales y un siglo XXI cuajado de ideologías sanguinarias, en la utopía de aquellos que claman por esos mismos valores todavía por conquistar.
Fidelio rompe una lanza a favor de un rol femenino desconocido en otras óperas, aunque nunca sobren las personalidades de las Toscas en el repertorio lírico. Esta vez el travestismo tan habitual en la herencia de la Cammerata Fiorentina da paso no a juegos eróticos y galantes sino a la devoción de una mujer por el amor y el derecho de un marido proscrito. El disfraz aquí es la única posibilidad de entrar en las mazmorras para salvar al amado.
Inspirado por el perfume de la salada y sanguinolenta estela del Terror de Robespierre, en las postrimerías destructoras de la Revolución Francesa, sería reiterativo repetir que “Fidelio es un canto a la libertad”, a la indisoluble voluntad del ser humano por defender sus creencias. Hoy más que nunca y a pesar del paso de los siglos, el arte, la vida, las ideas, las religiones, vuelven a ser perseguidas y destruidas, como glosó ejemplarmente en el cine Alejandro Amenábar en su Ágora, retratando a los sempiternos parabolanos de la Historia.
Beethoven dedicó un tiempo hermoso a este proyecto operístico, movilizando en gran parte tonalidades mayores y luminosas, como resplandor del final feliz que abre las puertas de la cárcel de prisioneros políticos.
Como escribe José Luis Téllez en su excelente reseña en el programa de mano, “Fidelio ha creado su propio público, lo crea en cada representación y lo seguirá creando allí donde se encuentre un espectador con inquietud cultural y conciencia política”.
Lejos quedan los recuerdos de las direcciones de Claudio Abbado y Daniel Baremboim en el Teatro Real, donde esta vez el proteico florentino Pier ´Alli lleva sobre sus hombros la responsabilidad de gestionar el trabajo de actores, la escenografía, la iluminación y los figurines, en un auténtico despliegue de potencial renacentista.
Harmut Haenchen intenta no emular a los grandes excelsos, insuperables, pero sí sobrellevar el cometido de la dirección musical, decidiendo además intercalar, antes de la escena final, el tercer y cuarto movimiento de la Quinta Sinfonía, como una metáfora del camino de la oscuridad carcelaria hacia las luces de un nuevo día y un orden político salvador y respetuoso.
Por momentos, el  volumen de la masa orquestal suena plano y en ocasiones excesivamente forte, poniendo en un aprieto a los cantantes que se esfuerzan por hacerse oír.
Entre el reparto vocal, Adrianne Pieczonka, soprano canadiense que da vida a Leonora, tiene una buena voz aunque le falte más enjundia escénica dadas las circunstancias del rol que le toca defender.
El Rocco de Franz-Josef Selig está bien conseguido, porque es uno de los bajos más versátiles del momento. Tiene una voz con muchas posibilidades y una actuación ideal como un buen padre y un carcelero que se apiada de la suerte de los condenados.
En el papel de Marzelline, la deliciosa Anett Fritsch, que contrasta en vitalidad y frescura en la primera parte con una Leonora deprimida y como ausente, ajena completamente a sus requiebros y expectativas. Se la oye muy bien, incluso en momentos concertantes, en que la atención se debate entre el resto de los cantantes y la amplitud sonora de la orquesta de Haenchen.
El Jaquino de Ed Lyon es simple como su personaje, pero con una voz de tenor bien timbrada y una agradable línea de canto. Su trabajo, aunque pequeño se recuerda, sobre todo en sus intervenciones con Marzelline y Rocco.

Alan Held, estadounidense de nacimiento es un bajo barítono reconocido que defiende un Don Pizarro cruel y sin matices (¿será para vincularlo al conquistador español homónimo del Perú y leyenda verdaderamente negra?).De complexión fuerte, tiene una buena afinación y debuta por vez primera en el coliseo madrileño.
Goran Juric compuso un Don Fernando adecuado en lo vocal y en lo actoral, ya que se notan sus estudios en la Academia de Música de la Universidad de Zagreb, que hizo extensivos a una especialización en lengua y literatura italianas.
Finalmente el Florestán de Michael König pudo haber tenido más matices, más “nuances”, como dicen los franceses. Desde su aria del comienzo del segundo acto, parecía algo forzado, menos eficaz en el registro agudo. Pero su vínculo musical con Leonora queda a salvo, como su propia vida y ese matrimonio que es el motivo conductor de toda la obra pensada y sentida por Beethoven, el padre de esta su única ópera.
Andrés Máspero sigue imperturbable y fantástico como director, en  su manejo de un coro que siempre está a la altura, sobre todo en esta ocasión en sus dos intervenciones más significativas, especialmente en la culminación de la luz que vence definitivamente al mal y las tinieblas.
El público agradeció el esfuerzo de la orquesta bajo la batuta de Haenchen, el de los cantantes y el coro y una escenografía que brilló especialmente contando con el apoyo tecnológico en la segunda parte.
Se trata de una representación digna, equilibrada, contenida, ya que al fin y al cabo se trata de música alemana y lejos quedan de aquí las fiorituras belcantistas o italianas en general, que tanto disgustaban a Beethoven.
Se aplaudió bastante y bien, en una noche capitalina cuyo “venticello”, como aquel famoso de “La calunnia”, vino a recordarnos que el verano, en principio madrugador y adelantado,  todavía no ha acabado de desflorarse sobre la villa.
Alicia Perris