martes, 15 de octubre de 2024

Y OSVALDO GOLIJOV, PRESENTA SU ÓPERA AINADAMAR EN EL MET OPERA (NEW YORK), ESTRENADA EN 2012, EN EL MADRILEÑO TEATRO REAL (LEAN ABAJO LA ENTREVISTA QUE LE HICIMOS EN ESA OCASIÓN)

 MET OPERA HOUSE. NEW PRODUCTION. Oct 15 - Nov 9

Argentinian composer Osvaldo Golijov’s Grammy Award–winning first opera dramatizes the life and work of poet-playwright Federico García Lorca, who was assassinated by Fascist forces at the start of the Spanish Civil War for his socialist politics and homosexuality.

His story emerges through the memories of Catalan actress Margarita Xirgu, Lorca’s muse—sopranos Angel Blue and Gabriella Reyes—who reminisces to her student Nuria, portrayed by soprano Elena Villalón. 

Lorca himself makes a dreamlike appearance, sung as a trouser role by mezzo-soprano Daniela Mack, and flamenco singer Alfredo Tejada completes the principal cast as the Falangist politician Ramón Ruiz Alonso, who arranged Lorca’s execution.

Combining features of both an opera and a passion, Ainadamar, conducted by Miguel Harth-Bedoya in his Met debut, crackles with the energy and rhythms of flamenco and rumba, as well as the violent backdrop of civil war, all of which springs forth on the Met stage in a vivid company-debut production by Brazilian director and choreographer Deborah Colker, renowned for her work with Cirque du Soleil.

This production uses gunshot, strobe-light, and haze effects.

Music by Osvaldo Golijov

Libretto by David Henry Hwang

Ainadamar is part of the Neubauer Family Foundation New Works Initiative

A co-production of the Metropolitan Opera, Opera Ventures, Scottish Opera, Detroit Opera, and Welsh National Opera

FIRST IMAGE: MARIANA

Teatro Solís, Montevideo, Uruguay, April 1969. The voices of little girls sing the opening ballad of Lorca’s play Mariana Pineda. The actress Margarita Xirgu looks back across 40 years since she gave the premiere of this daring play by a brilliant young author. In the last minutes of her life, she tries to convey to her brilliant young student Nuria the fire, the passion, and the hope of her generation that gave birth to the Spanish Republic. She flashes back to her first meeting with Lorca in a bar in Madrid.

Lorca tells her that the freedom in his play is not only political freedom and sings a rhapsodic aria that opens the world of imagination, a world inspired by the sight of the statue of Mariana Pineda that he saw as a child in Granada. Mariana was martyred in 1831 for sewing a revolutionary flag and refusing to reveal the names of the revolutionary leaders, including her lover. Her lover deserted her, and she wrote a serenely composed final letter to her children explaining her need to die with dignity.

Margarita reflects on the parallel fates of Mariana and Federico. The reverie is shattered by the call of Ramón Ruiz Alonso, the Falangist who arrested and executed Lorca in August 1936.

SECOND IMAGE: FEDERICO

The ballad of Mariana Pineda sounds again, taking Margarita back to the summer of 1936, the last time she saw Federico. The young Spanish Republic is under attack: The rising of the right-wing generals has begun; there are daily strikes and massacres. Margarita’s theater company is embarking on a tour of Cuba. She begs Federico to come. He decides to go home to Granada instead, to work on new plays and poetry.

No one knows the details of Lorca’s murder. Margarita has a vision of his final hour: The opportunist Ruiz Alonso arresting Lorca in Granada and leading him to the solitary place of execution, Ainadamar, together with a bullfighter and a teacher. The three of them are made to confess their sins. Then they are shot. 2,137 people were murdered in Granada between July 26, 1936, and March 1, 1939. The death of Lorca was an early signal to the world.

THIRD IMAGE: MARGARITA

For the third time, we hear the ballad of Mariana Pineda. One more time the play is about to begin, the story retold for the generation of Margarita’s Latin American students. Margarita knows she is dying. She cannot make her entrance; others must go on. As her heart gives way, she tells Nuria that an actor lives for a moment, that the individual voice is silenced, but that the hope of a people will not die. The Fascists have ruled Spain for more than 30 years. Franco has never permitted Margarita Xirgu, the image of freedom, to set foot on Spanish soil. Margarita has kept the plays of Lorca alive in Latin America while they were forbidden in Spain.

The spirit of Lorca enters the room. He takes Margarita’s hand, and he takes Nuria’s hand. Together, they enter a blazing sunset of delirious, visionary transformation. Margarita dies, offering her life to Mariana Pineda’s final lines: “I am freedom.” Her courage, her clarity, and her humanity are passed on to Nuria, her students, and the generations that follow. She sings “I am the source, the fountain from which you drink.” We drink deeply.—Peter Sellars

 


Entrevista con Osvaldo Golijov, compositor argentino autor de Ainadamar, estrenada en verano con éxito para clausurar la temporada del Teatro Real de Madrid. Viernes 6 de julio de 2012.

Nos sentamos en unos espaciosos sillones de unas de las plantas superiores del Real, por donde muy poco tiempo después, circularán los asistentes al Ensayo General de la ópera del maestro Golijov. La sensación de amplitud es enorme y la comodidad del espacio es también psicológica. Nos ofrecen unas aguas minerales para paliar los primeros calores del verano y empezamos.

A.P. Maestro Golijov, ¿es inevitable hablar de la inmigración, de la trashumancia, una vez más?

O.G. Creo que no es tanta la carga que se le supone. Tanto yo como mis hermanos nos fuimos de Argentina. Ahora que tengo más de 50 años, veo que la mayor parte de la gente ha tenido esa experiencia: migraciones internas, externas, en China por ejemplo, es algo habitual, incluso en España hay mucha gente que ha salido de sus pueblos.

A.P. ¿Qué representa el fenómeno de Ainadamar en su trayectoria?

O.G. Es la ópera como arte vivo que se sigue renovando. El título es “fuente de lágrimas” y si la ópera misma puede seguir siendo un manantial,  una ópera cubista donde está la poesía como parte de la obra.

A.P. ¿Cómo le influyó aprender una lengua tan afectiva como el yiddish?

O.G. Pienso que mucho. Como dijo Isaac Bashevis Singer es un idioma donde los matices para descubrir la naturaleza humana son tan finos, creo que más finos que en ninguna otra lengua. La condición humana, no la nostalgia, la mirada filosófica se expresa en yiddish mejor que en ningún otro idioma y es una lengua muy dulce hecha de inmigraciones.

A.P. Cuando la escuchaba hablar en mi infancia a mis vecinos, mientras preparaban el gefilte fish u otras comidas tan propias, me sonaba una lengua íntima, como de puertas adentro, familiar…

O.G. Sí, parece que se derrite en la boca.

A.P. ¿Qué representó y sigue representando para Usted la Plata?

O.G. Se trata de una ciudad que en mi alma sigue estando muy viva, yo fui muy feliz de niño allí. Por supuesto que cuando voy de visita, es una nueva fuente de reflexiones. Uno trata de buscar  y parece que excavamos ruinas. No es que esté en ruinas, sino que pasaron dos generaciones desde que me fui, hay otra población incluso.

A.P. ¿Está en su “palacio de la memoria”?

O.G. Sí, está intacta ahí pero diferente en la realidad.

A.P. Hábleme maestro por favor de la influencia de los años que usted pasó en Jerusalem.

O.G. Para mí fue una segunda infancia. Caminar por sus calles durante tres años fue un nuevo asombro cotidiano con la simple realidad de la ciudad.

A.P. Hay artistas como Daniel Barenboim que se han involucrado y dado una respuesta al conflicto de Oriente Medio. ¿Usted cómo lo ve?

O.G. Yo admiro lo que está haciendo y tomó muchos riesgos incomodando a las estructuras del poder, a lo que malamente se llama el “sentido común”, que está hecho de temores y él no tiene temores. El está en situación privilegiada para trascender el miedo al otro que es el origen de todo los problemas que tenemos en Oriente Medio y en la vida. (Nos traen las bebidas pero ni por esa circunstancia interrumpimos la charla, sabiendo fehacientemente, que el tiempo no perdona y esto es a destajo).

A.P. ¿Qué recuerdo conserva de su colaboración en las películas de Coppola?

O.G. Hay una nueva que todavía no se ha estrenado. Esta será la tercera. Un recuerdo de gratitud porque ha expandido mi visión artística y fue como tener unas becas permanentes. Aprendí a que todo lo que uno imagina se puede realizar. Y soluciones artísticas a problemas expresivos, dramáticos, una experiencia que recordaré siempre con infinita gratitud.

A.P. Dos premios Grammy por Ainadamar en 2007. ¿Se puede aspirar a más?

O.G. En la música clásica no es tanto, lo que aspiras es que las obras se sigan representando durante siglos después que uno ha muerto… y proyectando emoción. El año pasado con mi esposa nos fuimos a Toscana y en pueblos pequeñísimos se hacía Don Giovanni. Eso es muchísimo más que un Grammy.

A.P. Supone grandes diferencias  trabajar con compatriotas directores como Alejo Pérez o Andrés Máspero?

O.G. Es un placer, es hermoso que aunque en algunos casos sean de otra generación, se pueda dialogar.

A.P. Si pudiera hacer un viaje en el tiempo, volvería a la España de las tres culturas, al Toledo del siglo XII?

O.G. Sí, me encantaría, entre otras muchas paradas e iría también al futuro.…  (Se ríe, como a menudo, durante toda la entrevista, este hombre es muy risueño y da muchas facilidades en la comunicación con el interlocutor).

A-P- ¿Por qué su obsesión con el mar? ¿Tiene otras obsesiones confesables?

O.G. El mar… (y se queda pensando como reviviendo experiencias físicas acuáticas, porque acaba de aterrizar de Atenas y tiene a la Grecia eterna en el pulso y en la mirada).

A.P. En La Plata no hay mar, le comento, pero está el Museo Paleontológico donde me llevaba mi madre de paseo…

O.G. El mar es mi obsesión y nadar. Antes de ayer estuve nadando en una isla griega.

A.P. (Pienso que los hay afortunados y nosotros aquí en la casi canícula madrileña de todos los veranos). Es volver al líquido amniótico, le digo…

O.G. El mar para mí es donde yo podría vivir, saliendo a respirar un poquito de vez en cuando.

A.P. Usted dijo en una entrevista que “no hay territorios geográficos para la música solo zonas emocionales…”.

O.G. Lo que quise decir es que muchas veces, territorios geográficos representan zonas emocionales: lo que Lorca llamaba “la eterna soledad del ser humano”. Está muy explorado en Andalucía este tema, más, mucho más que en otros lugares del planeta, la provocación sexual está expresada en el tango en Buenos Aires, más que en otros lugares que yo conozca.

A.P. El teatro y la poesía también tienen una carga sexual…

O.G. Totalmente. El teatro es todo: desde filosofía, hasta sexo, amistad, temor o aceptación de la muerte. Es la vida toda.

A.P. ¿Pueden convivir la música klezmer, el tango, Schubert?

O.G. Sí, todo está en estados a veces muy sublimados y a veces muy reconocibles.

A.P. Esto no estaba pensado para la entrevista, pero tuve un flash de la película “Up in the air” con George Clooney cuando él dice que lo ideal es llevar la maleta muy vacía. Nosotros somos “multitaskers”, ¿no vamos con el equipaje un poco cargado a veces, sin detenernos en esta filosofía? ¿Deberíamos producirnos con lo puesto, también en lo emocional?

O.G. Es posible quizás, pero toda esa carga se puede transformar en aire, la cuestión es destilar todo lo que se lleva en la maleta y quedarse con la esencia y no con los trastos viejos.

A.P. Usted también es un poeta solitario como Lorca?

O.G. (se ríe una vez más). No sé, me gustaría decir que sí.

A.P, “¿Not only for pleasure”, for what else, maestro?

O.G. Para reflexionar, aprender, porque gracias al teatro y a la música se puede enfrentar la vida con más sabiduría. La música es también una fuente de vida.

A.P. ¿Cómo fue en el Teatro Colón La Pasión según San Marcos? Para mí el Colón también es como mi casa, años de años…

O.G. Yo iba al “paraíso” y de repente tener una obra mía abriendo la temporada lírica fue sentirme parte de esa tradición, de ese universo mágico que es el Teatro Colón.

A.P. ¿Cómo vive en Estados Unidos alguien con un bagaje como el suyo?

O.G. Muy bien, vivo al lado de Newton.

A.P. Pero qué frío por allá, ¿no?

O.G. El frío me molesta pero la gente es fabulosa. El nivel cultural… la investigación médica…. Me fascina vivir en ese lugar con tanta gente dedicada a estos temas.

A.P. ¿Qué diferencias hay entre estar al frente de una orquesta en Chicago o en La Plata? Y no quiero hablar de presupuestos, de dinero, como siempre. Sino  del  trato, los rituales, los ensayos, los autores, el repertorio, la gente…

O.G. Es diferente en Chicago. La orquesta es un contexto donde siempre se han creado versiones definitivas de ciertos compositores. Cuando ellos hacen Bruckner, Mahler… y se hace mucha música contemporánea. La Plata es una ciudad chica pero de repente lo que está sucediendo ahora con Marcelo Lombardero al frente del Teatro Argentino es fabuloso…una ciudad de esa escala está tomando riesgos más importantes que ciudades más grandes no toman. El está haciendo algo con mucha convicción y mi experiencia es haber visto una dedicación, una entrega de parte de todos, que me emocionó el nivel al que se llegó. Con Ainadamar fue altísimo.

A.P. Alguien escribió que el fútbol se vincula al sexo y a la muerte. (Un ruido ensordecedor se une a la entrevista. Están probando el sistema de llamada a la sala luego de las pausas. Parece que nos habíamos olvidado de dónde estábamos con la conversación). ¿Y Estudiantes de La Plata?

O.G. El equipo que amé desde chico y sigo amando. Y siempre me ha inspirado mucho que un equipo modesto haya logrado glorias tan grandes, equiparable al mundo musical: algo pequeño que ha funcionado por el esfuerzo, por el trabajo. Como ve, la cultura del trabajo en música es fundamental.

A.P. -La crisis, de la que todos hablamos y algunos padecen o padecemos, ¿puede opacar sus planes?

O.G. La crisis es dolorosa pero puede llevar con la imaginación a nuevos lugares: los últimos cuartetos de Beethoven fueron hechos para cuatro personas, el “Viaje de Invierno” de Schubert para dos, las Variaciones Goldberg para una persona con dos manos. La “Historia de un soldado” inspirada en la primera Guerra Mundial es bellísima. La crisis puede llevar a inesperadas sendas en el Arte, pero claro que se sufre.

A.P. De las depresiones pueden salir grandes cosas, maestro?

O.G. ¡Ojalá!

A.P. Lo que más odia y lo que más ama?

O.G. En realidad…

A.P. Como dicen los franceses cuando exclaman “je déteste…”

O.G. Ehmm, cuanto más pasa el tiempo no se me ocurre nada que me despierte odio. Hay cosas que me molestan pero me estoy volviendo menos colérico, incluso cuando hay gente que no toca bien lo que hago. Soy más comprensivo que antes. Cosas que amo, estar con mi esposa, con mis hijos, con el mar, el acto de escribir.

A.P. ¿Sus hijos hacen música también?

O.G. Han hecho pero no van a ser músicos.

A.P. ¿Lo lamenta?

O.G. No, es difícil para hijos con padres exitosos en algo, seguir ese camino. Ellos necesitan su propia identidad.

A.P. ¿Tiene algún proyecto en marcha?

O.G. Tengo un concierto para violín y estoy empezando una ópera para el Met.

A.P. Seguro que no me puede contar por cábala…

O.G. Por cábala y por contrato.

A.P. El Met es lo más…

O.G. Es una casa impresionante. Es Estados Unidos.

Se acaba el tiempo. Por supuesto, no terminamos la conversación sin que me agradeciera una charla tan amena. ¡Ay que ver, este hombre! Un verdadero gentleman de Massachussets. Algo internacional, of course.

Ainadamar gusta a la gente. Después del Ensayo General que sale redondo, el maestro Golijov, responde emocionado a los aplausos. Está contentísimo.

 

Alicia Perris

No hay comentarios:

Publicar un comentario