Roberto Devereux de Gaetano Donizetti. Tragedia lírica en tres actos. Libreto de Salvatore Cammarano basado en la tragedia Elisabeth d’Anglaterre de Jacques-François Ancelot y otros autores. Palau de les Arts. Valencia. 18 de junio de 2025
Equipo creativo
Dirección musical, Francesco
Lanzillotta
Dirección de escena, Jetske
Mijnssen
Vestuario,
Klaus Bruns
Iluminación,
Cor van den Brink
Dramaturgia,
Luc Joosten
Reparto
Elisabetta, Eleonora Buratto
Lord duca di Nottingham, Lodovico
Filippo Ravizza
Sara, Silvia Tro Santafé
Roberto Devereux, Ismael Jordi
Lord Guglielmo, Cecil Filipp
Modestov++
Sir Gualtiero Raleigh, Irakli
Pkhaladze++
Un paje, Xavier Galán*
Un familiar de Notthingham, Lluís
Martínez*
*Cor de la Generalitat Valenciana
Director Jordi Blanch Tordera
Orquestra de la Comunitat
Valenciana
++Centre de Perfeccionament
Nueva producción del Palau de les Arts
Reina Sofía, en coproducción con Dutch National Opera de Ámsterdam y
Teatro di San Carlo de Nápoles (donde por cierto se estrenó esta obra en
1837).
El Palacio de las Artes Reina Sofía (en valenciano Palau de les Arts Reina Sofía, o simplemente, Les Arts) es el teatro de la ópera de estilo neofuturista de Valencia (España) y sede de la Orquesta de la Comunidad Valenciana. Es obra de Santiago Calatrava y forma parte del complejo arquitectónico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Inaugurado el 8 de octubre de 2005, para los futuros visitantes y melómanos ajenos a su proyecto generoso, merece la pena acercarse para disfrutar de un programa anual variado y para todos los públicos, donde el universo de la lírica aparece desplegado con eficacia y buen hacer.
“Criaturas de un belcanto
freudiano” definen los personajes de Roberto Devereux los
especialistas de Les Arts que han rodeado esta creación de conferencias,
aclaraciones, vídeos y toda la difusión que hace que este tipo de espectáculo
esté al alcance de recién llegados y ajenos, con la única condición del interés
por la música y la belleza.
Efectivamente el psicoanalista de
Viena- Sigmund Freud- en seguida hubiera pensado, no, “cherchez la femme”,
que también, sino “buscad al padre” (y también a la madre, claro). Difícil,
por no decir imposible rearmarse anímicamente, cuando alguien desde el origen
está definido por la filiación de la dinastía Tudor, adicta a las
decapitaciones, la riqueza y con cierto placer evidente por dibujar el lado
oscuro del Renacimiento en Inglaterra.
Esta situación es lo que dibuja Donizetti en
su trilogía shakesperiana (integrada por Anna Bolena (1830), Maria Stuarda
(1835) y la presente Roberto Devereux (1837), una época sangrienta, de guerras
de religiones e inmisericorde. Al maestro bergamasco esta partitura lo sorprende
viudo y enlutado y así, anticipa aspectos del nuevo melodrama romántico de
segunda época, menos belcantista a la vez que férreamente apegado a los modos
básicos de este estilo y será modelo del Verdi joven, enérgico y de ágil
dramaturgia.
Les Arts concluye con este conseguido
vocalmente Roberto, la trilogía Tudor de Donizetti, protagonizada en cada una
de sus entregas por voces ideales para el bel canto. Estrenada el 4 de junio,
esta es la reseña de la última función, coincidiendo con la 18ª Asamblea de
Ópera Latinoamericana en la sala valenciana (del 17 al 20 de junio).
Después de una obertura que no
hacía presagiar demasiado el cruento final del Conde de Essex, la partitura
contiene pasajes realmente memorables y difíciles para los cantantes, entre los
cuales se pueden citar varias escenas y números musicales, incluyendo: el Preludio, coro y romanza: "Sara,
Geme!... pallor funereo - All'afflitto è dolce il pianto", la Escena y
cavatina de Elisabetta: "La regina - L'amor suo mi fe' beata",
también la Gran escena y dueto de Elisabetta y Roberto: "Nunzio son del
parlamento - Un tenero core mi rese felice",
La Escena y cavatina de Nottingham: "Roberto... - Forse in quel cor sensibile" y además la Escena y dueto de Roberto y Sara: "Tutto è silenzio!... Nel cor soltanto - Il vero intesi?... Ah! parmi", con un crescendo emocional y dramático que va elevándose hacia un final en clímax.
Comenzando por el equipo
teatral-escénico holandés, el que acompaña a la directora de escena Jetske
Mijnssen, traza aquí una propuesta junto a la escenografía de Ben Baur- escueta
y algo desangelada- el vestuario intemporal de Klaus Bruns (increíble
la vestimenta con gabardina a lo Bogart de Ismael Jordi), la iluminación,
algo corta de Cor van den Brink y la propuesta de Luc Joosten, un
todo que no convenció en general a la audiencia que lo demostró a la hora de
los aplausos.
Es posible que la retina de los espectadores esté densamente habitada por las sucesivas series televisivas (noble e inmejorable la de Glenda Jackson como Isabel I de hace décadas, británica, ElizabethR, 1971), películas, como las defendidas por Errol Flynn y Bette Davis( La vida privada de Elizabeth y Essex (1939) en su día por poner un solo ejemplo, pinturas museísticas, obras de teatro y también óperas, claro, lujosas, imponentes, y entonces esta sobriedad excesiva y despoblada le provoque una distorsión cognitiva. Podría haber una ventaja y es que esta estructura teatral algo simplista hace que el oyente se concentre en la música y se convierta precisamente en eso: más en alguien que escucha que quien mira un palcoscenico con una dirección de escena al uso, sin sorpresas.
De acuerdo con todos los presentes, que colmaban la sala, salvo alguna mínima cancelación de ultimísima hora, se podría escribir que la parte vocal redondeó las expectativas, encandiló y hasta fascinó a la audiencia.
Eleonora Buratto. la
reina, es una soprano lírica de Mantua, alumna de Pavarotti y Mirella Freni,
que destaca por su talento y sensibilidad en la lectura de su parte y en la
interpretación, exigente, de la protagonista. Cuenta con un repertorio
amplísimo y sorprendente, una técnica muy trabajada, fiato holgado, elegante
línea vocal y sabe cantar y también decir, insinuar y susurrar, en un rol
declinado en un abanico peculiar lleno de matices. Configuró un trío fantástico junto al tenor
jerezano Ismael Jordi y la mezzosoprano valenciana Silvia Tro Santafé.
La aplaudida soprano italiana, ha cosechado la admiración del público y el
elogio de la crítica también en sus dos debuts anteriores (Anna Bolena y Maria
Stuarda). Muy chic enfundada en un ajustado traje de terciopelo burdeos, con un
broche a la cintura que le delineaba perfectamente la silueta.
El tenor jerezano Ismael Jordi
que hace dos temporadas cantó una Traviata clamorosa en el Met de Nueva York
junto a Ermonela Jaho. tiene muchísimas tablas y voz para salir airoso de
cualquier compromiso. Aquí lo repitió: posee un instrumento dulce, insinuante,
con notable línea de canto y admirable presencia escénica. Jordi, finalmente,
navegó con acierto entre las procelosas aguas de una intervención comprometida en
lo dramático y en lo vocal.
Se adecua perfectamente a sus partenaires femeninas, al Coro de la Generalitat Valenciana, dirigido por el maestro Jordi Blanch Tordera y a las órdenes de un director como el artista romano Francesco Lanzillotta que cubre todas las aspiraciones. Se trata de alguien que sabe escuchar y dejar oír a los cantantes, concertar escenario y orquesta, aquí muy cómoda bajo su batuta y versátil en tantos pasajes imprescindibles. En este caso, se habla de la Orquesta de la Comunitat Valenciana, de sonido coherente y muy amable y elegante sección de cuerdas
Silvia Tro Santa Fe, mezzosoprano
valenciana de larga y muy solvente trayectoria, delinea con maestría, estilo y
gran precisión vocal e interpretativa a la enamorada Sara, siempre contenida. Es
una lírica de coloratura que, al comienzo de su carrera, se dio a conocer por
sus interpretaciones de Handel y Rossini, Bellini, Donizetti y Verdi.
Ganó el primer premio por
"Voz" en el concurso Internacional Jeneusse Musicales en 1989 y
continuó sus estudios en la Juilliard School de
Nueva York en 1992–93, ganando el Opera Index Prize en
1992. Estudió durante con
Carlo Bergonzi en la Accademia Chigiana y fue becada por La Scala Amici de
Loggione para estudiar con Magda Olivero.
Tiene una maestría en Política y
Gestión de las Artes de la Universidad Birkbeck
College de Londres desde 2015. Trabajadora de la música infatigable, es un
privilegio contar con ella en cualquier proyecto y en este Roberto lo ha
demostrado nuevamente.
A Lodovico Filippo Ravizza
le tocó el desafortunado papel de traidor, lamentable esposo y amigo, pero
realizó una labor creíble como el Duque de Nottingham, con una sugerente voz de
barítono, educada, afinada y en consonancia con el resto de los protagonistas. Comenzó
sus estudios musicales de niño en la escuela que formó los "Pueri
Cantores" de la Capilla de Música de la Catedral de Milán.
Es el único barítono admitido en la primera edición de Bottega Donizetti 2021, donde estudia con Alex Esposito, Michele D'Elia, Francesco Micheli, M° Riccardo Frizza, Damiano Michieletto. Es ganador del 73º Concurso ASLICO (2022). Esta temporada actuó en La traviata Teatro del Maggio Musicale Fiorentino, L'elisir d'amore en el Teatro Regio de Turín, Il barbiere di Siviglia en el Teatro La Fenice de Venecia, La fanciulla del West en el Teatro di San Carlo de Nápoles, este Roberto Devereux en el Palau de les Arts de Valencia, Falstaff en la Semperoper de Dresde y La bohème en el Teatro Comunale de Bolonia. Todo un presente y un futuro.
Una ópera no se concibe sin unos
adecuados mal llamados “secundarios”, en la medida en que resultan
imprescindibles para el desarrollo de la trama y la propia historia. Así, en
esta ocasión, cuidada labor del Lord Guglielmo Cecil, de Filipp Modestov++,
el Sir Gualtiero Raleigh de Irakli Pkhaladze++. También, el paje, de Xavier
Galán* y un familiar de Notthingham, a cargo de Lluís Martínez*.
Les Arts cuenta con un diseño
arquitectónico creativo y rompedor y unas magníficas instalaciones que permiten
el refrigerio durante el entreacto, la comunicación y el aire fresco (menos en
los comienzos de este verano climatológico valenciano adelantado), embalsamado
por el aroma, tenue y discreto de todas las plantas que, dada la cercanía del
mar, regalan la presencia de los espectadores y paseantes. ¡Qué bien!
Alicia Perris
Fotos Miguel
Lorenzo-Mikel Ponce, Les Arts
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