lunes, 16 de junio de 2025

UNA TOSCA MUY DIGNA EN EL AUDITORIO NACIONAL


Tosca, música de Giacomo Puccini. Libreto en italiano de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa. Auditorio Nacional de Música, Sala Sinfónica. 9 de junio de 2025

Reparto

Orquesta Clásica Santa Cecilia

Sociedad Coral Excelentia de Madrid

Kynan Johns, director

Tosca, Rebeka Lokar

Cavaradossi, Eduardo Sandoval

Scarpia, Manuel Más

Angelotti, Ihor Voievodin

Sacristán, Vicente Martínez

Spoletta, Ángel Walter

Sharone y carcelero, Ihor Voievodin

Pastorcillo, Daniela Vladimirova

«Tosca» es una ópera en tres actos estrenada con éxito en Roma, el 14 de enero de 1900, en el Teatro Costanzi, a la vuelta de la céntrica Vía Nazionale. El texto de la obra está basado en un intenso drama, «La Tosca», de Victorien Sardou, presentado en París en 1887 con la gran actriz Sarah Bernhardt. Fue María Callas tal vez la heroína más recordada en sus actuaciones que finalizaron aproximadamente a mitad de los años sesenta, cuando la acompañaba el legendario barítono Tito Gobbi o la dirigía el francés George Prêtre. Hay anécdotas, relatos, leyendas, una narrativa incandescente que forma la “petite histoire” de una “Grande Histoire” de la lírica.

Probablemente esta ópera situada en varios lugares señalados de Roma y en el proverbial Castel Sant´Angelo, es una de las más representativas del repertorio verista italiano por su intensidad dramática y por contener algunas de las arias más bellas del repertorio. El argumento combina amor, intriga, violencia, pasión y muerte. Junto a «Madama Butterfly» y «La Bohème», integra el trío de óperas más conocidas de Puccini. La partitura se encuadra en el estilo desarrollado por Puccini hasta el momento: continuidad del discurso musical, roto apenas por una o dos arias. Las escenas más impactantes son el "Te Deum" del final del primer acto, y las arias "Vissi d'arte" (para Tosca) y "E lucevan le stelle" (para Mario). Dramáticamente, el segundo acto es de una intensidad que algunos consideran inigualada por otra obra del compositor de Lucca. La acción transcurre, como se dijo, en Roma, el 14 de junio de 1800, cuando Napoleón vence a los austríacos al mando del general Michael von Melas en la batalla de Marengo.

En lo que se refiere al contexto histórico, colmado de cambios y acontecimientos en lapsos muy cortos de tiempo, a finales del siglo XVIII, Napoleón invadió el norte de Italia después de combatir con el ejército austríaco, y llevó a ese país las ideas de la Revolución Francesa, instaurando una república. Estas ideas se difundieron rápidamente por toda la península, incluso en los estados pontificios, instaurando también allí una república.

Cuando el ejército napoleónico marcha a Egipto, su ausencia es aprovechada por los austriacos y los realistas, y se disuelven las repúblicas, restaurando las monarquías, tanto en el norte como en Roma, territorio vaticano y los republicanos son ferozmente perseguidos. Mientras tanto, Napoleón vuelve a Francia e inicia una nueva campaña en Italia, enfrentándose al ejército austriaco en la batalla de Marengo el 14 de junio de 1800, donde resulta vencedor de esa batalla. Sin embargo, las primeras noticias- confusas- que llegan a Roma dan por triunfadores a los austriacos, lo que da lugar a expresiones de júbilo entre las fuerzas reaccionarias que realizan diversos actos para festejar el triunfo. Al día siguiente llega la noticia del verdadero resultado de la batalla.

El texto de Sardou hace un uso dramático de este hecho histórico. La lucha en la protoItalia (la reunificación ocurrirá varias décadas después en el mismo siglo XIX), entre los republicanos y los realistas se encarna en la persecución de Angelotti y Cavaradossi, ambos de ideas liberales, por parte de Scarpia, que es instrumento y policía de la autocracia realista. De esta forma, el conflicto político es el disparador de la acción dramática. Se incluyen por tanto referencias al equívoco del resultado de la contienda, así como el brillante "Te Deum" del final del primer acto para conmemorar la supuesta derrota de Napoleón.

En lo que se refiere al “cast” de referencia, la Orquesta Clásica Santa Cecilia, ha sido dirigida por importantes maestros como Michail Jurowski, Jean- Jacques Kantorow, Thomas Sanderling, Kynan Johns, János Kovács, Alexander Polyanichko, Henrik Schaefer, entre otros. Y han actuado junto a ella, solistas instrumentales de la talla de Vesko Eschkenazy, Renaud Capuçon, Maxim Rysanov, Radovan Vlatkovic, Leticia Moreno, Eric Le Sage, entre otros grandes solistas del panorama internacional.

 Esta vez fue el encargado de estar al frente para la partitura de Puccini, el maestro Kynan Johns, de muy dilatada experiencia y probada eficacia, al igual que la reconocida Sociedad Coral Excelentia de Madrid, perteneciente al grupo privado que además organizó en el Auditorio Nacional esta función de Tosca.

Manuel Más es el malvado Scarpia. Natural de Valencia (España) realiza los estudios superiores de canto en el Conservatorio Superior de Música de Valencia Joaquín Rodrigo y la Escuela Superior de Canto de Madrid. Ha interpretado diferentes roles como solista y cantado en diferentes teatros nacionales e internacionales como: el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, Teatro Real de Madrid Teatro de la Zarzuela de Madrid, Palacio Euskalduna de Bilbao, Teatro Nuovo Gian Carlo Menotti de Spoleto, Teatro Morlacchi de Perugia, Teatro Comunale de Todi,entre otros. Tiene un bello instrumento y se desenvuelve con elegancia en el escenario, habiendo podido aunar junto a los protagonistas un rendimiento solvente y seguro.

Eduardo Sandoval, es aquí el enamorado y romántico Cavaradossi, ajeno a los reales peligros que lo acechan. Cantante también español, licenciado además en Geografía e Historia, completa su formación vocal asistiendo a numerosos cursos de perfeccionamiento con artistas como Elena Obratsova, Magda Olivero, Alain Fondari y Vladimir Galouzine y trabaja las cuestiones interpretativas con los prestigiosos directores y repertoristas Miguel Zanetti, José Cervera Collado y Lorenzo Petri. Se trata de un rol complejo, que el tenor desarrolla con elasticidad y saber hacer.

Por su parte, Rebeka Lokar, Tosca aquí, nació en Maribor, Eslovenia y se la conoce perfectamente en Europa, especialmente en Italia y España, y en su país, donde canta frecuentemente. La dicción de su italiano es más que razonable para un artista extranjero, y refinó su técnica bajo la guía del barítono italiano Mauro Agustini. Su repertorio es amplio, sobre todo en la geografía de los compositores Verdi y Puccini. Actuó en los teatros Regio de Turín, Nacional de Zagreb, San Carlo de Nápoles, Festival Torre del lago, Arena di Verona, Palau de les Arts de Valencia, Ópera de Génova y Shangai entre otros y defendió también la Misa de Réquiem de Verdi en Tokyo y Zagreb. Colaboró con directores de orquesta como Gianandrea Noseda, Renato Palumbo, Niksa Bareza, Daniel Oren, Francesco Rosa, Gianluca Martinenghi, Francesco Ivan Ciampa, Loris Voltolini y Pierluigi Pizzi, por dar algunos nombres.

Cuenta con un instrumento de soprano spinto con una técnica y una dedicación profesional aseguradas. Su voz posee brillo, cuerpo, la línea de canto es purísima, con buen fiato, aunque algunos señalen un exceso de vibrato, que sin embargo no le oscurecen muchas otras habilidades vocales y teatrales.

Los acompañantes del drama realizaron un buen trabajo de apoyo, que actuó como correa de transmisión de la acción y el canto bien engrasada, con una labor a destacar. Así, Ihor Voievodin en Angelotti, Sharone y carcelero, el sacristán de Vicente Martínez, el Spoletta de Ángel Walter y el Pastorcillo al que dio vida Daniela Vladimirova.

Hubo muchos aplausos y reconocimientos para todos. Cada uno lleva en sí una Tosca, “su” Tosca, los cantantes, los intérpretes, los registas en el que caso de que la ópera se presente teatralmente, porque este paradigma tan amado declina una narrativa musical pero es también necesaria y originalmente teatro.

Fuera, una marea arremolinada abandona la Sala Sinfónica. La noche es suave y recuerda los calores del día. Podríamos decir, como Cavaradossi, todavía impresionados con la traición y emocionados por el fusilamiento del héroe: “L'arte nel suo mistero le diverse bellezze insiem confonde; ma nel ritrar costei il mio solo pensiero, Tosca, sei tu!”. Tosca, Acto I.  (Traducción aproximada: “El arte en su misterio confunde a la vez diferentes bellezas; pero al retratar(la) en mi pensamiento solo estás tú, Tosca”, A.P.)

Alicia Perris

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