Tosca, música de Giacomo Puccini. Libreto en italiano de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa. Auditorio Nacional de Música, Sala Sinfónica. 9 de junio de 2025
Reparto
Orquesta Clásica Santa Cecilia
Sociedad Coral Excelentia de
Madrid
Kynan Johns, director
Tosca, Rebeka Lokar
Cavaradossi, Eduardo Sandoval
Scarpia, Manuel Más
Angelotti, Ihor Voievodin
Sacristán, Vicente Martínez
Spoletta, Ángel Walter
Sharone y carcelero, Ihor
Voievodin
Pastorcillo, Daniela Vladimirova
«Tosca» es una ópera en tres actos estrenada con
éxito en Roma, el 14 de enero de 1900, en el Teatro Costanzi, a la
vuelta de la céntrica Vía Nazionale. El texto de la obra está basado en un
intenso drama, «La Tosca», de Victorien Sardou, presentado en París en
1887 con la gran actriz Sarah Bernhardt. Fue María Callas tal vez la heroína
más recordada en sus actuaciones que finalizaron aproximadamente a mitad de los
años sesenta, cuando la acompañaba el legendario barítono Tito Gobbi o la
dirigía el francés George Prêtre. Hay anécdotas, relatos, leyendas, una
narrativa incandescente que forma la “petite histoire” de una “Grande Histoire”
de la lírica.
Probablemente esta ópera situada en varios lugares señalados
de Roma y en el proverbial Castel Sant´Angelo, es una de las más
representativas del repertorio verista italiano por su intensidad dramática y
por contener algunas de las arias más bellas del repertorio. El argumento
combina amor, intriga, violencia, pasión y muerte. Junto a «Madama Butterfly» y
«La Bohème», integra el trío de óperas más conocidas de Puccini. La partitura
se encuadra en el estilo desarrollado por Puccini hasta el momento: continuidad
del discurso musical, roto apenas por una o dos arias. Las escenas más
impactantes son el "Te Deum" del final del primer acto, y las arias
"Vissi d'arte" (para Tosca) y "E lucevan le stelle" (para
Mario). Dramáticamente, el segundo acto es de una intensidad que algunos
consideran inigualada por otra obra del compositor de Lucca. La acción
transcurre, como se dijo, en Roma, el 14 de junio de 1800, cuando Napoleón
vence a los austríacos al mando del general Michael von Melas en la batalla de
Marengo.
En lo que se refiere al contexto histórico, colmado de
cambios y acontecimientos en lapsos muy cortos de tiempo, a finales del siglo
XVIII, Napoleón invadió el norte de Italia después de combatir con el ejército
austríaco, y llevó a ese país las ideas de la Revolución Francesa, instaurando
una república. Estas ideas se difundieron rápidamente por toda la península, incluso
en los estados pontificios, instaurando también allí una república.
Cuando el ejército napoleónico marcha a Egipto, su ausencia
es aprovechada por los austriacos y los realistas, y se disuelven las
repúblicas, restaurando las monarquías, tanto en el norte como en Roma,
territorio vaticano y los republicanos son ferozmente perseguidos. Mientras
tanto, Napoleón vuelve a Francia e inicia una nueva campaña en Italia,
enfrentándose al ejército austriaco en la batalla de Marengo el 14 de junio de
1800, donde resulta vencedor de esa batalla. Sin embargo, las primeras noticias-
confusas- que llegan a Roma dan por triunfadores a los austriacos, lo que da
lugar a expresiones de júbilo entre las fuerzas reaccionarias que realizan
diversos actos para festejar el triunfo. Al día siguiente llega la noticia del
verdadero resultado de la batalla.
El texto de Sardou hace un uso dramático de este hecho
histórico. La lucha en la protoItalia (la reunificación ocurrirá varias décadas
después en el mismo siglo XIX), entre los republicanos y los realistas se
encarna en la persecución de Angelotti y Cavaradossi, ambos de ideas liberales,
por parte de Scarpia, que es instrumento y policía de la autocracia realista.
De esta forma, el conflicto político es el disparador de la acción dramática. Se
incluyen por tanto referencias al equívoco del resultado de la contienda, así
como el brillante "Te Deum" del final del primer acto para conmemorar
la supuesta derrota de Napoleón.
En lo que se refiere al “cast” de referencia, la Orquesta
Clásica Santa Cecilia, ha sido dirigida por importantes maestros como
Michail Jurowski, Jean- Jacques Kantorow, Thomas Sanderling, Kynan Johns, János
Kovács, Alexander Polyanichko, Henrik Schaefer, entre otros. Y han actuado
junto a ella, solistas instrumentales de la talla de Vesko Eschkenazy, Renaud
Capuçon, Maxim Rysanov, Radovan Vlatkovic, Leticia Moreno, Eric Le Sage, entre
otros grandes solistas del panorama internacional.
Esta vez fue el
encargado de estar al frente para la partitura de Puccini, el maestro Kynan
Johns, de muy dilatada experiencia y probada eficacia, al igual que la
reconocida Sociedad Coral Excelentia de Madrid, perteneciente al grupo
privado que además organizó en el Auditorio Nacional esta función de Tosca.
Manuel Más es el malvado Scarpia. Natural de Valencia
(España) realiza los estudios superiores de canto en el Conservatorio Superior
de Música de Valencia Joaquín Rodrigo y la Escuela Superior de Canto de Madrid.
Ha interpretado diferentes roles como solista y cantado en diferentes teatros
nacionales e internacionales como: el Palau de les Arts Reina Sofía de
Valencia, Teatro Real de Madrid Teatro de la Zarzuela de Madrid, Palacio
Euskalduna de Bilbao, Teatro Nuovo Gian Carlo Menotti de Spoleto, Teatro Morlacchi
de Perugia, Teatro Comunale de Todi,entre otros. Tiene un bello instrumento y
se desenvuelve con elegancia en el escenario, habiendo podido aunar junto a los
protagonistas un rendimiento solvente y seguro.
Eduardo Sandoval, es aquí el enamorado y romántico Cavaradossi,
ajeno a los reales peligros que lo acechan. Cantante también español, licenciado
además en Geografía e Historia, completa su formación vocal asistiendo a
numerosos cursos de perfeccionamiento con artistas como Elena Obratsova, Magda
Olivero, Alain Fondari y Vladimir Galouzine y trabaja las cuestiones
interpretativas con los prestigiosos directores y repertoristas Miguel Zanetti,
José Cervera Collado y Lorenzo Petri. Se trata de un rol complejo, que el tenor
desarrolla con elasticidad y saber hacer.
Por su parte, Rebeka Lokar, Tosca aquí, nació en Maribor, Eslovenia y se la conoce perfectamente en Europa, especialmente en Italia y España, y en su país, donde canta frecuentemente. La dicción de su italiano es más que razonable para un artista extranjero, y refinó su técnica bajo la guía del barítono italiano Mauro Agustini. Su repertorio es amplio, sobre todo en la geografía de los compositores Verdi y Puccini. Actuó en los teatros Regio de Turín, Nacional de Zagreb, San Carlo de Nápoles, Festival Torre del lago, Arena di Verona, Palau de les Arts de Valencia, Ópera de Génova y Shangai entre otros y defendió también la Misa de Réquiem de Verdi en Tokyo y Zagreb. Colaboró con directores de orquesta como Gianandrea Noseda, Renato Palumbo, Niksa Bareza, Daniel Oren, Francesco Rosa, Gianluca Martinenghi, Francesco Ivan Ciampa, Loris Voltolini y Pierluigi Pizzi, por dar algunos nombres.
Cuenta con un instrumento de soprano spinto con una técnica
y una dedicación profesional aseguradas. Su voz posee brillo, cuerpo, la línea
de canto es purísima, con buen fiato, aunque algunos señalen un exceso de
vibrato, que sin embargo no le oscurecen muchas otras habilidades vocales y
teatrales.
Los acompañantes del drama realizaron un buen trabajo de
apoyo, que actuó como correa de transmisión de la acción y el canto bien
engrasada, con una labor a destacar. Así, Ihor Voievodin en Angelotti,
Sharone y carcelero, el sacristán de Vicente Martínez, el Spoletta de Ángel
Walter y el Pastorcillo al que dio vida Daniela Vladimirova.
Hubo muchos aplausos y reconocimientos para todos. Cada uno
lleva en sí una Tosca, “su” Tosca, los cantantes, los intérpretes, los registas
en el que caso de que la ópera se presente teatralmente, porque este paradigma
tan amado declina una narrativa musical pero es también necesaria y
originalmente teatro.
Fuera, una marea arremolinada abandona la Sala Sinfónica. La noche es suave y recuerda los calores del día. Podríamos decir, como Cavaradossi, todavía impresionados con la traición y emocionados por el fusilamiento del héroe: “L'arte nel suo mistero le diverse bellezze insiem confonde; ma nel ritrar costei il mio solo pensiero, Tosca, sei tu!”. Tosca, Acto I. (Traducción aproximada: “El arte en su misterio confunde a la vez diferentes bellezas; pero al retratar(la) en mi pensamiento solo estás tú, Tosca”, A.P.)
Alicia Perris