martes, 5 de noviembre de 2024

PHILIPPE JAROUSSKY, CONTRATENOR Y JÉRÔME DUCROS, PIANO, SEGUNDO RECITAL DE IMPACTA EN EL AUDITORIO NACIONAL

Philippe Jaroussky, contratenor y Jérôme Ducros, pianista. Obras de Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Hahn, Fauré, Chaminade y Debussy. 4 de noviembre, 2024. Auditorio Nacional de Madrid.



PROGRAMA VIENA PARÍS

Primera parte

Joseph Haydn(1732-1809)

Das Leben ist ein Traum (¡La vida es un sueño!)

Wolfgang Amadeus Mozart(1756-1791)

Abendempfindung (Sensación vespertina) K. 523

An Chloe (A Chloe) K. 524

Ludwig van Beethoven (1770-1827)

Sehnsucht (Anhelo)

Adelaide op. 46

Franz Schubert(1797-1828)

Klavierstück n° 2 en mi bemol mayor D. 946I

Im Frühling (En primavera) D. 882

Die Götter Griechenlands (Los dioses de Grecia) D. 677

 An Silvia (A Silvia) D. 891

Litanei auf das Fest Allerseelen (Letanía para la festividad  los Santos) D. 343

Herbst (Otoño) D. 945

Nachtstück (Nocturno) D. 672

Segunda parte

Gabriel Fauré(1845-1924), Cinq Mélodies de Venise, poemas de Paul Verlaine op. 58.

1.Mandoline (extracto de Fêtes galantes)

2.En sourdine (extracto de Fêtes galantes)

3.Green (extracto de Romances sans paroles)

4.A Clymène (extracto de Fêtes galantes)

5.C’est l’extase (extracto de Romances sans paroles)

Chaminade, Étude de concert n°2 op35 «Automne»

Reynaldo Hahn (1874-1947)

A Chloris

Offrande

Fêtes galantes

D’une prison

Claude Debussy (1862-1918)

Les Fêtes galantes, sobre los poemas de Paul Verlaine, libro II

1.Les Ingénus.  2. Le Faune. 3. Colloque sentimental

Philippe Jaroussky, contratenor

Jérôme Ducros, piano

IMPACTA, liderado por Enrique Subiela y Enrique Rubio, en una andadura que ahora se estrena en el Auditorio Nacional, busca ofrecer experiencias musicales de alta calidad y atraer nuevas audiencias. Esta propuesta propone artistas muy reconocidos como una primera actuación anterior de Sonya Yoncheva en Dido y Aeneas, Lang Lang, William Christie y ahora Philippe Jaroussky, entre otros, que ofreció un recital con un repertorio, especialmente la sección de compositores franceses, que ya antes había explorado en sus grabaciones de Green Y Opium y los respectivos conciertos en sala y compositores alemanes, sobre todo, lieder de Schubert.

No cabe duda de que Philippe Jaroussky es uno de los principales contratenores del panorama internacional. Este recital se conforma además a partir de piezas de su nueva publicación discográfica, Schubert Lieder, ofrecidos en la primera parte. Así lo confirman algunos de los prestigiosos premios que ha recibido: Victoires de la Musique (Artista Lírico Revelación en 2004; Artista Lírico en 2007 y 2010) por ejemplo.

Con una maestría técnica que le ha permitido los más audaces matices y espectaculares pirotecnias, sobre todo en tiempos de su inclinación por el Barroco (todavía rastreable en grabaciones legendarias con Cecilia Bartoli (en Mezzo) en Versalles, el artista francés exploró partituras y compositores como Monteverdi, Sances o Rossi, Haendel o Vivaldi y ha contribuido activamente al descubrimiento –o redescubrimiento– de compositores como Caldara, Porpora, Steffani, Telemann o Johann Christian Bach. En la música contemporánea, se recuerda su estreno la ópera Only the Sound remains de la recientemente desaparecida Kaija Saariaho, escrita específicamente para su voz, presentada también en Madrid.

En 2002 fundó l’Ensemble Artaserse, con quien actúa por toda Europa con regularidad y en marzo de 2021, y con esta misma formación, debutó como director. En 2017 además la Academia Philippe Jaroussky, para apoyar a jóvenes músicos que sufren de aislamiento cultural, a través de una enseñanza original, extensa y exigente. En 2019 fue nombrado Caballero de las Artes y las Letras por el gobierno francés.

En cuanto a su acompañante, el pianista, compositor y arreglista, Jérôme Ducros, se trata de un artista polifacético, que acompaña muy a menudo al contratenor. Cuenta con un vasto repertorio que abarca desde la música contemporánea hasta su propia obra. Es un músico de cámara muy solicitado, y se produce en los escenarios más destacados: Théâtre des Champs-Elysées, Philharmonie de Berlín, Musikverein de Viena, Wigmore Hall, entre otros. Su interpretación en la velada en solitario, acompañando cada sección ad hoc, de Klavierstück n° 2 en mi bemol mayor D. 946 de Schubert y de Chaminade, el Étude de concert n°2 op35 «Automne», sonaron muy bien, especialmente la segunda, con gran despliegue técnico, y excelente uso de ambas manos y del pedal.

Philippe Jaroussky, es tal vez, una de las voces más bellas en el firmamento vocal internacional. Ahora, su técnica depurada y exquisita le prestan una extensión, una expresividad y una musicalidad poco frecuentes en el panorama actual, por lo que ha decidió hacer realidad un viejo sueño: cantar lieder de Schubert y abordar en lengua alemana, Haydn, Mozart y Beethoven también.

Su prestación no puede equipararse con los liederistas que cantan ese repertorio al uso como su gran especialidad pero consiguió dotar a esas obras de refinamiento y sensibilidad, de otro aroma.

Optó en la segunda parte también por centrarse en melodías  francesas  junto  al  pianista  Jérôme  Ducros y textos de Paul Verlaine, mucho más en su terreno. Son composiciones evanescentes, lánguidas y melancólicas de Gabriel Fauré, Reynaldo Han y Claude Debussy. Verlaine, es volcánico, enloquecido, fogoso, famoso por sus escándalos cercanos a los de Rimbaud o Baudelaire, míticos poetas simbolistas de universos perdidos, los únicos verdaderos como diría Marcel Proust. Verlaine sigue siendo un poeta fundacional que compartimos en las geografías de nuestra adolescencia francófona. Los discos Opium y Green, llevados a los escenarios por Jaroussky, crearon en su momento una atmósfera onírica e irreal, mágica con estas producciones, que no se habían conocido en el mundo del canto y menos en su tesitura, la del proceloso universo de los castrati, de los que se ha dicho y escrito, casi todo desde hace décadas. 

Vestido con una sobriedad de oscuro, como Ducros, el bello rostro siempre luminoso y angélico, tiene una espléndida línea de canto. Y una musicalidad sorprendente y trabajada. Lo suyo es el estudio, el esfuerzo y vive imbuido actuando, de cierto distanciamiento medido, de una clara contención aquí.

Las traducciones del francés del programa, que no tiene notas críticas, son poco académicas y tienen bastantes errores de interpretación y traducción, pero siempre se recuerdan estos versos originales, llenos de nostalgia de Verlaine: “Qu´as-tu fait, ô toi que voilà, pleurant sans cesse, dis, qu´as-tu fait, toi que voilà, de ta jeunesse?” (“¿Qué has hecho, tú que estás aquí, llorando sin cesar, dime, que has hecho tú que estás aquí, de tu juventud?” (en el programa de mano falta por cierto la traducción del último verso, “De tu juventud”) y los responsables de las traducciones del alemán y el francés.

Muchos aplausos a los dos artistas, que brindaron una especie de picardía, de Georges Brassens, Colombine, anunciada en español por el propio cantante. Silbada y transportada a un registro grave luego de la primera parte, muy aguda y refrescante, porque el repertorio galo interpretado en este concierto entronca a la perfección con la creatividad de la “chanson française”, que representaron tan bien compositores y cantantes como Charles Trenet o el propio Brassens, con su casi escuela vital de despreocupación y ciertas veleidades anarquizantes con su inenarrable, “La mauvaise réputation” (La mala reputación”) y muchas más. Un clásico.

Alicia Perris


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