Emmanuelle Haïm y Le Concert D’Astrée. Obras de Georg Friedrich Haendel y Johann Sebastian Bach. Jueves 12 de diciembre de 2024. Auditorio Nacional. Sala Sinfónica.
Programa
G.F. Haendel (1685-1759).
Música acuática, Suite en Re, HWV 349
J.S. Bach (1685-1759).
Suite orquestal en Re Mayor. BWV, 1068
Segunda Parte
Haendel Música acuática, Suite en
Fa Mayor. HWV, 348
Haendel Música para los Reales fuegos artificiales. HWV, 351
Tal como informa la organización
privada, una de las tantas que habitan los espacios públicos del contribuyente
en el Auditorio Nacional, cada vez más frecuentes y muy a menudo con
localidades bastante caras no al alcance de todos, “Emmanuelle Haïm y Le
concert d'Astrée debutan en Ibermúsica con un apasionante programa barroco.
La directora francesa fue la primera mujer de la historia en dirigir en la
Ópera Lírica de Chicago con Giulio Cesare del propio Haendel, uno de los
compositores de los que Häim es especialista. La artista fundó Le Concert
d'Astrée en el año 2000 ganando rápidamente fama internacional.
Los dos grandes maestros del
barroco protagonistas del programa de este concierto, Bach y Haendel, nacieron
en 1685 y, aunque siguieron carreras muy distintas, cambiaron de forma decisiva
el curso de la historia de la música. En esta velada, algunas de sus
composiciones orquestales más célebres.
Por su parte, Haendel compuso tanto su Música acuática como la Música para los reales fuegos de artificio para dos celebraciones reales londinenses. La primera en las barcazas reales sobre el Támesis. Esta música fue tan aplaudida por el rey que la hizo repetir hasta 3 veces. La segunda, se declina en los fuegos artificiales del Green Park en abril de 1749. Además, la tercera de las cuatro suites orquestales de Bach es una de las obras más célebres del maestro barroco que incluye el conocido "Air" tan versionado e interpretado en todo el mundo. Es posible que la obra fuera escrita para el Collegium Musicum de Leipzig y que se estrenase en el célebre Cafe Zimmermann de la ciudad alemana”.
Emmanuelle Haïm (París, 11 de mayo de 1962), clavecinista y directora de orquesta, con un particular interés en la música antigua y la música barroca.
Haïm pasó 13 años estudiando en
el Conservatorio Superior de Música de París, órgano con André Isoir, aunque
recibió también formación de pianista con Yvonne Lefébure y escritura musical y
armonía con Jean-Claude Raynaud. Después se enfocó en el clavicémbalo, que abordó
con Kenneth Gilbert y Christophe Rousset, y recibió cinco primeros premios en
el Conservatorio.
William Christie la invitó a
trabajar con su conjunto Les Arts Florissants, como intérprete de continuo y
asistente musical. Por su recomendación, más tarde trabajó como asistente de
Simon Rattle, y fue su
artista invitada. Es precisamente
con este maestro, cuando decide convertirse en directora.
Se dedicó a la dirección de canto en el Baroque Music Centre en Versalles. También trabajó con Daniel Harding y Claudio Abbado, mientras acompañaba a varias cantantes como Cecilia Bartoli, Patricia Petibon, Sandrine Piau, entre otros artistas famosos.
Después de varios años, Haïm dejó
Les Arts Florissants y en 2000, formó su propio conjunto de la época barroca,
"Le Concert d'Astrée", con el que ha dirigido y realizado giras
regularmente tanto en
Francia como en el extranjero. La orquesta interpreta tanto Rameau o Lully como
Monteverdi, Purcell, Haendel o Mozart,
de París a Nueva York y muchos festivales en
Francia y en el extranjero - Londres, Berlín,
Salzburgo, Ámsterdam -. Este éxito se
coronó en 2003 con la Victoire de la Musique
Classique premiando al mejor conjunto del año. En 2004, la orquesta se mudó a
la residencia en la Ópera de Lille.
En 2005, creó el coro del Concert d'Astrée, que se une a la orquesta en muchos proyectos. Durante las producciones de ópera escénica, Emmanuelle Haïm y Le Concert d'Astrée colaboran con grandes nombres de la puesta en escena como Jean-François Sivadier, Jean-Louis Martinoty, Robert Wilson, David McVicar, Giorgio Barberio Corsetti, Sandrine Anglade. Emmanuelle Haïm se convirtió en Chevalier de la Légion d'Honneur en 2009, y es Caballero de la Ordre des Arts et des Lettres. En 2007, obtuvo el título de miembro honorario de la Royal Academy of Music de Londres.
Haïm, enfundada en un abrigo negro hasta los pies, aunque suficientemente abierto para dejar ver botines y leggins grises debajo, parece un personaje de Harry Potter, también en la magia y la frescura que imprime a sus movimientos, la relación con todos los miembros de su formación, el gusto por indicar cada tempo, cada matiz, las entradas de los vientos, difícil siempre el manejo afinado de los instrumentos naturales. Tiene algo de cartesiano y espartano a la vez, mientras que el resultado final es una fiesta dionisíaca donde se celebran el ritmo, la luz de las partituras festivas, de danza y la efervescencia que despiertan los músicos entre ellos y con el público. Pocas veces se ha visto en el podio unas manos tan bellas evolucionar con esa precisión, pero también con esa libertad y una sonrisa en los labios de casi todos los instrumentistas. Lo más granado y conocido del repertorio alemán, enhebrado en la levedad y delicadeza francesas.
Todos los integrantes de Le
concert d´Astrée, un carácter y una narrativa psicológica y esa fluidez tan
espectacular…Muy bien el clavecín de Mathieu Dupouy, se echó de menos mayor
presencia en solos (así lo escribieron los compositores), igual que el laúd de Shizuko
Noiri, relevante y festivo los timbales y pandereta de Sylvain Fabre,
acompañado en la última sección por el querubín que tocaba uno de los dos contrabajos,
seguramente Gabriele Basilico. Y el parche del tambor, de un redoble perfecto. Adecuados
y seguros los violines, los chelos (uno de ellos afinaba primero con los instrumentos
antes que lo hiciera el concertino, David Plantier).
Sería injusto olvidarse de
alguno. En su excepcionalidad (a veces tocan individualmente), dibujan una
orquesta de lujo, sensible, bien compactada, con un fascinante rapport con
Haïm, fabricada de insinuaciones, pequeños gestos y suspiros cómplices.
A la entrada, la organización repartió la programación 24/25 en ecológicas bolsas de tela negra reutilizables y deseó a los melómanos felices fiestas con bombones de buen chocolate. Un detalle. Prolegómenos de las fiestas de Navidad y Año Nuevo para todos aquellos que puedan y deseen disfrutarlas.
Pero, como dijo la directora, lo
mejor, lo más genuino, fueron, al final, los “encore”, dos fragmentos de un
músico muy francés, alma y fascinación de las cortes galas del siglo XVII/XVIII:
Jean-Philippe Rameau (1683-1764), el segundo de ellos de Les Boréades*. (“No
podemos irnos de Madrid sin tocar Rameau…”). La sala pobladísima de
espectadores enfervorizados (la mayoría). Muchos aplausos y vítores. Generosos
y sobre todo muy merecidos. Una fiesta, una celebración. Elegancia y distinción
del talentoso vecino del norte. Précisement.
Alicia Perris
Fotos, Julio Serrano
*También
conocida como Abaris, es una tragedia musical en cinco actos con música de
Jean-Philippe Rameau y libreto en francés de autor desconocido, aunque
atribuido a Louis de Cahusac (muerto en 1759). Se basa vagamente en la leyenda
griega de Abaris el Hiperbóreo e incluye elementos masónicos. Fue la última de
las cinco tragédies en musique de Rameau.
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