Lianna Haroutounian,
soprano. Violeta Urmana, mezzosoprano. Jorge de León, tenor e Ildebrando
D´Arcangelo, barítono-bajo. Andrés Máspero, director del Coro Titular del Teatro Real (Coro
intermezzo) y Orquesta Titular de la Comunidad de Madrid. Teodor Currentzis,
director musical. Las noches del Real. 1 de julio, 2013.
En ocasión de la muerte
del poeta Alessandro Manzoni, uno de los compañeros de viaje habituales de
Giuseppe Verdi en la vida y en la voluntad de la recuperación de su patria, “si
bella e perduta”, como escribirían en Nabucco, el compositor piensa homenajear
al que consideraba el mejor poeta de su tiempo. Planteó así al ayuntamiento de
Milán un Requiem que se estrenaría en el primer aniversario del fallecimiento de
Manzoni.
Ya tenía escrito el “Libera
me”, pensado en un primer momento para la muerte de Rossini y a partir de ahí,
después de un periodo dedicado a las labores de su finca de Sant´Ágata, produjo
el Requiem en 1874, a los que seguirían el Otello 3 años después y a sus
ochenta años, el Falstaff en 1893, su última obra.
El Requiem de quien
George Bernard Shaw pensaba que sería la única composición que sobreviviría al
talento de Verdi, emplea un esquema de orquesta igual al de Don Carlo. Planean
sobre las siete partes de la obra el temor a la muerte y a la completa finitud
una vez acabado el camino terrenal, la pérdida, la duda religiosa y la
confianza en un Dios que finalmente redime al ser humano de sus penurias.
El propio Verdi, muy
golpeado por la mala fortuna, había perdido a sus dos hijos y a su primera
mujer en su juventud. El director griego Teodor Currentzis es un artista que
repite a menudo la dirección orquestal en el Teatro Real, habiéndose encargado de
las óperas Iolanta, Perséphone y Macbeth en dicho coliseo. Esta vez concibe
esta partitura como si de otra ópera se tratara y confiesa a los medios que ha
traspasado los cánones corrientes de dirección, haciendo una especie de
relectura de la obra, más cercana a los intereses del maestro italiano.
Consigue el movimiento de la masa orquestal y del coro dirigido por Máspero
obteniendo un gran volumen sonoro y una impresión auditiva sorprendente, que no
deja a nadie indiferente. El Dies irae es emocionante.
Los cantantes cumplen
bien su papel, por encima del resto tal vez el tenor Jorge de León, afinado,
con una hermosa voz y un caudal abundante, que acompaña adecuadamente sus dúos
con el bajo, Eldebrando D´Arcangelo, más comedido y austero en su prestación.
Las voces femeninas :
Violeta Urmana, canta bien pero sin sobrepasar las expectativas de su
performance y Lianna Haroutounian, de una gran expresividad vocal, se mostró
fatigada al final del concierto y un poco falta de fuerza en el registro grave,
pero su parte es probablemente la más exigente del cuarteto de voces del
Requiem.
Los aplausos del público,
sin fisuras, demostraron que esta nueva oportunidad para disfrutar de la programación
de Las Noches del Real, en esta ocasión con un programa arduo, colmaron con
creces todas las expectativas.
Alicia Perris
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