RUEDA DE PRENSA
Distendida, buenas sensaciones entre los medios de comunicación que asistieron a la inauguración de la muestra. Se respira el verano y días de bonanza vacacional, menos ajetreo y trabajo. Se trata de "Lo oculto", basada fundamentalmente en el corpus del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y la colección Carmen Thyssen.
"Con la voz esta mañana un poco áspera", al comenzar, confesó el director artístico, que, relajado, presentó a la nueva representante de la Comunidad de Madrid: eficaz y seguro, breve su discurso y aportaciones, que dio paso a las explicaciones- clarísimas y muy didácticas - de Guillermo Solana.
El recorrido de los lienzos desde el renacimiento hasta las primeras vanguardias del siglo XX (y una escultura de Gauguin), abarca 59 obras de autores como Durero, Lucas Cranach el viejo, Bramantino, Amberger, y más contemporáneamente, Delvaux, Munch, Kandinsky, Mondrian, Picasso, Schad o Bacon entre otros creadores.
Resumiendo, fue de una honestidad meridiana el comisario insistiendo sobre todo en que esta muestra podía declinarse como una oportunidad (entre otras opciones) de revisar las obras ya conocidas por prensa y público, desde otra óptica, para que cada uno pudiera sacar sus propias conclusiones. Y mucho más.
Se trata de una propuesta (que respeta una cronología y unos temas), agrega el director, de la que quedaron excluidos otros muchos importantes anejos. Lectura visual fácil, a pesar de los saltos en autores y obras, bien musealizada, la exposición cuenta con un catálogo, objetos creados ad hoc en la tienda y una atención eficiente del personal de sala.
El director, como suele hacerlo, agradeció a todos los departamentos y técnicos del museo, que colaboraron en hacer posible esta muestra, mucho más sofisticada y que requiere más tiempo y dedicación de la que se percibe en una primera mirada. Hubo, al final, dos preguntas y muchos aplausos.
Alicia Perris
Del 1 de julio al 24 de septiembre de 2023
El diccionario de la RAE define así las “ciencias ocultas”: “prácticas y conocimientos misteriosos, como la magia, la alquimia, la astrología, etc., que, desde la antigüedad, pretenden penetrar y dominar los secretos de la naturaleza.”
Afinando más, se podría caracterizar la tradición de lo oculto como basada en tres supuestos: (1) La transmisión desde tiempos remotos de una sabiduría secreta sólo accesible a unos pocos iniciados; (2) Las correspondencias entre distintas partes del universo (elementos, planetas, temperamentos, etc), en el marco de una correspondencia fundamental entre macrocosmos y microcosmos; (3) La existencia de ciertos superpoderes latentes en el ser humano, que deberían desplegarse para conducirnos a una metamorfosis o transmutación espiritual.
Los saberes ocultos han sobrevivido durante siglos en un entorno cultural hostil —dominado primero por la religión hegemónica y más tarde por el racionalismo y el positivismo— gracias a su capacidad de camuflaje e infiltración.
Y es en las artes visuales donde las ideas y creencias esotéricas han encontrado el terreno ideal para sus mensajes cifrados: desde las alegorías herméticas del Renacimiento hasta las manifestaciones del arte de vanguardia del siglo XX.
En esta exposición, comisariada por Guillermo Solana, se reúnen cincuenta y nueve obras de arte de las colecciones Thyssen-Bornemisza (incluyendo tanto la colección permanente del museo como las colecciones privadas de varios miembros de la familia Thyssen-Bornemisza) en las que hemos detectado rastros de lo oculto que pueden documentarse.
La tradición esotérica
nos ofrece una serie de códigos para descifrar sentidos escondidos. Su valor
consiste en revelarnos detalles y aspectos de las obras de arte que han pasado
inadvertidos y proponernos nuevas lecturas heterodoxas.
Siguiendo el repertorio de las principales disciplinas y corrientes
incluidas en la tradición de lo oculto, la exposición se divide en siete
secciones:
(1) Alquimia . Las rocas fantásticas en los fondos de paisaje de la
pintura renacentista –especialmente de la Escuela de Ferrara– pueden aludir a
explotaciones mineras, vinculadas en la época a las investigaciones alquímicas.
La alquimia reaparece con fuerza en el arte del siglo XX, por ejemplo en Max
Ernst o en Lucio Fontana.
(2) Astrología El interés por los cuerpos celestes y su influencia en la vida humana ha dejado huellas en infinidad de obras de arte de distintas épocas. Puede ser un zodiaco en una tabla religiosa, un horóscopo en un retrato o el mito del nacimiento de una constelación. Las estrellas y sus figuras virtuales volverán a apasionar a artistas como Miró, Cornell, Matta…
(3) Demonología La
fascinación por las variedades de lo demoníaco recorre toda la historia de la
iconografía cristiana. Aparte de los diablos etiquetados como tales, en la
pintura del Renacimiento y el Barroco hay una plétora de rostros grotescos,
indicios de “mal de ojo” y otras presencias inquietantes que encarnan las asechanzas
del Maligno.
(4) Espiritismo El ocultismo
renació en el siglo XIX bajo la forma de una obsesión por la comunicación con
los espíritus de los muertos. La pintura fin-de-siècle, con sus figuras
sonámbulas en ambientes crepusculares o nocturnos, evoca a menudo la atmósfera
de las séances espiritistas.
(5) Teosofía Fundado en 1875
por Helena Blavatsky, el movimiento teosófico combinaba elementos de la
tradición esotérica occidental con religiones y filosofías orientales. A
comienzos del siglo XX disfrutó de una enorme influencia cultural e inspiró a
los pioneros del arte abstracto, como Kandinsky y Kupka, Balla y Severini,
Mondrian y Van Doesburg.
(6) Chamanismo El artista de
vanguardia se identifica con la figura del chamán, mediador espiritual y
sanador en muchas culturas. Picasso, Chagall, Kandinsky o Pollock son casos
notorios de apropiación de objetos y rituales chamanísticos.
(7) Sueños, oráculos y premoniciones Los surrealistas se apasionaron por el
ocultismo y adoptaron sus prácticas, aunque no necesariamente sus creencias.
Investida de aparente rigor científico por el psicoanálisis, la interpretación
de los sueños ocupa un lugar central entre sus obsesiones, especialmente
vinculada a las premoniciones y los poderes de los videntes. Las obras de Dalí,
Ernst, Tanguy o Delvaux dialogan en esta sección con artistas difíciles de
encasillar como Schad, Balthus o Bacon.
https://www.museothyssen.org/exposiciones/oculto-colecciones-thyssen-bornemisza
AUDIO DE LA PRESENTACIÓN