PRÓLOGO DE TODA ESTA HISTORIA DE MARÍA
Uno de mis consuelos en los atribulados tiempos de jovencita, al empezar la Facultad de Filosofía y Letras, era verme completos y de forma repetida los ciclos de cine del teatro San Martín de Buenos Aires.
FICHA ARTÍSTICA
Texto: Marianella Morena
Dirección y dramaturgia: Tito Asorey
Con Melania Cruz y Vadim Yukhnevich
Producción ejecutiva: Xosé A. Touriñán, Tito Asorey y Melania Cruz
Dirección de producción: Javi Lopa y Álvaro Pérez Becerra
Diseño de espacio escénico: José Faro “Coti”
Diseño de iluminación: Laura Iturralde
Diseño de Videoescena: Laura Iturralde y Miriam Rodríguez
Diseño de vestuario: Laura Baena
Diseño de espacio sonoro y música original: Vadim Yukhnevich
Voces en off: César Goldi y Tito Asorey
Una producción de Ainé Producións
Difícil para algunos el tema del exilio, que no se termina nunca.
Se es toda la vida un exiliado, no solo ya del punto de partida, donde, en el
mejor de los casos nunca se vuelve siendo el mismo, ni al mismo lugar o época,
que han cambiado, sino tampoco a la
estación de llegada, donde siempre se será un forastero, un ajeno. El que es
fantaseado como alguien que viene a robar los recursos del nativo, del local,
del legítimo propietario de la tierra, del lenguaje, de las tradiciones.
El viaje, la salida, la pérdida, el abandono de aquello que se ha sido y no vuelve, los recuerdos, los afectos, la memoria, la expulsión voluntaria o no, siempre entraña una gran dosis de violencia. Entendiéndose por supuesto que el abandono de la patria no es por placer, por turismo o estrictamente voluntaria: siempre hay motivos económicos, personales acuciantes, humanitarios y en el fondo, están el universo político, de la disidencia, de las diferencias, de la imposibilidad de elaborar una convivencia entre las gentes, los pueblos, las sociedades. El arrancarse de un no-lugar, que se vive como hostil, ajeno. Y paradójicamente propio.
María Victoria
Casares Pèrez, una gallega de buena familia (su padre fue el último presidente
de la II República derribada por el golpe de estado sangriento del 18 de julio
de 1936), se convirtió en una de las más reconocidas actrices de Francia. Con
la dirección y dramaturgia Tito Asorey, Continente
María es un canto a la vida y al teatro a través del diálogo con la
extraordinaria figura de María Casares y su constelación, el Nobel Albert
Camus, los amantes, la madre, el padre fallecido de tuberculosis, el idioma,
“el sabor de la tierruca”, los clásicos, el territorio inabarcable del teatro.
“Conversamos con el legado de María tratando de recoger la retranca, el humor, y la musicalidad que se desprende de sus entrevistas y escritos, que se descubren ante nosotros como un faro que arroja luz y claridad a un presente que precisa referentes de libertad y compromiso”.
La obra, de la escritora uruguaya Marianella Morena, es un
recorrido por la historia de España, la política, la República, para llegar a
una Francia ocupada por los nazis, la Resistencia, la guerra, los
colaboracionistas y los traidores además. Y luego, la actuación, el éxito y las
giras, también en el Teatro Colón de Buenos Aires, una ciudad donde siempre ha
habido una población inmigrante muy importante de gallegos.
En el año 2022 se celebró el centenario de la actriz María Casares,
nacida en A Coruña en 1922. Continente María nace con la idea de servir como
homenaje a su figura desde la tierra que la vio nacer, utilizando el mismo
medio que ella decidió habitar hasta sus últimos días: el teatro.
Para la creación de Continente María se consiguió un equipo artístico internacional con una pareja de actriz y música, que tocan instrumentos, bailan y cantan. Los decorados de las Navas del Español, sencillos, pero muy contundentes, ilustrativos y aclaratorios, como los vídeos. Preciosa y conmovedora la actuación de la actriz gallega Melania Cruz en el personaje de María. Posee una plenitud de registros, físicos, actorales y de voz, cambiando los colores de su instrumento hasta imitar con un realismo vibrante, la voz ronca y sugerente de Casares (Casarès, afrancesado) mientras se fuma un cigarrillo en escena.
Polivalente y dúctil, gran pareja de Melania Cruz, en el acordeón, el
piano, la guitarra, el sonido y el espacio físico y afectivo, la réplica, Vadim Yukhnevich, originario de Bielorrusia,
espléndido acompañante en este periplo sobre la vida de María, la Casares
(Casarès) y el resto de los creativos y técnicos participantes en este
proyecto. La sala estaba bastante completa y el público, muy atento e informado,
aplaudió mucho la puesta y a los actores.
Alicia Perris
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