domingo, 1 de enero de 2023

MOLIÈRE EN LA MÚSICA. IMPRESCINDIBLE EXPOSICIÓN EN LA ÓPERA DE PARÍS PARA CERRAR EL AÑO QUE CELEBRA LOS 400 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL DRAMATURGO FRANCÉS

Ópera Garnier

Del 27 sept. 2022 al 15 ene. 2023

La Ópera Garnier organizaba estos días de Navidad, fin de año y siguientes, una cola de espera para entrar a visitar el palacio II Imperio de la música francesa, que tiene además un pariente con la misma categoría arquitectónica en Mónaco, ambas diseñadas y concebidas por el mismo talento creativo.

Para celebrar el 400 aniversario del nacimiento de Jean Baptiste Poquelin, conocido como Molière, la Ópera Nacional de París se ha asociado con la Biblioteca Nacional de Francia para una exposición especial que explora la influencia de la música en la obra de Molière.

En las plantas más bajas del edificio, un pensamiento para El Fantasma, que seguramente nos espía desde el fondo de algún tupido cortinado, en un palco disimulado o a través desde un juego de espejos desde la zona de una especie de lago que yace en los propios cimientos de la Ópera Garnier. Desgraciadamente el encuentro no se produce con el personaje novelesco que algunos no han leído en su versión literaria y que solo conocen a través de las películas modernas (que no las mudas y posteriores, antiguas) o los musicales ad hoc.

El interior de la Ópera Garnier hace alarde de contar con una asombrosa arquitectura Beaux-Arts (por ejemplo, la Gran Escalera de mármol de 30 metros de altura) y ha sabido servir de modelo para numerosas construcciones de lujo en el mundo entero. Su intrincado interior inspirado en la novela de Gaston Leroux de 1910 El fantasma de la ópera como se dijo antes,  (y el súper exitoso musical de Andrew Lloyd Webber), la convierten, probablemente, en la sala más famosa del mundo.

Lo que sí circulan en profusión son verdaderas muchedumbres de un lado para otro, intentando entrever la magnífica sala con la cúpula multicolor de Marc Chagall, cerrada al visitante, ya que desde hace años ni las puertas principales de la Garnier suelen permanecer abiertas a la audiencia, ni se programan demasiadas funciones seguramente para preservar todo lo posible el valioso monumento. De esta forma, buena parte de la actividad se viene trasladando a la Ópera Bastilla, inaugurada el 13 de julio de 1989, durante el bicentenario de la caída de la Bastilla y considerada “la ópera del pueblo”.

Ahora en esta muestra, una más de las escogidas que se presentan cada tanto en la Garnier, se ponen de manifiesto las influencias que Molière ejerció en los compositores e incluso en la creación contemporánea, así como su búsqueda de renovación constante al tiempo que creaba representaciones que se mantenían fieles al esplendor del Grand Siècle.

Así entonces, Jean-Baptiste Poquelin (París, 15 de enero de 1622- 17 de febrero de 1673), llamado Molière es ampliamente considerado como uno de los mejores escritores de la lengua francesa y la literatura universal. Sus trabajos existentes incluyen comedias, farsas, tragicomedias, comédie-ballets con música y más. Sus obras se han traducido a todas las lenguas principales. Considerado el padre de la Comédie Française, sus trabajos se interpretan con más frecuencia que los de cualquier otro dramaturgo actual. Probablemente sea el icono del teatro más citado desde el siglo XVII, inasequible al olvido que a veces trae consigo el paso de los siglos.

La que se reseña es una exposición consagrada a la presencia de la música y la danza en la obra de Molière, ya que las dos artes eran indisociables en su producción y en el gusto de la época. No hay que olvidar que el propio mecenas de Molière, Luis XIV, como se relata en la película Le roi danse*, que se exhibe parcialmente en la exposición, se convirtió en un gran bailarín y dirigía las composiciones, los decorados y las presentaciones musicales y de ballet en persona.

Por esta razón a los textos se mezclan intermedios musicales y bailados, que darán nacimiento a la ópera francesa en los años 1670. Gracias ahora a las colecciones de la BNF, la Ópera Nacional y la Comédie Française, la muestra explora el rol de la comedia ballet y el lugar del género en las representaciones de Molière en el curso de los siglos.

Los compositores ligados a Molière son muchos. Si el dramaturgo mientras está vivo colabora con Lully y Marc Anoine Charpentier en la composición de comédies-ballets, la lista se alarga a continuación, ya que sus personajes han inspirado el arte de Euterpe desde hace cuatro siglos: Rossini, Mozart, Gounod, Saint-Saëns, Auric, Poulenc, Dutilleux, Jolivet, Sauguet, sin olvidarse de los coréografos Pierre Beauchamps, Lifar, Balanchine, Béjart, Francine Lancelot: todos se inspiraron del corpus del escritor.

La muestra aborda en primer lugar la invención de la comédie-ballet en los años 1660, íntimamente vinculada al gusto del monarca borbón por las artes, con la evocación de sus fiestas de corte que permitieron el desarrollo del género.


El recorrido se vuelca luego en las mutaciones de las piezas del escritor durante los siglos venideros, al mismo tiempo que se construye la figura de Molière, tan denostado por algunos en su época, como héroe nacional y ahí este aura emparenta de nuevo con el cine, ya que ha sido biografiado en el séptimo arte con generosidad, aunque la versión del Molière del Théâtre du Soleil bajo la dirección de Anna Mnouchkine** sigue siendo un opus de referencia absoluta.

Para terminar, se verifica el interés por la renovación de estas piezas a lo largo de los últimos cincuenta últimos años, entre representaciones espléndidas inspiradas por la música barroca y su restitución y las fantasías de tipo más contemporáneo.


Se exhiben recreaciones de trajes típicos de la época, bocetos, objetos bellos, en un parcours que sube y baja entre visitantes, pseudoexpertos y vigilantes del museo, escasos por otra parte en otras área del edificio, por donde circulan decenas de curiosos atraídos seguramente también por la difusión que al edifico dieron dos temporadas (también la última de la “coqueluche” frívola sobre el París tan amado por unos y ridiculizado por otros, “Emily in Paris”, de factura norteamericana y cast mixto ( franco americano), a pesar de las críticas una referencia para “amateurs” a la violeta de la capital francesa.

*Le roi danse (distribuida en español como La pasión del rey) es una película biográfica sobre la relación entre el compositor Jean-Baptiste Lully y el rey Luis XIV y también la de Lully con Molière. Y el entorno mágico y voluble del Palacio de Versailles y sus constelaciones…Basada en el libro de Beaussant, Philippe (1992), Lully ou le musicien du soleil (y dirigida por Gérard Corbiau, con Benoît Magimel en el rol protagonista) , estrenada en el año 2000 y nominada a tres «Premios César».


**Molière, Año 1978, necesitó dos años de filmación. Con dirección de la cineasta Ariane Mnouchkine y música de René Clemencic, con la troupe del Théâtre du Soleil, mundialmente celebrado. París luce espectacular a pesar del flujo de turistas. La ciudad conserva ese encanto que la hizo convertirse en uno de los lugares míticos para todo tipo de viajeros inquietos, paseantes en corte, fascinados por una oferta humana, histórica y cultural sin parangón en el mundo. La número uno en los registros turísticos universales, siempre. Dionisíaca y apolínea a la vez. Un tesoro y un misterio seculares. Voilà…


¡Un amable y solidario 2023 lleno de ideas, música, arte y buena voluntad para todos! Que se cumplan todos sus proyectos y si no puede ser, ¡a seguir imaginando otros nuevos!

Alicia Perris

Visita a la exposición de Molière en musiques, París, 29 de diciembre, 2022

Nota bene: La BNF organiza una 2da exposición complementaria, Molière, el juego de lo verdadero y de lo falso, en las mismas fechas, en el sitio Richelieu

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