Del 11 de septiembre al
11 de noviembre de 2012 (Acceso gratuito)
Siguiendo con la
celebración del 20 Aniversario, el Museo Thyssen-Bornemisza presenta a partir del 11 de
septiembre la tercera entrega de
<miradas cruzadas>, un ciclo que, através de los cuadros
de las colecciones del museo, busca incentivar en el público una mirada pausada y
reflexiva que favorezca nuevas interpretaciones de las obras expuestas.
Con el título
Orientalismos en las colecciones Thyssen-Bornemisza, la instalación –situada en el balcón-mirador
de la primera planta, de acceso directo desde el hall y entrada libre-, se centra en los
diferentes modos de representación de Oriente y lo exótico en la pintura occidental. A través de una selección de ocho obras de artistas como Eugène Delacroix, Antonio Guardi, William Merritt Chase o August Macke, el visitante encontrará un Oriente sin límites precisos, incluso a veces imaginado, que responde tanto a la necesidad de nuevas fuentes de inspiración como a la atracción por lo exótico como algo diferente y extraño.
En el siglo XVIII,
aunque la influencia oriental se centra en las artes decorativas, la pintura muestra la asociación
que se hace de Oriente con el lujo y el esplendor. La Escena en el jardín de un serrallo
(c. 1743) de Antonio Guardi, perteneciente a la serie del artista dedicada a escenas de
la corte de Constantinopla, es un claro ejemplo de esta tendencia.
Ya en el siglo XIX la
seducción por lo oriental llevó a muchos artistas a viajar al norte de África. Entre los
pioneros, Eugène Delacroix, cuyo viaje se convirtió en una experiencia estética determinante:
la deslumbrante luz, el paisaje, la sensualidad y el misterio de sus gentes produjeron una
transformación innegable en su obra posterior.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhEzdAe0Z9mN2VXKqpLMOU2KwmLbbBqfOcOFC27P91T2cANkcV-44_U5woMqrbKtP4esNYHMFLkZIx9ZHXGqy00gr-ebJz9TIt2M4nqEo84H7kVVV4Kisbn856lYcvMVWVsppMqzBp4DN9/s320/Guardi.jpg)
En la muestra se han incluido dos obras El duque de Orleans mostrando a su amante (c. 1825-1826) y Jinete árabe (c. 1854) en la que, como consecuencia de su estancia, el pintor se aparta del exotismo descriptivo y tópico del cuadro anterior y muestra una imagen más cotidiana y real.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAXNatU7FqjUWXdLmNC1dNerZVpQlZ5DbLAxMBjU6h5OnHiXvVwMp7kh0w6ZwLTLTimikPHLOprrPyslGNjuV5zYjax2LrTavEaySLvZZ6cHBzxsmCpNAf4mX-sk8qG0MG0YSpeCl56Liw/s320/Chase.jpg)
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