ALEX KATZ, UNO DE LOS
PADRES DEL POP ART Y OTRO DE SUS MOMENTOS MÁGICOS.
AHORA EN RUEDA DE PRENSA (10 DE JUNIO, 2022) EN EL MUSEO THYSSEN, ACOMPAÑADO POR FAMILIARES, AMIGOS, UN REDUCIDO GRUPO DE PRENSA (REDACTORES Y GRÁFICOS). HUBO TAMBIÉN UN ENCUENTRO MÁS PRIVADO CON LA BARONESA CARMEN CERVERA Y BORJA THYSSEN Y FAMILIA, QUE LE COMPRÓ ADEMÁS UNA OBRA AL PINTOR. PARTICIPARON, ENTRE OTROS, EL MINISTRO DE CULTURA Y AUTORIDADES DE LA COMUNIDAD DE MADRID, PERSONALIDADES CONOCIDAS DEL MUNDO DE LA CULTURA, SOCIALITÉS, POLÍTICOS Y GENTE FAMOSA DE MADRID Y OTROS LUGARES DE ESPAÑA Y EL EXTRANJERO. Foto: Borja Thyssen y esposa y la nuera y modelo de Alex Katz
Como escribiría un
cronista tradicional y empezando por el principio, Alex Katz nació en Brooklyn,
New York, en 1927, de padres europeos emigrados, donde todavía trabaja y vive con salud. El arte es una buena
recomendación para mantenerse en forma y longevo.
Así que aquí está
este hombre al que podría considerarse un portento de longevidad, lucidez y creatividad, exponiendo a lo largo
de Europa y Estados Unidos, como si nada, como si el mundo fuera estrecho y
propio, en contra de lo que escribía Octavio Paz.
Siempre se mantuvo en
la frontera entre realismo y abstracción, ya que siguió haciendo pintura
figurativa cuando la totalidad del arte americano había abandonado
decididamente la representación.
En esa época, Katz se
encontraba entre los pintores que, como Jason Pollock, insistía obstinadamente
en una impronta impulsiva e individual, con su tratamiento de un mundo visible
y bien verificable. Desde la década de los 80 se ha convertido en el
representante de la Cool Painting y uno de los pintores más influyentes del
mundo.
Se convirtió en una
especie de figura de culto para una generación completa de creadores que están
ahora entre los 30 y los 40 años. Mucho antes que algunos protagonistas del Pop
Art como Andy Warhol, Katz adoptó el principio del serialismo.
Sus trabajos,
sin embargo, siempre mantienen una conexión con la historia de la pintura
americana, de Georgia O´Keeffe, pasando por Fairfield Porter o Ralston Crawford
hasta Edward Hopper. Y en Europa se adhieren en un arcoiris que va de Ingres a
Matisse, de la publicidad al cine, por todas partes.
No faltaron en la rueda de prensa, alusiones reiteradas a Soutine, pero también a Miró y a Picasso, entre otros creadores.
El artista norteamericano explica que una presencia inmediata es fundamental en su
técnica, comentando que no puede pintar nada que no tenga delante en la vida
real, a cada momento. De esta manera, dice “el color es mejor, y no se consigue
este efecto trabajando con fotografías”.
Desde 1981, el pintor
y su obra han sido objeto de cientos de exposiciones en solitario y más de 500
grupales a través de Estados Unidos y en el mundo entero, una obra ingente de
la que ha expresado Dana Miller, comisaria del Whitney Museum of American Art,
que “el poder de los retratos de Katz proviene de su color y de sus
dimensiones” y ha recibido además, muchos premios.
El artista dedicó
mucho tiempo (su extendido paraíso pictórico a través de las décadas) a
colaborar asiduamente en espectáculos de danza, como si se apropiara del papel
de un coreógrafo, cuando trabaja con los artistas en diferentes planos, como
hizo en 1969 en Prívate domain.
Suzy Menkes, famosa escritora y periodista de moda y otros mudnos creadores, expresó
que Katz “suele retratar a mujeres con un toque subversivo y un lenguaje
corporal refinado, culto” y ella sabe seguro de lo que está hablando, mientras
que Goetz, por ejemplo, sostiene que “no hay nada fácil en su obra. Es un intelectual
complejo y no se puede apreciar a primera vista esa línea divisoria entre la
abstracción y la figuración”.
Artista que reconoce
sin sonrojarse pintar ambientes burgueses de clase alta, expresa entre sus
citas más famosas, no sin una fina ironía: “Una vez el Times me puso tan mal
que necesitó mucho espacio. Me llamó mi madre y me dijo “Alex, al menos te han
hecho algo de caso".
Se incluye audio de las intervenciones del Director Artístico, Guillermo Solana y del propio Alex Katz.
Reseña Alicia Perris
Fotos de Julio Serrano
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