Sala Roja, estreno: 26 de octubre
de 2012. 20 horas.
Se trata de una propuesta que evoluciona por la
historia del ballet durante los siglos XIX y XX, con un proyecto que se ha
podido llevar a cabo por la colaboración y el empuje de Ubibanca International
y el Istituto Italiano di Cultura de la capital.
El artista checo Jiri Kylián abre la velada, con un
ballet, Evening Songs, que integra tres
parejas de bailarines, con elementos de danza folklórica sobre una partitura de
Antonin Dvorak. El vestuario, diseñado por el propio Kylián con Joke Visser le
presta sencillez y una cálida presencia a las bailarinas.
A continuación el recordado Roland Petit se hace
presente con la interpretación de Gymnopédie. El coreógrafo y bailarín de
Marsella crea la obra a partir de las tres obras homónimas de Erik Satie. Una
inspiración dinámica y expresiva, concebida en un primer momento para Ma
Pavlova en 1986 y llevada a escena con posterioridad para Tout Satie, en un
acto, dos años después.
Angelin Preljocaj ideó Larmes Blanches en 1986 y lo
envolvió en la música barroca de Purcell, Balbastre y Bach, junto con el sonido
reiterativo de un metrónomo, que evoca los sinsabores y desvelos de la vida
cotidiana.
La función concluye con un clásico que recuerda también los últimos tiempos de Rudolf Nureyev en la Ópera Garnier de París: La Bayadère, de Marius Petipa, (El reino de las sombras) creado en 1877, con música de Minkus, un prodigio de delicadeza y una coreografía que es uno de los arquetipos del repertorio romántico.
La función concluye con un clásico que recuerda también los últimos tiempos de Rudolf Nureyev en la Ópera Garnier de París: La Bayadère, de Marius Petipa, (El reino de las sombras) creado en 1877, con música de Minkus, un prodigio de delicadeza y una coreografía que es uno de los arquetipos del repertorio romántico.
La Scuola de Ballet de la Scala es el corazón de la
preparación de los futuros grandes bailarines y bailarinas de la que es
probablemente la institución más famosa del mundo en danza y arte lírico. Los
alumnos se entrenan en una cotidianeidad con clases magistrales de grandes
maestros y puestas en escena en los teatros más conocidos de Italia y Europa,
para orientar su futura carrera en el mundo artístico.
Frédéric Olivieri, el responsable de la organización, es un maestro francés y bailarín que apuesta en estos momentos por la formación en el arte del ballet, con un desarrollo de la Scuola que incluye 250 niños en iniciación, 200 cursando los ocho años de la carrera y otros preparándose como maestros.
Frédéric Olivieri, el responsable de la organización, es un maestro francés y bailarín que apuesta en estos momentos por la formación en el arte del ballet, con un desarrollo de la Scuola que incluye 250 niños en iniciación, 200 cursando los ocho años de la carrera y otros preparándose como maestros.
Después de haber transitado por el Ballet de
Montecarlo, el Ballet de Hamburgo y la Ópera de París, Olivieri ha decidido entregarse
a la preparación de los nuevos bailarines, mientras mantiene la dedicación al
repertorio, cuya conservación considera fundamental.
Los jóvenes intérpretes dieron en los Teatros del
Canal de la Comunidad de Madrid una lección de coordinación, esfuerzo, tesón y
musicalidad a un público entregado, donde era frecuente encontrar
representantes y miembros de la melómana comunidad italiana de Madrid. Una
propuesta muy acertada y deliciosa para arroparse de lirismo en los primeros
fríos del otoño.
Alicia Perris
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