Lugar: Edificio Sabatini, Planta 3
Organización: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Centre Pompidou de París en colaboración con la Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres y The Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida)
Comisariado: Comisario general, Jean-Hubert Martin (Centre Pompidou); co-comisarios: Montse Aguer (Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres), Jean-Michel Bouhours (Centre Pompidou) y Thierry Dufrêne (Centre Pompidou)
Organización: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Centre Pompidou de París en colaboración con la Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres y The Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida)
Comisariado: Comisario general, Jean-Hubert Martin (Centre Pompidou); co-comisarios: Montse Aguer (Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres), Jean-Michel Bouhours (Centre Pompidou) y Thierry Dufrêne (Centre Pompidou)
Salvador Dalí. Visage du Grand Masturbateur (Rostro del
Gran Masturbador), 1929. Pintura. Colección Museo
Nacional Centro de Arte Reina Sofía, MadridA través de una selección de más de doscientas obras (pinturas, esculturas, dibujos...) que se presentan organizadas en once secciones y siguiendo un cierto orden cronológico, esta exposición propone repensar el lugar que ocupa Salvador Dalí en la historia del arte del siglo XX, planteando que la importancia de su figura y de su legado va más allá de su papel de artífice del movimiento surrealista. La muestra -cuyo subtítulo está extraído de su artículo "San Sebastián" (1927), que representó su primer manifiesto artístico- da cuenta de cómo este artista controvertido y singular, prolífico e imaginativo, fue capaz de generar un arte perturbador que apela directamente a los espectadores. Un arte que, haciéndose eco de los descubrimientos científicos de su época, explora y expande los límites de la conciencia y de la experiencia sensorial y cognitiva.
Todas las
sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas nos
presenta a Dalí como un artista omnívoro y visionario que se utilizó a sí mismo
como objeto de estudio y cuyas acciones en la esfera pública, ya fueran
calculadas o improvisadas, le sitúan como una figura de referencia en el ámbito
de la representación contemporánea. El núcleo de la exposición lo constituye su
periodo surrealista y en él se presta especial atención a su método
paranoico-crítico, que el artista catalán concibió como un mecanismo de
transformación y subversión de la realidad, posibilitando que la interpretación
final de una obra dependiera totalmente de la voluntad del espectador. Fue en
sus trabajos en torno al cuadro El Ángelus (1857-59) de
Jean-François Millet -que llegó a describir como la "obra pictórica más
rica en pensamientos inconscientes que jamás ha existido"- donde este
método alcanza su máxima expresión.
La muestra, que comienza con una selección de las obras que Dalí realizó en los inicios de su carrera y durante su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid (incluyendo algunos de sus primeros autorretratos o los dibujos de su serie Putrefactos), también se detiene en su etapa mística y nuclear (en la que prevalece la temática religiosa y científica), así como en sus trabajos de carácter escenográfico (sus colaboraciones con cineastas como Buñuel, Hitchcock o Walt Disney, sus diseños de decorados para ballets y obras de teatro...). A su vez, examina críticamente su faceta de agitador de masas y showmanmediático, le dedica un apartado específico a su libro autobiográfico La vida secreta de Salvador Dalí (eficaz simbiosis entre el Dalí dibujante y el Dalí literato) o muestra cómo a partir de los años sesenta y hasta el final de su carrera, su fascinación por la ciencia y la tecnología le llevó a explorar nuevos lenguajes como la estereoscopia o la holografía.
La muestra, que comienza con una selección de las obras que Dalí realizó en los inicios de su carrera y durante su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid (incluyendo algunos de sus primeros autorretratos o los dibujos de su serie Putrefactos), también se detiene en su etapa mística y nuclear (en la que prevalece la temática religiosa y científica), así como en sus trabajos de carácter escenográfico (sus colaboraciones con cineastas como Buñuel, Hitchcock o Walt Disney, sus diseños de decorados para ballets y obras de teatro...). A su vez, examina críticamente su faceta de agitador de masas y showmanmediático, le dedica un apartado específico a su libro autobiográfico La vida secreta de Salvador Dalí (eficaz simbiosis entre el Dalí dibujante y el Dalí literato) o muestra cómo a partir de los años sesenta y hasta el final de su carrera, su fascinación por la ciencia y la tecnología le llevó a explorar nuevos lenguajes como la estereoscopia o la holografía.
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