lunes, 30 de diciembre de 2019

HA FALLECIDO UNA GRAN ESTADISTA, FALLECE MADELEINE ALBRIGHT. “READ MY PINS”. EL MICRÓFONO DE ALICIA PERRIS (ENTREVISTA DICIEMBRE 2019)



AUDIO:


MADELEINE ALBRIGHT, UNA DIPLOMÁTICA CON MANO DE HIERRO, QUE CONSIGUIÓ ADENTRARSE EN LOS MISTERIOS DEL PODER.

Caudalosa como el Moldava, ese río interminable que fluye con bravura y por momentos arremansado, dibujado musicalmente por Smetana. Así son la vida y la trayectoria de la diplomática Madeleine Albright, de origen checo y judío, que representó con inteligencia y fuerza los intereses de los Estados Unidos en el marco de las naciones del planeta.

Otra oportunidad más que me dan los personajes inefables para resituarme en la política internacional, ese territorio mágico e inestable que pude sobrevolar con fascinación en los años que pasé en el entorno y en las aulas de la Escuela Diplomática de Madrid.

Madeleine Albright es la política profesional por excelencia, un paradigma de elegancia y dureza, a mitad de camino entre los desdobles florentinos y el posibilismo político, siempre presentes en la Razón de Estado.

Tal vez el uso de broches en su casi regia solapa fuera una de las pocas concesiones de un ser pensante, que también era una mujer preocupada por su imagen y su apariencia. Pero la supuesta coquetería escondía un desciframiento que bucea en los códigos ocultos de la comunicación no verbal y la advertencia “avant la lettre” de su posicionamiento en los salones de la diplomacia.

“Read my pins”, su libro-exégesis, tuvo una magnífica exposición en el Museo de Arte y Diseño de Nueva York, institución a la que donó probablemente la totalidad de sus mensajes-joya.

En épocas de Janucá y fin de año ”occidental”, los mejores deseos también para un 2020 venturoso y amable, cordial y creativo. Así, festejando el año nuevo dos veces, el judío y el cristiano, es más probable que se cumplan nuestros deseos. Los que les envía con todo el afecto El Micrófono en esta nueva edición. Amen.

Caudalosa como el Moldava, ese río interminable que fluye con bravura y por momentos arremansado, dibujado musicalmente por Smetana. Así son la vida y la trayectoria de la diplomática Madeleine Albright, de origen checo y judío, que representó con inteligencia y fuerza los intereses de los Estados Unidos en el marco de las naciones del planeta.

Otra oportunidad más que me dan los personajes inefables para resituarme en la política internacional, ese territorio mágico e inestable que pude sobrevolar con fascinación en los años que pasé en el entorno y en las aulas de la Escuela Diplomática de Madrid.

Madeleine Albright es la política profesional por excelencia, un paradigma de elegancia y dureza, a mitad de camino entre los desdobles florentinos y el posibilismo político, siempre presentes en la Razón de Estado.

Tal vez el uso de broches en su casi regia solapa fuera una de las pocas concesiones de un ser pensante, que también era una mujer preocupada por su imagen y su apariencia. Pero la supuesta coquetería escondía un desciframiento que bucea en los códigos ocultos de la comunicación no verbal y la advertencia “avant la lettre” de su posicionamiento en los salones de la diplomacia.

“Read my pins”, su libro-exégesis, tuvo una magnífica exposición en el Museo de Arte y Diseño de Nueva York, institución a la que donó probablemente la totalidad de sus mensajes-joya.


En épocas de Janucá y fin de año ”occidental”, los mejores deseos también para un 2020 venturoso y amable, cordial y creativo. Así, festejando el año nuevo dos veces, el judío y el cristiano, es más probable que se cumplan nuestros deseos. Los que les envía con todo el afecto El Micrófono en esta nueva edición. Amen.

Alicia Perris

https://www.radiosefarad.com/madeleine-albright-read-my-pins/

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