Desde el trece de marzo, se abre al público en la sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional
de España, la
exposición Piel sobre tabla. Encuadernaciones mudéjares de
la BNE, cuyos comisarios son Antonio
Carpallo Bautista y Arsenio Sánchez Hernampérez. El mudéjar es un fenómeno
característico y exclusivo de los reinos hispánicos de la época medieval y
supone la continuidad de la estética árabe en las manifestaciones artísticas de
los reinos cristianos.
La muestra consta de 52 ejemplares de origen diverso, todos pertenecientes
a la Biblioteca. La mayoría proceden de instituciones eclesiásticas como la
catedral de Toledo, el convento de San Vicente de Plasencia, el monasterio de
Poblet, la catedral de Ávila o el Real Monasterio de San Lorenzo de El
Escorial. Otras forman parte de los fondos fundacionales de la Biblioteca Nacional, y
un tercer grupo entró en la Biblioteca por compra del Estado. Tal es el caso de
la valiosa colección del duque de Osuna e Infantado, que reunió las bibliotecas
del marqués de Santillana y del conde de Benavente. En la exposición se verán
también fotografías del siglo XIX firmadas por Laurent, con vistas de
arquitecturas mudéjares, dos magníficos dibujos de Mariano Fortuny y la bella
imagen de una sinagoga plasmada al aguafuerte por el artista holandés Rembrandt
van Rijn.
La Biblioteca cuenta con un fondo excepcional de encuadernaciones
mudéjares, no solamente por su cantidad y calidad, sino también por la
diversidad de sus procedencias y temática. La encuadernación española es
conocida principalmente por el florecimiento del mudéjar entre los siglos XII
al XVI, destacando los trabajos efectuados en ciudades como Toledo, Plasencia,
Barcelona, Segovia o Zaragoza. El estilo mudéjar es consecuencia de la
coexistencia de artesanos musulmanes, cristianos y judíos y de la asimilación
de las tradiciones decorativas andalusíes en los reinos cristianos. Sus rasgos
más significativos son el empleo de elementos con forma de cuerda, las
estructuras de lacerías y la estampación en seco, gofrada o cincelada. A partir
del siglo XV se incorpora una nueva técnica de decoración: el dorado.
Los artesanos mudéjares encontraron en las cubiertas de los libros un
soporte ideal para desplegar todo su repertorio de geometrías, complejas
lacerías y claroscuros, y supieron adaptarse a las nuevas exigencias del libro
impreso, sustituyendo materiales y mejorando las técnicas, facilitando así la
transición al arte moderno de la encuadernación.
El término mudéjar procede del árabe mudayyan,
que significa aquel a quien es permitido
quedarse, y se aplicó a los musulmanes que vivían en los territorios
conquistados por los cristianos.
La BNE abre sus publicaciones a nuevas vías de difusión. Con motivo de esta
exposición, se va a presentar, además del catálogo en papel, una aplicación
para descarga en dispositivos móviles cuyos contenidos serán también accesibles
desde cualquier pc en formato PDF interactivo. Ambos formatos, con contenidos
adicionales, estarán disponibles a partir del día 4 de abril, coincidiendo con
la jornada: “Los laberintos del mudéjar. El libro entre los siglos XIV y XVI”.
El jueves 4 de
abril, a partir de las 9:30 h, se celebra en el salón de actos de la BNE la jornada Los laberintos del mudéjar. El libro entre los siglos XIV y XVII. Organizada
por la Biblioteca Nacional de España
con motivo de la exposición Piel sobre tabla. Encuadernaciones mudéjares en
la BNE.
www.bne.es
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