sábado, 2 de mayo de 2020

JOSTEIN GAARDER EXPLICÓ: "TENDREMOS LA OPORTUNIDAD DE PENSAR CÓMO PODEMOS PROTEGERNOS UNOS A OTROS Y CÓMO CAMBIAR NUESTRA RELACIÓN CON EL MEDIO AMBIENTE"


LUIS ALEMANY
'Simplemente perfecto', la nueva novela del autor de 'El mundo de Sofía' enfrenta a un hombre al dilema más clásico de la historia de la literatura: vivir o no vivir. La respuesta está en el big bang.


El escritor Jostein Gaarder. RUNE HELLESTAD / CORBIS GETTY IMAGE

"La diferencia entre el idioma noruego, el sueco y el danés es más o menos como la diferencia que hay entre el español y el catalán. La sintaxis es muy parecida y el vocabulario está llena de palabras que son variaciones de la misma forma, pero la melodía es diferente. Se supone que el noruego es muy musical. Los daneses, que tienen un acento más plano, dicen que los noruegos hablamos cantando. Me gusta el noruego, es el idioma en el que he crecido y el único en el que me imagino escribiendo literatura. Bueno, puedo leer las traducciones de mis libros al inglés y al alemán. Las españolas no, pero sé que son buenas.Los traductores son dos, un español y un noruego y sé que trabajan bien porque las dudas que me plantean son importantes".

Jostein Gaarder llama por teléfono y, al presentarse, pronuncia su nombre de tal manera que Jostein suena igual que Justin. Por eso, la conversación empieza por el tema del idioma que, además resulta que viene a cuento. Simplemente perfecto, la novela que el autor de El mundo de Sofía acaba de publicar en versión digital en el sello Siruela, parece necesariamente escandinava: la prosa es escueta, casi minimalista, y sus páginas están llena de naturaleza, de lagos y árboles y de cielos abrumadores de modo que recuerda a Pan, de Knut Hamsun. También se parece a alguna película antigua de Dreyer, porque su narrador, Alberto, busca un sentido a la vida y a la muerte en el cosmos.

"Si recuerda a Pan es porque la naturaleza es una realidad muy presente en la vida de los noruegos, incluso para los que viven en la ciudad. El agua, las montañas, la madera... Su presencia es tan poderosa que es difícil pasarla por alto. Respecto a película del estilo de Ordet... Yo eso no lo veo tan claro. Pensar sobre la muerte y el amor no es algo propio de los escandinavos. Es algo que es universal y que está en el núcleo duro de la experiencia humana. Porque este libro habla del amor y de la muerte y hasta le diría que el amor importa más que la muerte".

Simplemente perfecto está narrada por Alberto, un hombre de 57 años que acaba de recibir la noticia de que está enfermo y de que sólo le quedan unos meses llenos de dolor antes de morir. Hasta ese momento, la vida no ha estado mal: al hombre no le ha faltado amor ni educación ni un sueldo razonable. Pero el día del diagnóstico, la mujer de Alberto está de viaje, así que el enfermo, solo en Oslo, coge el coche, sale de la ciudad y se va a una cabaña solitaria en la que la familia ha veraneado durante 25 años. Encerrado, Alberto, escribe y trata de decidir si suicidarse o seguir con vida. La respuesta le llegará mirando a las estrellas, pensando en el big bang, empapándose del frío de una noche de primavera en Noruega.

"Creo que, de todos mis libros, éste es el que tiene más de mí. Reconozco como mías muchas de sus reflexiones de Alberto y de sus experiencias", explica Gaarder. El mundo de Sofía, el best seller inolvidable por el que Gaarder se dio a conocer hace casi 30 años, era una novela sobre el descubrimiento y devoción el conocimiento. Sin embargo, el Alberto de Casi perfecto sólo a veces es sabio. Otras veces es un poco tonto: tiende a alardear, coquetea con una antigua amante y se enfada si ésta no entra a su juego, es orgulloso y le sienta mal el alcohol... Como cualquiera.

¿Por qué crear un personaje tan humano para una novela tan intelectual? "Porque la literatura trata de entender a naturaleza de la vida humana y ésta incluye tanto la trascendencia como la banalidad de una vid particular, llena de pequeñas anécdotas", explica Gaarder.

¿Y lo de la trascendencia? "Fui educado en la religión cristiana. La Biblia me sigue interesando y veo a Jesús como a una figura moral muy interesante. Siento todo el respeto por mis amigos creyentes, pero no soy una persona religiosa. No creo en ninguna verdad revelada ni en ninguna práctica de fe organizada. Tampoco diría que encaje en la palabra ateo. Si miro a las estrellas, lo que percibo es misterio, que no es lo mismo que experiencia religiosa".

La gracia es que Simplemente perfecto significa algo diferente en abril de 2020 de lo que hubiese significado hace dos meses. "Ahora que el mundo tiene que convivir con tanto dolor, es inevitable preguntarse por su sentido. Este libro ofrece algunas respuestas", explica Gaarder. ¿Cómo le va estos días? "Bien. El aislamiento no es tan severo en Noruega como en España pero mi mujer y yo estamos estamos aislados de nuestros hijos y nietos. El Gobierno noruego decretó que las personas de nuestra edad debían permanecer solas y, de momento, está funcionando. La incidencia en Noruega es muy baja". ¿Es pesimista? "No. Bueno, soy pesimista en el sentido de que no ignoro que mucha gente está sufriendo y mucha más gente sufrirá en los próximos meses por la crisis económica. Pero el ser humano ha pasado por cosas peores y ha salido adelante. Tendremos al oportunidad de revisar nuestras prioridades como sociedad, de pensar cómo podemos protegernos unos a otros y cómo podemos cambiar nuestra relación con el medio ambiente. Ojalá que esta vez aprovechemos esta oportunidad".

https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2020/05/01/5e9fdf3ffdddffa10d8b45e9.html

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