El Teatro Colón estrena hoy martes
una mega ópera única en el mundo. Única por sus dimensiones, por la polémica
que le precede, por la ambición de la propuesta y, sobre todo, porque nunca se
exhibió en ningún lugar. Quienes accedan al Teatro a las dos y media de la
tarde saben que permanecerán sentados unas siete horas, que solo contarán con
tres intervalos para probar los tentempiés, ya incluidos en el precio de la
entrada, y que saldrán de allí bien pasadas las once de la noche. Para el resto
de sus días podrán contar que vieron la tetralogía El anillo del Nibelungo, de
Richard Wagner de una sentada. El Oro del Rin (Das Rheingold), La valkiria (Die Walküre), Sigfrido (Siegfried) y El ocaso de los dioses (Götterdämmerung) suelen alargarse
durante unas 14 o 16 horas, según las versiones de cada director. Y se suelen
representar en cuatro jornadas. El compositor alemán Cord Garben se atrevió a
comprimirlo todo en siete horas y el austriaco Ricardo Paternostro asumió el reto
de dirigir durante todo ese tiempo dos orquestas que se irán turnando para
evitar el cansancio.

La adaptación
solo podrá verse hoy y el viernes en Buenos Aires. El resto de los espectadores
podrán acceder a ella mediante la grabación integral que el canal alemán
Deutsche Welle va a filmar para emitirlo durante el año Wagner
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