Sala Verde de los Teatros del Canal. Miércoles 25 de noviembre, 2015.
IDEA ESCÉNICA Y DIRECCIÓN MUSICAL: JOSÉ RAMÓN ENCINAR
Solista: Alfredo García, actor/barítono
KOAN 2: Alejandro Vela, oboe
Justo Sanz, clarinte
Vicente Palomares, fagot
Diego Tas, trompeta
Victor Arriola, violin
Suzan Stefanovic, violonchelo
Paco Ballester, contrabajo
José Segovia, piano
Concepción Sangregorio, percusión
Coordinador:
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Eduardo Triguero
Auxiliares: Jaime Lopez
Adrian Milogno
Archivo: Alaitz Monasterio
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PROGRAMA
..Olivier Messiaen
“L´abîme des oiseaux”, para clariente solo
(tercer movimiento del “Quator pour la fin du temps”)
..Igor Stravinsky
“L´histoire du soldat” (“La historia del soldado”), para actor y conjunto
instrumental
.Primera parte
.Segunda parte
..Francis Poulenc
“Le bal masqué” (“El baile de máscaras”), para barítono y conjunto instrumental
.Préambule et Air de bravoure
.Intermédie
.Malvina
.Bagatelle
.La dame aveugle
.Finale
En una temporada en que los cronistas tenemos problemas para conseguir
acreditaciones tanto para los Teatros del Canal o el Teatro Real y otros marcos
musicales, sobre todo cuando se trata de veladas únicas, dedicadas en gran
medida a la necesaria rentabilización de los espacios artísticos y otros
compromisos, el Programa de Cultura de la Fundación BBVA, gratuito y compartido
con esmero con los periodistas del ámbito también, se abre a todos los
melómanos en general.
La Fundación BBVA presenta ahora una creación de José Ramón Encinar que
se inserta en el ciclo de conciertos teatralizado El mundo de ayer, iluminando
el panorama musical madrileño.
Este ciclo transita por la
confluencia de la música con otras disciplinas artísticas, otorgando un valor
importante al videoarte y la animación 3D, pero incorporando también recursos
como la luz, la dramatización, la poesía o textos compuestos ex profeso.
El maestro José Ramón Encinar lo
explica muy bien diciendo: “Cuando hablamos de conciertos teatralizados no me
refiero a poner en escena una obra musical, cosa que ya se ha hecho en varias
ocasiones. Aquí se trata de crear una historia, un hilo dramático que dé sentido
a las distintas obras que se interpretan y dar una serie de informaciones al
público que proceden de la historia de la música, no solo en el sentido más
estricto de la palabra, sino también a un nivel anecdótico”.
Dos pancartas muy evidentes enmarcan la obra desde el fondo del escenario, la que recuerda la conocidísima frase del Inferno del Dante, “Lasciate ogni speranza voi ch´ entrate” y la que el propio director descubre al final de La historia de un soldado: “Arbeit macht frei”.las lapidarias palabras que amueblaron el desesperante paisaje de los campos de exterminio nazis.
Dos pancartas muy evidentes enmarcan la obra desde el fondo del escenario, la que recuerda la conocidísima frase del Inferno del Dante, “Lasciate ogni speranza voi ch´ entrate” y la que el propio director descubre al final de La historia de un soldado: “Arbeit macht frei”.las lapidarias palabras que amueblaron el desesperante paisaje de los campos de exterminio nazis.
En “Du bord d’abîmes”, el montaje de
Encinar se acerca a la música en tiempos de guerra, tan cercanos, siempre
presentes. La voz en off descubre algunos pensamientos de unos de los
supervivientes del Holocausto: Primo Levi. La proyección de imágenes auténticas
mezcladas con otras de nueva creación subrayan los desastres de la guerra,
mientras el clarinetista interpreta “L’abîme des oiseaux”, el tiempo central
del “Cuarteto para el fin de los tiempos”, que Olivier Messiaen compuso e
interpretó con sus compañeros en el campo de concentración de Görlitz, en
Silesia.
A continuación, la imagen y los pensamientos del escritor italiano represaliado trasladan al espectador a la Gran Guerra, donde unos músicos pobremente vestidos interpretan un espectáculo de bolsillo, funcional para la precariedad de un mundo en armas: es “La historia del soldado”, de Igor Stravinski, que hace de la economía de medios virtud estética para retratar la huida constante en la Europa de 1917.
A continuación, la imagen y los pensamientos del escritor italiano represaliado trasladan al espectador a la Gran Guerra, donde unos músicos pobremente vestidos interpretan un espectáculo de bolsillo, funcional para la precariedad de un mundo en armas: es “La historia del soldado”, de Igor Stravinski, que hace de la economía de medios virtud estética para retratar la huida constante en la Europa de 1917.
Y de lo real a lo irreal o, más
bien, a lo surrealista: el music-hall, a través de “Le bal masqué”, la música
que Francis Poulenc compuso sobre los delirantes versos de Max Jacob, quien
moriría en 1944 en el campo de concentración de Drancy. Pero París ya no es una
fiesta, como escribía Ernest Hemingway, en tiempos mejores de vino y rosas.
El Maestro Encinar, a quien tuve el honor de entrevistar para un programa en Radio Clásica este verano, Constelación Boulez, ya extinto, es un hombre del Renacimiento muy anclado en este presente. “No respeto la sacralización del concierto tal y como se ha impuesto en el último siglo - explica - donde el acontecimiento musical se centra en una obra completa y quien aplaude entre movimientos sufre la censura de los presentes. Se encuentran aquí en un mismo escenario obras íntegras, algunos movimientos de otras e incluso o, en ocasiones, compases que reinstrumento para ponerlos al servicio de la narración”.
No podría tratarse de un proyecto más dramáticamente actual, cuando todavía resuenan las bombas, los fusilamientos, las cuchilladas no solo en el París de Charlie Hebdo o Le Bataclan sino en casi todas partes de una geografía maltratada por el propio ser humano que hacía preguntarse a Primo Levi, junto a muchos otros, judíos y no judíos: “¿Pero esto es un hombre?”. Todos los muertos, los refugiados, los trashumantes obligados de la guerra nos duelen y nos convocan para volver a los sagrados principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad y Laicismo, pero para todos. Porque todos son nuestros hermanos, a pesar de las diferencias de raza, de nacionalidad, de clase, de religión.
El Maestro Encinar, a quien tuve el honor de entrevistar para un programa en Radio Clásica este verano, Constelación Boulez, ya extinto, es un hombre del Renacimiento muy anclado en este presente. “No respeto la sacralización del concierto tal y como se ha impuesto en el último siglo - explica - donde el acontecimiento musical se centra en una obra completa y quien aplaude entre movimientos sufre la censura de los presentes. Se encuentran aquí en un mismo escenario obras íntegras, algunos movimientos de otras e incluso o, en ocasiones, compases que reinstrumento para ponerlos al servicio de la narración”.
No podría tratarse de un proyecto más dramáticamente actual, cuando todavía resuenan las bombas, los fusilamientos, las cuchilladas no solo en el París de Charlie Hebdo o Le Bataclan sino en casi todas partes de una geografía maltratada por el propio ser humano que hacía preguntarse a Primo Levi, junto a muchos otros, judíos y no judíos: “¿Pero esto es un hombre?”. Todos los muertos, los refugiados, los trashumantes obligados de la guerra nos duelen y nos convocan para volver a los sagrados principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad y Laicismo, pero para todos. Porque todos son nuestros hermanos, a pesar de las diferencias de raza, de nacionalidad, de clase, de religión.
En definitiva, se trata –indica
Encinar- de “romper barreras y …contribuir a llevar composiciones de música
culta de nuestro tiempo no solo a ese grupo de oyentes interesado que ya
existe, sino a un público más amplio y más joven”.
El maestro José Ramón Encinar, que consigue convertir esta propuesta en un
verdadero trabajo en equipo, es el responsable de la idea escénica y la dirección
artística del proyecto. Fue director titular y artístico de la Orquesta y Coro
de la Comunidad de Madrid entre 2000 y 2013, formaciones a las que continúa
vinculado como director honorario. Ha sido titular de la Orquesta Sinfónica
Nacional Portuguesa y del Grupo Proyecto Gerhard y Proyecto Guerrero, así como
de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Ha realizado más de una veintena de
grabaciones para sellos internacionales y es académico de número de la Academia
de Bellas Artes de San Fernando.
El grupo instrumental Koan 2, una formación heredera del
Grupo Koan, nacido oficialmente en 1969. Focalizado, en esta segunda etapa,
hacia la música actual con implicaciones escénicas, sus trabajos abarcan algo
más de lo que puede encuadrarse dentro de los márgenes de un concierto
convencional, buscando la idea de espectáculo completo más que de simple sesión
musical. Su prestación en esta velada es intensa y comprometida, sería injusto
destacar a unos más que a otros de todos los artistas que integran este
conjunto musical. Su entrega es evidente.
Du bord d’abîmes cuenta con la
participación especial del barítono Alfredo
García, que es también actor en esta representación. Formado musicalmente
en la Escuela Superior de Canto de Madrid y en la Hochschule de Viena, ha
cantado con orquestas de prestigio internacional como la New York Philharmonic,
Los Angeles Philharmonic, Dresdner Philhamonie, Israel Philharmonic, Athens
State Orchestra, BBC Philharmonic, Orquesta Nacional de Hungría, Boston Symphony
Orchestra en salas como el Lincoln Center de Nueva York, entre otras
agrupaciones de prestigio.
García aquí juega con sus evidentes
capacidades actorales, creando unos personajes, incluso en los momentos más
dramáticos de una gran frescura, con una voz llena, bonita, bien impostada, elegante,
como ha demostrado a lo largo de una trayectoria que ya lleva tiempo. Fue muy
aplaudido, como los instrumentistas y el responsable del proyecto, el maestro
Encinar.
Destaca asimismo la interpretación
al clarinete de Justo Sanz,
catedrático numerario de este instrumento del Real Conservatorio Superior de
Música de Madrid y clarinete solista de la Orquesta y Coro de la Comunidad de
Madrid (ORCAM), con un curriculum impresionante.
Al frente de los aspectos de
película, cinematografía y animación 3D está, una vez más, Elisa Encinar. Licenciada con un Bachelor of Arts with Honours por
la Universidad de Liverpool, pero ha realizado otros estudios en instituciones
de enorme prestigio. Dirigió varios cortometrajes y ha realizado trabajos
audiovisuales para eventos musicales siendo además coautora de un espectáculo audiovisual sobre el pintor
Mark Rothko.
El primero de los conciertos de este
ciclo, Berlín y París con Florencia al
fondo, se estrenó el pasado 29 de septiembre. El tercero está programado
para el 24 de enero del próximo año.
Y para terminar unas palabras del
narrador de “La historia del soldado” de Igor Stravinsky, compuesta en
Monowitz, cerca de Auschwitz, en la Alta Silesia, una región habitada a la vez
por alemanes y polacos. Este campo es un campo de trabajo, “Arbeitslager”, en
alemán y de exterminio:
“Es mejor no querer añadir a lo que se posee
Lo que se ha poseído.
No puede ser a la vez quien se es y quien se ha sido.
Nadie tiene el derecho de poseerlo todo.
Un motivo de la felicidad, es la FELICIDAD”.
Foto Alfredo García, Aisha Zehni
Alicia Perris
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