Daniel Barenboim dirigiendo a la West-Eastern Divan Orchestra bajo la
bóveda de Miquel Barceló en la sala XX, la de los Derechos Humanos, de la sede
ginebrina de la ONU, es toda una
declaración de intenciones. La primera, como rezaba el título del concierto que
ha tenido lugar este sábado, es la del entendimiento entre las civilizaciones y el respeto de los derechos
humanos.
La segunda intención es la de
convertir este concierto en una cita anual retrasmitida a todo el mundo. Algo
así como una versión del concierto vienés de Año Nuevo, pero con una filosofía
que ponga por delante la paz.
Barenboim ha montado un concierto monográfico de Mozart. ¿Por qué? Su respuesta en la rueda de prensa ha sido:
«¿Por qué no? Su música habla por sí sola. Es un músico que no ha sido
superado». ¿Y por qué las sinfonías nº 39 en mi bemol mayor, la nº 40 en sol menor y la nº 41 Júpiter,
en do mayor, las últimas que compuso Mozart, todas ellas en un breve periodo de
tiempo en 1788? «Porqué permiten a la orquesta mostrar su
habilidad, porque se adaptan a la acústica de la sala, por el tamaño de la
orquesta y porque estas últimas sinfonías son en realidad una trilogía».
Sensación melancólica
En la primera de las sinfonías
interpretadas, la pomposidad del primer movimiento se adaptaba perfectamente a
la ocasión y en el resto de movimientos, Barenboim ha introducido un tempo
lento, casi ceremonioso. En la segunda, con la sala envuelta en una luz azul y
con las estalactitas de la bóveda se generó una sensación melancólica casi
abismal a lo que sin duda contribuía el modo menor en que Mozart la escribió.
El carácter triunfal de la sinfonía Júpiter ha
sido el cierre de un concierto que ante un público puesto en pie Barenboim
definió como «muy especial». El director ha recordado la coincidencia con el
que habría sido el 80º aniversario de Edward Said, el académico palestino fallecido
prematuramente con quien el músico creó la fundación que ha alumbrado a la
West-Eastern Divan. «Ha sido el trabajo de nuestra vida», ha
dicho.
Tras enumerar las distintas
nacionalidades de los miembros de la orquesta procedentes de Oriente Próximo,
ha expresado su deseo de que aquellos países lleguen a vivir según los
principios de la Revolución Francesa: «Libertad, igualdad y fraternidad, aunque
para este último quizá todavía no es hora».
Director y orquesta serán los
protagonistas de las próximas cuatro ediciones del concierto que convoca la
Fundación ONUART, que preside Miguel Ángel Moratinos, organización que había
promovido la impresionante bóveda de Barceló.
Mediapro es la productora del concierto, que ha emitido por más de 30
países y otros lo harán en el futuro, algunos de ellos el 10 de diciembre, Día
Internacional de los Derechos Humanos. TVE
lo hará el 13 de diciembre. El de este sábado es el segundo
concierto por el entendimiento de las civilizaciones. El primero tuvo lugar el
pasado año y sus protagonistas fueron el tenor Juan
Diego Flórez y la orquesta de jóvenes que forma parte de su proyecto formativo
en Perú.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/barenboim-onu-4635280
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