MIGUEL ÁNGEL OESTE
Petros Márkaris.
Foto: Iván Giménez
La hora de los hipócritas
Con la nueva novela de la serie del comisario Kostas Jaritos, La
hora de los hipócritas, Petros Márkaris (Estamul, 1937) vuelve a tomar la
temperatura a la sociedad y a las negruras que la envuelven. Como si fuese un
cronista, el autor griego muestra las entrañas de este mundo desigual que
erosiona el estado del bienestar. Lo hace con la misma cotidianidad con la que
ha construido y se mueve el bueno de Jaritos, una combinación de contexto
político y social de la Grecia de las últimas décadas, que se puede aplicar a
otros países de Europa, la vida familiar del comisario, con su mujer Adrianí y
sus seres queridos, y una intriga criminal que funciona como marco para hablar
de una falsa prosperidad y de una realidad de falacias que aplasta a los
ciudadanos en un entramado económico que tal vez niega su mismo cariz humano.
Márkaris despliega a través del comisario Jaritos su mirada crítica
y de izquierda hacia el mundo de hoy, pero de un modo sosegado, con la
normalidad con la que vive y piensa el policía, a pesar de sus cabreos, y sin
olvidar destellos de humor que hagan más digerible una sociedad cada vez más
farsante y sombría en todos los aspectos. En este sentido, Kostas Jaritos es
heredero de Pepe Carvalho, Salvo Montalbano y Fabio Montale (Manuel Vázquez Montalbán,
Andrea Camilleri y Jean Claude Izzo), de su pasión gastronómica y su fraterna
postura social ante este mundo, que es negro aunque lo dibujen de colores.
Bajo la aparente simpleza de la narración, dominada por diálogos y
alejada del artificio del thriller moderno, la trama provoca unas cuantas
reflexiones en el lector
La hora de los hipócritas comienza con el nacimiento del nieto de
Jaritos y Adrianí, en un ambiente naturalista y tierno, que pronto le sirve al
autor para exponer preguntas que cualquiera se plantea. ¿Cómo crecerá el niño
en una sociedad como la de hoy, donde conviven la falsa idea de que todo tiempo
pasado fue mejor, pero la realidad de que ninguna de las políticas ni ninguna
revolución han sido la solución para evitar la instauración de una sociedad de
trabajos precarios y mal remunerados? Si se sigue adelante es simplemente
porque la gente se ha acostumbrado a resistir. En este entorno de dicha para
Jaritos, feliz con su nieto, pero con la pobreza de Grecia latente, asesinan a
Paris Fokidis, un magnate de la hostelería, empresario de éxito, que desarrolla
una labor social muy alabada.
El marco de la investigación le sirve al escritor para desempolvar
muchas miserias reconocibles del mundo en que vivimos. Un mundo sometido a las
medias verdades del aparato financiero. Así, bajo la aparente simpleza de la
narración que despliega Márkaris, dominada por los diálogos y situaciones que
se alejan del artificio del thriller moderno, la trama provoca unas cuantas
reflexiones en el lector.
El expediente intachable y sin mácula del empresario asesinado
lleva la investigación de Jaritos por varias líneas, porque Kulakos, de Delitos
Económicos, pronto averigua que el inmaculado empresario no pagaba impuestos en
su país, sino en las Islas Caimán. Este es el hilo del que irá tirando el
comisario para desentrañar no solo quién está detrás del comunicado del
Ejército Nacional de Idiotas que asume el asesinato, sino la hipocresía de un
sistema corrupto que favorece la propia Unión Europea.
‘La hora de los hipócritas’ es una novela incisiva, plenamente
actual, que critica a aquellos que tienen el poder para cambiar las cosas y no
hacen nada
Si en Con el agua al cuello (2011), Márkaris ya hablaba de un
sistema financiero enfermo y de cómo su país se hundió sin que Europa hiciera
nada porque fue ella quien le puso la soga al cuello, en esta novela, a partir
de varios asesinatos, incluido el de un empleado del Fondo Monetario
Internacional, se desentraña un espejismo de lo más perverso, un espejismo en
el que el poder y el dinero se alimentan recíprocamente sobre una base de
ciudadanos que no tiene ninguna opción. Un espejismo cubierto de falsas
prácticas caritativas y sociales. Quizá, el infierno del tráfico de Atenas
simboliza de modo inmejorable el sofocante procedimiento financiero que ha
creado y defendido Europa.
Porque La hora de los hipócritas es una novela incisiva, plenamente
actual, que critica a aquellos que tienen el poder para cambiar las cosas y no
hacen nada, mientras los de siempre, la apaleada y asfixiada clase media, si es
que puede llamarse así, carga con el peso de la economía.
https://elcultural.com/petros-markaris-y-la-sociedad-de-la-mentira
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