By Danica Creahan
The 2021 Emmys are swiftly approaching, and there’s certainly some can’t-miss competition and extra-compelling categories that will be worth the watch. Not to mention, the ceremony will be in-person, a refreshing change from last year's awards, which had to be conducted mainly remotely.
Despite significantly fewer television show submissions due to the
pandemic slowing production, the competition is fierce. The race for best
limited series is sure to be intense, with quarantine-favorites such as The
Queen’s Gambit and I May Destroy You up against Mare of Easttown, The
Underground Railroad and WandaVision. The limited-series leading ladies are
also set to dominate the best actress competition with heavy hitters Kate
Winslet, Anya Taylor-Joy, Michaela Coel and Elizabeth Olsen facing off in the
category.
Meanwhile The Mandalorian and The Crown are tied for the year’s
most nominated series, with 24 nominations apiece and Disney’s other streaming
star, WandaVision, trailing just behind at 23 nominations. Ted Lasso, Saturday
Night Live and The Handmaid’s Tale all garnered 20 nominations, representing
the wide range of content that’s received plenty of adoration from both the
public and the International Academy of Television Arts & Sciences alike
this past awards season. Of course there's also been some notable snubs from
the Academy, and a few surprising nominees as well.
So whether you’ll be watching to see Cedric the Entertainer host,
or to find out which of your favorite TV shows brings home the most wins, the
2021 Emmys are an awards ceremony you won't want to miss.
https://www.etonline.com/how-to-watch-the-2021-emmy-awards-170925
Muere Mario Camus, el cineasta transparente que inmortalizó la herida de "Milana bonita"
Mario Camus (Santander, 20-4-1935) dirigió, entre otras películas, 'La colmena', ganadora en Berlín, y 'Los santos inocentes'
Contaba Mario Camus hace apenas un par de años en unos encuentros en El Escorial que llevaba "con esfuerzo" una vida normal. "Porque estoy solo", añadía. Desde que murió su mujer, su vida, decía, consistía en salir a buscar el pan, leer los periódicos y, por la noche, "ver el cine o los deportes". Cuando en 2011, le otorgaron el Goya de Honor, le costaba hablar de sí mismo, se refugiaba en lo que consideraba su timidez "enfermiza" y se sacudía las entrevistas de encima a pescozones, a frases cortas y tajantes, convencido de que en el cine, el protagonista no es más que el propio cine. Nadie más.
El sábado murió a los 86 años el director de la eterna 'Los santos inocentes', el cronista infatigable de la España de siempre, el mejor adaptador de textos literarios que ha visto el cine español y, apurando, el cineasta más cabal en su afán de invisibilidad. Jamás firmó una película al estilo de los autores "Una película de" sino que prefirió la fórmula de los artesanos orgullosos (Dirigido por). Si se le preguntaba por su estilo, contestaba que su única obsesión era desaparecer. Y ahí, en ese gesto de solitaria timidez definió como nadie tanto una forma de entender el cine como la única manera posible para un cántabro de ley de comprender la misma vida. Camus era un hombre a contracorriente. Formado en la mítica Escuela Oficial de Cine de Madrid y, en consecuencia, precursor del Nuevo Cine Español junto a gente como Carlos Saura, Basilio Martín Patino o José Luis Borau, lejos de él la obstinación por la firma.
La suya era una cinematografía concebida, creada, pensada y ejecutada a la altura de los ojos, pendiente únicamente no del relato o de la historia, sino del drama que habita entre los cuerpos, en los huecos. Y eso fue así, en las obras más personales que poblaron los años 90 y que van desde sus primeras lecturas profundas y heridas del terrorismo en 'Sombras en una batalla' (1993) y 'La playa de los galgos' (2002) hasta sus trabajos más torturados que quieren ser también una mirada oscura de un tiempo, el nuestro, cada vez más gris. Y aquí, 'Después del sueño' (1992), 'Adosados' (1996) o 'El color de las nubes' (1998).
Pero también esa sobriedad consciente e interesada sólo en la profundidad de la mirada del otro es perfectamente rastreable en sus trabajos alimenticios al costado, por ejemplo, de Raphael. Llegó a él tras el fracaso de 'Con el viento solano'. Le ofrecieron hacer una película con un cantante que no conocía y su respuesta fue que "un cantante o un oso". Tres millones de personas vieron cómo nacía una estrella. Y detrás, en silencio, un Camus empeñado en desaparecer para que todo adquiriera su justo y hasta descomunal tamaño.
Su capacidad para escuchar el ritmo de las palabras y transformarlas en imágenes, le convirtieron en el adaptador oficial del cine español. Repasar su filmografía se antoja por momentos una clase de literatura tan atenta al realismo de Pérez Galdós como a la imaginería barroca de Lorca; tan fiel al rigor orfebre de Cela que consciente de la prosa sentida y vivida de Ignacio Aldecoa. A Calderón y a Lope lo vemos en 'Leyenda del alcalde de Zalamea' (1972). El autor de 'Gran sol' guía los pasos de 'Young Sánchez' (1964), de la citada 'Con el viento solano' (1967) y de la magistral por mucho motivos 'Los pájaros de Baden-Baden' (1975). Su 'Fortunata y Jacinta' para la televisión fue el primer clásico del que fue capaz la pantalla de casa antes de que las series lo pudieran todo. Su versión de 'La casa de Bernarda Alba' (1987) huye de filigranas para centrarse en la herida. Y del Premio Nobel quedó esa lectura coral de la posguerra que atiende al palimpsesto de 'La colmena' y que le sirvió para triunfar con Oso de Oro y todo en la Berlinale.
Y luego está 'Los santos inocentes'. Por siempre. Suya tuvo que ser la Palma de Oro de 1984 en Cannes. Cuentan que Dirk Bogarde, entonces en el jurado, peleó todo lo que daba su elegancia pacífica para que así fuera. Al final, el premio fue para los actores Alfredo Landa y Paco Rabal. Y para "Milana bonita", cabría añadir. El propio Camus, poco amigo de las anécdotas siempre concentrado en lo mollar, contaba que en una ocasión coincidió con el actor de marras en un restaurante. Le pasó una nota a través del camarero para agradecerle su defensa de la película. El intérprete se tomó su tiempo, se hizo el despistado y sólo al final le devolvió el agradecimiento. La nota de vuelta sólo incluía dos palabras: "Milana bonita".
Paco, Regula, sus cuatro hijos con la Niña Chica y Azarías se convirtieron en la mirada sin pliegues de Camus en uno de esos espejos negros que antes que reflejar la imagen, la convierten en sueño. 'Los santos inocentes', la novela ya indefectiblemente unida a la película, es sin duda la máxima expresión de un cine que es también compromiso moral, de un cine que define a la perfección el sentido del oficio, del pudor y del deber. Pocos directores tan transparentes, tan claros, tan enfermizamente otro, tan cabalmente cada uno de nosotros. DEP
REACCIONES
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lamentado la muerte del director de cine y guionista Mario Camus en una publicación en su cuenta de Twitter.
"Los que amamos el cine y el teatro hoy estamos de luto. Despedimos a dos grandes de la cultura, Alfonso Sastre y Mario Camus. Desde las butacas seguiremos disfrutando de sus extraordinarios trabajos. Mis condolencias a sus familiares, amigos y al mundo de la cultura", ha señalado.
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