Auditorio Nacional de Madrid. Ciclo Sinfónico 04. 15 de octubre de 2022. Obras de Ligeti y Dvořák. Orquesta y Coro Nacionales de España. Sala Sinfónica.
Anja Bihlmaier, Directora
Paloma Friedhoff, soprano (sustituye
a la inicialmente anunciada Nadja
Mchantaf, quien se ha visto obligada a cancelar por enfermedad)
Jan Martinik, Bajo
Miguel Ángel García Cañamero, Director del Coro Nacional de España (CNE)
PROGRAMA
PRIMERA PARTE
György Ligeti (1923-2006)
Atmosphères [9’]
Antonín Dvořák (1841-1904) Te
Deum, op. 103 [20’] I.
I. Te Deum laudamus
II.Tu rex gloriae
III. Aeterna fac cum sanctis
IV. Dignare Domine - Benedicamus Patrem
SEGUNDA PARTE
Antonín Dvořák
Sinfonía núm. 9 en Mi menor,
op. 95, «Del nuevo mundo» [40’]
I. Adagio - Allegro molto
II. Largo.
III. Scherzo. Molto vivace
IV. Allegro con fuoco
Anja Bihlmaier, la directora invitada en esta ocasión para dirigir la Orquesta y Coros Nacionales de España, se hizo cargo de un repertorio muy sugerente, enérgico, solar, que resolvió con unos músicos y cantantes en estado de gracia, como ella misma. Eficaces y soberbios la orquesta y el grupo vocal nacionales. Cantan y tocan con una dedicación y entrega como si fueran una sola persona, multiplicada especularmente.
Bihlmaier por su parte, tiene un rol destacado en la vanguardia de
la dirección de orquesta, tanto en el campo sinfónico como en el operístico,
gracias a un fuerte instinto musical y liderazgo natural. Se comunica con
facilidad, precisión y de una manera muy elegante con sus colaboradores, a los
que reconoció la impecable labor, dando paso al saludo al final de cada sección
de la orquesta, a los solistas en el Te Deum y al coro, bajo la batuta
inteligente y talentosa de Miguel Ángel
García Cañamero, su responsable desde 2015.
La Maestra compagina los cargos de directora principal de la
Residentie Orkest en La Haya, junto al de directora invitada principal de la
Orquesta Sinfónica de Lahti. Con un repertorio diverso que va- entre otros- desde Haydn hasta Mahler junto a Sibelius,
Bartók, Dvorák , Chaikovsky o Debussy, Bihlmaier ha dirigido recientemente las
orquestas Sinfónica Alemana de Berlín, Filarmónica de la Radio NDR Hannover,
Sinfónica de la Radio MDR Leipzig, Sinfónica de la BBC de Escocia y la Real
Filarmónica de Estocolmo, por poner algunos ejemplos.
Tras estudiar en el Conservatorio de Música de Friburgo, Anja
Bihlmaier amplió su formación con Dennis
Russell Davies y Jorge Rotter en
el Mozarteum de Salzburgo. Ahora vive en La Haya, donde puede disfrutar de su
amor por la naturaleza, el surf y el ciclismo. De físico pequeño, muy entrenado
y resiliente (no parecía cansarse ni siquiera al concluir un programa exigente
y agotador) lució un conjunto con pantalón negro y levita de terciopelo, cuello
y solapas de satén, sin joyas, sin complementos, apenas un esbozo de labial
rojo en el rostro diáfano.
Con manos cantarinas, una izquierda en movimiento perpetuo, se caracterizó por una labor digna de todos los elogios, aunque envuelta en una evidente modestia en la relación con el público, que la aplaudió con merecida generosidad y con sus colegas. Mantuvo toda la noche un sonido cristalino, destacando todos los planos sonoros, los matices, los crescendi, los pianissimi, esas evanescencias armónicas y contrapuntísticas que firmaron los dos compositores y la importancia de metales, percusión, maderas y cuerdas. Las voces, punto y aparte.
Excelente performance de la soprano Paloma Friedhoff en el Te Deum, donde tuvo que reemplazar a una compañera indispuesta. Tiene un instrumento bonito, que maneja bien, sólida línea de canto y técnica y una relajación que empieza aún antes de sentarse en la silla para esperar su intervención. Con un vestido muy chic en azul noche sellado por detrás con un lazo amplio, se entendió a las maravillas con el coro y el bajo checo Jan Martinik, que desempeñó con claridad y seguridad su rol, a pesar de encontrarse con ligeros problemas de garganta, tal y como manifestó al Auditorio y a la audiencia.
Las Atmosphères de György Ligeti, (casi una evocación de perfumes y ruidos de la naturaleza, pureza de líneas y sonidos, geografías oceánicas…) casan como un guante con las obras de Antonin Dvorák, potentes, densas aunque parezcan distintas en el tiempo (no tanto) y en el espacio. Como explica como suele, con claridad, en las notas al programa el especialista Justo Romero (en versión papel y código QR), “…parecen compositores de diferentes galaxias. Sin embargo, las concomitancias y nexos abundan entre estos creadores nacidos en el corazón de Europa…Apenas 68 años distancian a la Sinfonía del Nuevo mundo (1893) de la composición de Ligeti (1961)”. Se desliza con facilidad el latín eclesiástico medieval del Te Deum, lleno de luz y de esperanza para los creyentes.
Fin de semana largo y extenuante para los artistas en el Auditorio Nacional de Madrid, que
tuvieron función viernes y sábado por la noche y domingo por la mañana, un
desempeño que requiere estar en forma y cuidarse adecuadamente. Es evidente que
lo hicieron y con creces. Sic. (Tal cual).
Alicia Perris
Fotos, Julio Serrano
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