SINFÓNICO 12. 18 DE FEBRERO DE 2023
Vasili Petrenko:
Director
Cuarteto Quiroga: Aitor
Hevia, violín. Cibrán Sierra, violín. Josep Puchades, viola. Helena Poggio,
violonchelo
PROGRAMA:
György Ligeti (1923- 2006): Lontano
John Adams (1947--): Absolute Jest, para cuarteto de
cuerda y orquesta
Richard Strauss (1864-19499: Así habló Zarathustra, op.
30, TrV 176 (9 números)
Casi completa la
sala sinfónica del Auditorio Nacional, para una sesión menos frecuentada desde
el punto de vista del repertorio en España, pero muy interesante y sobre todo a
descubrir, no así el poema sinfónico de Richard Strauss, profusamente visitado
en los coliseos y en el cine, como los dos autores anteriores.
Con una notable capacidad de comunicación con la orquesta y los solistas del Cuarteto Quiroga, sus manos bellas y volanderas, en la derecha el instrumento de dirección, la izquierda libre y expresiva, aseguran con claridad y firmeza, pero con amabilidad el gesto, los tempi, los sforzati.
También los grandes planos sonoros de una orquestación que rebosa amplitud y un gran despliegue, algunos preciosos, como en el caso del glockenspiel en la composición de Johan Adams o las etéreas ambiguëdades atmosféricas del conocido fragmento de Ligeti, Lontano, con un nombre necesariamente evocador y proclive para la ensoñación.
El Cuarteto Quiroga es un grupo de cuerdas
español de música clásica y fue fundado con la firme voluntad de recuperar la
memoria del violinista gallego Manuel
Quiroga, bajo el aliento del pedagogo y cuartetista francés Charles-André Linale. Se formó con el maestro Rainer Schmidt,
miembro del Cuarteto en la Musikhochschule de Basilea y en los cursos Pro
Quartet-CEMC con el maestro Walter Levin, del Cuarteto LaSalle y en la ECMA
(European Chamber Music Academy) con Hatto Beyerle, del Cuarteto Alban Berg.
Aparte de la
partitura el Cuarteto Quiroga brindó un bis con el movimiento Lento de un
cuarteto de Beethoven vinculado a la composición anterior. Muy agradecido
también por una audiencia entusiasta.
Delicadeza en el
manejo del sonido, buena compenetración con la dirección y la orquesta,
excelente técnica, enorme atención de la digitación, la expresividad, sellan
una participación al final de la primera parte de la velada, interesante y
ajustada.
En lo que se refiere a Así habló Zaratustra (poema sinfónico) de Richard Strauss (1896) y como es público y notorio, el autor se inspiró en la obra homónima del filósofo Friedrich Nietzsche. Su estreno tuvo lugar el 27 de noviembre de 1896 en Frankfurt y desde entonces ha formado parte del repertorio clásico.
La fanfarria inicial, titulada «Amanecer» en las notas al programa del compositor, alcanzó
gran popularidad con su uso en la película
2001: Una odisea del espacio de 1968 de Stanley Kubrick. A esta célebre inclusión de Así
habló Zaratustra en el cine, le siguieron muchas
otras tanto en el ámbito cinematográfico y televisivo como en otros muy
diversos.
Según la opinión de fuentes expertas, como la mayoría de los poemas sinfónicos de Strauss, Así habló Zaratustra emplea unos enormes efectos orquestales diferentes respecto a otras obras suyas con más fuerza narrativa en su despliegue de la orquesta llevado a cabo de una manera más hábil y sutil.
Aquí los motivos
transformables breves ocupan el lugar de las largas y sinuosas melodías que
surgen en obras como Una vida de héroe
de 1898. La relativa concisión de su material musical sugiere el intento por
parte del compositor de reflejar la naturaleza y el carácter de su fuente
literaria.
Como se dijo
arriba, los mundialmente famosos primeros compases de la pieza se incluyeron en
1968 en la citada película de Stanley
Kubrick. Para el film se utilizó una grabación de la Filarmónica de Viena
dirigida por Herbert von Karajan, hecha en 1959. No obstante, en el disco
lanzado como banda sonora la grabación de Karajan fue sustituida por otra de Karl Böhm con la Filarmónica de Berlín.
A esta célebre
inclusión le siguieron otras varias en películas pertenecientes en su mayoría
al género de comedia: Dream Theater, grupo de metal progresivo, interpretó una
versión en vivo en la sección "Amanecer" durante la gira promoción de
su disco Systematic Chaos, Chaos in Motion 2007-2008, a modo de introducción a
sus presentaciones.
Antes, en 1989,
Socios y sabuesos, 1995, Married... with Children, 2002 Futurama, suena en el
episodio 20 de la tercera temporada titulado "Godfellas" mientras el
robot Bender va a la deriva por el espacio convertido en un dios para unas
criaturas viven en él. En 2005 en Charlie y la fábrica de chocolate, suena
durante la teletransportación de una enorme barra de chocolate. Y además en Los
Simpson, en diversos episodios de la serie televisiva, así como en la película
de 2007.
Elvis Presley
también solía usar un arreglo de esta obra como el tema de apertura de sus
recitales. Multitud de artistas han hecho esto mismo en sus giras y conciertos,
como la banda Mudvayne. La banda de rock alternativo Green Day por su parte,
utilizó el pasaje como introducción de los conciertos de la gira para apoyar el
álbum American Idiot en 2005. Y Deep Purple lo incluyó al comienzo de su versión de la canción "River Deep –
Mountain High" ,recogida en el álbum The Book of Taliesyn de 1968. Y
habría más citas y alusiones ad hoc.
Todo este apabullante elenco de incursiones no desmerece de ninguna manera el concierto presente en el Auditorio Nacional, el Zaratustra y el resto, con un director y una orquesta y cuarteto que se oyen con placer, con elevación, por la cantidad y la calidad de su producción sonora. Muchos instrumentistas y un volumen planetario, cósmico, muy Strauss. Muy en su puesto Miguel Colom, el concertino.
una salva de aplausos para todos durante
las dos secciones del concierto. Fue una tarde espléndida, en la que Madrid
lució, además, una, dulce emisaria de una primavera ya próxima antes de un
anunciado y último frío invernal.
Alicia Perris
Fotos, Julio Serrano
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