TOSCA. ABAO BILBAO. Palacio Euskalduna. 24 de febrero, 2023
FICHA
Floria Tosca Oksana Dyka
Mario Cavaradossi Roberto Aronica
Barón Scarpia Gabriele Viviani
Cessare Angelotti Alejandro López
Sacristán Fernando Latorre
Spoletta Moisés Marín
Sciarrone José Manuel Díaz
Un carcelero Gexan
Etxabe
Un pastor Helena
Orcoyen
Bilbao Orkestra Sinfonikoa
Coro de Ópera de Bilbao Director Boris Dujin
Coro infantil Leioa Kantika Korala
Director musical Pedro Halffter
Director de escena Mario Pontiggia
Producción Teatro Massimo di Palermo
*Debuta en ABAO Bilbao Opera
“Svanì per sempre il bel sogno d´amore...
L´ora è fuggita
E muio disperato!...
E non ho amato mai tanto la vita!” (III acto de Tosca)
La famosa composición de “la” Tosca, se refiere, claro, a una ópera
en tres actos, con música de Giacomo Puccini y libreto de Luigi Illica y
Giuseppe Giacosa estrenada con éxito en Roma, el 14 de enero de 1900, en el
Teatro Costanzi. El texto de la obra está basado en un intenso drama, homónimo,
de Victorien Sardou, presentado en París en 1887, donde la encarnó la gran
actriz Sarah Bernhardt.
Está considerada una de las óperas más representativas del
repertorio verista italiano, por su intensidad dramática y por contener algunas
de las arias más bellas del repertorio. El argumento combina celos, amor,
intriga, violencia, pasión y muerte. Junto a Madama Butterfly y La bohème,
integra el trío de óperas más conocidas de Puccini.
La partitura se encuadra en el estilo desarrollado por Puccini hasta el momento: continuidad del discurso musical, roto apenas por una o dos arias. Las escenas más impactantes son el Te Deum del final del primer acto, y las arias Vissi d'arte (para Tosca) y E lucevan le stelle (para Mario). Dramáticamente, el segundo acto es de una intensidad que algunos consideran inigualada por otra obra del compositor de Lucca.
Resulta relajante, reconforta, alegra, volver a los tiempos
gloriosos en que se respetaban los decorados pensados por los autores, se
disfrutaba volando a espacios reconocibles con los personajes, se compartía el
escenario dentro de un marco agradable conocido a priori. Las producciones
actuales, en lo escénico, se han convertido en supuestos desafíos a la invención
y la innovación cuando a menudo solo son proyectos escasos de creatividad
verdadera o de presupuesto.
No es el caso de la producción de esta Tosca proveniente del Teatro Massimo di Palermo, en sí mismo un monumento a la elegancia, el respeto a la voluntad de los creadores y su imaginario y el saber hacer sublimado en todo el trasfondo lírico.
Escenario del final la III parte del Padrino de Coppola con una Cavalleria Rusticana para recordar, legendaria, el coliseo palermitano firma ahora también una enorme idea con la colaboración de Mario Pontiggia (en la dirección de escena, gran trabajo, fineza y soltura, (con Angelia Dettori y Stefano Nicolao)), la escenografía y vestuario de Francesco Zito (y Antonella Conte), la iluminación de Bruno Ciulli, y un equipo valiente que incluyen a los directores del C.O.B. Boris Dujin y del Leioa Kantika Korala, Basilio Astulez.
Esta Tosca es, como debería ser siempre, una labor de equipo, un esfuerzo organizado gracias a una visión homogénea liderada en buena parte por la dirección de orquesta.
Pedro Halffter, de una familia musical, con un recorrido como responsable en los mejores teatros líricos, realiza una tarea complicada, porque en el haber se despliegan batutas como las de Pappano, Solti, Prêtre, Mehta, Serafín, Maazel o Mehta: un record de excelencia.
Halffter concertó
bien, aunque había acuerdo entre el público, muy experto y cierta crítica en
que retrasó algo los tempi. Le faltó probablemente ese gramo de locura y de
apasionamiento contenido que exigen Puccini, eso que los sabios ad hoc, llaman
“l´italianità”.
Contrapunto adecuado le marca el Mario Cavaradossi de Roberto Aronica de Civitavecchia (italiano), conocido tenor con una larga trayectoria. Defiende bien al prisionero condenado y al enamorado rendido a una diva caracterial y voluble que sin embargo lo da todo por su amor y por su libertad como mujer. Aronica tiene un claro fiato, línea de canto apropiada, técnica afianzada y comunica a sus compañeros de escena y al público.
Eficientes, generosos, los esfuerzos conseguidos en una propuesta
coral del Angelotti de Alejandro López (cantante mexicano), Fernando Latorre
(rico y trabajado sacristán), Spoletta (a destacar desde luego el granadino
Moisés Marín), igual que José Manuel Díaz (vizcaíno) en Sciarrone, y last but not least,
un carcelero (Gexan Etxabe, barítono bilbaíno) y un pastor (Helena Orcoyen,
soprano de Tolosa).
La Bilbao Orquestra Sinfonikoa, junto al Coro de Ópera de Bilbao y
el infantil Leioa kantika Korala, enfocan al unísono un espléndido programa en
común, que iluminó el primer acto. Se aplaudió efusivamente a sendos directores
que culminada la primera parte, salieron a saludar.
El público aplaudió con generosidad en una sala donde no había
aforo completo pero casi máxima ocupación (quedaban, por ejemplo, algunas butacas libres en las primeras filas) y el envoltorio en este caso de la
Abao Bilbao Ópera, el Palacio Euskalduna, impresionante propuesta edilicia, un
laberinto de Cnossos actualizado y sorprendente. Un programa de mano opcional
de pago con varias firmas muy autorizadas.
Y en el corazón, por todas partes en el ambiente, un perfume
intenso a la Roma eterna, un “pensiero”, imponente, rígida y a la vez
voluptuosa, como un inmenso incensario incandescente. ¿Cómo haberlo olvidado y
no volver a soñar? “Vittoria!, Vittoria”
Alicia Perris
Fotos, ABAO
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