García Demestres convierte en
ópera la relación entre el escritor y Walt Whitman
Javier Pérez Senz Barcelona
García Demestres, en el centro, dirige uno de los ensayos de la ópera
en Can Fabra, previos al estreno de este miércoles. / toni ferragut
Fiel a su compromiso con la creación lírica actual, el Festival
Castell de Peralada estrena hoy y en una función única WOW!,
nueva ópera de cámara del compositor catalán Alberto García
Demestres (Barcelona, 1960), cantada en inglés, que convierte en
pura emoción lírica la relación entre los escritores Walt Whitman y Óscar
Wilde. Xavier Albertí, director del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), firma
la dirección escénica de un montaje que aprovecha la intimidad y belleza del
espacio que acoge su estreno, el claustro de la iglesia del Carme. “No hace
falta añadir nada, es un lugar mágico para dejarse llevar por la intensidad
poética de una ópera de extraordinaria belleza”, afirma Alberti con verdadero
entusiasmo.
Hay mucha fuerza espiritual en la nueva ópera de García Demestres, la
octava de su catálogo, fruto de su reciente estancia en la residencia de
artistas del Centro para las Artes Creativas de Virginia (Estados Unidos).
“Para leer en el viaje me llevé Hojas de hierba, de Whitmann, que se
transformó en fuente inspiradora de una obra en la que he trabajado más de un
año. La ópera se centra en los últimos días de su vida y recrea su relación con
Oscar Wilde”, explica García Demestres.
El entusiasmo de Albertí, que ha encargado una nueva ópera a García
Demestres para ser estrenada en el TNC la próxima temporada, es compartido por
los tres protagonistas de WOW!: el barítono Joan Martín-Royo, que
interpreta a Whitman, el tenor Antoni Comas, que da vida a Wilde, y la soprano
Elisenda Pujals, que encarna al tercer personaje, una mujer que mueve la acción
de un libreto del propio compositor a partir de poemas, cuentos, cartas y
entrevistas de ambos escritores. “El libreto habla de temas siempre presentes
en sus textos, como la muerte, los sueños, el amor y la inmortalidad. Los
poemas tienen tal fuerza que lloraba mientras estaba escribiendo algunas
escenas”, confiesa García Demestres, también director musical del montaje.
“Walt Whitman se hace personaje a través de sus textos, de su propia
voz. Interpretar sus palabras, filtradas por la extraordinaria sensibilidad del
compositor, es un viaje maravilloso para mí”, afirma Joan Martín-Royo. “Tengo
la sensación de estar embarcado en la creación de una auténtica obra maestra de
la ópera del siglo XXI y lamento que todo el esfuerzo que supone su estreno se quede
en la única función programada en Peralada”, dice expresando una opinión
compartida por todos los intérpretes de la obra.
Antoni Comas y Elisenda Pujals tampoco dudan a la hora de calificar de
obra maestra la nueva partitura. Comas elogia de manera especial su escritura
vocal. “La exigencia es altísima pero siempre está bien escrita para la voz, en
la tesitura, y cuando pide una nota, por difícil que parezca, es posible abordarla”,
comenta Comas, un tenor de referencia en la ópera contemporánea que destaca la
expresividad de la obra.
El pianista Andreu Gallén, el violonchelista Manuel Martínez del
Fresno, el clarinetista José María Martínez y el percusionista Feliu Ribera
tienen a su cargo una refinada y sutil partitura en la que destaca el juego
tímbrico y el imaginativo uso de un auténtico arsenal de instrumentos de
percusión. “La ópera respira lirismo de una forma natural, en la línea del
teatro musical de Britten, Barber y Copland. Y he querido mantener esa
respiración natural de la palabra poética con una intervención mínima en la
escena, la necesaria para que la fuerza de la ópera llegue al espectador”, dice
Albertí.
García Demestres, que el próximo año estrenará otra ópera en Nueva
York, insiste en que, por encima de las anécdotas —el famoso beso entre ambos
escritores, que Wilde glosó en algunas de sus cartas, está presente en la obra—
la ópera intenta “hacer llegar al espectador las emociones que yo he sentido al
escribirlas”. Sobre la posibilidad de su estreno en Barcelona, García Demestre
se muestra cauto. “Teniendo en cuenta que el Liceo nunca me ha hecho el más
mínimo caso incluso habiendo estrenado con éxito óperas en Italia y otros
países, no me hago muchas ilusiones”, concluye.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/08/13/catalunya/1376423965_420505.html
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