El Arxiu Nacional de Catalunya compra 204 negativos de cristal de Auguste Chauvin que captó el drama de la huida tras la Guerra Civil y la vida de los prisioneros en los campos de refugiados de Argelès-sur-Mer y Barcarès
JOSÉ ÁNGEL MONTAÑÉS
Soldados protegidos
por mantas cruzan de noche la frontera con Francia por Le Perthus a partir del
5 de febrero de 1939.
FONODO AUGUSTE
CHAUVIN (ARXIU NACIONAL DE CATALUNYA)
El 26 de enero de 1939, ante la inminente entrada de las tropas
nacionales en Barcelona, miles de personas que habían encontrado refugio en
esta ciudad en los últimos meses de la Guerra Civil salieron a la desesperada,
dejando sus casas y la mayoría de las pertenencias. A pie, en carro o, los más
afortunados, en coche o camiones, pero todos acosados por el ejército
franquista y la aviación italiana, casi medio millón de españoles llegaron en
interminables columnas a la frontera francesa, sobre todo por los pasos de El
Pertús y Prats de Molló. Un éxodo que en Francia se conoce como La Retirada.
Las autoridades francesas no permitieron el paso, pero, ante tal avalancha de
gente, el 28 de enero, abrieron solo para que cruzaran las mujeres y los niños;
el día 31, a los heridos, y finalmente el 5 de febrero a los soldados tras
entregar sus armas y aceptar ser internados en campos de concentración. El día
10 se produjo el último cruce masivo.
Los fotógrafos que lo vivieron en primera persona, como Agustí
Centelles, no hicieron fotos hasta semanas después de cruzar la frontera, tras
ser llevados al campo de Bram, a 20 kilómetros de Carcasona. Y Antoni Campañà
solo pudo fotografiar, a comienzos de marzo, los escenarios del éxodo: los
coches y el armamento pesado abandonados, los trenes quemados y los soldados
nacionales sonrientes por su victoria. Pero no a grupos de personas cruzando.
Sí lo hicieron fotoperiodistas internacionales que no quisieron perderse el
final de un conflicto tremendamente mediático. Como Robert Capa, David Seymour,
Chim, Walter Reuter, André Alis, Antoine Callet y Auguste Chauvin, un fotógrafo
local que tenía su estudio en Perpiñán.
El Arxiu Nacional de Catalunya (ANC) acaba de comprar a un
coleccionista privado 204 negativos de cristal realizados por Chauvin entre
finales de enero y mitad de julio de 1939 en los que puede verse el caos, las
aglomeraciones y las caras de angustia de hombres, mujeres, niños y soldados en
esos momentos. La improvisación de aquellas jornadas. Mandos del ejército
franquista en El Pertús celebrando su victoria con soldados franceses; el
enorme aparcamiento lleno de automóviles, caballos, cañones y tanques; todos
requisados en Perpiñán. También cómo a los recién llegados a la localidad de
Argelès se les alimentó con enormes panes repartidos desde camiones y cómo los
hombres, en aplicación de un decreto de 1938 del Gobierno de Édouard Daladier,
que preveía internar en centros especiales a los extranjeros “indeseables”,
fueron llegando a las playas de Argelès-sur-Mer y Barcarès, que tras acotarse
con alambradas de espinas se convirtieron en lugares insalubres para vivir.
Las imágenes de Chauvin permiten ver cómo, para protegerse del
intenso frío, construyeron improvisados chamizos con telas y cañas (además de
enterrarse en la arena) y luego levantaron barracones de madera; siempre
vigilados por gendarmes y tropas coloniales, sobre todo de senegaleses. Con el
paso de los meses el fotoperiodista captó a los refugiados de Barcarès en
tareas cotidianas: lavando la ropa, cortándose el pelo, desollando corderos,
jugando a las cartas y siendo asistidos por los sanitarios del campo. O
extraordinarias: participando en exhibiciones deportivas y desfiles por el 14
de julio de 1939; un día en el que no faltaron combates de boxeos y
demostraciones de castellers, en presencia de las autoridades y mandos del
ejército francés.
“Tuvimos noticia del fondo en 2017, pero por la situación que vivimos en ese momento [tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución española por el proceso soberanista se congeló cualquier compra o inversión cultural] no pudo comprarse. Pero su dueño nos facilitó una copia digitalizada y comenzamos a estudiarlos”, explica Imma Navarro, responsable del área de fondos de imágenes, gráficos y audiovisuales del ANC. Los negativos se han comprado por 66.655 euros. Se desconoce dónde los adquirió el coleccionista que los ha vendido.
Miles de hombres,
refugiados republicanos, en el campo de Barcarès a mitad de 1939.
FONDO AUGUSTE
CHAUVIN (ARXIU NACIONAL DE CATALUNYA)
Las 14 cajas con los negativos (de dos tamaños diferentes: 10x15 y
9x12) llegaron al ANC hace dos semanas. Todas llevan anotaciones en lápiz y
pluma: Éxodo. Numeradas para la venta, Campo de Argelès, Campo de Barcarès y
Éxodo. No impreso para la venta. Los negativos están en perfecto estado de
conservación porque no han sido tocados en todo este tiempo, según Navarro.
Están enfundados en sobres de papel glassine que llevan impreso: Studio d’Art
A. Chauvin. 13 Bulevard Clemenceau.
“Las fundas y el sello hacen que haya pocas dudas de que son de
Chauvin, a pesar de que a su estudio iban muchos de los fotógrafos que
estuvieron allí estos días porque contaba con belinógrafo, que permitía
transmitir las imágenes telefónicamente a grandes distancias”, apunta Navarro.
“También, por el hecho de que sean placas de cristal, ya que los
fotoperiodistas que llevaban tres años de guerra trabajaban con cámaras más
ligeras, tipo Leica, y otro tipo de negativo”.
Chauvin vendía sus imágenes en la prensa local, era corresponsal de
la agencia del The New York Times y comercializó dos álbumes con 18 fotografías
cada uno, que llamó Album souvenir de l’exode espagnole; una especie de
catálogo de imágenes para ilustrar este drama, convertidas en referentes muy
conocidos. El resto no tanto. En la caja donde apuntó No impreso para la venta
se pueden ver fotografías nuevas, como la de un grupo de soldados, cubiertos
con mantas, pasando la frontera de noche y una variante de una muy difundida en
la que se ve a un hombre con los pies mutilados junto al letrero de El Pertús.
Los fondos de Chauvin se conservan en los archivos departamentales
de los Pirineos-Orientales de Perpiñán. Según comprobaron en el ANC en 2017,
allí tienen, aparte de copias de muchas de las fotografías, solo 24 negativos
de cristal. Ninguno coincide con los comprados por el ANC, por lo que, a falta
de un estudio definitivo, los dos conjuntos formaron parte del mismo fondo
inicial. “Hay que acabar de perfilar el trabajo que quedó interrumpido y ver
las concurrencias con las series publicadas”, apunta Navarro.
En enero está previsto que ya se puedan consultar este material en
la web del ANC. “Será el momento de retorno, que es muy importante para
nosotros porque comenzaremos a saberlo todo sobre estas fotos. Nosotros no
podemos hacer esa labor, la tienen que hacer los historiadores”, concluye
Navarro.
https://elpais.com/cultura/2021-12-08/caos-aglomeraciones-angustia-y-hambre-nuevas-imagenes-del-exodo-espanol-a-francia-en-1939.html
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