Es público y notorio
que el MAN siempre ha sido uno de los buques insignias entre los museos de la
capital de España. No sólo por su tradición, sus colecciones, su labor de
investigación y pedagógica con alumnado de distintas edades, sino también por
pertenecer a un edificio y a una zona palaciega muy valiosa y considerada de un
gran valor arquitectónico en el centro de la ciudad.
Siguiendo esa línea de
conservación del patrimonio pero enfocando el futuro con una nueva proyección desde
la accesibilidad, lo espacial, la luz, la disponibilidad de sus preciosos
objetos y la capacidad para seguir siendo un modelo de enseñanza para
estudiantes e investigadores, el MAN ofreció durante los meses de noviembre y
diciembre unas visitas guiadas concertadas de antemano con el público en
general y los habituales de la institución que esperan con curiosidad su
reapertura. Las visitas se han llevado a cabo en grupo, de forma gratuita y de
martes a domingo en turnos de mañana y tarde, con una duración aproximada de
hora y media.
Durante estos paseos
impregnados por la motivación de un nuevo descubrimiento histórico y artístico,
el público ha recorrido las nuevas áreas de acceso, circulación y exposición,
también los recién concebidos patios y escaleras y tomado contacto con el
trabajo de restauradores, conservadores y montadores y detalles de la historia
del museo, mientras se deslizaba por pasillos llenos de perspectivas de futuro.
Ha sido una
oportunidad excepcional para seguir paso a paso el montaje en el que se está
finalizando la actuación en el edificio y el visitante ha podido oler la
nobleza de las valiosas maderas del Sudeste Asiático de los suelos y
recubrimientos y deslizar la mano por las cubiertas vírgenes del travertino.
El MAN está localizado
en el antiguo Palacio de Bibliotecas y Museos y la superficie que va a
inaugurarse pasará de los anteriores 14.350 metros cuadrados a más de 20 mil,
de los cuales más de la mitad estarán destinados a uso público. Los espacios
serán a partir de su reapertura más flexibles y versátiles, adaptados también
para las nuevas generaciones de investigadores y estudiantes que tienen todo
tipo de comodidad para trabajar y dejar sus pertenencias en taquillas y
espacios ad hoc.
En el transcurso de la
visita se encontraron especialistas trabajando, valiosos ejemplares de
diferentes culturas cuidadosamente almacenados
en cajas, grandes tapices en proceso de restauración y pudo entreverse
la entreplanta y el cuarto piso, que darán más amplitud y movilidad al usuario
del museo.
El visitante también
ha estado acompañado durante el recorrido por la exposición Reflejos, de José
Manuel Ballester, Premio Nacional de Fotografía 2010. “Es una serie fotográfica
y una videoinstalación colocadas en diversos espacios del inmueble donde el
artista refleja el avance de las obras de renovación estructural y museográfica
del propio museo. Ballester demuestra así su interés por “ese mundo oculto para
el ciudadano medio””.
Esta muestra
fotográfica y esta visita, dan otra impresión de lo que desde otro prisma
podría interpretarse como simples estadios de un tiempo de obras y reformas,
siluetas descarnadas de materiales helados en espera de tiempos mejores. Pero
no es así, el propio momento de la reconstrucción del MAN tiene un valor en sí
mismo y puede adaptarse mágicamente a su historia y a su vocación de vanguardia
como un guante.
La exposición y la posibilidad de su recorrido
de un proyecto aún en preparación, forma parte de una nueva iniciativa de la
Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes y amortigua la sensación
de un “museo cerrado por obras” recordándonos que el edificio y todo su
voluminoso saber están ahí, simplemente esperando el momento de ser
redescubiertos, para seguir fascinando al visitante.
Si todo continúa como
previsto, la reapertura del Museo Arqueológico se irá llevando a cabo de manera
paulatina, empezando probablemente por el Gabinete Numismático.
Madrid espera
seguramente con entusiasmo poder volverse a reencontrar con el patrimonio y el
saber ahora remodelado y reacondicionado del Museo Arqueológico de Madrid.
Nota: la redactora de
esta reseña agradece sinceramente la disponibilidad y colaboración de Doña
Carmen Ordóñez del Departamento de Comunicación y Prensa y de Don Francisco
Justo, acompañante riguroso y amable de la visita.
Alicia Perris
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