martes, 31 de octubre de 2017

EL LICEO INGRESA UN 30% MENOS EN DOS MESES POR LA CRISIS CATALANA

Los teatros y cines acusan un descenso generalizado de ventas de entradas
BLANCA CIA
La inestabilidad de la situación política que se está viviendo en Barcelona en los últimos dos meses está teniendo un impacto directo en el consumo cultural en salas de teatro, cines y auditorios. El Liceo, una de las instituciones culturales más representativas de Barcelona, está acusando con más rotundidad la reducción de público: ha dejado de ingresar 400.000 euros entre septiembre y lo que va de octubre de la venta de entradas en taquilla, un 30% menos respecto al mismo periodo del año pasado. “Se empezó a notar un poco tras los atentados de agosto, que marcaron un descenso de las entradas que se compran en ventanilla para asistir a funciones futuras o para paquetes regalo. Ahora, la situación es preocupante sobre todo si se convierte en tendencia. Si seguimos así tres o cuatro semanas más será negativo, pero si no remonta en los próximos meses será insostenible. Y es un fenómeno que no es exclusivo del Liceo porque todos los operadores culturales de la ciudad están más o menos igual”, explica Roger Guasch, director general del centro lírico.
En el teatro de ópera de Barcelona, la venta de entradas supone unos ingresos por temporada de 15 a 16 millones de euros. La mitad de esa cantidad corresponde a los abonados y el resto procede de la venta en ventanilla, de ahí la preocupación por el ritmo de los dos últimos meses. De esos 400.000 euros menos contabilizados, 270.000 son de entradas que no se vendieron de las siete funciones del primer título de la temporada, Il Viaggio a Reims. Los restantes 130.000 son el cálculo que han realizado de la venta futura —de otros títulos programados— que se han dejado de ingresar, siempre comparándolo con los datos de 2016: “La gente está más pendiente que nunca de la tele y de las noticias”, añade Guasch.

El problema está repercutiendo también en los abonos flexibles que son los que más se adquieren en otoño, justo al empezar la temporada: “Por estas fechas, el año pasado habíamos vendido 200 y este, 65”. El cálculo de espectadores para estos días era de 20.000 y no se han superado los 17.000: “El que niegue que no le pasa algo parecido, falta a la verdad, porque nos está afectando a todos y confiamos en que esto cambie, porque el Liceo, además, ha hecho un esfuerzo titánico para remontar la situación financiera”, zanja Guasch.

El impacto no es tan acusado en el Palau de la Música en su doble actividad: la turística y como sala de conciertos. “El dato más objetivo que tenemos es la caída de visitas guiadas en el puente del Pilar, que es tradicionalmente de turismo español, que fue de un 20% respecto al año pasado”, explica Joan Oller, director general del Palau.

El atentado que sacudió Barcelona el 17 de agosto, por el contrario, solo provocó cancelaciones los días inmediatamente posteriores para volver a la normalidad a la semana siguiente. “En los conciertos de Palau 100 —los que programan directamente— el mayor volumen es de abonados y esos no se han visto afectados por la coyuntura”, añade. En cambio, la venta por ventanilla ha bajado un 15% a partir del 1 de octubre. “Lo importante es que no se vean escenas de violencia que es lo que realmente alarma”, apunta Oller en referencia al gran impacto que tuvieron las cargas policiales del 1-O. El Palau, como todos los centros culturales de la ciudad, se sumó a la huelga dos días después.

El pasado sábado, día de apertura de la temporada del Palau, se registró un lleno prácticamente total pese a que esa misma tarde cerca de medio millón de personas salieron a las calles del centro pidiendo la libertad de los dirigentes de Òmnium Cultural y de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), Jordi Cuixart y Jordi Sànchez……


https://elpais.com/cultura/2017/10/24/actualidad/1508866991_507606.html

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