La posibilidad de la que se disfruta en los últimos años en la
mayoría de los teatros importantes de ópera, de transitar por espacios que
exceden los límites de las atmósferas líricas, como es el caso de este en
formato de cabaret de Ute Lemper en
el coliseo madrileño, abre otras perspectivas de goce. Del Berlín al Buenos
Aires de Astor Piazzolla, pasando por París.
De forma que nos encontramos en un entorno ahora habitado en pocas
horas con la Carmen de Bizet, mientras la conocida cantante alemana nos seduce
un domingo por la noche, con su voz rota, aguardentosa y mineral.
La sala estaba llena y no faltó a la convocatoria ni siquiera el
constante portavoz del gobierno y ministro de educación, cultura y deporte español, Íñigo Méndez de
Vigo, aristócrata de los de antaño, que defiende las causas perdidas y ganadas
siempre con una sonrisa y un trato amable. Se le cuestione lo que se le
cuestione y superando banderías políticas y otras, acude a todos los eventos y
compromisos que su gobierno y su hidalguía personal le inspiran. El jueves
pasado fue el homenaje a Hugh Thomas en la Casa de América y ahora este
concierto, y lo que no sabemos.
Ute Lemper , nacida en Münster
el 4 de julio de 1963, es una cantante y actriz alemana, que ha interpretado diferentes
roles en musicales, entre los que destacan” Cabaret”, en su producción
francesa, por la que ganó en 1987, el Premio Molière a la mejor actriz
revelación y Chicago en Londres y Nueva York, por el que ganó en 1998 el Premio
Laurence Olivier.
Dentro de su dilatada trayectoria, estudió piano, canto y ballet en
la Academia de Danza de Colonia, y teatro clásico en el prestigioso Seminario
Max Reinhardt de Viena. Estuvo dos años en el Staatstheater de Stuttgart, donde
representó obras de Fassbinder y Chéjov, entre otros.
Resumiendo mucho habría que recordar algo que se nota en su
preparación física y en su capacidad para moverse en el escenario: tiene, entre
otras características, el braceo de un cisne y la postura corporal que otorgan
años y años frente a una barra de ballet. Como armas añadidas: una piernas interminables, unas manos
maravillosas y una cabellera flamígera que retoca de vez en cuando a lo largo
de la velada.
Para ella creó el irremplazable Maurice Béjart el ballet La Morte
Subite, estrenado en París en 1990. Además participó en el montaje de Pina
Bausch “Kurt Weill Revue” y en 1990 actuó junto con Roger Waters en "The
Wall Live in Berlin" tras la caída del muro donde interpretó "The
Thin Ice".
Fue actriz en varias películas, pero se la conoce sobre todo como cantante.
El repertorio alemán de entreguerras no tiene secretos para ella y es posible
que sea sin duda el núcleo duro de su actuación en el Real. Se entrega y revive mágicamente las obras de Kurt Weill, de quien dejó degustar
alguna, y actualiza los fantasmas benéficos de Marlene Dietrich, Édith Piaf y sobre todo la recordada Lotte Lenya, musa inspiradora de Weill.
Su heterodoxia y versatilidad la han llevado a presentar varias
exposiciones de pintura, de estilo neo-expresionista y a compartir proyectos con
numerosos cantantes y compositores estadounidenses y europeos, como Michael Nyman, Tom Waits, Scott Walker,
Elvis Costello, o Philip Glass,
entre otros.
Si el recital fue apreciado por todos los presentes en la gala,
hubo sin duda a algunos a quienes nos encandiló con su repertorio, por
cuestiones de historia personal, de educación o de tradición cultural. Este
“Último tango en Berlín”, como lo define el programa de mano, viaja desde la
Alemania de la República de Weimar hasta el Buenos Aires y el bandoneón de
Astor Piazzolla y su ingente producción
(por cierto, privilegiado su vínculo con Víctor Villena, su
bandoneonista, que impregna todo la performance con sus arreglos, siempre a
mitad de camino entre el jazz más exuberante e imaginativo y el tango).
La interpretación de “Yo soy María” de Piazzolla nos retrotrajo a territorios conocidos y emocionantes,
como el conmovedor y lleno de ternura y seducción entre la música klezmer y la
zíngara de la Mitteleuropa, “Yiddishe Lied”, para unos elegidos. Su Lili
Marleen, un icono y una leyenda de las dos guerras mundiales, no por haber sido
reiteradamente escuchada y cantada fue menos sentida.
Más matizada su recreación de los familiares poetas de la “chanson
française”, como Jacques Brel (se perdió algo en la letra de “Ne
me quitte pas”), Leó Ferré, Georges Moustaki o Serge Gainsbourg.
Entre compases, una ruta aligerada por su propia mano en un
conseguido inglés, en francés y en español (menos), porque Ute es una artista
universal, comprometida, inquieta y orgánicamente cosmopolita.
Hubo un recuerdo para los prisioneros y asesinados judíos en los
ghettos y es de todos conocida su dedicación a la Shoah y a las grandes
preguntas del ser humano: el amor, el tiempo que transcurre, los sentimientos,
las ideas. Como se preguntaba François Villon, el poeta enloquecido y febril medieval de todos los tiempos: “”Où sont les
neiges d´antan?” (¿Dónde fue a parar la nieve de otros tiempos?”).
Muy mejorable la iluminación de Nicolas Fischtel, que podría haber sacado más partido al recital, a
su intimidad y al contacto también visual con el público. Entregados y rendidos
sus músicos, a ella, a sus canciones y sus climas: Vana Gierig en piano, Víctor
Villena, ya mencionado en bandonéon, Roman Lecuyer en contrabajo y Cyril Garac
con su violín. La proporción cuatro a una no está nada mal, de verdad.
En la huella querida y admirada de Hanna Schygulla y su Fassbinder, Marlene Dietrich, Liza Minelli y los grandes hitos como
“Cabaret” y “All that jazz” de Bob Fosse,
entre tantas evocaciones. Casi dos horas de seducción, talento y belleza,
aplausos en pie de los espectadores que querían más. ¡Ay!, Gracias Ute por este
tiempo compartido. ¡Cuánta nostalgia!
Intérpretes
Vana Gierig, piano
Víctor Villena,
bandoneón
Romain Lecuyer,
contrabajo
Cyril Garac, violín
Programa
Frederick Hollaender
Illusions
Falling in Love
Georges Moustaki
Milord
Kurt Weill/Bertolt Brecht
Tango Ballade
Astor Piazzolla
Yo soy María
Jacques Brel
Ne me quitte pas
Yiddishe Lied
Norbert Schultze/Hans Leip
Lilli Marleen
Frederick Hollaender
Lola
Léo Ferré
Avec le temps
Serge Gainsbourg
Ces petits riens
Kurt Weill/Bertolt Brecht
Die Moritat von
Mackie Messer
Nota: para ampliar
el concierto de Ute Lemper del domingo 29 de octubre, se pueden escuchar los
programas sobre el cabaret berlinés que Radio Sefarad emitió en su día y volver
la mirada atrás a la inconmensurable programación que sobre la cultura judía
organizaron el Teatro real y otros colaboradores en la temporada 2015-2016.
Alicia Perris
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