martes, 12 de abril de 2022

EL ÓPALO MÁGICO, DE ISAAC ALBÉNIZ, EN EL TEATRO DE LA ZARZUELA.


THE MAGIC OPAL. Ópera cómica en dos actos. Música de Isaac Albéniz

Libreto de Arthur Law. Teatro de La Zarzuela. 8 de abril, 2022

Adaptación de Paco Azorín y Carlos Martos de la Vega

Estreno en el Lyric Theatre de Londres, el 19 de enero de 1893  y en España en el Teatro de la Zarzuela, el 23 de noviembre de 1894.

  nueva producción del teatro de la zarzuela

 Edición musical de Borja Mariño (Tritó Ediciones, 2011)

 Orquesta de la Comunidad de Madrid

(Titular del Teatro de la Zarzuela)

 Coro Titular del Teatro de la Zarzuela

Director Antonio Fauró                                                                                         

 

Equipo artístico

 

Dirección musical                                               Guillermo García Calvo

 Dirección de escena y escenografía                 Paco Azorín

 Vestuario                                                              Juan Sebastián Domínguez

 Iluminación                                                         Pedro Yagüe

 Diseño de audiovisuales                                    Pedro Chamizo

 Movimiento escénico                                         Carlos Martos de la Vega

 Asistente de dirección musical                        Rubén Sánchez Vieco

 Ayudante de dirección de escena                     Álex Larumbe

 Ayudante de escenografía                                 Alessandro Arcangeli

 Coordinador de acrobacias                               Roberto Gascat

 Maestros repetidores                                         Lilliam Castillo, Ramón Grau

 

Y otros colaboradores…

 

Reparto

 

LOLIKA                                                                      Ruth Iniesta

ALZAGA                                                                     Santiago Ballerini

CARAMBOLLAS                                                      Luis Cansino

MARTINA                                                                 Carmen Artaza

ARISTIPPUS                                                            Jeroboám Tejera

OLYMPIA                                                                 Helena Ressurreição

ZOE                                                                            Alba Chantar

PEKITO                                                                     Gerardo López

CURRO                                                                      Tomeu Bibiloni

EROS XXI                                                                 Fernando Albizu

 

Figurantes-Bailarines                                     David Blanco, Laura Hernando, Jennifer Lima, Verónica Moreno,  Pablo Muñoz, Karel H. Neninger, Agus Ruiz, Sergio Toyos  

                                                                                                                                                                                    

Acróbatas                                                           Rafael Lobeto, Georgina Nieto, Aida Pascual,

                                                                                Nacho Rodríguez

 

El compositor deL El ópalo mágico, Isaac Manuel Francisco Albéniz y Pascual (Camprodón, Gerona, 29 de mayo de 18601-Cambo-les-Bains, 18 de mayo de 1909) fue un célebre compositor y pianista español, discípulo de Felipe Pedrell. Gracias a la ayuda del Conde Guillermo Morphy, compositor y mecenas de las artes, obtuvo una pensión para formarse en el Conservatorio de Bruselas en 1876, y terminó sus estudios en 1879. Virtuoso compositor de piano, dedicó más de una década de sus casi cuarenta y nueve años de vida a escribir temas para teatro.

La reputación de Albéniz como pianista y compositor siguió creciendo. En la primavera de 1889 viajó a París, y luego hasta Inglaterra, donde sus interpretaciones le aportaron un éxito al instante. En 1890 se puso en contacto con el empresario Henry Lowenfeld que contrató los servicios de Albéniz como intérprete y compositor. Trabajando en el Teatro Lírico y más tarde en el Teatro Príncipe de Gales, proporcionó números extras así como era necesario por sus adaptaciones de comedias musicales. Por petición de Lowenfeld, Albéniz compuso El Ópalo Mágico. Esta comedia lírica en el estilo de Gilbert y Sullivan fue estrenada en el Lírico el 19 de enero de 1893 (fue traducida posteriormente al castellano por Eusebio Sierra y presentada en Madrid en 1895 como La Sortija. A causa de una nefritis, Albéniz murió en Cambo-les-Bains, en los Pirineos franceses, el 18 de mayo de 1909.

La versión que se ofrece ahora de su ópera, con la dirección de escena y escenografía de Paco Azorín, contiene un nuevo concepto escénico y también en lo que concierne el propio mundo lírico. Lo visual, de hecho, a menudo, durante la representación, ocupa un lugar preponderante. Podría hablarse de lo contrario a un  recital para versión concierto. El color, el calor, el movimiento continuo, los figurines, la escenografía y las entradas y salidas de los personajes (actores y cantantes) llamaron la atención de un público que osciló entre la fascinación (los jóvenes o los que descubrían una textura teatral y musical nueva y el desencanto (capitaneados por los más avezados en estas lides, que parecían reclamar una propuesta más tradicional, y anclada a la partitura de Albéniz).Así pues, hubo recompensas en aplausos y apreciaciones para todos los gustos.

La primera pregunta de salida, organizada en torno a un enorme juego de elección, colmado de efectos visuales y auditivos dentro de la propia partitura, gira en torno a un proyecto personal, donde la presencia del grupo es imprescindible. Hay además una sobreabundancia de posicionamientos de última hora sociales y políticos, de esos que inundan la vida cotidiana en el foro  y en el país, incluidos en el texto que se declama, se canta o se explica, sin que sea fácil rastrear los orígenes del meollo original de Albéniz, su partitura y su libreto. Pero la música es inspirada y contiene unos fragmentos reseñables, como el preludio, la obertura, el dúo de Lolika y Alzaga o el vals de la protagonista.

La propia producción nos da pistas: “¿Cómo conseguir el amor verdadero? ¿Y si un objeto, un Ópalo mágico tuviera el poder de enamorar a quien quisiéramos? Hoy en día la sociedad trata de establecer las relaciones personales a través de las app de contactos: amor líquido, relaciones cada vez más fugaces basadas en la falta de compromiso, la satisfacción inmediata y los vínculos superficiales, así como la mercantilización del amor. The Magic Opal es el juego que lo puede cambiar todo, o no. Elige personaje, sigue pistas y supera pruebas hasta encontrar el verdadero amor, la persona con la que acabar tus días. Eros XXI, nuestro maestro de ceremonias, es el dios del amor y creador de este juego”.

Excelente la concertación –difícil entre tanta agitación sobre el escenario y tantos estímulos de todo tipo, a menudo ajenos a la música y a la propia función-del maestro Guillermo García Calvo, en la dirección musical, con la formación de la ORCAM. Siempre pendiente de cantantes, en esta ocasión de actores, trapecistas, técnicos, puertas que se abren y cierran constantemente y cambios escenográficos abundantes, tiene oficio y siempre es una apuesta segura, el puerto hacia donde poner proa en tiempos de dudas en el palcoscenico. El Coro del T. de La Zarzuela, dirigido como siempre por Antonio Fauró, se adaptó bien sobre todo en la última parte al tobogán interpretativo y vocal de la creación de Azorín.

Extenuante y agitado el trabajo de figurantes-bailarines y acróbatas, en ocasiones peligrosos, propensos incluso a las lesiones físicas, pero todo pareció andar bien después de todo. Y hay presentes en la música, números bonitos, agradables, lucidos para los intérpretes y la propia orquesta.

La línea musical, el enredo y la actuación de los cantantes a menudo se siguió con dificultad, sin esa tersura que exhiben muy a menudo otras propuestas del Teatro de la Zarzuela, pero eficaces y cumplidores como saben hacerlo, estuvieron Ruth Iniesta, preciosa voz y línea de canto, fiato evidente, segura y elegante en escena a pesar de un vestuario peculiar, se ha fogueado como otros de sus compañeros en muchas salas internacionales de prestigio. Santiago Ballerini como Alzaga, bello instrumento y buena técnica, expresivo y comunicador. Luis Cansino cumplidor y con tablas más que suficientes en Carambollas y Damián del Castillo, adecuado y ajustado  en Trabucos, acompañados de un elenco diligente y con solvencia, en general bastante joven, como Camen Artaza en Martina, Jeroboám Tejera en Aristippus, la Olympia de Helena Ressurreiçao, Alba Chantar en Zoe, y Gerardo López, Tomeu Bibiloni y Fernando Albizu en los roles de Pekito, Curro y Eros XXI respectivamente. Eros XXI omnipresente, propenso a un exceso de sobreactuación en la exégesis de la trama y el desarrollo del espectáculo. Todo, Una experiencia diferente.

Alicia Perris

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